Las próximas horas: capitulación versus negociación, por Jesús Seguías - Runrun
Las próximas horas: capitulación versus negociación, por Jesús Seguías

 

1. EL ARTE DE LA NEGOCIACIÓN, de cualquier acuerdo, sociedad, matrimonio consiste en buscar el punto de equilibrio, donde todos se sientan ganadores. Quedan excluidos de este escenario de negociación las exigencias de capitulación, la rendición incondicional, el “todo o nada”.

2. En la guerra, el “todo o nada” sólo es posible cuando se tiene un “poder de fuego” superior al del adversario. Entonces no hace falta negociar nada. Se va por la victoria y punto. Y ese escenario no existe en Venezuela. Ni el gobierno ni la oposición cuentan con ese “poder de fuego” para pulverizar al otro. Es hora que terminen de comprenderlo.

3. Insistir en la capitulación y rendición del gobierno o de la oposición venezolana es una fantasía de políticos que aún no aprenden a contar cañones y a valorar objetivamente sus propias fuerzas.

4. Muchos opositores están dominados por las buenas intenciones pero tienen escasez de destreza y experiencia políticas. Y ni hablar de los que fanfarronean de un poder tangible que carecen y andan exigiendo la rendición del enemigo.

5. La verdad es que en Venezuela todos estamos quebrados, debilitados, agotados y a merced de una crisis devastadora. Esa es la premisa de la cual deben partir todos los actores políticos. Millones de seres humanos están sufriendo en extremo, tanto los que están adentro como los que están afuera del país. Es la segunda premisa.

6. Es hora de comprender que los únicos que pueden desplazar al gobierno de Nicolas Maduro por la vía fáctica son las mismas fuerzas internas del chavismo (especialmente el ala militar), lo cual no es descartable en cualquier momento. Y es a este poder al que más temen en Miraflores. No a una oposición desarticulada y sin capacidad de convocatoria real (por ahora), y con cero poder de fuego.

7. O lo que es lo mismo, todo cambio en Venezuela pasa por el chavismo como un todo más no contra el chavismo como un todo. Los matices juegan. Todo juega en este momento.

8. Por eso, la salida a la crisis pasa por acuerdos, es decir, negociaciones con el chavismo. Y eso ya no lo discute nadie. Hasta quienes se oponen públicamente a las negociaciones no hacen más que pedir a los militares chavistas que intervengan para deponer a Maduro. De ocurrir así, será el resultado de negociaciones ¿O es que creen ingenuamente que éstos intervendrán sin que medien previos acuerdos no sólo en torno a la justicia transicional sino para el reparto de poderes? ¿Y eso cómo se llama?

9. Entonces, si estos renuentes a las negociaciones están dispuestos a negociar con los militares chavistas (que son, por cierto, los que ejercen el poder real en Venezuela y son los grandes responsables de la destrucción del país) por qué no hacerlo también con los civiles chavistas y terminamos de ponerle punto final a esta confrontación suicida y estúpida que está devastando al país entero, el único país que tenemos (fuera de aquí todos somos extranjeros).

10. Somos millones los que queremos justicia en Venezuela, y los que queremos ver tras las rejas a los culpables de tanta tragedia. Pero en la arena política no sólo juegan las denuncias y los deseos de justicia y libertad sino la acumulación y ejercicio de poderes. Ese es el juego duro y real de la política en la cual estamos involucrados. Y Venezuela es un caso severo de confrontación de poderes políticos.

11. Hay que repetirlo. No son los poemas y las loas a la libertad y la justicia los que definirán el desenlace del conflicto de poderes en Venezuela. Llamar a la guerra tal como lo sugieren algunos también es inútil e irresponsable. Algunos de éstos propiciadores de la guerra de “los otros” están en el exterior bajo resguardo y piden a los venezolanos que estamos adentro que salgamos a matarnos. Eso es picardía y cobardía. Los que quieran presidir gobiernos de transición (son unos cuantos) deben venir a decirlo en Venezuela. Quizás cambien de opinión cuando lleguen.

12. Por eso respeto a María Corina y muchos otros que sí dan la cara dentro de Venezuela, aunque no estemos de acuerdo políticamente. Son valientes y honestos. Pero sus conclusiones están más marcadas por la emociones que por la racionalidad. Y eso, lejos de ayudar, nos hundirá más.

13. Comprendemos a los que están afuera, a su dolor, a su rabia infinita, pero hay que pedirles que tengan paciencia. Todos (políticos, ciudadanos, chavistas, opositores derecha e izquierda) sabremos salir de este atolladero de manera exitosa. No tenemos más camino. Este país no le sirve a nadie como está. Lo contrario será la disolución temporal de la nación. Y eso sí es lo peor. Estamos caminando por el filo de una navaja.

14. El juego corresponde ahora a jugadores aplomados, pragmáticos, con control absoluto de sus emociones y con alta dosis de sabiduría. No es cuestión de edades sino de madurez. Es mucho lo que nos estamos jugando en las próximas horas. Es la hora del aplomo y de la alta política. Una equivocación más, un fracaso más será mortal para el país entero. La frustración, la desesperanza, el odio y el éxodo masivo serían las tendencias dominantes como resultado de una aventura política ¿A quién lo conviene ese escenario?

 

@JesusSeguias
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