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Claudia Valladares: Creo en la igualdad entre el hombre y la mujer en derechos y oportunidades

Directora y cofundadora de Impact Hub Caracas desde el año 2013 y miembro del Board de la Asociación Global de los Impact Hub desde enero de 2015, Claudia Valladares es una emprendedora social y apasionada por hacer una diferencia en el mundo

Claudia Valladares
Redacción Runrun.es
Hace 1 mes

En Venezuela hay mujeres que durante años han trabajado por apoyar a los sectores más desatendidos y necesitados de la sociedad, así como por lograr la equidad de género. Una de ellas es Claudia Valladares, directora y cofundadora de Impact Hub Caracas, una comunidad de emprendedores que busca generar impacto positivo en la sociedad y crear un mundo mejor, más justo y sostenible; 

Valladares tiene un perfil académico sumamente amplio. Es ingeniero de Sistemas egresada de la Universidad Metropolitana (Unimet), MBA (Maestría en Dirección de Empresas) de Loyola University Chicago, Master en Finanzas del IESA y tiene un posgrado en Creative Leadership en THNK School of Creative Leadership, Ámsterdam.

Es una mujer a la que le apasiona apoyar a los equipos dentro de las empresas y corporaciones a co-crear soluciones, así como resolver desafíos promoviendo un enfoque emprendedor, utilizando el pensamiento de diseño (Design Thinking), herramientas de innovación y de liderazgo creativo. 

Además, ha sido coach en la formación de nuevos Impact Hubs, especialmente en África y Latinoamérica, y consultora para numerosos clientes corporativos promoviendo la innovación y el intraemprendimiento. 

Cuenta con más de 14 años de experiencia en el sector financiero en Latinoamérica, de los cuales los ocho últimos se dedicó a las microfinanzas en Venezuela. Es cofundadora de la Banca Comunitaria Banesco, un programa de Banesco Banco Universal que atiende a sectores populares y personas no bancarizadas.

Valladares también es una de las co-creadoras del evento “Las 100 protagonistas”, junto a la Embajada de Países Bajos, la Alcaldía del Municipio de Baruta y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho. Este evento reconoce y premia cada año desde 2022 a las 100 mujeres que trabajan “por la promoción de los derechos humanos y promueven el emprendimiento femenino en todas sus formas y manifestaciones”.

Ya tiene más de 20 años desarrollando programas e iniciativas públicas, privadas y desde organizaciones sin fines de lucro en favor de los segmentos más desatendidos y necesitados de la sociedad.

Para Valladares, emprender “ha sido como tejer una crineja de un montón de cosas que me inquietan, me gustan y he aprendido”. En ese entretejer, explica, su emprendimiento “tiene que ver con la pobreza, empoderamiento femenino, liderazgo”. Y todo eso va enmarcado en la equidad de género. Esa labor la lleva a cabo desde el Impact Hub.

Comenzar a trabajar por la igualdad de género

En una entrevista concedida al espacio “Voces de Equidad”, iniciativa de Runrun.es para visibilizar el trabajo de mujeres emprendedoras de Venezuela, Valladares consideró que existe una fórmula llamada WEPS (Women Empowerment Principles). El primero indica que esa iniciativa debe venir desde la alta gerencia de las empresas y ella está comprometida en ello.

“Si esto no se lo creen los directivos, los dueños, la junta directiva, el consejo asesor, lo que sea la máxima institución de una empresa, esto no rueda, porque a lo mejor los empleados de la base de la pirámide, lo creen, lo sienten, lo viven, pero si esto no permea de abajo arriba y de arriba para abajo, no se hace, no se cumple”, indicó.

Impact Hub y el trabajo por la equidad de género

El Impact Hub es una comunidad de emprendimiento que va enfocada en lograr un impacto a gran escala. Con más de 100 sedes en todo el mundo, cuentan con equipos que apoyan a emprendedores en diferentes áreas ofreciendo espacios de trabajo compartido e inspiradores. Claudia Valladares es quien lidera este proyecto en Venezuela.

“Impact Hub Global está comprometido de forma transversal. Es una estrategia que creamos todos juntos, todos los Impact Hubs del mundo. Y quedamos en -desde hace un año que se construyó la estrategia de los próximos tres años- que los dos grandes lentes transversales iban a ser la diversidad, equidad, inclusión y la acción por el clima”, explicó Valladares.

Considera que en Venezuela no existen las minorías que usualmente hay en otros países o no existen los mismos problemas de diversidad. Sin embargo, explica que, por ejemplo, en Caracas el Impact Hub tratan de lograr que la representación entre hombres y mujeres sea equitativa, incluso existe amplitud para quienes se identifiquen con otro tipo de género.

“No es tan amplio como quisiéramos, pero hacemos esfuerzos para tratar de buscar más personas diferentes, diversas, para que realmente podamos dar fe de que aquí estamos, que nuestras puertas están abiertas a cualquier persona, y que respetamos las diferencias, que nos gusta mucho la inclusión, y que además entendemos perfectamente que todas las personas tienen los mismos derechos y la misma dignidad. Eso es algo que vivimos profundamente”, comentó. 

La inquietud por la equidad de género

Valladares considera que anteriormente no estaba muy consciente de la necesidad de que exista la equidad en las empresas, esto al reconocer que, sin darse cuenta, forma parte de una minoría: las mujeres que dirigen organizaciones. “En todos los ambientes en los que yo me he desenvuelto siempre he sido una excepción” reflexiona.

Esa excepción a la que hace referencia es que a lo largo de su carrera profesional, siendo ingeniera de sistemas, ha tenido cargos de presidenta o vicepresidenta, la máxima autoridad, espacios que en su mayoría son ocupados por hombres.

“En muchas asociaciones, que son corporativas y de empresarios y de empresarias, generalmente soy una minoría. Por ejemplo, hay otra asociación en la que pertenezco donde hay más de 80 personas y solamente dos somos mujeres. Entonces, eso para mí ha sido una constante en mi vida”.

“Realmente creo en la igualdad entre el hombre y la mujer en sentido de los derechos y las oportunidades que todos tenemos que tener por igual. A partir de ahí, por supuesto, empezó como un camino de profundización en el tema, de entender con más profundidad las brechas”. 

¿Cuáles han sido las principales trabas al momento de buscar condiciones de trabajo que fueran más igualitarias dentro del Impact Hub? 

La verdad es que trabas no hemos tenido porque afortunadamente nosotros mismos hacemos la política y las políticas casi que de manera inmediata las cumplimos. Además las co-creamos, que es lo más rico, ¿no? No es que Claudia dice, “vamos a hacer esto y ya”, sino que es una cosa consensuada, todo el mundo está de acuerdo.

Obviamente, ha habido procesos de sensibilización. A veces no se dan cuenta, no son tan sensibles o no han adoptado detalles como el lenguaje de género, que a alguna gente le molesta. Y no es porque uno tenga que estar todo el tiempo diciendo femenino y masculino. Hay maneras de hablar donde el género es neutro para que todo el mundo se sienta incluido, no importa su género.

Eso es difícil de encontrar, te toma más esfuerzo pensar en eso que simplemente soltar los plurales en masculino, como estamos acostumbrados a escuchar.

Hay políticas de cero tolerancia al acoso sexual, hay políticas de PEAS (Protección contra la Explotación y los Abusos Sexuales), hay políticas de todo lo que tiene que ver con no a la discriminación y hay un comité de ética también.

Toda la comunidad tiene clara cuáles son las políticas.  Si quieres ser parte de esta comunidad, debes cumplir con protocolos, políticas y procesos. También los aplicamos a nuestros proveedores, a nuestros aliados, no solamente para nosotros, es mucho más extendida.

Eso ha funcionado bastante bien pues hemos tenido muy pocos casos de algún proceso de reclamo, y hasta ahora no he encontrado mayores trabas, honestamente, en la implementación o en la divulgación. Por lo contrario, la gente los acoge, le encanta, le parece que tiene que ver mucho con quiénes son las personas que hacen vida acá. 

¿Cuáles han sido las políticas que han aplicado para lograr esa igualdad, qué han logrado y en qué periodo de tiempo las han ido aplicando?

En términos de igualdad nosotros tratamos siempre de tener equidad de género en la composición de nuestra comunidad. Es una estadística que hemos estado monitoreando desde que abrimos las puertas del Impact Hub y afortunadamente la hemos logrado mantener. 

Siempre hemos estado alrededor del 50% de mujeres y hombres y, bueno, siempre unos porcentajes muy pequeñitos, 1% de personas no binarias, pero eso siempre se ha mantenido.

Cuando vemos que empieza a llegar a 47% de mujeres, hacemos más esfuerzos comunicacionales para atraer a las emprendedoras. 

También, hemos desarrollado programas específicos que son solo para mujeres emprendedoras y también tenemos para niñas y jóvenes como Technovation Girls, que es un programa de niñas en STEM, en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática, pero específicamente trabaja el tema de las habilidades de emprendimiento y las habilidades tecnológicas para que niñas puedan desarrollar aplicaciones móviles que resuelvan algún problema de su comunidad, y un plan de negocios para cómo hacerlo realidad y además incorporen inteligencia artificial.

Hoy en día todos los puestos gerenciales en esta empresa lo ocupan mujeres. Tampoco es que estamos en contra de los hombres, ni mucho menos. No es que es una política de son solo mujeres y no hay hombres, no, también queremos hombres. Pero hemos conseguido perfiles y talentos femeninos muy buenos que hoy día forman parte de nuestro equipo gerencial. 

El 83% de nuestros colaboradores y colaboradoras son mujeres hoy en día y el equipo gerencial 100% está compuesto por mujeres. 

¿Cómo nace la idea de las 100 Protagonistas? 

Nació porque un día Elisa Vegas, la directora de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, me llamó y me dijo: “Oye Clau, la embajada del Reino de los Países Bajos me invitó a que en el 2022, en marzo, yo hiciera el evento sinfónico, un concierto para celebrar el Día de la Mujer y a mí me encantaría que eso no fuera solamente un concierto. ¿Qué más podemos hacer? Yo quiero que sea un concierto con propósito”.

Elisa y yo ya habíamos trabajado juntas una vez en un concierto bellísimo que habíamos hecho en el Aula Magna de la UCV, en un proyecto que fue co-creado con un montón de emprendedores y emprendedoras de aquí del Impact Hub y cada uno aportó su magia, por lo que resultó un espectáculo excepcional donde había como un recorrido por toda Venezuela.

Yo me imaginaba que ella tenía eso en la mente y yo le dije: “Tenemos que hacer algo espectacular, siempre he soñado con poner en un escenario a 100 mujeres”. No sé por qué, pero tenía años pensando en cómo podríamos hacer para que un día reconozcamos, no a una ni a dos, a 100 mujeres, porque es que hay tantas haciendo cosas tan maravillosas que no puede ser que nadie las reconozca.

¿En qué lugar crees que está Impact Hub en Venezuela? ¿Qué crees que pudiera hacer falta para lograr, o a nivel de igualdad, un lugar libre de violencia? 

Dentro del ecosistema emprendedor, yo creo que sí somos una comunidad y una empresa reconocida, referente. Mucha gente nos conoce, sabe nuestro trabajo serio y comprometido desde hace muchos años. Y yo creo que eso lo puede decir la gente mejor que yo.

Hay mucho por hacer en términos de violencia, de prevención de la violencia basada en género, de la equidad. Es insólito que a estas alturas de la vida, de la evolución en nuestro país y en tantos otros lugares del mundo siga habiendo los niveles de violencia que hay. En Venezuela cada 33 horas muere una mujer, en la mayoría de los casos a causa de su propia pareja. Es la máxima expresión de la violencia y es horrible tener que hablar de eso, pero todavía pasa.

Pasa todavía más frecuentemente que las mujeres son violentadas de muchísimas formas, A mí lo que más me duele es que hay mujeres que están metidas dentro de esa dinámica y no logran salir, ni siquiera se dan cuenta que están entrampadas en esa situación y no pueden salir, porque además dicen, y si yo me voy de esta relación, ¿qué hago? ¿Cómo sobrevivo? Porque no tienen independencia financiera.

A mí me gusta mucho trabajar con las niñas, porque me da mucha esperanza construir un futuro distinto. Y me parece mucho más bonito enseñar lo que debe ser antes de que pase, que después tener que tratar de trabajar los temas de, cómo tú recompones a una persona que ha sido víctima.

¿Tienen algún programa para el empoderamiento y desarrollo de la mujer?

Tenemos un programa del que estoy orgullosísima. Es un programa educativo que desarrollamos junto con Fe y Alegría y que se está dando en 124 escuelas de nuestro país y está llegando todos los años a 42 000 estudiantes, de primero a quinto año y sexto cuando hay sexto de bachillerato, para niñas y niños por igual.

Es un programa espectacular que construimos y diseñamos junto a expertos y expertas especialistas en cada uno de estos temas y que logramos meter en el currículum educativo de todas estas escuelas como una materia, es decir, una materia obligatoria.

Esta materia tiene cuatro grandes temas que son derechos humanos, cultura de paz, prevención de la violencia basada en género y prevención del embarazo adolescente. Y también se tocan temas transversales comoel  acoso sexual y bullying, que son temas muy frecuentes en muchos espacios escolares, no solamente en escuelas públicas.

Empezamos con Impact Girls, que fue un programa para niñas exclusivamente, de prevención de embarazo adolescente y prevención de la violencia basada en género. Pero lo podíamos hacer de 100 en 100 niños y mi desesperación era tal porque además veníamos de hacer tres años otro programa que se llamó “Mi Vida en Mis Manos”, que buscaba también brindar valores para la vida a niños, niñas y adolescentes de la parroquia José Félix Ribas de Petare y del barrio.

¿Qué reflexión te deja esta afirmación?: “Lograr la igualdad y el empoderamiento femenino supone costos en la empresa”

Me genera un poco de repulsión en primera instancia, pero aunque fuera verdad, no sé, porque no he sacado esos costos, no he sacado esas cuentas. Yo creo que sí tiene costos hay que asumirlo, porque no hay nada peor que no tener igualdad ni equidad.

Los costos de no tener equidad, te aseguro, a largo plazo son mucho mayores a los que haya que hacer para tener equidad. Entonces, creo que es algo que vale la pena, de hecho está comprobado que la presencia de las mujeres hace que el desempeño sea mayor en todo sentido.

¿Cómo se beneficia una empresa que decida enrumbarse en el camino de la igualdad y trabajo libre de violencia? 

Una empresa nunca podría permitirse que haya violencia dentro de sus espacios, de su ambiente, pero más allá de eso, espero que no haya violencia dentro de las empresaa, que uno pueda sentirse seguro en cualquier espacio de trabajo y sobre todo, que los que no se toman tan en serio el tema del acoso sexual se lo tomen en serio porque eso también es una forma de violencia.

Sí, creo que es importantísimo, no solamente el compromiso de las empresas en contra de los temas de violencia, sino también el compromiso para lograr la equidad en todo sentido. No solo en los puestos de trabajo, en las promociones, en la equidad y en los pagos.

Venezuela todavía tiene 21.7% de diferencia, según el último estudio que hizo el año pasado el BID, de diferencias de pago salariales entre un hombre y una mujer que ocupan el mismo rol. Si hay dos personas con la misma posición son las mujeres quienes ganan menos.

Las mujeres traen a la mesa un montón de características de liderazgo que los hombres no tienen, igual que los hombres aportan cosas complementarias a las mujeres, porque también hay que hablar de que nos complementamos. Lo mejor es poder trabajar en equipo y poder sumar lo mejor de los hombres con lo mejor de las mujeres. 

Ese es el mundo ideal y que haya más masculinidades positivas, dispuestas a poder vivir en convivencia y potenciar lo mejor de los dos géneros. Yo creo que las mujeres traen sobre la mesa muchos temas de humildad que son características del liderazgo femenino: compasión y también el manejo emocional e intuitivo de la situación.

Un mensaje para empresarios y mujeres gerentes

Si todavía no encuentran la manera de llevar a su empresa o a su gerencia a la equidad, hay muchísimas herramientas, formas, caminos, asociaciones y recursos que ustedes pueden usar y a los que pueden acudir para que en sus empresas haya mayor equidad. Que no se sientan solos, porque es un camino que muchos ya estamos recorriendo en Venezuela.

Ya hay 66 empresas que han firmado o son signatarias de los Women Empowerment, principios de empoderamiento de las mujeres. También hay asociaciones que se dedican sólo a esto, hay asociaciones como AVEM, que está dedicada al liderazgo de las mujeres y empresariales. Hay muchísimas otras asociaciones que pueden ayudar en el tema de talleres de formación dentro de sus empresas.

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