#10A: Gobierno y oposición expusieron sus puntos - Runrun

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A la derecha del presidente Nicolás Maduro fueron sentados los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática; en el izquierdo, los oficialistas en el Salón Ayacucho de Miraflores. La cadena comenzó a las 8:14 pm y concluyó a las 1:57 p.m

Entre los participantes de este encuentro, el presidente Nicolás Maduro extendió sus saludos a Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD; Henry Ramos Allup, secretario general de AD; el diputado Omar Barboza; el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski; el secretario general de Copei, Roberto Enríquez; el secretario general Andrés Velásquez; el diputado Julio Borges; el gobernador de Lara, Henri Falcón; el gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla; Simón Calzadilla, secretario general de Avanzada Progresista y Juan José Molina.

También envió saludos al nuncio apostólico, la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, el canciller de Brasil, Ricardo Figueiredo y el canciller del Ecuador, Ricardo Patiño. También fue saludada la comisión política de la conferencia de paz, conformada por el diputado Pedro Pablo Fernández, el ex diputado Hiram Gaviria, Vladimir Villegas, José Vicente Rangel, el diputado Elvis Amoroso y Leopoldo Puchi,

El vicepresidente Jorge Arreaza, la diputada Blanca Eckout, el gobernador Aristóbulo Isturiz, el alcalde de Caracas Jorge Rodríguez, Yul Jabour —miembro del buro político del PCV—, Didalco Bolívar —secretario general de Podemos— y José Pinto, secretario general del movimiento político Tupamaro también fueron saludados por el mandatario.

Primero el nuncio apostólico leyó una carta del papa Francisco, en la que el sumo pontífice envía sus pensamientos y deseos de que el diálogo fructifique y conduzca a la paz en Venezuela.

En la carta, el papa invitó a «no detenerse en la coyuntura de lo conflictivo, sino que sean auténticos constructores de paz», y en la que manifestó su afecto por todos los venezolanos y por las víctimas de la violencia y sus familias.
«Soy consciente de la inquietud y el dolor vivido por tantas personas», señaló el Pontífice en una carta leída por el Nuncio Aldo Giordano, quien fue el primero en tomar la palabra en la actividad que se realiza en Miraflores y que comenzó poco después de las 8:00 pm.

El Papa indicó en su misiva que el conflicto y la polarización está hiriendo «profundamente a Venezuela» y abogó por encontrar una reconciliación.

«Estoy plenamente convencido de que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país ya que ella genera siempre y solo violencia. Por el diálogo ustedes pueden descubrir la base común que conduce a superar el momento actual del conflicto y polarización que hiere tan profundamente a Venezuela para encontrar formas de colaboración en el respeto y reconocimiento de las diferencias que existen entre las partes se favorecerá el bien común. Todos ustedes en efecto comparten el amor por su país y por su pueblo. Así como también (comparten) las graves preocupaciones ligadas a la crisis económica, la violencia y la criminalidad. Todos ustedes llevan en su corazón el futuro de sus hijos y el deseo de paz que caracteriza a los venezolanos», expresó en la carta al pedir respeto y convivencia para favorecer el bien común y favorecer «el diálogo que hoy apremia».

El Pontífice advirtió que en el camino «nuevo, largo y difícil» hacia la paz se requiere «paciencia y valentía».

«En el centro de un diálogo sincero está el reconocimiento y respeto por el otro y sobre todo el heroísmo del perdón y la misericordia que rescatan del resentimiento y el odio», dijo el Papa de acuerdo con la misiva leída por el Nuncio quien también presentó un mensaje de monseñor Pietro Parolín en el que se ofrecía a ser un «testigo de buena fe» del proceso de diálogo venezolano.

«Lamentablemente no me es posible estar presente, pero afirmo mi disponibilidad de tomar parte personalmente en cualquier otro momento», afirma Parolín en su carta al recordar que vivió 4 años en Venezuela. «Mi corazón estácon ustedes», expresó. (El Universal)

Luego, el canciller Patiño, a nombre de la terna de cancilleres representantes de la Unasur, dijo que ese bloque de países se sentía honrado de acompañar al gobierno y los partidos de la MUD por esta disposición al diálogo «en este momento tan importante para la patria venezolana. Reciban los hermanos venezolanos (…) nuestro respeto y nuestro afecto, y recordar que en toda América Latina estamos pendientes, optimistas y esperanzados de que el inicio de estos diálogos permitan alcanzar una concordia y una paz duradera en Venezuela. Este diálogo de paz era impostergable (…) en el sentido de que no podíamos seguir manteniéndonos con tranquilidad después de que hermanos nuestros estaban en situación de convertirse en heridos o en muertos después de las situaciones de violencia que se habían producido».

Patiño dio fin a su intervención de este modo: «Cuentan con los cancilleres de estos tres países que ustedes han pedido que los acompañemos pero cuentan también con el cariño y el acompañamiento de toda nuestra América, de los presidentes de nuestros países que también están absolutamente esperanzados y optimistas de que estos diálogos salgan adelante».

Después, el jefe de Estado tomó la palabra y advirtió que esta primera reunión podía prolongarse hasta altas horas de la madrugada.

Comentó, para empezar: «Somos el resultado del surgimiento en Venezuela de una poderosa corriente popular revolucionaria bolivariana, de origen nacional, reivindicadora del valor de las 3 raíces de Bolívar, Zamora y Rodríguez (…). Somos la voz de millones de venezolanos que fueron constituyéndose en una nueva y poderosa corriente revolucionaria y democrática, que lideró, que construyó, que articuló el comandante Chávez, un líder, sin lugar a dudas, que construyó una nueva venezolanidad (…), más allá de las pasiones que seguramente se vivieron cuando él estaba entre nosotros, físicamente».

Maduro añadió que la revolución venezolana es la primera que llega al poder e impulsa la discusión y aprobación de una nueva Constitución. «Es la primera Constitución que se hace con la participación del pueblo y se aprueba en referendo (…). Tenemos un proyecto que ha ido madurando».

Agregó: «Estoy absolutamente abierto a debatir de todos los problemas. Los de causa natural, producto de errores o de debilidades del país, o los de causa natural más inducciones, producto de errores de debilidades del país y de políticas para profundizar y crear descontento y cosas que yo he calificado como guerra económica, guerra política y guerra psicológica. Debatamos todos los asuntos que haya que debatir (…). La conferencia de paz (…) es un escenario importante. Yo los invito a incorporarse a la conferencia de paz».

«Bastante sufrimiento han pasado las comunidades secuestradas por guarimbas». A ese respecto, el presidente dijo tener 20 videos pero adelantó que no mostraría ninguno: «Pudiera traer 300 videos; fotos. Una cosa es la protesta; y para protestar en Venezuela hay plena libertad (…). Si la MUD, las organizaciones de la MUD, conjuntamente o por separado (…), quieren protestar todos los días de todos los años que están por venir, lo pueden hacer. Una cosa es la protesta, justa o no, compartida o no, por temas de la sociedad, de la vida, del país, y otra cosa es la violencia. Yo les pido, dentro de los debates que vamos a dar, que hagamos una condena conjunta a la violencia como forma de hacer política, como método político, a la violencia en todas sus formas, a la violencia como fórmula y estrategia política para cambiar gobiernos».

Atribuyó los hechos de violencia de estos dos meses a sectores radicalizados de la oposición y detalló: «Sectores que se han opuesto a esta revolución bolivariana creyeron que había llegado el momento con la enfermedad del comandante Hugo Chávez (…) de la desarticulación y el colapso de la revolución bolivariana. Y ante una apreciación equivocada, hicieron estrategias y cálculos equivocados en varios momentos. Eso es necesario reflexionarlo frente al país, por todo lo que hemos vivido desde que partió el comandante Chávez hasta nuestros días».

Reiteró que lo de hoy —y días subsiguientes— no incluye negociaciones de ninguna índole: «Esto es un debate, un diálogo, un encuentro con posiciones claras de modelos de país, de proyectos de liderazgo. Y aquí no hay negociaciones ni pactos. Lo único que estamos buscando es una voluntad común de paz, de democracia, de respeto, de reconocimiento. Estamos buscando (…) un modelo de coexistencia pacífica, un modelo de convivencia, de tolerancia mutua».

«No se puede llamar lucha política quemar un preescolar en Chacao (…), yo estoy seguro que ustedes tienen que sentir lo mismo que sentimos nosotros (…). No se puede llamar lucha política (…) la quema hoy, en Valencia, de camiones que transportaban alimentos (…), la quema de 12 CDI», enumeró el presidente.

También preguntó a los presentes qué pensaba hacer la oposición más radicalizada al llegar al poder por medio de la violencia. «¿Qué piensan hacer (…) con el pueblo y la FANB? Pongan ustedes que se estabilice un gobierno de estas características, no sé cómo, pero hagamos el ejercicio de hacer eso. ¿Qué van a hacer con la corriente revolucionaria en donde participan millones de mujeres, amas de casa, estudiantes, trabajadores, profesionales, jóvenes, que van desde la socialdemocracia hasta el marxismo-leninismo (…), todos unidos por el bolivarianismo cristiano (…). Qué iban a hacer con 20 de los 23 gobernadores, con la mayoría de la AN. Son cosas que hay que preguntarse y a veces hay mentalidades cortoplacistas, irresponsables, aventureras, que quieren forzar la marcha de la historia y quieren imponer, sí porque sí, sus designios o quién sabe los designios de quién. Son preguntas que yo hago para dejar aquí, utilizando este espacio privilegiado para decirnos cosas».

En ese tono especulativo, el presidente se respondió a sí mismo: «Sería el inicio de una confrontación civil, armada, violenta, cruenta, donde nadie ganaría nada. Todos perderíamos todo. Estoy convencido de eso. En la Constitución, con la Constitución todo se puede, dentro de ella todo se puede. Fuera de ella, nada».

Pidió buscar la paz con justicia, «pero tiene que haber justicia. Hay mucho dolor. Hoy murió otro joven policía venezolano, producto de un francotirador». Añadió que las investigaciones emprendidas por el gobierno «nos han llevado a líneas logísticas y de financiamiento insospechadas. Hay un poquito de todo y todo lo que conseguimos es malo en las investigaciones. Tiene que haber justicia justa para que haya paz estable (…), para que más nadie se coja los caminos de la violencia para imponernos a todos».

El primer representante de la oposición en hablar fue Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD, explicó que se pidió el diálogo público para vencer la desconfianza «porque todo el pueblo tiene derecho a saber, pero además es conveniente porque la comunicación libre es esencial para el dialogo nacional y en Venezuela hoy hay censura y autocensura en los medios independientes, hay privatización de los medios públicos porque se los usa diaria, sistemáticamente, 24 horas al día, para propaganda partidista oficial. Y además vivimos la crisis del papel periódico que pone en peligro a los medios impresos de nuestro país. Pero además, de que es conveniente por la transparencia (…), es conveniente también en razón de la situación de los medios de comunicación. Además de eso, es justo».

Le recordó al presidente su monopolio de los medios públicos: «En 2013 usted intervino un promedio de 28 minutos diarios en cadena nacional y este año, en medio de esta crisis, entre el 12 de febrero y el 26 de febrero, estuvo un promedio diario de una hora y 52 minutos diarios en cadena nacional (…). Así que es justo que el país oiga otra voz. Para vencer la desconfianza también, hemos acordado en estas reuniones previas que se realice la presencia de terceros de buena fe que nos acompañen y nos ayuden».

Agregó: «Vamos a hablar de la libertad para nuestros compañeros y para todos los presos políticos y sobre el regreso de los desterrados por motivos políticos. Vamos a hablar de Simonovis y los agentes presos. Vamos a hablar de Leopoldo, de Enzo y Daniel, los estudiantes y manifestantes pacíficos y de todos los venezolanos cuya libertad está restringida en razón de luchas cívicas y sociales. De justicia para todos, de la necesidad de conocer plena y absolutamente la verdad».

Dijo que se hablaría de la economía, la inseguridad y la violencia, «del daño inmenso que causa la violencia, de la necesidad del desarme, verificado internacionalmente, de los impropiamente llamados colectivos, organizaciones cuyos rasgos de paramilitarismo son demasiado obvios como para ignorarlos».

»Vamos a hablar, siempre en el marco de la Constitución, de la regularización democrática y constitucional del funcionamiento de la AN, del respeto al debate en su seno y del respeto a la función parlamentaria pues han sido vulnerados gravemente la inmunidad, la inviolabilidad, la libertad y la seguridad de los diputados. El tiempo y la Constitución nos dan la oportunidad. Comprometámonos ante el país para renovar los poderes públicos tal y como lo prescribe la Constitución».

Pidió asumir una agenda y fechas de encuentro para un diálogo, para empezar, con los estudiantes. «Esa debería ser una propiedad». Pidió reunirse, el 15 de este mes, tratar acuerdos para libertades y justicia, así como la comisión de la verdad. Para el 22, propuso la constitución un grupo de trabajo para el desarme y desmovilización de los colectivos.

Del mismo modo, el secretario ejecutivo de la MUD pidió articular de inmediato «nuestra participación en los aspectos de la economía que más castigan a los venezolanos: escasez, inflación». Pidió un dialogo con los trabajadores «a través de las centrales y sindicatos más importantes, con la mayor amplitud y pluralidad». Insistió en una renovación equilibrada de los poderes públicos y «que se trabaje en la normalización de la vida parlamentaria».

También pidió la eliminación de la violencia: «La violencia debe erradicarse de la vida venezolana, erradicarse profundamente, desde su raíz. De eso ese tratan la política y la democracia. No son modos de eliminar el conflicto ni de prohibir la diferencia sino canales pacíficos y justos con reglas iguales para todos. La protesta pacífica (…) no es una forma de violencia y el antídoto contra la violencia es la Constitución. Cumplirla, gobernadores y gobernados. Pero la Constitución no es un burladero. Es un compromiso. No es para mostrarla. Es para cumplirla».

Siguiendo con la dinámica, la palabra la tuvo un representante del oficialismo, en este caso el canciller Elías Jaua, quien hizo alusiones a la historia y a que la oposición nunca había reconocido los resultados electorales que habían favorecido a la revolución.

Jaua pidió que ningún sector apele a factores que apuestan a la desestabilización del país, y que se respeten los logros alcanzados por el gobierno para beneficiar al pueblo, como ofrecer la posibilidad de que los ciudadanos de menos recursos hayan podido mejorar sus hábitos de alimentación. Consideró necesario llegar a acuerdos y cumplirlos. Recordó que ya se llegó a una amnistía durante el gobierno de Hugo Chávez, de la que dijo benefició a algunas personas que ahora pretenden —a su juicio— desestabilizar a la nación.

Insistió en el necesario reconocimiento a la voluntad popular, a lo que el pueblo desea. Recordó que en Venezuela hay una democracia parlamentaria y no de cúpulas. «Si el pueblo dio poder a Maduro como presidente, este no tiene por qué pactar», afirmó.

Elías Jaua afirmó que es responsabilidad de todos trabajar para que las autoridades electas cumplan con sus atribuciones. Aseguró que hay temas que son causa de protesta, como la inseguridad, que el gobierno está obligado a hacer cumplir, y garantizar, pues son asuntos vitales. «La preservación de la vida humana nos preocupa a todos», expresó.

El segundo turno de la oposición fue de Andrés Velásquez intervino para solicitar la liberación de los presos políticos, con presentación de un proyecto de ley de amnistía incluido. Comentó que se había vuelto «humillante» hacer mercado por la escasez de alimentos y las largas colas que la gente se ve obligada a hacer.

Pidió «que se cumpla la letra de la Constitución (…). Una diputada, María Corina Machado, y dos alcaldes (…), escogidos por la soberanía popular, no pueden ser sustituidos mediante una sentencia relámpago que viola el sagrado derecho a la defensa y el debido proceso y no puede haber tribunal superior a la soberanía popular«.

Añadió: «Vinimos a exigir la libertad de esos alcaldes como también la de Leopoldo López, preso de conciencia acusado de incendiario y de asociación para delinquir y todavía no nos han presentado ninguno de sus socios».

Velásquez recordó que han sido atendidos más de 2.299 casos de detenciones y abusos, más de 100 privados de libertad, “muchos de ellos con pruebas fabricadas (…) que ya hay 40 muertos (…), que existen 60 casos documentados de estudiantes”. Enfatizó que hay en el orden de 300 dirigentes sindicalistas, ambientalistas, indigenistas, gremiales, comunitarios judicializados por protestar en el marco de esta política que criminaliza el derecho a la protesta y a la huelga».

«Estos encuentros tienen que producirse al más corto plazo un resultado concreto», insistió Velásquez, que aprovechó para entregar a los representantes del gobierno «un proyecto de ley de amnistía que queremos dejar para ustedes (…) y que queremos ponerlo en sus manos, donde solicitamos la libertad de todos los presos políticos».

El dirigente sindical y exdiputado aprovechó para expresar «mis más profundas reservas del resultado de estos diálogos. Ojalá esté equivocado», con lo cual terminó su intervención.

El segundo turno del oficialismo fue para el gobernador del estado Anzoátegui y directivo del PSUV, Aristóbulo Istúriz, quien llamó a hablar con «franqueza» en el marco del diálogo, dijo que «hubo un desconocimiento del presidente Maduro», y señaló que había 2 mil cuadros entrenados «por el fascismo».

«Aquí hubo un desconocimiento del presidente Maduro. Creían que con la muerte del presidente Chávez estaba listo este proyecto y hubo 14 muertos para desconocer al presidente Maduro (…) Y saben por qué se aguantaron porque la diferencia fue de 250 mil votos y en 8 meses había elecciones y creían que la podían ganar y por eso hablaron de plebiscito pero de 1,5 de diferencia nos fuimos a 11,5 de diferencia y descartaron toda posibilidad electoral. Escondieron el plan A encabezado por Capriles, que es la expresión electoral democrática, y sacaron el plan B, el atajo y la violencia», expresó.

El gobernador aseguró que «hay más de 2 mil cuadros entrenados en el fascismo, esa es la verdad». No obstante aseguró que tal situación era «superable» si se dialoga con franqueza.

«El triunfo de diciembre no lo reconocen», aseguró al señalar que debe haber un reconocimiento democrático. Se preguntó cómo iban a pedir la renuncia a funcionarios del Gobierno sin irrespetar la voluntad popular. «En todos los momentos hemos reconocido los resultados electorales».

Istúriz recordó los hechos de 2002, la actuación de RCTV, e indicó que «esos no son medios democráticos, son instrumentos al servicio de un sector oligárquico contra el pueblo, uno de los poderes fácticos de un sector de la sociedad que oprime la pueblo. Esa es la verdad y hablan de libertad de expresión (…) no creen en eso y la usan cuando la necesitan». (El Universal)

El siguiente en hablar fue Roberto Enríquez, presidente del partido social cristiano Copei, dijo que se estaba violando el derecho al trabajo al cerrarse la mitad del aparato productivo. «Hay guerra al derecho al trabajo». Recalcó que el gobierno era inconstitucional «en muchos de sus apéndices». «Todos los días se hace a los pobres cada día más pobres», advirtió.

En el área de las garantías democráticas, Enríquez identificó «problemas gravísimos». «No puede ser que un poder (…) sea integrado por una persona que el día anterior era integrante del partido de gobierno y al día siguiente pasa a ser miembro del CNE».

Se preguntó ¿por qué? ha tenido que sufrirse en el país para llegar al diálogo convocado la noche de este jueves en el palacio de Miraflores.

Explicó en la cita con miembros del Gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que con «15 años en el poder», con la revolución  no se ha podido expresar «el espacio para que el país tenga un destino compartido».

«Tienen el deber de escuchar al pueblo y rectificar», señaló Enríquez, refiriéndose a que cuando las clases gobernantes no escuchan al pueblo, se convierten en una tragedia para el país. «Ustedes son la clase gobernante desde hace 15 años en este país», dijo, agregando que las crisis «pueden terminar en catástrofe».

Llamó a evitar la catástrofe, «no hemos visto aguas adentro el problema de la sociedad venezolana», reiteró.

«El problema de Venezuela es que el pacto social de garantías y derechos establecido en la Constitución está roto», aseguró.

Dijo que «tenemos el deber de» repararlo, criticando que desde el Gobierno se le tenga reserva a la palabra pacto. «El modelo económico aplicado al país nos ha llevado a los niveles de inflación más alto del continente» expresó, apuntando la subida de precios que además se ha cargado de desabastecimiento.

«Se viola la Constitución, se viola el derecho a la alimentación. Se viola el artículo 115 de forma flagrante», expuso criticando las expropiaciones que no cumplieron siquiera los «requisitos de declaración de bien de utilidad pública», argumentó.

«Hay una guerra al trabajo, al derecho al trabajo», dijo explicando que el modelo socialista es inconstitucional. Citó al Papa Francisco y apuntó al presidente de la República, Nicolás Maduro. «no haga esperar a los más pobres». (El Universal)

Luego habló el ministro Rafael Ramírez, quien dijo: «El proceso bolivariano ha demostrado una profunda tolerancia, tremenda tolerancia. Nosotros no podemos desprendernos de lo que ha pasado en todo este proceso de cambios en nuestro país».

Aseguró que la pobreza ha sido abatida por el gobierno, para lo cual se apoyó en la FAO y demás organismos internacionales. «Hemos bajado la pobreza, de casi un 50% donde la encontramos a menos de un 20%», enfatizó. «No somos nosotros los que estamos desconectados de la realidad del pueblo», insistió.

El ministro expresó: «Hoy día nuestro pueblo tiene posibilidades de desarrollo reales. Tenemos la posibilidad de superar el rentismo petrolero. Los primeros 14 años de nuestra revolución estuvieron concentrados en llevar todos los beneficios de nuestra economía al seno del pueblo».

«Dejen de usar a los estudiantes (…). Queremos y protegemos a nuestros estudiantes y estamos seguros que no son los estudiantes los que han llevado la violencia a las calles», advirtió el presidente de Pdvsa. Responsabilizó a «fuerzas paramilitares» que actúan en la frontera de los hechos violentos de los últimos dos meses.

«Las grandes mayorías (…) están con el proyecto bolivariano», expreso. «Nuestra economía está siendo asediada, permanentemente, desde que se agravó, enfermó, murió nuestro comandante Chávez», advirtió. «¿Quién induce al dólar paralelo si no son factores externos?», argumentó.

El ministro Ramírez dijo estar gratamente sorprendido por el éxito de las conferencias económicas de paz: «El empresariado nacional quiere trabajar con nosotros».

Luego por la oposición habló Henry Ramos Allup, secretario general de AD, quien se concentró en el papel y estructura de la FANB y advirtió que la FANB debía siempre estar supeditada al poder civil y que, de ningún modo, podía existir nada que se llamara «unión cívico-militar». «Los golpes de Estado no los damos los civiles; los dan los militares», sentenció.

«No sé si habrá algún civil en la oposición lo suficientemente lerdo como para creer que los que tiene cañones, fusiles (…) tomen el poder para darle el poder a un civil», remató Ramos Allup, quien además fue capaz de sacar de sus casillas a Diosdado Cabello, quien le replicó algo que no alcanzó a escucharse al aire. Fuera lo que fuera, Ramos Allup se dirigió a él para mandarlo callarse y decirle: «Acuérdate que yo no soy subalterno tuyo»

Agregó que era inconstitucional territorializar la protesta y confinar a la oposición a protestar únicamente en municipios regentados por alcaldes opositores. «Eso haría nugatorio el derecho que nos consagra el derecho fundamental ese principio fundamental de la protesta». Dijo que, en el caso de que se produjeran excesos en las protestas, lo que el gobierno debía hacer es «vigilar y si alguien se excede, aplicarle la ley»

«Hay muchos presos por razones políticas», advirtió el secretario general de AD. Pidió liberación para todos ellos. «No hay golpes buenos ni golpes malos. Todos los golpes son malos. Cada vez que le den un golpe de Estado a un gobierno electo popular, no importa cuál sea su desempeño (…), ese golpe es malo», insistió Ramos Allup.

Dijo que no se podía ver como «una herejía» que se le pida la renuncia a Nicolás Maduro: «Ese es un derecho que tiene cualquiera a pedirle la renuncia».

El siguiente de hablar por el oficialismo fue Diosdado Cabello, quien también expresó sus dudas acerca del éxito de las conversaciones de paz pues se negó abiertamente a la posibilidad de que el gobierno fuera 100% responsable de la actual situación del país. Aseguró que para los representantes de oposición acudir al diálogo tiene un costo político, y criticó que se dijera que toda la responsabilidad de lo que ocurre en el país la tiene el gobierno.

Arguyó: «El país no se merece que por un cálculo político no se condene la violencia. Hay que recordar a todos los involucrados en los hechos». Comentó: «No he escuchado que alguien de la oposición haya condenado el intento de incendiar un preescolar. Uno solo. La Unefa (…). Y eso es una verdad. Ahora, si alguien tiene una prueba en contrario, que la muestre».

Cabello dijo que desde el primer día se había tachado de ilegítimo a Nicolás Maduro «para preparar esto que está ocurriendo ahora». Dijo que el problema no era que se le pidiera la renuncia a Nicolás Maduro sino «los métodos que acompañan esa renuncia, la violencia».

A su vez, hizo defensa de los colectivos y negó que fueran responsables de algunos o todos los sucesos violentos. En cambio recriminó a quienes arman barricadas: «Esos sí son colectivos armados (…). Los únicos colectivos armados son los que le prenden candela a un preescolar».

Luego fue el turno del secretario general de UNT, Omar Barboza. Barboza dijo que a la oposición no le interesaba una verdad oficialista y por ello se había pedido una comisión equilibrada de la verdad.

Barboza también comentó que el modelo económico del gobierno es un modelo fracasado. Se apoyó en cifras del BCV, y dijo que desde 1999 habían ingresado US$ 760.803 millones, sin contar ingresos por impuestos internos. «¿Y cuáles son los resultados de la administración de esos recursos? La deuda total venezolana, incluyendo la deuda interna y externa (…), para el cierre de 1998 era de US$ 32.810 millones. Al cierre de 2013, la deuda total venezolana, incluyendo la deuda interna y externa, y la de Pdvsa (…) llega a US$ 204.286 millones. Es decir, que hemos multiplicado por más de seis la deuda de los venezolanos».

Barboza no se quedó allí: «No se sabe hoy en Venezuela cuánto vale un bolívar. Lo que se sabe es que no alcanza. «En políticas monetarias, el BCV se ha convertido en una imprenta de billetes sin respaldo», añadió. Sostuvo que para marzo de 2013, circulaban Bs. 257.621 millones y para marzo de este año, circula un billón 333.115 millones de bolívares, «con la gravedad que casi un 30% de ese circulante se utilizó para financiar déficit de Pdvsa».

El siguiente en hablar fue el secretario general del movimiento Tupamaro, José Pinto, donde sostuvo que Nicolás Maduro debería ser candidato a premio Nobel de la Paz por ser el que más ha impulsado el diálogo por la paz.

Culpó a la llamada IV República de tener «gobiernos que secuestraron y desaparecieron, gobiernos que hacían en este país lo que les daba la gana. Gobiernos que inclusive reprimían salvajemente a los estudiantes que hoy ellos están defendiendo. Esto es increíble, realmente. Esos estudiantes que somos nosotros».

Dijo que a partir del 12 de febrero la oposición desarrolló «una campaña mediática y acciones para buscar responsables a otros de lo que estaban haciendo (…); hay actores fundamentales y principales que estuvieron involucrados y siguen involucrados en hechos violentos».

José Pinto añadió que el principal responsable de los sucesos de los últimos dos meses eran Leopoldo López y el partido Voluntad Popular, al que calificó de «organización terrorista».

El siguiente turno fue para Julio Borges, quien negó que la oposición quiera enfriar la calle al dialogar con el gobierno. «En la medida que estamos tratando de ver si se destranca el juego (…), en esa misma medida hay una necesidad mayor de una protesta pacífica, constitucional, todos los días en todas las calles de Venezuela (…). Diálogo y protesta van de la mano (…). Lo que hay que reflexionar es por qué protesta la gente», expresó.

Pidió no perder de vista las causas de la protesta: «La gente siente que no hay futuro, que no hay oportunidad».

Cuestionó el modelo económico gubernamental: «El esquema económico que ustedes han elegido fracasó (…). Hace un año, 4 bolos [sic] compraban un dólar. Hoy 50 bolos compran un dólar, en un país donde todo se compra afuera».

Borges también recordó que se han gastado US$ 12.000 millones en compra de armamento ruso en vez de invertirlos para ampliar la producción interna.

«Yo quisiera que se destranque el juego en la AN (…). Se ha convertido en un campo de concentración», observó el diputado Borges, quien aprovechó para recordar la forma como fue destituida María Corina Machado o como se le allanó la inmunidad parlamentaria a Richard Mardo, o cómo él mismo ha sido agredido tres veces en el parlamento.

Pidió discutir la comisión de la verdad, pero incluyendo ONG en ella. Concluyó con esta reflexión: «Dos Venezuelas no hacen un solo país», señaló. «A nosotros nos toca unir a Venezuela (…) y que ustedes entiendan que mientras haya miedo en Venezuela no podemos decir que hay democracia en Venezuela. Miedo y democracia son excluyentes (…) y los venezolanos vivimos con miedo hoy».

Por el oficialismo también habló Blanca Eeckout, diputada a la AN, dijo que quienes han traído agendas de terrorismo buscan «traer odio, destruir la democracia que como pueblo hemos logrado, que hemos logrado efectivamente (…) participa y protagónica, no la democracia representativa».

Dijo no entender a Henry Ramos Allup y comentó: «Nosotros sí queríamos una revolución y este pueblo quiso una revolución. Por eso logramos esta democracia participativa, protagónica y verdadera».

«Nos enfrentamos a la hegemonía burguesa con la hegemonía del pueblo», dijo. «Debe haber hegemonía de la democracia, de la diversidad, que no podemos seguir en la dictadura de quienes nos llevaron a la muerte, al odio, a la exclusión».

«Nosotros creemos profundamente que para garantizar la paz y la democracia, la FANB no puede estar dependiendo de los intereses de un imperio extranjero», agregó. Abogó por la permanencia de la unión cívico-militar. «El pueblo civil, uniformado, para construir la patria que queremos».

Negó que las protestas sean en el campo o entre jóvenes de clase medias o clase baja: «Están protestando en urbanizaciones de clase alta, secuestrada donde se han talado árboles, francotiradores han disparado contra los cuerpos de seguridad (…), han hecho actos violentos contra aquellos que quieren quitar la guarimba».

Eeckout aseguró que se ha desplegado una campaña mediática que pretende «generar incertidumbre, desesperación, odio y miedo. Yo creo en la paz. El esfuerzo que está haciendo el presidente Nicolás Maduro es extraordinario y vamos a lograr el objetivo».

La diputada concluyó: «El pueblo venezolano quiere paz y la vamos a lograr, pero espero que haya razón, conciencia, un hálito de luz que permita que la dirección de la oposición deslinde del terrorismo, del odio y que empiecen a construir de verdad un espacio de oposición en democracia (…). Lo necesita el país porque es necesario poder establecer nuestras diferencias, poder confrontar nuestras ideas pero nunca puede plantearse la idea de confrontar ideológicamente, pero en el marco de un escenario de sangre, de terror y de violencia».

LiborioGuarulla

En esta reunión también habló el gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla, quien  aseguró que el pueblo no puede esperar milagros de la reunión realizada en Miraflores. «No se van a solucionar todos los problemas del país de una vez» señaló.

JuanJoséMolina

Siguiendo la dinámica, el turno fue para Juan José Molina, quien se preguntó de qué paz se está hablando en el país: «Es la paz que viene después de la guerra, donde vencidos y vencedores llegan a un acuerdo (…) porque llegó ese momento de la discusión, de quién fue el vencedor y quién el vencido, y quedan odios y profundos resentimientos. Esa no es la paz que queremos; es la paz de la convivencia la que estamos buscando».

Recriminó que en el gobierno se aplique un modelo de gobierno que no figura en la letra de la Constitución. Y dijo que, así como desde el gobierno se rechaza la injerencia de un Imperio, desde la oposición se rechaza la injerencia del régimen cubano.

El gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla, también se refirió a las protestas y comentó que no había habido protestas en ese estado en los últimos meses, pero puso el acento cuando dijo que era triste que quienes protestaban de jóvenes comenzaban a reprimir al llegar al poder.

SimónCalzadilla

Durante su intervención, Simón Calzadilla dijo que los estudiantes estaban protestando por la misma razón que quienes gobiernan hoy día habían protestado en su momento: «Porque no están conformes con el gobierno que les tocó».

Calzadilla igualmente criticó la corrupción en Cadivi, recordar que es la GNB la que controla los puertos, y enfatizar que hubo problemas de corrupción por 40 millardos de dólares. Pidió que se revise el proceso de asignación de divisas del Sicad. Dijo que en la comisión de la verdad de la AN no puede haber acusados.

Presentó un proyecto de ley para hacer transparentes las finanzas públicas. “Hay más de 70 millardos de dólares en fondos cuasifiscales”, enfatizó.

Dijo que los jóvenes protestan por las mismas razones que ellos en la generación anterior, es decir porque el país no ha cambiado ni mejorado y “porque no están conformes con el gobierno que les tocó”. “Vamos a escuchar al pueblo con sinceridad”, dijo. (El Nacional)

Por el oficialismo también habló el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, quien hizo uso de su turno inicialmente para acusar nuevamente a Henrique Capriles de haber instigado a la violencia en su discurso del 14 de abril y, por otro lado, dijo que la oposición estaba obligada a reconocer que «una gran mayoría» apoyaba al oficialismo.

Rodríguez expuso: «Es imprescindible el reconocimiento. Ustedes no pueden seguir insistiendo en desconocer a millones y millones y millones de venezolanos. Si ustedes nos critican eso [el no reconocimiento al sector opositor de la población], nosotros podemos estar más pendientes de eso y ver cómo nos dirigimos, sobre todo desde el punto de vista médico (…), a un grupo de venezolanas y venezolanos que fueron enfermados, que fueron infectados de odio».

Le recalcó a Capriles que hay dos temas: «Uno, el tema de la seguridad. Vamos a discutirlo. Tú hablas de 25.000 muertos. Nos duelen a todos. ¿Y cómo ha aumentado la mortalidad en Miranda, los homicidios? (…) En un momento nos sentamos todos en una misma mesa a hablar de la inseguridad, y llamaron a “La Salida” (…). ¿Por qué no han bajado los cerros si es verdad todo lo que ustedes han dicho hoy?».

El presidente Maduro se encargó de cerrar esta ronda de intervenciones y, entre otros conceptos emitidos a lo largo de la noche, dijo: «Asumimos plenamente ese concepto de la interpretación social de la historia. Por la calle del medio. La burguesía no se ha aprovechado ni se aprovechará del poder político en Venezuela, más nunca». Se mostró partidario de que se celebre una reunión de carácter privado para debatir sobre la inseguridad.

Acerca del pedido de amnistía para los presos políticos, Maduro dijo: «Hay tiempo para el perdón y hay tiempo para la justicia. Este es el tiempo de la justicia».

Luego fue el turno de Henri Falcón, gobernador de Lara, Falcón quien manifestó: «No hay una guerra económica: hay una improvisación económica. El conflicto en la calle se debe a una crisis económica que nadie puede desconocer«.

Invitó al presidente Maduro a darse «un paseíto por una bodega o un mercado» para que viera cuanto costaba un paquete de harina precocida, un saco de cemento («Seguro estoy que no le pedirán menos de 600»), un par de zapatos, el estado de los centros ambulatorios o ver las tiendas («Eso está pelado»).

Dijo que la primera jornada de diálogo debía ser asumida con responsabilidad, madurez y racionalidad política «en función de resolver un problema político que está allí y donde tenemos la necesidad de construir un clima de confianza que solo podemos lograrlo con verbo y acción. No con retórica, no con palabras. Este diálogo, necesario como es, no puede fracasar porque sería el fracaso de ustedes y el fracaso nuestro también».

A modo de sentencia, Falcón le dijo a Aristóbulo Istúriz —uno de los que exhibió un discurso más incendiario y agresivo en su turno— que no les quedaba otra vía que el diálogo: «O dialogamos o nos matamos».

Luego habló Didalco Bolívar, quien indicó que la oposición debía resolver sus problemas internos. «No se han puesto de acuerdo» para integrar la comisión de la verdad, culpó a los representantes opositores. Dijo creer que la comisión debe tener futuro porque «el futuro no está en la comisión. El futuro está en si ustedes quieren formar parte de una institucionalidad que tiene una legitimidad y debe ser reconocida».

«Yo quiero tener fe de que vamos en una disposición (…). No vale con el que estén aquí. Tiene que haber un deslinde real [de la violencia] y tiene que haber un reconocimiento».

El último en hablar por la oposición fue el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, quien dio inicio a su intervención con el comentario de que «el poder cambia a muchas personas, sin duda alguna», refiriéndose a Aristóbulo Istúriz. Dijo: «Venezuela está muy mal (…), en una situación sumamente crítica».

A Nicolás Maduro le recordó la primera conversación telefónica que sostuvieron tras conocerse los resultados de las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013. Le comentó que Maduro le respondió: «Yo lo voy a consultar y nosotros les avisamos». Y le manifestó que, posterior a esa conversación telefónica, el propio Maduro había aparecido en cadena nacional para decir que él (Capriles) le había propuesto un pacto.

A los cancilleres de la Unasur, les comentó que los cuadernos de votación de aquellos comicios jamás fueron auditados, lo que impidió verificar los resultados electorales. No era un tema de que me proclamaran a mí (…), era un tema de la búsqueda de la verdad. Esa situación, queramos o no (…), nos ha llevado a esta crisis política, porque hay una crisis política desde ese día».

Tras sostener delante de los cancilleres de la Unasur que Elías Jaua «pasa más tiempo en funciones de protector [de Miranda] (…), que como canciller», el gobernador de Miranda recalcó que desde la oposición jamás se desconoció a los alcaldes oficialistas: «Ninguno de esos alcaldes fue desconocido por nosotros».

A Nicolás Maduro le dijo directamente: «La crisis política no la vamos a resolver ni reprimiendo, ni es un problema de guarimba, ni es problema de que te quieren tumbar (…). Has logrado estar allí por el control que tienen de las instituciones y eso lo saben».

Capriles planteó: «Nosotros queremos que se resuelva la cris (…) porque sentimos que esta situación se sigue agravando tanto que va a desembocar en lo que algunos han planteado hoy aquí, cosa que no queremos (…). Ni queremos un golpe de Estado ni queremos un estallido social».

El gobernador de Miranda, además, invitó al ministro Ramírez a salir a pie «sin escoltas, sin carros, sin gente. A ver si usted le echa pichón. No creo que le eche pichón». Añadió que la realidad de Venezuela es que mataron 25.000 venezolanos el año pasado. «Tuvo que ser asesinada Mónica Spear (…) para que entonces tuviera la muerte en nuestro país nombre y apellido».

Al ministro Rafael Ramírez le comentó: «En este momento la situación económica es grave. La canasta alimentaria familiar está en Bs. 10.000. ¿Cuánto es el salario mínimo? Una persona que gana salario mínimo en su casa (…) ¿cómo hace para vivir?».

«Es más fácil en este momento para nosotros estar afuera (…). Nos duele Venezuela. Queremos que este problema se resuelva pero ustedes hablan de reconocimiento, de respeto. Respetemos la Constitución (…), dejemos la represión, dejemos la persecución».

Le recordó al presidente Maduro que tiene una responsabilidad no solo con sus partidarios sino «con todo un país. Si no quieres estar allí [en Miraflores], esa es tu decisión (…). Cualquier venezolano te puede pedir la renuncia; a mí me la piden todos los días. Pregúntale a Elías Jaua, que lo tienes al lado».

«O esto cambia o esto revienta. Yo espero que esto cambie porque ni quiero porque haya violencia»

El presidente Maduro se encargó de cerrar esta ronda de intervenciones y, entre otros conceptos emitidos a lo largo de la noche, dijo: «Asumimos plenamente ese concepto de la interpretación social de la historia. Por la calle del medio. La burguesía no se ha aprovechado ni se aprovechará del poder político en Venezuela, más nunca». Se mostró partidario de que se celebre una reunión de carácter privado para debatir sobre la inseguridad.

Acerca del pedido de amnistía para los presos políticos, Maduro dijo: «Hay tiempo para el perdón y hay tiempo para la justicia. Este es el tiempo de la justicia».