El Gobierno nacional habla del “modelo exitoso” para referirse a la economía, pero cada vez son más evidentes las distorsiones. Varios tipos de cambio y un control de precios que no reconoce los costos de producción explican los desequilibrios del mercado.
“La complejidad cambiaria te lleva a dos universos paralelos: uno, aquellos productos que se mueven en ese universo extraño del 6,30 y que son inusualmente económicos, y los otros que se mueven al universo del cambio alternativo”, declaró recientemente Alfonso Riera, vicepresidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio).
“Cuando tienes una reglas económicas distintas a las del resto del mundo habrá productos que cuesten lo que no cuestan en el resto del mundo y si estos son excesivamente baratos habrá gente de todo el mundo tratando de comprarlos para revenderlos”, agregó el directivo en entrevista con el Circuito Éxitos.
Prácticamente entre los economistas hay consenso sobre la necesidad de una “unificación cambiaria” para corregir el desconcierto. Pero mientras el Gobierno posterga los ajustes, la población vive a diario las distorsiones de una economía que puede ser la más barata y la más cara al mismo tiempo. Es lo que el economista Patricio Uracoa ha denominado “distortioland”.
¿Cuánto vale un dólar?
Hay tres precios oficiales para el dólar: 6,30 bolívares, 13,50 bolívares, de acuerdo a la última subasta del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), y la de casi 200 bolívares por dólar en el Sistema Marginal de Divisas (Simadi). Pero también hay un dólar paralelo que se cotiza en casi 800 bolívares. Entre el tipo de cambio más económico y el del mercado negro hay una brecha de 12.598%.
La gasolina más barata del mundo
El litro de gasolina cuesta 0,097 bolívares. Ese precio ha hecho del contrabando de gasolina un negocio muy rentable. En la frontera colombiana por ese mismo litro de combustible se pueden pagar entre 200 y 300 bolívares.
El mundo regulado
En 2009 una persona con el salario mínimo podía comprar 88 litros de suavizante y hoy alcanza para 205 litros, gracias a la regulación de precios. En 2008 se podían comprar 133 desodorantes y hoy 400 desodorantes, de acuerdo a datos de Nielsen de Venezuela, firma especializada en el estudio del mercado.
El mundo no regulado
Cuando se hace el mismo ejercicio con los productos no regulados el resultado confirma el deterioro del poder adquisitivo. En 2008 el salario mínimo permitía comprar 114 kilos de mayonesa, pero hoy sólo se pueden adquirir 51 kilos. También se podían comprar 22 kilos de galletas, pero hoy sólo alcanza para 9 kilos de galleta, según Nielsen de Venezuela.
Velocidad en los precios
Cifras de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (ANSA) indican que los precios en esos establecimientos se mueven cada vez con más rapidez. En 2015 el promedio en el que varían los precios de los alimentos es de 1,9 meses, mientras que en 2012 era de 2,5 meses. En la categoría de productos no alimenticios los precios cambian cada 2,4 meses. “Hoy día tenemos precios que van cambiando muy violentamente”, afirmó Luis Rodríguez, presidente de ANSA durante el foro que esa organización celebró el 24 de septiembre.
Repuestos valen más que el seguro del carro
La Cámara de Aseguradoras de Venezuela (CAV) informó el mes pasado que las empresas emitirán pólizas de seguros menores a un año “a fin de que las mismas puedan ser revisadas con mayor frecuencia a objeto de no quedar asegurados por debajo del valor real del vehículo”. El aumento de precios en los repuestos y de los vehículos es tal que en algunos casos una pieza o el costo de una reparación puede representar más que el monto asegurado. “El faro de un carro puede sobrepasar el monto de una póliza de 2014, por lo que es necesario buscar opciones para permitir al asegurado resguardar sus activos”, declaró Alesia Rodríguez, presidenta ejecutiva de la CAV.
Créditos y viviendas inalcanzables
Con los créditos hipotecarios ocurre algo similar. Los bancos ofrecen a través de la gaveta hipotecaria préstamos por poco más de 4 millones de bolívares, pero para poder acceder a un crédito de ese monto el grupo familiar debe tener ingresos de algo más de 111.000 bolívares mensuales. Pocos lograrían obtenerlo y quienes lo consigan difícilmente pueden comprar una vivienda con esos 4 millones de bolívares en una ciudad como Caracas.
Un dólar rinde más produciendo, pero el Gobierno importa
Según la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), por cada dólar la industria nacional puede producir una cantidad hasta cinco veces mayor que si se destina ese dólar para importaciones. En otras palabras, con 1 millón de dólares se pueden producir 3.360.000 kilos de alimentos, mientras que el Estado apenas importa 672.000 kilos. Pero el Gobierno nacional continúa con su política de importaciones y este año negoció la compra de alimentos con empresas de Brasil o Uruguay, entre otros.
1 arepa, 1 bolívar
El precio regulado de la harina P.A.N es 19 bolívares por kilo. De acuerdo a Empresas Polar de cada paquete salen 20 arepas, es decir, cada unidad cuesta menos de 1 bolívar. En el mercado informal o en una arepera el precio de ese paquete de harina o de la arepa están muy por encima del precio oficial.
El bachaquero invierte poco, pero gana mucho
Estimaciones de Datanálisis indican que con una inversión de 400 bolívares en productos regulados, un bachaquero puede obtener unos 5.600 bolívares al revenderlos, esto es, 14 veces más de lo que pagó inicialmente por los productos con precios regulados. Si completa tres veces por semana esa operación, puede ganar al mes alrededor de 60 mil bolívares, cantidad equivalente a unos ocho salarios mínimos.
