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Lesa Humanidad

Antonio José Monagas Dic 25, 2021 | Actualizado hace 1 mes
El imperio de la vileza
Venezuela padece por olvidar que todo gobierno militar ha traído tormento, hambre, opresión y terror. La vileza impera hoy

 

@ajmonagas

La vileza es propia de quien tiene por alma un acelerador de mala fe. Bajo la vileza se esconde todo lo que es despreciable y bajo. Por eso se vincula con la maldad y la traición. Quien sigue esos caminos de bajeza y villanía termina urdiendo canalladas y engaños, pues se convierte en un producto de la ociosidad social e incorrección política.

El novelista francés Víctor Hugo advertía: “cosa en verdad extraña es la facilidad con que los malvados creen que todo les saldrá bien”. Y tanto lo procuran quienes así se mueven, que hacen de la insolencia una virtud. Incluso, esos personajes llegan a caracterizar el oficio de político. Sobre todo, quienes como políticos cometen el error de creer que su práctica no requiere preparación alguna, salvo la que implica asegurar el poder para su usufructo desmedido.

Este exordio vale para explicar lo que sucede en el caso de quienes llegan a gobernar sin el más mínimo sentido de ética, moralidad y civilidad. La historia política contemporánea es testigo de gobiernos (militares) obtusos y mediocres, como el que padece Venezuela.

Un padecimiento por olvidar que todo gobierno (militar) ha traído tormento, hambre, opresión y terror. Cualquier experiencia pasada es reveladora de la incapacidad del militar para comprender la complejidad de gobernar. Más aun en democracia.

Negar la magnificencia de la educación como pivote del desarrollo económico y social es condenar toda posibilidad de construir la nación sobre un fortalecido cimiento de valores y principios de justicia social y responsabilidad política. Obstruir la institucionalidad y la educación, en cualquiera de sus niveles, es simplemente un ejercicio de vil conspiración contra la dinámica social y la movilidad política en el marco de la pluralidad y del respeto ciudadano.

Es confabularse con las fuerzas de la demagogia para contener las fuerzas de las libertades mediante la transferencia de migajas de un sector de la sociedad a otro. Pero también, a través de la villanía contenida en cada decisión disfrazada de magnánima. Particularmente, aquellas envueltas por la maraña del mal denominado “socialismo del siglo XXI”.

¿Y Venezuela por dentro?

Resistirse a seguir la pauta del desarrollo integral con el auxilio de represalias bajo la forma de amenaza, forjamiento de información pública, inclusive expoliaciones encubiertas a través de expropiaciones o confiscaciones, constituye un delito de lesa humanidad. Una fechoría que bien merece la reprobación del mundo entero. Y es lo que, de modo apesadumbrado, vive Venezuela.

Esa es, precisamente, la razón por la cual el gobierno (militar-cívico) busca contener y someter toda acción concebida bajo el concepto de libertad y autonomía. Pues es atentatoria del autoritarismo que sirve de criterio funcional al hecho de gobernar apoyándose en criterios de crasa perversidad.

En medio de esas situaciones, el país está conduciéndose. Pero por la senda equivocada. Poco o nada ha servido una normativa constitucional cuyos postulados exaltan procesos administrativos que podrían coadyuvar una justa y eficiente labor de gobierno.

Sin embargo, el afán de lucro, que incita al poder mal comprendido, ha sido la causa de los problemas que agravan las realidades que confronta el país.

Cuando lo que domina es la intención y acción de estos gobernantes “militaristas” llega la ruina de la nación. Concretamente, desde que Venezuela comenzó a verse impedida de actuar conforme al concepto y praxis de libertad y derechos humanos a consecuencia del autoritarismo hegemónico que domina su vida. Así ha venido sucediendo, toda vez que el país, sin duda alguna, vive política, económica y socialmente bajo el imperio de la vileza.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

¿Fue un crimen?, por José Luis Farías
El régimen de Maduro luce descolocado, sin respuesta coherente y sin poder eludir su alta responsabilidad en el deceso del general Baduel

 

@fariasjoseluis

La declaración de la esposa del general Baduel afirmando que “él no tenía COVID”, el evidente retraso en darle las dos dosis de la vacuna anti-COVID-19, la solicitud de sus abogados defensores de que se realice una “autopsia creíble al cadáver del general”, la petición de Amnistía Internacional de esclarecer su muerte, sumados al cinismo del fiscal, entre otros elementos que rodean el caso de la enigmática muerte del general Raúl Isaías Baduel, configuran un cuadro de creciente impacto político difícil de ponderar en qué reviente.

El tema es cada vez más espinoso y hasta ahora el régimen de Maduro luce descolocado, sin respuesta coherente y sobre todo: sin poder eludir su alta responsabilidad en el deceso; que algunos en las redes comienzan a calificar de “asesinato” e incluso de “asesinato político”. Por ahora, el tic tac corre aumentando su intensidad.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Aparentar justicia y fracasar en el intento
La hora de la justicia parece finalmente aproximarse y la prueba más fehaciente de ello es la necesidad del chavismo de volver a sus inicios, volver a las apariencias

 

@BrianFincheltub

El régimen chavista ha pasado por diferentes etapas desde su llegada al poder. En sus inicios, procuraron mostrarse como un proyecto “profundamente democrático y popular”. En esta etapa, las apariencias importaban, pues había preocupación por la manera como se les percibía nacional e internacionalmente. Pero la realización periódica de elecciones semicompetitivas no pudo ocultar la verdadera naturaleza del chavismo por mucho tiempo. Como todo proyecto totalitario y hegemónico, una vez consolidado el control interno, pronto las elecciones dejaron de ser útiles y la opinión de la comunidad internacional, simplemente irrelevante, intrascendente.

A la dictadura nada parecía importarle y la presión internacional, tan efectiva en el pasado para lograr que el régimen reculara en ciertos aspectos, funcionaba cada vez menos. Aunado a ello, la ausencia de mecanismos coercitivos en instancias internacionales se traducía en el total irrespeto de las decisiones condenatorias del Estado venezolano.

Venezuela se convertiría de manera vertiginosa en un Estado forajido, aislado completamente del mundo y con millones de venezolanos como rehenes.

El poder absoluto garantiza absoluta impunidad. Eso fue lo que debió haber pensado la camarilla al mando cuando persiguió, torturó, encarceló y asesinó a miles de venezolanos y obligó a otros más de cinco millones a huir del país. Es posible que la inoperancia y los tiempos tan largos de la justicia internacional hayan contribuido a alimentar esta percepción. Lo hemos dicho en otras ocasiones, lamentablemente los tiempos de la justicia internacional no son los  tiempos de las víctimas ni de quienes sufren. Pero la hora de la justicia parece finalmente aproximarse y la prueba más fehaciente de ello es la necesidad del chavismo de volver a sus inicios, volver a las apariencias.

Las conclusiones del informe preliminar de la Corte Penal Internacional (CPI) deben conocerse pronto y esta vez el reloj no los acompaña. El mismo tiempo que una vez los ayudó, hoy los condena, pues resulta supremamente difícil, por no decir imposible, aparentar justicia cuando durante años se la negaron a quienes clamaban castigo para los culpables. Y cuando hablamos de culpables no nos referimos solamente a quienes torturaron o dispararon, sino a quienes dieron la orden. Todo lo demás no será más que otro intento fallido de aparentar, afortunadamente, cada vez son menos los incautos.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

¿Puede el mundo evitar que Israel y Hamas cometan crímenes de guerra? 7 preguntas respondidas sobre derecho internacional
Ambas partes del conflicto entre Israel y Hamas están acusadas de violar el derecho internacional: el primero  por su presunto bombardeo desproporcionado de edificios residenciales y grupos palestinos por disparar cohetes contra ciudades israelíes

 

The Conversation

Los combates más mortíferos en años entre Israel y Hamas habían matado a mediados de mayo a más de 200 palestinos en Gaza, incluidas decenas de niños, y al menos a 10 en Israel. Ambas partes están acusadas de violar el derecho internacional: Israel por su presunto bombardeo desproporcionado de edificios residenciales y grupos palestinos por disparar cohetes contra ciudades israelíes.

El profesor de derecho internacional Asaf Lubin (*) explica las reglas de la guerra y si se pueden hacer cumplir.

 ¿Las guerras se rigen por la ley?

El derecho internacional humanitario abarca un conjunto de reglas que rigen los conflictos armados. Están consagrados en tratados, algunos de los cuales tanto Israel como Palestina ratificaron. Los más importantes de estos acuerdos son los Convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos adicionales de 1977.

Un elemento central del derecho internacional humanitario es un conjunto básico de principios.

Primero está el principio de distinción, que obliga a las partes en conflicto a distinguir entre objetivos civiles y militares. Cada bando puede atacar solo aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación, propósito o uso ofrecerían una ventaja militar definitiva si fueran neutralizados.

En segundo lugar, está el principio de proporcionalidad, según el cual cualquier “daño colateral” inevitable, como la muerte de civiles, no puede ser excesivo en relación con la ventaja militar directa prevista.

Finalmente, está el principio de precaución en los ataques, que reafirma la obligación de las partes en conflicto de hacer todo lo posible para mitigar los daños civiles.

Entonces, cuando Hamas dispara cohetes indiscriminadamente contra Tel Aviv, por ejemplo, es una clara violación del derecho internacional. De manera similar, los ataques israelíes contra rascacielos residenciales son para muchos en la comunidad internacional un crimen de guerra, porque son desproporcionados y no ofrecen una ventaja militar definitiva.

Israel no está de acuerdo, alegando que esos edificios fueron utilizados por Hamas para avanzar en su campaña militar.

Israel bombardeó un edificio que albergaba a los medios de comunicación Associated Press y Al Jazeera, así como a muchas familias palestinas.

 ¿Qué sucede si se alega que Israel o Hamas han cometido crímenes de guerra?

Eso depende de la voluntad de la comunidad internacional. Es posible que veamos una investigación de la Corte Penal Internacional, sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU o misiones de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Este tipo de investigaciones han ocurrido después de cada ciclo anterior de violencia entre Israel y Hamas. Informes anteriores, como el informe Goldstone de 2009, emitido por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, identificaron violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario por ambas partes. Pidió a Israel que proporcionara reparaciones monetarias a las víctimas palestinas o sus supervivientes.

Sin embargo, la aplicación de la ley ha demostrado ser en gran medida ineficaz. El derecho internacional simplemente carece de las herramientas necesarias para hacer que los países poderosos rindan cuentas.

 ¿Ha cumplido Israel con las demandas de la ONU después de tales investigaciones?

En diferentes grados. En muchos de esos casos, Israel no aceptó la premisa básica de que sus prácticas militares violaban el derecho internacional humanitario y, por lo tanto, no cambió de rumbo.

Pero en algunas raras ocasiones, Israel pagó una compensación. Por ejemplo, en 2009 Israel pagó 10,5 millones de dólares a la ONU por daños materiales y lesiones sufridas por la organización durante el ataque de Israel a Gaza.

Cuando Israel realiza tales pagos, se hacen ex gratia: pagos de una suma global para responder a la presión internacional sin reconocer ninguna responsabilidad legal o sin crear normas legalmente vinculantes que podrían aplicarse en el futuro.

Israel no está solo en esta práctica. Otros países, incluido Estados Unidos, han realizado pagos graciables similares a los perjudicados en la guerra, sin admitir culpa o irregularidades.

 ¿Cuál es la posición de Estados Unidos sobre la acción militar de Israel en Gaza?

Estados Unidos ahora dice que apoya un alto el fuego. Pero ha bloqueado las declaraciones del Consejo de Seguridad de la ONU que habrían pedido tal alto el fuego y culpado a Israel, incluido un lenguaje fuerte sobre la muerte de un gran número de niños palestinos. Estados Unidos afirmó que bloqueó esas declaraciones porque no condenó también a Hamas por violar el derecho internacional.

Es una postura común de Estados Unidos en los conflictos entre Israel y Hamas exigir igualdad en el lenguaje en «ambos lados». Pero los progresistas del Congreso en el Partido Demócrata ahora tienen una opinión diferente. Insisten en que Estados Unidos debe reconocer el desequilibrio de poder entre Israel, una superpotencia militar financiada por Estados Unidos, y Gaza, un territorio ocupado.

 Israel ya estaba siendo investigado por la Corte Penal Internacional por presuntamente cometer crímenes de guerra contra palestinos. ¿Influirá el conflicto actual en ese caso?

En marzo de 2021, la fiscal saliente de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, abrió una investigación sobre presuntos ataques israelíes desproporcionados en Gaza, exactamente el mismo tipo de ataques en cuestión ahora. La investigación también cubre el programa de asentamientos de Israel en Cisjordania.

En una entrevista reciente, Bensouda dijo que la investigación seguía abierta y que su oficina está monitoreando la situación actual muy de cerca, esencialmente advirtiendo a Israel que tenga cuidado, porque el tribunal penal podría hacer que rinda cuentas.

La violencia en curso muestra que la amenaza no disuadió a ninguna de las partes. Los líderes israelíes a menudo se refieren a una «cúpula de hierro legal» para indicar el paraguas general de protección que Israel ofrece a su personal militar de cualquier proceso penal futuro.

 ¿Se han sumado Israel y Estados Unidos a los tratados internacionales que establecen las reglas de la guerra?

Sí, ambos ratificaron los Convenios de Ginebra, pero no sus protocolos adicionales. No obstante, la comunidad internacional reconoce ampliamente las reglas establecidas en estos acuerdos como derecho consuetudinario y, por lo tanto, son vinculantes para todos los países, independientemente de que hayan firmado o no.

 Si ni Israel ni los Estados Unidos cumplen con el derecho internacional humanitario, ¿existen realmente estas reglas?

El derecho internacional cumple una función expresiva, estableciendo un estándar sobre cómo deben comportarse los países. Con el tiempo, hemos visto que estas normas desempeñan un papel cada vez más importante en la forma en que operan los países y qué acciones se consideran inaceptables.

Por ejemplo, tras el informe Goldstone de 2009, Israel se comprometió a realizar varios cambios para minimizar las bajas civiles, incluida la restricción del uso de municiones de fósforo blanco, que provocan graves quemaduras químicas.

El derecho internacional humanitario no es una panacea para todos los males del mundo. Pero estas reglas son un buen lugar para comenzar, y ciertamente vale la pena luchar por ellas.

Artículo publicado originalmente en The Conversation, que se replica bajo la licencia Creative Commons.

*Asaf Lubin es profesor asociado de Derecho, de la Universidad de Indiana

José Luis Farias Dic 15, 2020 | Actualizado hace 1 mes
La otra cara

Fragmento de la obra Los niños muertos, del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1919 – 1999).

@fariasjoseluis

Sentí miedo a enterarme de la tragedia de los náufragos del hambre  

No sé si de modo consciente o inconsciente

Procuro siempre el cuidado a mi diezmado espíritu

Y me sustraigo ante tanta tragedia a nuestro alrededor

Nada distinto a cuanto hacen los demás

Aquellos que se evaden de las diarias calamidades

Nunca he tenido estómago para lo abominable

No me apena

Creo que nadie, o muy pocos.

Apenas me las arreglo para enterarme de ellos

Sin que afecten en mucho mi ánimo.

Pero hay días de días

Hoy debo admitir que le hui de rompe

Fui deliberado

Sentí miedo a enterarme

Me alejé de la infausta noticia

Hice todo cuanto pude por no toparme con ella

Privilegié por mis asuntos

Escapaba de la consternación

Vi de soslayo la nota

Fui esquivo a la imagen

No soportaba detenerme en aquellos restos humanos

Sí, esos que llegaron flotando a las costas de Paria

Clamando justicia

Todo fue infructuoso

No pude

Y mejor así, apartarme me haría cobarde

Me condenaría de una «al lago que arde de fuego y azufre» que anuncia el Apocalipsis

La imagen, vista de pasada, volvió a mi mente

Y aquella nota que la acompañaba cinceló mi alma

«¡Tragedia en Guiria! Hallan más de 10 cadáveres tras naufragio de embarcaciones».

Luego supe fueron 19

19 de muchos más que ya suman al genocidio

Los muertos por el naufragio del hambre impuesto por Nicolás

Guiria, el lugar

Anclado en la costa de la península de Paria

Parte de la exuberante ¡Tierra de Gracia!

Esa que mira hacia Trinidad

Ahora hecha ¡Tierra de Desgracia!

Por obra del hambre y la injusticia

Por la mano del tirano

No demandaba esfuerzo imaginar el resto de la noticia

Una tragedia cantada

Un drama a producirse en cualquier momento

Los gritos de los últimos días presagiaban

funesto desenlace

Cuanto ocurre a diario en ese corredor marítimo

tras el portazo xenófobo del cómplice de la vecina isla

Anunciaba la fatalidad

Todos aquellos que echados de su tierra por el hambre

Todos cuantos se atreven a cruzarlo

Podían ser víctimas del infortunio

Caer en el naufragio y la muerte

Estos restos humanos que devolvió el mar a la tierra de donde partieron

Llegaron como prueba del odio del alma miserable

De quien desde aquí los empujó

Y subrayan la bajeza vil

De quien desde allá los regresó

Ni uno ni otro podrán saborear el reposo de la paz ni escapar de la justicia terrenal o divina

Las víctimas, seres humildes, hombres, mujeres y niños

Fueron por vida y encontraron la muerte

«Algunas veces -dijo Montaigne- huir de la muerte hace que corramos hacia ella»

Nos duelen hondo, muy hondo

Su injusta partida nos desgarra el alma

Nos mueve la ira.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Militares: víctimas y victimarios

Fragmento de la serie Los culpables (El militar), 1965. Obra de Oswaldo Guayasamín.

Leer los casos de torturas a civiles y militares en las 443 páginas del Informe de la Misión Internacional Independiente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de septiembre de este año produce náusea, indignación, ira e incluso desconcierto.

¿Cómo es posible que seres, supuestamente humanos, se degraden a torturar a personas por el placer de hacer sufrir y para castigar a quienes piensan diferente? Estos victimarios, hombres y mujeres,  graduados en la Academia Militar, devinieron en degenerados. Algunos torturan directamente, otros presencian,  autorizan o se hacen de la vista gorda, contando con el visto bueno de jueces, fiscales y hasta de médicos que ocultan los efectos de las torturas.

Aquí solo nos referiremos al caso de los militares víctimas de sus propios compañeros de armas. Cabe recordar que durante la dictadura de Pérez Jiménez, los militares no participaron en asesinatos, ni torturas a sus compañeros, lo cual corría a cargo de la Seguridad Nacional.

Cuando Rómulo Betancourt, los responsables de insurrecciones fueron juzgados y algunos sentenciados. Este presidente otorgó sobreseimiento a un grupo de civiles, pero a ningún militar. Raúl Leoni indultó o sobreseyó a todos los oficiales presos por alzamientos. Ningún militar fue torturado durante los gobiernos de Betancourt y de Leoni. No podemos omitir que sí hubo asesinatos y también torturas a algunos civiles integrantes de la guerrilla castrocomunista.

Los alzados en 1992, entre ellos Hugo Chávez y Arias Cárdenas, disfrutaron en la cárcel de mejores condiciones que los casos citados en cuanto a llamadas telefónicas, mayor número de visitas y entrevistas con los medios de comunicación. Fueron sobreseídos por el presidente Caldera e incluso Arias y otros tres tenientes coroneles fueron funcionarios de ese gobierno.

Hugo Chávez cometió la arbitrariedad de hacer presos y pasar a retiro a muchos oficiales. Nombró generales al por mayor y propició la corrupción.  Nicolás Maduro profundizó la politización de la Fuerza Armada.

Cientos de oficiales pidieron la baja o fueron pasados a retiro ilegalmente. La corrupción alcanzó niveles nunca vistos. Y, lo más grave, es que por primera vez militares están torturando a compañeros de armas. En las ergástulas están 153 militares: un general en jefe, un mayor general, 3 generales de división, 3 generales de brigada, 14 coroneles, 13 tenientes coroneles, 9 mayores, 18 capitanes, 36 tenientes, 54 sargentos y un cabo. Se hizo la equivalencia con los grados de la marina. Las cifras no incluyen a quienes tienen detención domiciliaria o régimen de presentación.

Muchos llevan años presos sin ninguna acusación. Otros están imputados por supuesta traición a la patria, instigación a la rebelión y faltas al decoro militar. Las pruebas brillan por su ausencia y otras veces son declaraciones de informantes anónimos. Solo hubo un caso de insurrección militar en el Fuerte Paramacay. Los sargentos en Cotiza se levantaron en protesta por las malas condiciones socioeconómicas: mientras que la incursión por la costa fue una candidez. A veces solo murmuraciones o simplemente ser identificados como no afectos al régimen son razones para asesinar, encarcelar y torturar.

Las torturas ocurren en la Dirección de Contrainteligencia de la Fuerza Armada, en Fuerte Tiuna y en el Sebin. El capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue torturado hasta causarle la muerte. En Macuto masacraron al capitán Robert Colina y a otros ocho compañeros.

Entre los muchos torturados están la capitana y odontóloga Layded Salazar, el capitán de navío Humberto de la Sotta; coroneles Rafael Mejías Laya y Oswaldo García Palomo; los tenientes coroneles Igbert Marín Chaparro, Henry Medina Gutiérrez, Ruperto Molina Ramírez; mayores Abraham Suárez, Leonardo De Gouveia; capitán de corbeta Carlos Macsotay Rauseo, capitán Juan Cagauripano y teniente Richard Alemán Castellanos. También el sargento Luis Bandres y sus 23 compañeros de Cotiza. Familiares y amigos de los presos también han sufrido torturas, como en el caso de García Palomo.

El informe mencionado cita nombres de torturadores, tales como los coroneles Franco Quintero, Hannover Guerrero, Terán Hurtado y la capitana Keyler Chacón, así como la responsabilidad de los generales Hernández Dala y Gustavo González López.

Textualmente afirma: La Misión tiene bases razonables para creer que tanto el presidente como los ministros del Interior y de Defensa contribuyeron a la comisión de los crímenes documentados en este informe. Además, el Informe de la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, señora Bachelet y los del Foro Penal Venezolano, Human Right Watch e Instituto Casla, entre otros, confirman las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.. Recientemente el régimen mejoró las condiciones en las cárceles gracias a los informes citados. Los victimarios tendrán que ser enjuiciados y las víctimas resarcidas.

Como (había) en botica

Quienes no apoyen la Consulta popular favorecen al régimen.

Nos alegramos por el Premio Federico García Lorca otorgado a la distinguida escritora Yolanda Pantín.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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La organización Venezuela Awareness Foundation (VAF) destacó este lunes que los venezolanos fueron los solicitantes de asilo más numerosos en EEUU en 2018 y también en enero de 2019, mes en el que presentaron 2.064 peticiones.

La organización de derechos humanos planteó su preocupación por la situación de esas personas o grupos familiares, pues deben esperar en promedio cuatro años para el inicio del trámite de su solicitud.

En 2018, según datos oficiales recogidos por VAF, las peticiones de asilo en EEUU por parte de venezolanos sumaron 26.302 y fueron los venezolanos los solicitantes más numerosos mes a mes.

La organización con sede en Miami urgió a no deportar a los venezolanos llegados a EEUU huyendo de la persecución política y la crisis humanitaria y reclamó que se mantenga el esfuerzo para lograr un Estatuto de Protección Temporal (TPS) para ellos.

De acuerdo a testimonios de recién llegados venezolanos, “la persecución política los obliga a abandonar Venezuela, y esta se extiende a su grupo familiar cuando quien los persigue se entera que ya escaparon, lo que ha llevado al resto del grupo familiar a también a salir rápidamente buscando cualquier destino para buscar protección”, indica VAF en un comunicado.

VAF señala que además “estas familias han padecido de la falta de medicinas para atender problemas de salud y la altísima inflación no les permitía adquirir alimentos básicos”.

“Es unánime escuchar a los recién llegados venezolanos explicar la gravedad y profundidad de la crisis humanitaria”, agrega VAF.

“Urgimos a los congresistas que se sigan sumando a apoyar el (proyecto de ley de) TPS para los venezolanos presentado el pasado enero (H.R.549-Venezuela TPS Act of 2019)”, dijo la organización de derechos humanos.

El objetivo es que puedan permanecer aquí de forma temporal “por la grave crisis que atraviesa Venezuela y se pueda llegar a la estabilidad política, se permita juzgar a quienes cometieron delitos de lesa humanidad, violación a derechos humanos entre otros”.

Por otro lado, VAF se hizo eco de la preocupación que suscita la posibilidad de que Juan Guiadó, quien se juramentó presidente interino de Venezuela y es reconocido por medio centenar de países, EEUU incluido, inste a la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, exiliada en Bogotá, a volver a su cargo.

Fue “precisamente ella quien se encargó judicialmente de perseguir y encarcelar a miles de venezolanos y fue la autora de dejar crímenes impunes”, dice.

“En una época de fuerte persecución y represión política registrada entre 2014 y 2018, se registraron 78.066 peticiones de asilo político de venezolanos, que en su gran mayoría fue dirigida amparada con total impunidad por Ortega Díaz”

Estos son los 11 venezolanos a los que el informe de la OEA acusa de lesa humanidad

Un grupo de expertos designado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, aseguró hoy que existe «fundamento razonable» para considerar que Venezuela ha cometido crímenes de lesa humanidad e identificó a 11 posibles responsables, encabezados por el presidente, Nicolás Maduro.

El informe, presentado hoy en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, concluye que hay base legal para denunciar a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI).

Estos son los once sujetos que el informe identifica como «autores intelectuales de la represión»:

1. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela

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Los expertos consideran a Maduro como el máximo responsable de los supuestos crímenes de lesa humanidad y aseguran que «ha optado por el autoritarismo como medio para mantenerse en el poder».

Consideran que el «régimen» de Maduro ha usado tácticas cada vez «mejor organizadas y más agresivas para ejercer su control sobre el país» y que, bajo su Gobierno, que comenzó en abril de 2013, la tortura se ha convertido en un «instrumento de persecución y represión».

2. Tareck el Aissami, vicepresidente

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Desde la Vicepresidencia ejecutiva de Venezuela, el Aissami controla el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), la Dirección de Contrainteligencia Militar de la Fuerza Armada (DGCIM) y además dirige el «Comando Antigolpe», que tiene como objetivo prevenir acciones de «sectores golpistas y terroristas».

El informe afirma que tanto el Sebin como la DGCIM «reciben órdenes directas del poder ejecutivo venezolano en lo que se refiere al empleo de la tortura».

3. Jorge Arreaza, ministro de Exteriores

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Arreaza era el yerno del difunto presidente Hugo Chávez y es un convencido defensor del chavismo, que ha ocupado diferentes posiciones, incluida la Vicepresidencia entre 2013 y 2016.

El informe no dedica casi espacio a Arreaza y se limita a mencionar su aparición en febrero en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, en donde afirmó que en Venezuela «no hay crisis».

4. Elías Jaua, ministro de Educación

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Elías Jaua, ministro de Educación y vicepresidente para el Desarrollo Social y Revolución de Misiones, solo aparece mencionado en el informe en relación con un informe de Human Rights Watch (HRW) sobre la crisis humanitaria en Venezuela y la respuesta del Gobierno ante la escasez de medicamentos.

5. Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación

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Como otros de los nombres que aparecen en el informe, Rodríguez ocupo el cargo de vicepresidente ejecutivo, en su caso entre enero de 2007 y enero de 2008, bajo el Gobierno de Hugo Chávez.

6. Delcy Rodríguez, presidenta de la ANC

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Rodríguez, actual presidenta de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), fue ministra de relaciones exteriores de Venezuela entre 2014 y 2017.

Como canciller, según recoge el informe, intervino en junio de 2016 ante una sesión especial del consejo permanente de la OEA y aseguró que en Venezuela «no hay una crisis humanitaria».

Según los expertos, Maduro lleva tres años negando esa crisis y la ha usado para ejercer «control social» sobre la población.

7. Vladimir Padrino López, ministro de Defensa

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Ejerce como ministro de Defensa desde 2014 y el informe lo cita para recordar la resolución que firmó en 2015 para permitir el «uso de la fuerza potencialmente mortal, bien con el arma de fuego o con otra arma potencialmente mortal» como último recurso en las manifestaciones.

Esa resolución fue condenada por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

8. Néstor Reverol, ministro de Interior y Justicia

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Reverol ocupa desde 2016 el puesto de ministro de Interior y Justicia y anteriormente, desde 2014, se desempeñó como Comandante General de la Guardia Nacional de Venezuela.

9. Gustavo González López, director del Sebin

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Ejerció como ministro de Interior y Justicia entre 2015 y 2016 y luego pasó a dirigir el Sebin, en cuyas instalaciones se han llevado a cabo torturas, según afirma el informe.

10. Antonio Benavides, excomandante de la Guardia Nacional

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Benavides fue el encargado de dirigir la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) durante las protestas antigubernamentales que se desarrollaron entre abril y julio de 2017 en las que fallecieron al menos 120 personas.

11. Carlos Alfredo Pérez, director de la PNB

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Pérez es el actual director de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), que para los expertos forma parte de los cuerpos del Estado dedicados a aterrorizar a la oposición.