El régimen intensifica su arremetida - Runrun
Miguel Pizarro Feb 21, 2024 | Actualizado hace 2 meses
El régimen intensifica su arremetida
La represión del régimen es incesante. No solo está dirigida a sofocar la resistencia presente, sino que también busca desmantelar cualquier posibilidad de oposición futura

@Miguel_Pizarro

Han pasado 30 días desde que el fiscal general, Tarek William Saab, anunció órdenes de detención en contra de 32 personas, militares y civiles, por supuestas conspiraciones.

  • 29 desde la desaparición forzada de tres dirigentes regionales del partido Vente Venezuela.
  • 28 desde que 33 militares fueron degradados y expulsados de la Fuerza Armada Nacional por “traición a la patria”.
  • 26 desde que fue publicada la sentencia que reafirma la inhabilitación a María Corina Machado, candidata de la oposición electa por primarias para las elecciones presidenciales.
  • 16 desde la desaparición forzada de Carlos Salazar, ingeniero jubilado quien difundió a través de redes sociales un video de Alex Saab cuando estaba de tiendas en Nueva Esparta.
  • 12 desde la detención arbitraria y desaparición forzada de Rocío San Miguel, abogada y activista por los derechos humanos.
  • Y 6 desde que el régimen decidió expulsar del país a los 13 oficiales de la Oficina de Asistencia Técnica del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Es un hecho innegable: el régimen en Venezuela ha intensificado su arremetida contra cualquier forma de disidencia. Cada una de estas acciones son la imposición, por la fuerza, de quienes no toleran la crítica, la autonomía o cualquier forma de oposición y un grito desafiante hacia la comunidad internacional. Ya sea que seas un activista de derechos humanos, un dirigente político, un militar que cuestione el status quo, un ciudadano común, o incluso un organismo multilateral que señale las violaciones, la dictadura busca y buscará incansablemente la manera de silenciarte.

No debemos subestimar la gravedad de esta escalada represiva. Considerarla como una simple manifestación de un «régimen asustado» o interpretarla como un mero mecanismo de prueba o de presión sería un grave error. Esta perspectiva sería una sentencia para las víctimas, tanto para las recientes, como para aquellas que han estado clamando justicia durante años. Sería una sentencia para el futuro de Venezuela, para la salud de la democracia e, inevitablemente, para todos los venezolanos.

La represión del régimen es incesante. No solo está dirigida a sofocar la resistencia presente, sino que también busca desmantelar cualquier posibilidad de oposición futura. Ignorar esta realidad sería cerrar los ojos ante la verdadera naturaleza autoritaria del régimen, que no duda en utilizar todos los recursos a su disposición para perpetuar su control, incluso a expensas de los derechos fundamentales.

En este punto, los venezolanos tenemos un papel clave: políticos, organizaciones, ciudadanos comunes, todos tenemos el deber de levantar la voz contra esta represión sin límites.

La comunidad internacional, por su parte, no puede quedarse mirando de brazos cruzados. Necesitamos más que solo palabras de condena; necesitamos acciones reales para presionar por un cambio, necesitamos que sus ojos estén puestos sobre nosotros; aún más cuando es notoria y evidente la intención del régimen de aislarnos del mundo.

Venezuela se encuentra en un momento crucial, y no estamos hablando solo de las próximas elecciones. La verdadera definición de nuestro país se juega en las próximas semanas. Si no frenamos esta arremetida que va en ascenso, si no revertimos la crisis de derechos humanos que nos ahoga, si no retomamos el espíritu del acuerdo de Barbados, la situación en términos de derechos civiles y políticos, en términos económicos y migratorios continuarán profundizándose.

Denunciar, condenar y resistir a esta amenaza es responsabilidad de todos los que creemos en la libertad y la dignidad humana.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es