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Asdrúbal Aguiar Ene 08, 2021 | Actualizado hace 1 mes
La Iglesia del 23 de enero

De izq. a der. monseñores Jesús María Pellín, Rafael Arias Blanco y Hortensio Castillo. La torre de San Pedro y gráficas históricas del 23 de enero. Fotos Wikipedia.org, dominio público. Comp. Runrunes.  

@asdrubalaguiar

La política se hace y renace en la plaza pública, su lógica es ciudadana. Bajo los despotismos, medra la resistencia. Es dispersa. Algunos de los suyos ceden en la oscurana presas del miedo, sin luces de libertad, atenazados por el instinto de la sobrevivencia. Es el contexto donde florecen las negaciones, pariente del otro en el que bullen los odios entre los que pierden el poder usufructuado antes en jolgorio de complicidades: Marcos Pérez Jiménez y Pedro Estrada, derrocados, se separan.

Sobre el 23 de enero de 1958 y la predicada unidad de los políticos se vierten cántaros de agua llegado cada aniversario. Ocultan la otra historia, la de su “alma”, que es delta de circunstancias, obra del coraje cural, un deslave de la naturaleza.

Miguel Otero Silva escribe sobre la inmediatez: “Centenares de presos, centenares de torturados, centenares de muertos era, al cabo de nueve años de tiranía, el balance de una oposición heroica pero hondamente dividida”. Ramón Díaz Sánchez recrea el ambiente de conmociones que arranca con el 18 de octubre de 1945, mientras Arturo Uslar Pietri, certero, apunta que “si el 18 de octubre fue el movimiento de un partido y un sector del ejército”, el 24 de noviembre de 1948 un golpe militar seco, el 23 de enero ha sido singular y distinto.

A seis meses del derrocamiento del dictador, sobre el estado del alma venezolana en ebullición, cuando “huye de la oscuridad de la noche”, es cuando la Junta Patriótica, formada por URD y los comunistas, se establece. Luego llaman al COPEI y la clandestina AD; partidos que, una vez superado el puente, se reorganizan y paren sus líderes el Pacto de Puntofijo, para darle salida de largo aliento y estabilidad al huracán incontrolable: “Caracas es una vasta conspiración. Y cada casa de la ciudad una tertulia de conjurados. Se conspira en los barrios residenciales, en los sectores de clase media, y en los bloques obreros”, narra quien será presidente de la Cámara de Representantes neogranadina, el poeta y diplomático José Umaña Bernal.

Frente al despilfarro y el grosero enriquecimiento dentro de la «boutique» caraqueña se disimulan las condiciones infrahumanas en que viven las mayorías. Son los párrocos y el arzobispo Rafael Arias Blanco quienes interpretan esa injusticia y enfrentan la vanidad del dictador.

El Vaticano se activa. Llega a Caracas el cardenal Caggiano y desde el municipio observa que “hay tanta riqueza que podría enriquecer a todos, sin que haya miseria y pobreza”. Arias intima a la organización sindical, para que de ella surja una opción “entre el socialismo materialista y estatólatra que considera al individuo como pieza… y el materializado capitalismo liberal, que no ve en el obrero sino un instrumento de producción”. La invita “a completar lo que aun falta a la paz social”. Enciende la mecha.

Pio XII dedica tres veces su palabra al pueblo venezolano sufriente. En 1956, al canciller de la dictadura le dice, sin concesiones, que solo habrá desarrollo armónico cuando entiendan que el progreso son “elementos otorgados no a una persona exclusivamente sino a toda una sociedad que debe sentir sus provechosos efectos”.

Sorprende al régimen, sí, el cese del silencio de los intelectuales, los hombres de negocios y profesionales. Pasado el alzamiento del 1° de enero, cuando trepidaran sobre Caracas los fuselajes aéreos, firman remitidos antes de la huida del sátrapa: “Es necesario, para la recuperación institucional y democrática de Venezuela, que el gobierno garantice el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos”, mascullan cuidadosos.

La crónica de Gabriel García Márquez en ese momento germinal de nuestra democracia –cuando “ya está el helado al sol” según la descripción de Luis Felipe Llovera Páez – muestra el verdadero rostro de la diosa Tique del destino. El clero es el actor principal.

El arzobispo es llamado por el ministro del interior, Laureano Vallenilla –“no iba a misa, pero conocía los sermones”, escribe El Gabo, y lo hace esperar hora y media para darle una lección. El padre Hernández Chapellín, director de La Religión, ante Vallenilla espeta: “Voy a hablarle como sacerdote, que solo teme a Dios… casi todo el pueblo los odia y los detesta”.

El padre Sarratud sabe que lo buscan. Se entrega a manos del segundo de Estrada, Miguel Sanz. A él y al padre Osiglia de La Candelaria y a monseñor Moncada, de Chacao, llevados a la Seguridad Nacional donde se encuentran Hernández Chapellín y el padre Barnola -el semiinterno- se les acusa de haber instigado el levantamiento.

El padre Álvarez de La Pastora se mueve, para que, al llegar los esbirros por haberle impreso volantes a la Junta Patriótica, ello no impida que los huelguistas del 21 de enero suenen las campanas de la Iglesia. El nuncio apostólico protege a Rafael Caldera, quien sucesivamente viaja al exilio, y al joven oficial Roberto Moreán Soto. Y monseñor Jesús María Pellín, hombre de bibliotecas como el actual papa emérito, sermonea sobre el prevaricato imperante.

El 21 de enero, monseñor Hortensio Carrillo – trujillano, de quien fuésemos monaguillos el actual cardenal Baltazar Porras y este simple escribano – protege en la iglesia de Santa Teresa a los médicos manifestantes. El régimen la profana con sus fusiles y ametralladoras. “Una bomba estalló a pocos metros de monseñor… los fragmentos se le incrustaron en las piernas y con la sotana en llamas se arrastró hasta el Altar Mayor”. Las mujeres “mojaron sus pañuelos en el agua bendita de la sacristía y apagaron la sotana”, reseña quien más tarde será Premio Nobel de Literatura.

“El heroico pueblo de Caracas, con piedras y botellas, descongestionó el sector… el párroco [presa de terribles dolores] experimenta una inmensa sensación de alivio. La misma sensación de alivio que experimenta Venezuela”. La dictadura ha sido derrocada. “El hambre carece de color político, y el dolor y la esclavitud son siempre la tierra de nadie”, precisa Umaña.

correoaustral@gmail.com 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Carolina Jaimes Branger Ene 04, 2021 | Actualizado hace 1 mes
Las dos Venezuelas

@cjaimesb

El 31 de diciembre me llevé una sorpresa: pensé que sería distinto con respecto a otros años, que los fuegos artificiales serían escasos, que habría pocas personas con ánimos de celebrar en medio de una pandemia y mucho menos con la situación de hambre y crisis que vivimos.

Me equivoqué de punta a punta. Creo, sin exagerar, que nunca había visto tanta pirotecnia de la más cara en acción. Al menos en Caracas. Y sé que hubo otros sorprendidos como yo, pues la queja en Twitter se hizo sentir.

La Venezuela que celebró es la nueva Venezuela. La que tiene dinero para botar. La que no se mide en gastos. Lo que fácil viene, fácil se va. Es la Venezuela nueva rica, que tiene que demostrarles a todos cuánto dinero tiene. Es la Venezuela que puede pagarse parrandas en el Hotel Humboldt y la clínica si contrae coronavirus.

El profesor Elías Pino Iturrieta, entre otros, escribió: “No entiendo cómo una sociedad vejada y empobrecida derrocha en ruidos y fuegos artificiales. Material de sobra para sociólogos y psicólogos”. Lo más increíble, añadiría yo, fue lo que vi temprano en la tarde de ese día, cuando fui a llevar comida a un barrio: como si no estuviera pasando nada, un grupo había cerrado la entrada de una de las calles y estaba explotando “tumbarranchos”. Uno detrás de otro. Estuve allí como 15 minutos y no cesaron. ¿Cómo sería al filo de la medianoche? ¿Será que ellos no pasan trabajo? ¿Serán enchufados que pueden darse el lujo de demostrarles a sus vecinos –que sí están padeciendo hambre y toda clase de carencias- que ellos sí tienen dinero para botar?

La falta de empatía, el no saber ponerse en los zapatos de otro se hizo evidente esa noche. La Venezuela indiferente, rica y ridícula, le hizo el gran desplante a la Venezuela pobre y devastada… ¿no fue por eso que llegó Chávez al poder? ¿No era una mínima parte de eso lo que supuestamente venía a reivindicar?

“El poder absoluto corrompe absolutamente”, decía Abraham Lincoln. Aquellos que se declararon hambrientos de justicia social se rindieron rápidamente ante el dinero fácil. Y se olvidaron de todo lo que los llevó hasta donde están hoy. Creen que con decir que la revolución sigue en pie, basta.

No sé qué más tendrá que pasar en Venezuela para que la gente reaccione ante tanta injusticia y el despliegue de insensibilidad –quizás el mayor de nuestra historia- de quienes un día aseguraron tenerla. Hay dos Venezuelas… una que muere mientras la otra celebra. Como dijo Elie Wiesel: “debido a la indiferencia, uno muere antes de morir realmente”…

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Eddie A. Ramírez S. Dic 29, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Lo que anhelamos para el 2021

1. Anhelamos que el próximo año recuperemos la libertad en un marco de paz y tolerancia.

2. Anhelamos que todos los venezolanos puedan tener empleo, acceso a las necesidades básicas, seguridad personal y jurídica.

3. Anhelamos que pronto puedan abrirse las rejas de las ergástulas que encierran a civiles y militares por manifestar su oposición a la dictadura, y que puedan regresar al país los millones de compatriotas que tuvieron que emigrar.

4. Anhelamos que nuestra dirigencia opositora al régimen entienda que para salir de la dictadura, es necesaria la unidad de propósito, que se construye con desprendimiento, humildad y sin poner zancadillas.

5. Anhelamos se comprenda que poner fin a la usurpación requiere mucho más que buenos deseos y que no es conveniente ofrecer opciones inviables. En todo caso, cualquiera puede llevar a cabo sus propias actividades, sin necesidad descalificar otras. Dentro del Acuerdo de Responsabilidad de Proteger se podría lograr que la comunidad internacional ejerza presión política y económica sobre el régimen y algunos de sus personeros para forzarlos a realizar elecciones presidenciales y parlamentarias transparentes. Lo que es poco probable es una intervención militar extranjera. 

6. Anhelamos que se concientice la dificultad de coincidir cien por ciento en las actividades que hay que emprender contra el régimen, pero que es necesario apoyar las que decidan la mayoría de los partidos políticos ¡Basta ya de exteriorizar diferencias por asuntos de menor importancia o para descalificar a determinado dirigente!

7. Anhelamos que los partidos políticos y el resto de la sociedad civil puedan conseguir una mejor integración.

8. Anhelamos que nuestra Fuerza Armada, como institución, decida seguir el ejemplo de los oficiales que hoy están presos, exiliados o retirados por manifestar su respaldo a la Constitución.

9. Anhelamos se acepte que hay chavistas-maduristas que no son corruptos, sino que creen en una oferta engañosa.

10. Anhelamos se recuerde que en el pasado cometimos muchos errores por acción u omisión y no fuimos capaces de eliminar la pobreza, ni las desigualdades, lo cual creó resentimientos comprensibles.

11. Anhelamos se abra la mente para aceptar que a veces se requiere negociar con quienes han atropellado la Constitución, siempre y cuando esa negociación permita salir del régimen para que cesen las penurias que pasan los ciudadanos en Venezuela y en el exterior.

12. Anhelamos se entienda que, en este momento, el presidente (e) Guaidó es quien tiene mayor aceptación en el país y el único que es reconocido en el exterior

13. Anhelamos que el año entrante las vacunas hayan podido evitar contagios y muertes por la covid-19.

14. Anhelamos un Feliz Año para todos. Como decía el pueblo judío­: el año que viene en Jerusalén. El año que viene en una Venezuela libre.

Como (había) en botica

Lo mejor del 2020 fue la Consulta popular. Felicitaciones a sus promotores y voluntariado. Tarjeta amarilla para quienes no la apoyaron y roja para los saboteadores.

Por irresponsabilidad de Chávez-Maduro está peligrando nuestro derecho sobre el Esequibo.

La dictadura sigue atropellando a los docentes. Ahora les tocó el turno a los profesores Mario Bellorín y Robert Franco, de Carúpano. El primero recuperó la libertad, pero se desconoce el paradero de Franco.

Lamentamos el fallecimiento de Robiro Terán, director del Foro Penal Venezolano, gran luchador por los derechos humanos.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Que 2021 nos sea leve

Que 2021 nos sea leve

2020

2020

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Eddie A. Ramírez S. Dic 22, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Reflexiones en Navidad

En tiempos en que la situación económica afecta a los ciudadanos honestos, que los ánimos se exacerban por la escasez de empleo, de gasolina, de gas y de electricidad, que la salud está amenazada por la covid-19 y que el régimen aplasta los derechos políticos y civiles, lo procedente es que todos cerremos filas. Es decir, que nos apoyemos mutuamente, seamos más comprensivos y tolerantes con quienes de buena fe piensan diferente.

En las redes sociales es frecuente leer mensajes insultantes en contra de nuestro liderazgo político por no haber sido capaz de diseñar una estrategia para salir de la dictadura. Cabe preguntar si alguno de los críticos tiene la solución o si son maledicentes que utilizan el teclado para desahogarse, pero sin arriesgar.

No imitemos a personajes vulgares, sin escrúpulos y que destilan odio como Maduro, Diosdado, Mario Silva o Iris Varela.

Hay otros que sí arriesgan y utilizan un lenguaje de altura, pero que predican ideas que no son compartidas por la mayoría. Ojalá que en esta Navidad dediquen un tiempo a reflexionar y entiendan que solo unidos podremos crear un frente que tenga probabilidad de lograr el fin de la usurpación.

Esto no es un llamado a callar ante posiciones que no se comparten, pero sí una sugerencia para que critiquemos con altura, sin descalificar, sin sentirnos dueños de la verdad, consciente de que nadie tiene suficiente arrastre para aglutinar al pueblo. Aportemos ideas que sumen y no resten.  

Ante tanta angustia, algunos se desahogan con el primero que se topan o aprovechan el anonimato para destilar veneno en los tuits. Esta mala conducta se presenta en los diferentes estratos sociales, independientemente del nivel de educación. La virulencia que se observa en las redes sociales es señal de que parte de nuestra sociedad está enferma.

Si queremos avanzar, el entenderse tiene que ser no solo entre quienes adversamos al régimen, sino también con nuestros adversarios no corruptos. Entendemos que no es fácil, pero debe haber interlocutores de cierto nivel que entiendan que la posición de Maduro es insostenible. Los países que nos apoyan insisten en una negociación que permita desembocar en elecciones transparentes. Negar esa posibilidad es alejar la solución y nuestra población seguiría padeciendo, tanto en Venezuela como en el exterior.

Lo referido también es cierto en países desarrollados. Recientemente, un alcalde de una ciudad estadounidense tuvo que renunciar ante las amenazas por declarar que era conveniente el uso de máscaras para protegerse del coronavirus. También es inaudito que en ese país algunos delegados electos por el partido de Biden hayan tenido que buscar protección. Mas inaudito  es que muchos venezolanos se rasguen las vestiduras y crean todas las mentiras de Trump, un ciudadano muy parecido en su conducta a los que adversamos aquí. Esto evidencia que el fanatismo abunda tanto entre los extremistas de izquierda, como en los de derecha.

Nuestro cordial saludo navideño a todos los amigos en Venezuela y en el exterior, y nuestra solidaridad con los compatriotas de la diáspora, particularmente con quienes tuvieron que emigrar a pie por los caminos que una vez recorrió Bolívar para libertar pueblos hermanos, que hoy apoyan a quienes huyen en busca de fuentes de trabajo, de alimentos, medicinas y de seguridad personal que les niega la dictadura. Vendrán tiempos mejores. Feliz Navidad y a vacunarse, no valen las excusas.

Como (había) en botica

El régimen persigue a quienes desinteresadamente ayudan a los más necesitados. Tal es el caso de la Fundación Convite y de su director Luis Francisco Cabeza.

Esta Navidad nos trajo la alegría de un video del conjunto navideño de la familia Marcano, con la que tenemos lazos de amistad desde que tuve el honor de trabajar bajo la guía del Dr. Luis Marcano Coello, fundador de Fusagri, Fundárbol y Fundacea. El conjunto lo dirige el colega ingeniero agrónomo Luis Marcano González y lo integran los miembros de la familia desperdigados por trece países. Nos complace el éxito de compatriotas músicos que con gran esfuerzo se destacan en el exterior. Unos ya consagrados, otros jóvenes promesas.

Nuestra excelsa pianista y buena ciudadana Gabriela Montero sigue brillando, también el destacado director Gustavo Dudamel. Las violinistas Daniela Padrón y Carmen Zambrano, el tenor Aquiles Machado, los guitarristas Luis Zea y Aquiles Báez y las jóvenes directoras  Glass Marcano y Gladysmarli Vadel, entre otros. De lejos es grato escuchar frecuentemente la bella voz de María Teresa Chacín.

Lamentamos el fallecimiento de German Urribarri, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Brian Fincheltub Dic 14, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Naufragio de un país

@BrianFincheltub

La frase “Venezuela no es Cuba” se popularizó a finales de los años noventa cuando algunos sectores de la vida nacional e internacional, entre ellos los propios cubanos, nos alertaban sobre el peligro que representaba para nuestro país que un militar golpista, que había atentado contra la democracia y la institucionalidad, se convirtiera en presidente. Pero como nadie escarmienta en comunismo ajeno, Hugo Chávez fue elegido por la mayoría de los venezolanos y llevado en hombros a Miraflores con el apoyo de empresarios, intelectuales y grandes medios de comunicación.

Antes de la llegada del chavismo al poder, las noticias que venían de Cuba eran dramáticas. Era difícil imaginar, más aun siendo niño, cómo una nación podía vivir con tantas penurias. En esos tiempos era recurrente escuchar hablar de los balseros cubanos; hombres, mujeres y niños que preferían arriesgar sus vidas en alta mar antes que condenar su existencia al socialismo. Para gran parte de los venezolanos, se trataba de una realidad aunque cercana geográficamente, muy lejana en términos de interés real. A la gente le importaba poco lo que pasaba en Cuba y frente a las comparaciones entre Chávez y Castro algunos lanzaban la miserable y conocida frase “Venezuela no es una isla”.

Veinte años después aquí estamos, prácticamente solos con nuestro drama y sintiendo en carne propia la importancia de aquellos cubanos que nos alertaban sobre el peligro que significaba al chavismo y no eran escuchados.

Aquí estamos viendo despedir a los nuestros y llorando a nuestros náufragos, nuestros propios balseros. Veinte años después podemos decir: es verdad, Venezuela no es Cuba, porque hace años que estamos peor que Cuba.

El naufragio de Güiria también es el naufragio de un país que parece normalizar la tragedia y que sigue sin identificar los responsables de lo que estamos viviendo. Solo eso explicaría cómo después de tantos años de sufrimiento, miseria, represión y muerte, Chávez, responsable principal de lo que hoy sucede en Venezuela, siga teniendo 61 % de valoración positiva según la última encuesta de Datanálisis. No habrá justicia sin verdad, ni verdad sin memoria. Mientras no seamos capaces de decir NUNCA más, los tendremos para siempre.

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Orlando Viera-Blanco Dic 08, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Concierto en la llanura
Nuestra lucha no se reduce a la restauración de la democracia, sino de nuestra cultura. Es la recuperación de nuestra identidad nacional 

 

@ovierablanco

Al tiempo de escribir estas líneas en Venezuela se dejó al desnudo el mayor fraude político que ha conocido la república, respondido por el pueblo con la mayor abstención de nuestra historia. Lo que se propone el régimen es liquidar el último rastro republicano que queda en el país, la Asamblea Nacional electa en diciembre 2015. La primera acción ciudadana para rechazar el fraude y respaldar la continuidad de la AN, es la consulta popular vinculante del 7 al 12 de diciembre.

Una generación virtuosa

La generación del 28 no solo fue pionera de la lucha por la democracia, soportando la dictadura gomecista, los grilletes de la rotunda, muerte y exilio. Introdujo en nuestros genes el compromiso irrebatible por la libertad. Nuestros padres nacieron con los primeros partidos políticos.

En la UCV germinaban los primeros movimientos estudiantiles por la autonomía, la democracia y la pluralidad. Poco después de su cierre en 1957, el pueblo se une a sus líderes políticos y militares republicanos, y salen a la calle a derrocar la dictadura de Pérez Jiménez. La generación del 28 se reedita cada década hasta el 2007, y el contador en marcha. De Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos y Luis Beltrán Prieto Figueroa a Andrés Eloy Blanco, Juan Oropeza y Miguel Otero Silva. De Raúl Leoni, Humberto Tejera, German Suárez Flamerich a Miguel Acosta Saignes a Kotepa Delgado. Más de 250 estudiantes integraron la generación del 28, quienes desde la concentración estudiantil de La Pastora, no detuvieron su lucha por la libertad que es dignidad.

La revolución del 7 de abril produjo el alzamiento militar del capitán Rafael Alvarado y de los subtenientes Barrios, Fernández y Leffman (de la Academia Militar). Los militares contaron con el inmediato y amplio respaldo de los estudiantes y de otros sectores de la sociedad caraqueña. Era el preludio del nacimiento de la transición hacia la democracia del 36 al 58.

Vino la desruralización del país. Crecíamos en una nación de talante demócrata y emprendedor, calcado del ejemplo de aquellos próceres paridores de un nuevo ideal de país pujante y en desarrollo, cuya democracia fue la envidia de Latinoamérica.

Desde enero de 1958 fuimos una sociedad beneficiada por un pacto de gobernanza, que a pesar de sus naturales imperfecciones, alumbró un país movilizado, urbano y educado; complejos hidroeléctricos del primer mundo [capaces de iluminar a medio continente]; la segunda empresa más rica del planeta [PDVSA]; empresas básicas de hierro, acero, bauxita y aluminio fueron líderes mundiales; redes eléctricas, gasíferas; de autopistas, vialidad, universidades, hospitales y escuelas desde Guayana a la cordillera andina. Nadie puede negar que fuimos por más de medio siglo la joya entre Yukón y el Perito Moreno, principal destino de europeos y latinos.

Ese linaje democrático, urbano, liberal, barnizado de becarios Gran Mariscal de Ayacucho, fue quedando atrapado en los atavíos de una sociedad que no tuvo tiempo de corregir su embriaguez petrolera. Y llega Chávez que no tuvo la nobleza ni la visión de redimir nuestras carencias y desencuentros, abriendo heridas en vez de sanarlas. Mala cosa…

Eres tú…

Nuestra lucha no se reduce a la restauración de la democracia sino de nuestra cultura. Es la recuperación de nuestra identidad nacional. Es el rescate de nuestro genuino acervo hambriento de la misma sed de oportunidades, paz, libertad y justicia que la de nuestros ancestros. Es restablecer la emoción ciudadana de nuestros padres y abuelos, quienes asistían a cada emplazamiento de papeletas, fuese presidencial, gremial, patronal, magisterial, sindical, municipal o estatal a depositar su voto real.

Es darle continuidad tanto al último eslabón democrático del país que lo es nuestra AN como a nuestras huellas históricas. Después de la generación del 28 vinieron otros demócratas cómo Carlos Andrés Pérez, Rafael Alfonzo Ravard, Leopoldo Sucre, Pérez Alfonso, Luis Herrera Campíns, Luis Piñerúa Ordaz, Gonzalo Barrios, Jaime Lusinchi, Eduardo Fernández, Argelia Laya, Teodoro Petkoff, Gumersindo Rodríguez, Moisés Moleiro, Alfredo Maneiro, Pompeyo Márquez o Américo Martin. Líderes con desencuentros o errores pero con cabeza y capacidad de enmienda y consenso. Ejemplos a las nuevas generaciones propias y de 2007, que no cedemos frente al abuso y el autoritarismo. Ejemplo como el de Brito, Acosta Arévalo, Paola Ramírez Gómez o el violinista Armando Cañizales Carrillo, que cayeron por un ideal. Son ellos que eres tú…

La redención del bravo pueblo

Los venezolanos tenemos una deuda con nosotros mismos. Redimirnos. Al decir del poeta “a veces el alma dice más de lo que hay en la cabeza”.  Es hora de sacudirnos el odio sembrado por una era antihistórica de violencia. Es momento de reaccionar a una sola voz y empuñadura contra el control antillano. Como sentenció Rafael Pocaterra, es librarnos de los cretinos, los generalotes y poetazos indulgentes para darle de baja a la anomia, la infamia y la acritud.

La consulta popular no culmina el 12 de diciembre. Termina cuando los venezolanos decidamos que termine. Porque a aquellas generaciones no las pararon ni las carlancas del castillo de Puerto Cabello ni el que no vota no come. EL 7D-20 arrancó una nueva ola libertaria. Como dijo Santos Luzardo en la obra maestra de don Rómulo Gallegos: “Algún día será verdad. El progreso penetrará en la llanura y la barbarie retrocederá vencida». Hagamos verdad ese concierto en la llanura…

*Embajador de Venezuela en Canadá

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Laureano Márquez P. Dic 08, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Querido Niño Jesús

Artesanía venezolana, pesebre llanero. Foto Yasmín Moreno en Pinterest, intervenida por Runrunes. 

@laureanomar

Niñito llanero, indio soberano,

ámele cariño, dámele ternura

al venezolano

Cada día que sale el sol una nueva calamidad se cierne sobre mi patria. No se trata de catástrofes naturales impredecibles, sino de adversidades causadas por seres humanos sobre seres humanos, que producen muerte, pobreza, hambre y destrucción, que llevan a miles de compatriotas a huir -como tú- de la tierra que los vio nacer, movidos por la desesperación, en condiciones terribles, desafiando largos caminos, fríos páramos, agobiante xenofobia.

Lindo pajarito que vive en el llano

desde tu piquito dale un pedacito

al venezolano.

Querido Niño Dios: las razones de tantas desgracias se me tornan inexplicables. No sé qué puede haber endurecido tanto el corazón de los que se han convertido en amos y señores del país, para negar al extremo todo aquello en lo que alguna vez dijeron creer y que alguna vez proclamaron defender: libertad, justicia, igualdad, paz, respeto a los derechos humanos (quizá, Jesusito de mi corazón, de tanto asomarse al abismo se transformaron ellos mismos en el peor de los abismos).

Sé, Divino Niño, que es una mezcla de muchas cosas: ambición de poder, ignorancia y maldad en la peor de sus manifestaciones: la crueldad.

Cada día que amanece, como sabes, hay niños desnutridos, gente en la pobreza más atroz, ancianos que han llegado a la vejez sin la dignidad que les corresponde y mueren de hambre solitarios, médicos que pierden la vida por no tener la protección adecuada, demasiadas personas que no cuentan con los servicios esenciales, presos políticos torturados, asesinados, personas ultrajadas en su dignidad humana. Emulando al Faraón de Egipto, donde tu familia vivió también exiliada, los gobernantes prefieren ver a su propia nación arrasada por todas las plagas existentes antes que ceder a lo que demanda la más elemental justicia, mientras ellos en sus palacios viven en el lujo y la abundancia.

Alpargata de oro, cogollito blanco,

no lo desampares, vuelve tu mirada

al venezolano

Santo Niño Jesús:

Te escribo más por desahogarme que para pedirte algo. Sé que este no es un asunto tuyo sino nuestro. Nos diste todo -y en mucha abundancia- como para hacer de nuestro país una versión tropical del Paraíso terrenal, ese que vislumbra Colón en nuestro territorio la primera vez que tocó tierra firme en América. Yo no creo en un Dios que manda rayos para resolver los problemas de sus creaturas, sino en uno que nos dio en el comienzo de todos los tiempos todo aquello que necesitábamos para moldearnos a Su propia imagen, si así lo deseaba nuestro corazón. Si te mando esta carta es para contarte de los dolores que afligen a tus hijos de Venezuela.

Trompo serenito que baila en la mano,

bríndale la calma que tanto le falta

al venezolano.

Querido Niño Jesús:

Se acerca la Navidad, tiempo de adviento y esperanza. Hechos a imagen y semejanza tuya, como hemos sido, no me entrego al desaliento (la herramienta favorita del demonio), que es lo que quieren producir en nuestro corazón aquellos que nos arruinan el destino. Sigo animándome con la obra de la gente de bien, con las noticias que no se conocen de todos los que están ayudando en estos tiempos a que otros sobrevivan y mantengan la fe.

Me lleno de esperanza con los jóvenes talentosos que se preparan, con los músicos, con los médicos, con los que enseñan, con los que cuidan, con los que son perseguidos, con los que comunican su pensar y no se callan, con todos aquellos que persisten en el trabajo honesto a pesar de los riesgos que conlleva, con los artistas que nos hacen pensar que un mundo mejor es posible, con todos los venezolanos que brillan, dentro y fuera de Venezuela.

Pero sobre todo se conecta mi alma con los más humildes, con los que comparten tu pobreza de Belén y sufren sin perder la fe en Ti; que nunca nos olvidemos de ellos, que podamos ayudar a conjurar sus injusticias, dolores y angustias. Que nunca nos venza el desánimo y que podamos hacer algo en pro del bien del prójimo para que las cosas mejoren, cada uno desde el lugar en que nos has puesto. Que esta Navidad sea de esperanza, para la humanidad y para Venezuela.

Recibe toda mi devoción y cariño.

L.

P.S. De todas maneras: ¿no te quedará un rayito por ahí, escondido?

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Hambre, desempleo... y represión

«Hambre, desempleo y represión es lo que nos espera tras el 6D».  Foto: Niña llorando, de la serie La edad de la ira, del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.

@cjaimesb

Escribo este artículo el viernes 4 de diciembre y saldrá publicado el lunes 7. ¿Qué pasó ayer? Sin ser pitonisa, ni tener una bola de cristal para ver el futuro, puedo decir con toda certeza que lo que viene es más hambre, más desempleo y, por supuesto, más represión.

Maduro sabe que no tiene salida. Por eso declara que “con la Constitución en la mano” (¿cuál Constitución?, me pregunto) no va a entregar el poder. Que vienen tiempos mejores… Esa afirmación sería válida en alguien que nunca ha detentado el poder… Pero en alguien que lleva, de una forma u otra, 22 años atornillado en la cúpula gobernante, no es más que una burla grotesca.

Cuando Chávez inventó aquella infame consigna de “con hambre y desempleo, con Chávez me resteo”, que la gente repetía como loros, sin saber que se haría realidad con el paso de los años… ¿Siguen resteados con Maduro? Lo dudo.

A pesar de los riesgos del coronavirus las protestas no han cesado. El 2 de diciembre, el portal Venezuela informativa reportó lo siguiente:

“En horas del mediodía llegaron los candidatos del PSUV a la comunidad de Santa Fe en el estado Sucre, ingresaron al sector y fueron secuestrados por más de 8 horas.

La policía no pudo hacer nada. La comunidad les «leyó la cartilla» y les informó que tenían 10 días sin luz y que hasta que no instalaran los transformadores que estaban quemados no saldrían de allí.

Contundente la firmeza de la masa de habitantes que se aglomeraron en la zona. Los voceros les dijeron que empezaran a llamar por teléfono porque no los iban a dejar irse del lugar: «De aquí no se van hasta que nos traigan y coloquen los transformadores».

Luego de más de 8 horas de espera e incontables llamadas a medio mundo, los transformadores arribaron al lugar junto a una comisión y cuadrilla de CORPOELEC. Así los candidatos pudieron salir del secuestro”.

¿Hay que secuestrar a unos candidatos para poder tener electricidad?… Y este no es un episodio aislado. Venezuela está en el inframundo: sin luz, sin gas, sin comida, sin empleos, cero seguridad, la impunidad campea, el poder arrasa con todo, la represión cada día es peor… Y la gente está harta. Tan harta, que la votación de ayer fue OBLIGADA, so pena de “no darles más comida”. Vergonzoso. Trágico. Degradante.

Pues sí, compatriotas. Sin saber qué pasó ayer 6, lo que viene, con Maduro y sus secuaces, es más hambre, más desempleo, más inseguridad, más destrozo, menos comida, dinero que no alcanza, un retroceso al siglo XIX cuando éramos un país paupérrimo, destruido por dos guerras civiles en menos de 55 años. En el siglo XX logramos ser el país más rico y con mejores perspectivas de América Latina. ¿Hay derecho a que hayamos llegado a esto, después de haber tenido las mayores entradas por concepto de los altos precios del petróleo?

Hoy estamos entregados a los cubanos. Le debemos hasta el alma a los chinos. Dependemos de muchas maneras de los rusos, iraníes y ahora, turcos.

¿Vamos a seguir permitiendo que se burlen de nosotros de esa manera?… Desde hoy y hasta el 12 vamos a poder expresar la profunda arrechera (y me perdonan el francés) que sentimos. Nadie va a saber que participaste en la Consulta popular, de manera que participa. No te van a quitar lo que queda de la mísera caja CLAP, ni tu pensión. Total, no alcanzan para nada.

¡Ya basta de restearte con alguien que lo que único que te ofrece es que estés cada vez peor! ¡No les importa todo lo que estás sufriendo! No nos lo merecemos. No lo consintamos.

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