«HE DECIDIDO INICIAR UN PLAN ESPECIAL LLAMADO EL TANQUE AZUL para dotar a todos los hogares del país con un tanque. Ya disponemos de 50 mil tanques que se van a vender a través del carnet de la patria», anunció Nicolás Maduro en cadena de radio y televisión, la noche del 12 de marzo, como previsión a la inestabilidad de acceso al agua tras el colapso eléctrico que azota la capital y gran parte del país.
Sin embargo, fue hasta la mañana siguiente, el 13 de marzo de 2019, que se realizó la inspección por parte de la Superintendencia Nacional para los Derechos Socioeconómicos (Sundde) a las empresas productoras de tanques en el país: Decoglass, Tecnopolimeros, Resinca, Q. Productos, Rotonac y Proyectos Pet, este último dedicado a la producción de botellones de agua. Empresas que siguen produciendo aunque a media máquina ya que desde hace más de un año no reciben divisas ni materia prima.
Según informaron estas empresas a Runrun.es, la superintendencia solo fue a revisar el inventario de tanques disponibles para comprarlos a pesar de los rumores de expropiación. “No hubo ningún tipo de intimidación. Representantes de Sundde llegaron a la empresa a las 8:30 de la mañana para revisar el stock disponible y proceder a comprarlos”, explicó la gerencia de Decoglass, empresa ubicada en la zona industrial de Maracay, al centro del país, dedicada a la fabricación de tanques de almacenamiento de agua.
Aún no se sabe a qué precio el gobierno va a adquirir estos tanques ni a qué monto se ofrecerán a los ciudadanos. Tampoco se ha informado sobre cuándo se comenzarán a vender. Según la tienda virtual, Mercado Libre Venezuela, el precio de un tanque de agua, de 1100 litros, para abastecer una casa oscila los 500 mil bolívares soberanos, lo que equivale a 151 dólares a tasa oficial.
Por su parte, un tanque cilíndrico de apartamento de 560 litros tiene un costo aproximado de 200 mil bolívares soberanos. Se necesitan mínimo 12 salarios mínimos para comprar un tanque, sin contar los costos de bomba e instalación.
Mientras tanto, las secuelas del apagón nacional que inició el jueves 7 de marzo se mantienen. Durante los últimos días se ha observado a cientos de personas en la capital venezolana recogiendo agua desde el canal de concreto que bordea la corriente del contaminado río Guaire o de los pequeños manantiales que fluyen de la montaña El Ávila
No es la primera vez que se improvisa con un plan o misión similar. En marzo de 2011, el presidente Hugo Chávez, dio inició al plan Fiesta del Agua mediante el cual se realizaron entregas de tanques de almacenamiento de agua potable y cisternas para garantizar acceso al recurso hasta que se culminara el Proyecto Tuy IV, previsto inicialmente para finales de 2012 y que daría un servicio continuo de agua potable a las zonas de Caracas, Vargas y Miranda. A la fecha, aún el Proyecto Tuy IV, a cargo de la empresa brasileña Camargo Correa e Hidrocapital, no se ha culminado.
“Todo el mundo debe tener su tanque azul. Pueblo prevenido vale por dos, mejor preparado porque estamos frente a unos bárbaros”, manifestó Maduro y también llamó al pueblo a «prepararse» con juego de velas, pilas, linternas lo que hace pensar que los apagones generalizados que han ocurrido en varias zonas de Venezuela seguirán ocurriendo.
