Niñas libres: juegos para aprender sobre el amor
Educar a las niñas en el amor feminista es un acto de resistencia. Es darles herramientas para que se relacionen desde la libertad y el respeto

Desde muy pequeñas, las niñas reciben mensajes sobre el amor que pueden ser dañinos. Se les enseña que amar requiere sacrificios, que los celos son una prueba de cariño y que la paciencia infinita es una virtud femenina. Crecen rodeadas de cuentos de princesas que esperan ser rescatadas y canciones que idealizan relaciones desiguales. Pero ¿qué pasaría si les enseñáramos que el amor, en lugar de sufrimiento, es respeto, bienestar y libertad?
En un mundo que sigue perpetuando relaciones desiguales, la crianza feminista se convierte en una herramienta esencial para que las nuevas generaciones construyan vínculos más sanos. Educar en el amor feminista no significa alejar a las niñas del amor, sino brindarles herramientas para que puedan amarse a sí mismas, poner límites y relacionarse desde la igualdad. El juego es una herramienta que nos puede ayudar a este propósito.
El amor no es sacrificio, es bienestar
Uno de los mitos más peligrosos que se transmiten a las niñas es la idea de que el amor verdadero implica sufrimiento. Frases como “si te quiere, te buscará” o “el amor todo lo puede” refuerzan la idea de que es necesario aguantar, incluso cuando una relación es dañina.
Enseñarles que el amor debe ser un espacio de crecimiento mutuo y no de renuncia es fundamental. Una manera sencilla de hacerlo es a través del juego. Por ejemplo, el juego “Detectives del amor sano” consiste en leer cuentos o ver películas y analizar con las niñas si los personajes tienen relaciones basadas en el respeto o en el control. Preguntas como “¿cómo se siente este personaje en su relación?” o “¿podría haber tomado otra decisión?” les ayudan a desarrollar pensamiento crítico sobre los mensajes que reciben a diario.
Primero, el amor propio
Antes de enseñar a amar a otras personas, es clave que las niñas aprendan a quererse a sí mismas. La autoestima y la autonomía emocional les permiten tomar decisiones basadas en su bienestar y no en la necesidad de aprobación.
Una actividad útil para reforzar esto es el juego “El espejo del amor propio”. Frente a un espejo, se invita a la niña a decir tres cosas que le gusten de sí misma, ya sea de su personalidad, sus talentos o su apariencia. Validar sus respuestas y reforzar su autoestima con afirmaciones positivas les enseña que su valor no depende de la mirada ajena.
No es control ni posesión
Otro mensaje clave es que este sentimiento no se mide en celos ni en control. Muchas niñas crecen creyendo que si alguien las cela es porque les quiere, lo que normaliza relaciones tóxicas en la adolescencia y adultez.
Un juego útil para desmitificar esto es el “Semáforo de las emociones”. Se dibuja un semáforo con tres colores:
- Verde para situaciones que generan bienestar (por ejemplo, cuando una amiga respeta su decisión de no querer jugar a algo).
- Amarillo para situaciones que generan incomodidad (cuando alguien insiste en algo que ya dijo que no quiere hacer).
- Rojo para situaciones que generan malestar o peligro (como sentirse obligada a hacer algo que no quiere).
Este ejercicio les ayuda a identificar cómo se sienten en diferentes relaciones y a poner límites de manera saludable.
El amor en todas sus formas
Otro aspecto importante es enseñarles que amar no se limita a la pareja. Existen muchas formas de amor que nutren la vida: el amor propio, entre amigas, el familiar y el amor por proyectos y sueños.
Para reforzar esta idea, podemos realizar con ellas el juego “Mi mapa del amor” en el que dibujan un mapa con todas las personas, actividades y espacios que representan amor en sus vidas. Esto les ayuda a comprender que no necesitan de una pareja para sentirse plenas y acompañadas.
Reflexión final
Educar a las niñas en el amor feminista es un acto de resistencia. Es darles herramientas para que se relacionen desde la libertad y el respeto, para que se elijan a sí mismas antes que a un amor dañino y para que construyan relaciones igualitarias en el futuro.
La mejor manera de enseñarles es con el ejemplo. Si queremos que nuestras niñas crezcan con una idea sana del amor, debemos mostrárselo en nuestras propias relaciones, tanto de pareja como de amistad y familia.
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@MagdymarLeon Desde muy pequeñas, las niñas reciben mensajes sobre el amor que pueden ser dañinos.…
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