Malas noticias para Nicolás Maduro. Pese a todos los esfuerzos por seguir domando la prensa en Venezuela, su imagen no deja de deteriorarse. Y peor aún para él: los venezolanos siguen aumentando su simpatía por el Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular encarcelado en febrero de 2014.
Ya durante el primer trimestre de 2014 el nivel de agrado de la población venezolana ante Leopoldo López estaba creciendo, según publicaba el Instituto Venezolano de Análisis de Datos IVAD, y dejaba atrás al actual gobernador del estado Miranda y excandidato presidencial Henrique Capriles Radonsky y muy abajo al presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Pero la tendencia no ha dejado de afianzarse. Para agosto de 2014, el dirigente político de Voluntad Popular contó con un 49,3% de agrado ante la población, mientras que Henrique Capriles un 46,8% y el presidente Maduro se quedaba con un escueto 33,5%; cifra que lo habrá perturbado.
Pero hay más sondeos que profundizan en la falta de credibilidad el gobernante venezolano.
La encuesta nacional Omnibus de julio de 2014 revelaba que la evaluación de Maduro en la crisis es totalmente negativa.
Así, en su actuación frente al desabastecimiento que padece el país, ocho de cada 10 venezolanos ven una actuación negativa.
Cifras muy similares se repiten cuando los encuestados son preguntados por la situación económica que vive el país, especialmente por el desempeño del presidente ante la inflación galopante que golpea duramente el bolsillo de los ciudadanos.
El 81,7% considera que no ha hecho lo suficiente por controlarla, mientras que un pírrico 16,6% sí aprueba su gestión.
En otro de los campos que más sufre Venezuela en los últimos años, la inseguridad, el sucesor de Hugo Chávez obtiene un suspenso también clamoroso con un 83,1% de los venezolanos que ven una gestión negativa en este asunto.
Razones para no liberarlo
Para cualquier político en el mundo es vital medir los niveles de aceptación, intención de voto y agrado a la población que se dirige.
No obstante para algunos podrían ser fatales esas calificaciones y aún más cuando el entorno político se encuentra en una profunda crisis, como es el caso de Venezuela.
En el país sudamericano los poderes públicos, como es el caso del Tribunal Supremo de Justicia, se utilizan como un títere para que pueda llevar a cabo los caprichos gubernamentales y así poder controlar cualquier adversario que sea de suma peligrosidad en arrebatarle el poder.
En este caso se encuentra, Leopoldo López, dirigente del partido político opositor en Venezuela, Voluntad Popular.
Hasta países y mandatarios han observado que alrededor de su encarcelamiento existen “circunstancias dudosas” e incluso el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama los señaló en su discurso durante la Clinton Global Initiative, en Nueva York.
Estos datos de aprobación del dirigente podrían ser una razón por la que aún no se ha podido celebrar un juicio justo y no ha podido salir de la cárcel.
Para muchos especialistas en materia de derecho, esta encarcelación carece de bases sólidas, pero estas encuestas revelan que para el Gobierno de Nicolás Maduro existen sobradas razones para mantenerlo encarcelado.
