De ser un prototipo de la arquitectura hospitalaria moderna, a convertirse en un monstruo de cemento en ruinas. La segunda entrega de las Historias de solidaridad y supervivencia retrata cómo es el Hospital «Los Magallanes de Catia» por dentro y por fuera
EN 1973, EL HOSPITAL EXHIBÍA SU NOMBRE «formal», en letras de metal, puestas sobre su fachada principal. De la frase «Hospital Dr. José Gregorio Hernández», 41 años después (2014) solo permanecían pegadas unas cuantas piezas. En 2015 todas las piezas fueron sustituidas por pintura azul cielo.
El Hospital General del Oeste «José Gregorio Hernández» se encuentra en la parroquia Sucre municipio Libertador de la capital de Venezuela. Su ubicación exacta es en el final de la primera calle La Laguna, del sector Los Magallanes de Catia. Está situado al noroeste de Caracas.
Diez centros de atención primaria están en su área de influencia, según su Cédula hospitalaria: Cinco Centros de Diagnóstico Integral (CDI), dos Clínicas Populares y tres Centros de Rehabilitación Integral (CRI).
Se encuentra a 6,1 kilómetros el Centro Ambulatorio Dr. Julio Iribaren Borges, perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
En el siguiente mapa el ícono rojo simboliza al Hospital «Los Magallanes de Catia», los iconos verdes los CDI y los módulos de Barrio Adentro, y los azules las instituciones pertenecientes al IVSS.
Sonia Cedrés de Bello, sobre la estructura y diseño del edificio en donde funciona el Hospital de Los Magallanes de Catia, detalla:
Se diseñó con la tipología de torre sobre un pódium, e incorporando los llamados entrepisos técnicos, sobre los pisos dedicados a las suites quirúrgicas, donde se ubican las instalaciones y a las cuales se debía tener fácil acceso (…) para efectuar reparaciones y modificaciones sin interrumpir las funciones que se desarrollen en los locales inmediatos
Cedrés de Bello, explica que la utilización del espacio fue concebida bajo la idea de «sistemas modulares», adaptables a los requerimientos de divisiones y subdivisiones demandadas por la institución a lo largo del tiempo.
La idea vanguardista de la «arquitectura indeterminada» fue propuesta por el especialista John Weeks y, adoptada por los arquitectos del hospital caraqueño, previendo el potencial cambio, modernización y crecimiento de la institución.
Según sugiere el doctor Roger Escalona en su obra Protagonismo del Hospital de Los Magallanes de Catia en la historia de la Medicina en Venezuela, el diseño del centro de salud también fue innovador para la época. El autor explica que “fue el primer hospital concebido y subordinado al concepto de ‘Despachador Central’, corazón efectivo del moderno hospital general con una concepción arquitectónica basada en la compacidad para mayor eficiencia”.
Fue el primero en ceñirse a las Normas Antisísmicas promulgadas por el Ministerio de Obras Públicas, luego del terremoto de 1967, cuyas secuelas en la infraestructura de la ciudad fueron considerables. Cedrés de Bello (2007) indica que el área de construcción es de 35 mil metros cuadrados y tiene una capacidad de 59 metros cuadrados por cama.
El hospital por dentro
La biblioteca de la institución no dispone de los planos de construcción originales del edificio. Tampoco cuenta con un croquis actualizado en el que se indique la ubicación de cada unidad de servicio. En ninguno de los accesos principales del hospital se halló un mapa ilustrativo de la configuración espacial de los departamentos. Por lo tanto, con trabajo de campo y ayuda de trabajadores de la institución, se construyó una aproximación del área en el que se encuentra cada servicio.
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Las promesas incumplidas
