¿Quiénes son y dónde están los mejores? - Runrun
¿Quiénes son y dónde están los mejores?

@juliocasagar 

Es un tópico, un lugar común afirmar que las crisis sacan lo mejor y lo peor de cada ser humano. Pero no por manido el argumento es menos cierto.

En efecto, la crisis de coronavirus nos está dejando ejemplos de ambas conductas y de ambos tipos de personas. Han aparecido los especuladores de artículos sanitarios y de primera necesidad, los vendedores de salvoconductos, los que cobran por llenarte el tanque de gasolina, los que reprimen a quienes protestan y han aparecido igualmente (afortunadamente más en número) millares de ciudadanos que aportan esfuerzos, recursos y tiempo para hace más llevadera la tragedia a sus pares, amigos, vecinos y a veces hasta desconocidos que necesitan una mano.

Hace días un amigo, en un arrebato de neoliberalismo (no salvaje, sino con mal de rabia) me decía que no creía en el altruismo o en eso que los cristianos llamaban caridad. Que cada quien debía valerse por sí mismo y que el asistencialismo y el paternalismo eran unas plagas (en esto último tiene razón obviamente). Pero, en fin, basándose en los decálogos y tablas de la ley que supuestamente informan al liberalismo o neoliberalismo, vaya usted a saber.

Resulta que para sorpresa de los piaches de esta doctrina del individualismo, la crisis de la pandemia que nos ha abofeteado a todos deja la imagen de líderes como Trump que no solo aprueba concertadamente con los demócratas el más colosal plan de ayudas a ciudadanos vulnerables, a empresas privadas y a la sanidad pública de la cual abjuraba, sino que se permite ofrecer un chequecito de 1200 dólares a cada americano para ayudarlos a pasar el aguacero de la infección.

Esto revela que es cierto algo que hemos dicho en notas anteriores. Los países no se gobiernan con ideología. Para gobernar bien un país solo hace falta honestidad, sentido común y rodearte de los mejores.

El socialismo y el liberalismo son parte de la quincalla que durante dos siglos nos han vendido y que sirven para justificar discursos en las fiestas patrias y hasta en las fiestas patronales. No es en ideología, sino en valores que hay que formar a las nuevas generaciones para que lo hagan mejor que nosotros cuando llegue su momento.

¿Ahora bien, quiénes son los mejores? Los mejores suelen ser los que dan algo de sí para que su comunidad avance. Una de las cosas que toma en cuenta Naciones Unidas cuando elabora su índice de desarrollo humano es la cantidad y la calidad del trabajo voluntario en cada país. Y, ¡oh hallazgo!, los países más avanzados son los que tienen más número de voluntarios organizados en grupos de protección civil, bomberos, monitores deportivos y animadores culturales.

No es pues el altruismo y el trabajo para ayudar a proteger a nuestros compatriotas más vulnerables una estratagema del comunismo internacional para cautivar incautos, sino una costumbre arraigada en los países capitalistas más desarrollados (valga la redundancia)

¿Y cómo conseguimos a los mejores? Pues no cabe duda de que las crisis son un excelente filtro para separar el grano de la paja.

Me voy a permitir un pequeño ejemplo para dar algunas pistas.

Corría el año 1989, Salas Romer acababa de ser electo gobernador del estado Carabobo. Los sindicatos de la salud, dirigidos por dirigentes tradicionales del sector, prácticamente le “recibieron” con una huelga general en hospitales y medicaturas. Desde el gobierno se hizo un llamado a los grupos de voluntarios, de rescate, de protección civil, a las organizaciones de damas voluntarias, a prestar su concurso en medio de la crisis. El resultado es que ningún hospital se paralizó y cuando la crisis laboral culmino, la marcha de la salud siguió su derrotero normal. Ese ejército voluntario fue luego la semilla de Atención Inmediata, una iniciativa que puso a Carabobo a nivel de primer mundo en materia de atención de emergencias y asistencia a pacientes enfermos, con un  importante despliegue de ambulancias, centros de comunicaciones y personal calificado y con mística. No debe haber carabobeño que no lo recuerde.

Luego de la pesadilla que estamos viviendo tendremos que reconstruir a Venezuela y habrá que buscar a los mejores. Esta es una buena oportunidad para evaluar la actitud y las conductas de cada quien.

No cabe duda de que los mejores son quienes hoy están dando una mano a sus compatriotas y no los que se están aprovechando miserablemente de la situación.

Valdría la pena ir evaluado esto y construyendo la Big Data de quienes van a hacer el país nuevo que todos queremos.