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Canciller de Guyana

En 6 años de canciller,Maduro nunca dijo una palabra sobre el Esequibo. Ahora, de pronto... por Damián Prat

NicolásMaduro25

La reclamación venezolana sobre el territorio Esequibo tiene varias décadas, usualmente en desventajosas circunstancias internacionales pero firmemente sostenida por todos los gobiernos nacionales de la etapa democrática por la verdad de su pertinencia histórica.  Uno de los pilares para mantener viva la reclamación era crear presión sobre los gobiernos de Guyana al protestar e impedir -vía diplomática- toda actividad de inversión de esos gobiernos por sí mismos o en sociedad con empresas transnacionales en, por ejemplo, la minería. Todo eso era posible al apoyarse en el Acuerdo de Ginebra de 1966 que dejaba abierto el reclamo venezolano

 

Desde inicios de los años setenta un obstáculo adicional importante contra Venezuela fue la actividad política y diplomática de Cuba y Fidel Castro al apoyar abiertamente a Guyana, acusar a Venezuela de “expansionista” y de no tener ningún derecho a reclamar territorio, así como armar una alianza con los pequeños pero numerosos países del Caribe anglo parlante. Uno de los motivos de tanto interés de Fidel Castro es que dos gobiernos de Georgetown le facilitaron el uso de sus bases aéreas para la movilización militar en ruta a África en los tiempos de la injerencia cubana en Angola. Los gobiernos del “imperio británico” también apoyaban a Guyana por obvios motivos de la raíz histórica del conflicto.  Fueron ellos los invasores originales del Esequibo.

 

 

Quizás por la influencia de Fidel Castro y/o por el deseo del gobierno de Chávez, a partir de 1999 en obtener los votos de los países del Caricom para los asuntos en la OEA y luego en la ONU,  el reclamo venezolano fue silenciado por “la revolución”.   Guyana otorgó concesiones mineras importantes en territorio Esequibo con escasa o nula reacción del gobierno dizque “revolucionario”.   Maduro, que fue canciller por algo mas de seis años y luego asume la presidencia, como encargado y luego titular, jamás lideró acciones para mantener viva la reclamación. Lo suyo fue el silencio.  Siempre el silencio y la indiferencia.  En realidad, supone uno, era la política del gobierno, el anterior del que fue canciller y el suyo propio.

 

 

Hace casi dos años un grupo de diputados de la oposición democrática, alarmados de tanta indolencia, se activaron con el tema y para no quedarse en lo declarativo, ¡fueron al Esequibo!.  Allí estuvieron, entre otros, Américo DeGrazia, Andrés Velásquez, María Corina Machado, Ángel Medina Devis y Leomagno Flores.   Desde Tumeremo fueron a San Martín de Turumban, de allí al actual hito fronterizo y pasaron al Esequibo donde se plantaron como una forma de reafirmar soberanía.  La canciller de Guyana, en un discurso altisonante en el parlamento de su país dijo que el reclamo histórico venezolano era “espurio e ilegal”, desconociendo el Acuerdo de Ginebra y la existencia de un funcionario “de buenos oficios” de la ONU para el tema.   ¿Saben cual fue la respuesta del canciller Jaua?.  Cero.  Silencio.  ¿Y el presidente encargado Maduro?.  Cero. Silencio.  Los diputados de la bancada democrática propusieron un debate en la AN y una Ley para la defensa territorial. Entonces si, se rompió el silencio y la indolencia oficialista:  habló la diputada María León asignada por el gobierno en el parlamento, que insultó a los diputados antes mencionados calificándolos de “belicistas y patriotas ramplones”.

 

 

Hoy, de pronto, en vísperas de unas elecciones parlamentarias que las tiene “perdidas de calle”, como picado por un zancudo, tras años de silencio e indiferencia, Maduro anuncia que hará un discurso altisonante, “en defensa de la patria”.  Y todo tiene el tufillo de lo que hizo el gorila general Galtieri en 1982 al ordenar la ocupación de Las Malvinas, un viejo y legítimo reclamo de Argentina que a los dictadores militares nunca les había motivado demasiado.  Pero la Junta Militar estaba en serios problemas por una crisis económica, con su consecuencia de crisis social y política.   La legitimidad, de hecho cuestionada, en ese momento estaba peor que nunca.  ¿Qué mejor que un acto patriotero para tapar el desastre y la crisis?.  ¿El “esequibazo” de Maduro es su “dakazo” de hoy o un “malvinazo”?.   ¿Busca los votos perdidos por el desastre su gobierno con un conflicto demagógico y electorero?   Porque si fuera legítima su preocupación por el Esequibo, tuvo cien oportunidades cuando era canciller y nada dijo ni hizo.

 

Detalle:   el gobierno le reclama a una transnacional: Exxon Mobil cuando el reclamo debió ser siempre hacia el gobierno de Guyana que es quien otorgó la concesión.  Es obvio el intento de desviar la atención “hacia el imperio” para no afrontar el verdadero problema.  Otro detalle:   en ese proyecto hay una sociedad entre Exxon y… ¡la transnacional petrolera de China Cnoon!.   Como lo leen.  En ese ilegal proyecto petrolero otorgado por Guyana en aguas en disputa territorial, hay una sociedad entre Exxon y Nexen Petroleum Guyana Limited, que es propiedad de China National Offshore Corporation (Cnoon).  ¿Por qué Maduro y el gobierno callan que una transnacional de China está involucrada?  Eso muestra que su “patriotismo” de hoy no es sincero.  ¿Y saben que mas?, esa transnacional de China también es socia de Pdvsa en la Faja del Orinoco y en el proyecto de gas costa afuera Mariscal de Ayacucho.

 

Quisiéramos que fuese vedad que hay una rectificación profunda de Maduro y su gobierno con respecto al Esequibo. Para empezar, porque la “fachada” atlántica de la zona en reclamación es vital y estratégica para Venezuela. Solo que Maduro tendría que empezar por hacer un rotundo “mea culpa” por los años de indolencia del gobierno y los suyos propios.  Pedir perdón al país en lugar de ponerse arrogante.  Y a partir de allí retomar la reclamación, con el concurso de todos.  Lo otro es un disfraz patriotero con objetivo demagógico y electorero.    Veremos.

 

 

TIP  1:  Arranca la campaña confesándose derrotado y diciendo que desconocerá la voluntad del pueblo.  Decir que “si la oposición gana la AN seré el primero en salir a la calle”, es confesar que en este momento se siente derrotado por el pueblo que mayoritariamente votará por la Unidad Democrática. Y para colmo, anuncia una protesta “de calle”, desde el poder, contra esa legítima decisión popular.  El desespero es mal consejero.  ¿Y que pasó con el anuncio de “firmar un documento reconociendo el resultado”?.

 

TIP  2:   Leido en twitter:  

1.-  @xabierizar  Enésimo intento de «Malvinazo» para levantar índices de popularidad, como en Argentina”. 

2.-  @PubyConf   @AmericoDeGrazia: «El Esequibo es un territorio venezolano, no es cualquier pedazo de tierra y el gobierno lo ha tenido olvidado».

3.- @HLGNapita  “A falta de «Dakazo», sale un «Esequibazo» o «Exxonazo» , más ahora que el gobierno perdió el juicio en el Ciadi contra trasnacional petrolera”.

 

TIP  3:  Leído en twitter.-  

1.-  @Watcher_Ven  #23Jn CVG Venalum: Continua el desplome del número de celdas operativas. Apenas 179 de 905 #Guayana Pto Ordaz”.

2.-    @DiarioTalCual  “VIOLACIÓN FLAGRANTE . Venezuela pierde 6% de su capacidad de refinación internacional con la venta de Chalmette”.

3.-   @luisbeltranf  “Me preocupa que la oposición piense que los » mangos están bajitos» y  que todo esta listo .!Claro, la gente quiere un cambio político!”.

4.-   @KhouriJkhouri59  “Los que queremos un cambio en Venezuela, asistiremos el 6-D solo a sellar la Tarjeta de la MUD, ninguna otra y así  #AganarLaAn”.

5.-  ‏@unidadvenezuela  “#LaFuerzaeslaUnión #23J @ChuoTorrealba : «nuestro adversario hoy es minoría, pero tiene dinero, armas y está desesperado”.

6.-  ‏@unidadvenezuela“#LaFuerzaeslaUnión #23J «Tenemos mucho a favor, pero ojo, el mandado no está hecho» dice @ChuoTorrealba #CeroTriunfalismo”.

 

Damián Prat C

@damianprat

 depece54@gmail.com

Ene 09, 2015 | Actualizado hace 9 años
Nueva posición de Guyana por Sadio Garavini Di Turno

Carolyn-Rodrigues-Birkett

 

En su tradicional conferencia de prensa de fin de año, la canciller de Guyana Carolyn Rodrigues-Birkett, recordó que después del incidente del buque Teknik Perdana, apresado por la Armada venezolana en octubre de 2013, Guyana y Venezuela firmaron un comunicado conjunto donde “acordaron  explorar mecanismos en el marco del derecho internacional para abordar el tema de la delimitación marítima y que en los próximos 4 meses un equipo técnico se reúna para intercambiar opiniones al respecto”. Manifestó que en 14 meses solo hubo una reunión, evidentemente sin resultados concretos. Además, refiriéndose a la reclamación venezolana del Esequibo, afirmó: “Han pasado más de 20 años desde el proceso de buenos oficios (1989). Si en dos décadas no se tiene el progreso que quieres ver y ha habido (temas) que lo han complicado, hay que revisar otras opciones”. Agregó además que su gobierno ya ha solicitado la asesoría de expertos internacionales y mencionó el arbitraje y la Corte Internacional de Justicia como alternativas.

Recordemos que, en estos meses, Guyana ha reactivado su solicitud a la ONU de ampliar la plataforma continental de 200 a 350 millas, incluyendo en la misma no solo la fachada atlántica que proyecta la zona en reclamación del Esequibo, sino la del estado venezolano Delta Amacuro, cercenándonos, potencialmente, centenares de miles de kilómetros cuadrados de áreas marinas y submarinas, ricas en hidrocarburos y pesca, privando además a Venezuela de su salida libre al Atlántico. También ha seguido dando concesiones a transnacionales petroleras tanto en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Esequibo como en la ZEE del estado Delta Amacuro. La Cancillería venezolana en el comunicado del 30-12-2014 reitera que el mecanismo de los buenos oficios “sigue siendo la vía jurídica y políticamente adecuada para solucionar el diferendo limítrofe” y solicita que se nombre rápidamente de común acuerdo un nuevo buen oficiante.

Después del incidente del Teknik Perdana, Guyana creía poder negociar solo una línea de delimitación marítima, entre la zona en reclamación y el estado Delta Amacuro, dejando de lado la negociación sobre la zona en reclamación, prevista en el Acuerdo de Ginebra de 1966. El gobierno venezolano, presionado también por los medios y expertos en la materia, no aceptó seguir en ese camino y Guyana entonces plantea, por primera vez en años, buscar una solución definitiva a la reclamación y, dado que los buenos oficios no han funcionado, sugiere el arbitraje o la Corte Internacional de La Haya.

Venezuela debe aprovechar el nuevo e intenso interés de Guyana en ampliar “su” plataforma continental y en las inversiones de transnacionales en “su” territorio en general para replantear la negociación prevista en el Acuerdo de Ginebra. El hecho que el “statu quo” ya no satisface a Guyana puede favorecernos si sabemos utilizar inteligentemente la oportunidad. Insistir simplemente en los buenos oficios cuando Guyana ya los descarta no es una opción. Guyana, en el marco del Acuerdo de Ginebra, puede solicitar unilateralmente al secretario general de la ONU proceder a escoger la mediación como mecanismo de solución de la controversia.

Mientras tanto, frente a la nueva posición del gobierno guyanés, Venezuela debe:

a) Reafirmar públicamente que la salida libre al Atlántico no es negociable.

b) Mantener el patrullaje tradicional de la Armada en nuestra fachada atlántica.

c) Nombrar, con urgencia, un negociador-facilitador por Venezuela a tiempo completo. El actual encargado, el embajador Roy Chaderton, tiene otros cuatro cargos que atender. El nuevo negociador, además, debe ser apoyado por un pequeño equipo de funcionarios y tener también acceso a expertos nacionales e internacionales.

 

El Nacional

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El Esequibo y la Corte Internacional de Justicia por Milos Alcalay

Guyana

 

Uno de los grandes logros de la Diplomacia Venezolana en relación a la histórica  controversia territorial sobre el Esequibo fue alcanzado durante la etapa democrática, gracias a la suscripción del Acuerdo de Ginebra de 1966 que es el  instrumento jurídico vigente entre las partes para resolver pacíficamente el diferendo.

Por ello la opinión pública venezolana quedó indignada con las declaraciones del día 22 de diciembre en las que la Canciller de Guyana Carolyn Rodriguez-Birkett afirmó: “Han pasado más de 20 años desde el proceso de buenos oficios (1989). Si en dos décadas no se tienen resultados, hay que revisar otras opciones“, para concluir que su Gobierno ya ha solicitado la asesoría de expertos y mencionó poder recurrir ante la Corte Internacional de Justicia.

De inmediato la Mesa de la Unidad Democrática emitió el 24 de Diciembre una Declaración categórica en la que le exige al Gobierno del Presidente Maduro que se pronuncie de inmediato para repudiar estas declaraciones inamistosas que violan el Acuerdo de Ginebra que establece la necesidad de que sea entre los dos países que se determinen los mecanismos de solución pacifica definidos en el Acuerdo, y se rechacen las medidas unilaterales por parte de Georgetown, ya que deben agotarse los otros métodos previstos en el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas acordadas conjuntamente por los dos países.

Pero es que además del Esequibo, Guyana ha adoptado últimamente medidas que ponen en peligro la soberanía venezolana de la fachada Atlántica frente a las costas del Delta Amacuro, cercenándose centenares de miles de kilómetros de áreas marinas y submarinas.

Es necesario reconocer que por primera vez en mucho tiempo, vimos una Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores que recoge algunos de los planteamientos hechos por la MUD. A pesar de que es un primer paso que transforma la negligencia y abandono que  la Cancillería Venezolana ha asumido en los últimos años al ideologizar el tema de la justa reclamación venezolana, atribuyéndola a “presiones del imperialismo” y no a la justa reivindicación Venezolana que se adelanta desde finales del Siglo XIX,  creemos que no basta con una simple declaración, sino que es necesario que el Gobierno actúe, y para ello debe convocar a los dirigentes venezolanos y a los conocedores del tema para realizar una amplia consulta en la defensa de los intereses de la Patria en la que participen expertos, académicos, historiadores, diplomáticos, parlamentarios, dirigentes de los partidos políticos, medios de comunicación y de esa manera, entre los diversos responsables del país, se pueda fijar una solida posición de Estado. Si no, terminaremos obligados a aceptar la decisión de Guyana de ir obligados al Tribunal Internacional de Justicia, lo que sería muy riesgoso para el país.

 

@milosalcalay