Un mago de los sonidos por Andreina Muñoz-Tébar
ENTRA CORTINA CELESTIAL — BAJA DE FONDO
DRE: Al Pelón lo conocí siendo una chama, y ya en ese entonces no tenía cabello (JEJE)… Era él quien despertaba las mañanas de la Radio, con su tradicional (BUEEENOS DIIIAS) al entrar a la emisora. Difícil verlo triste, de mal humor, siempre optimista, buena gente a la enésima potencia (Y MÁAAAAS)…
Sus mañanas eran dinámicas (CON TODO), porque acompañaba primero a Don Adolfo Martínez Alcalá con el Noticiero Capital y la siempre recordada (MEDIA CUARTILLA EDITORIAL), la cual comentaba con su característico estilo del otro lado del cristal, de excelente calidad por cierto, porque nunca se llegaron a colar los “Túkitiiii” que gritaba Pelón cuando Don Adolfo lanzaba uno de sus contundentes dardos al gobierno de turno (HOOLA MIS AMIGOS).
Seguidamente, mientras sonaba el “breick de Capital” (JINGLE EMISORA), comenzaba Pelón a leer el Guión de Fulchola, resaltando sus efectos, así como en este escrito, entre paréntesis en el guión, y poniendo en orden cada cajetín a sonar en la primera hoja (3 minutos) de programa (DALE DALE DALE), siempre dejando “a tiro” en el toca disco el tema del LP seleccionado por Lumute para abrir la mañana
ENTRA PASITO TUN TUN – BILLOS CARACAS BOYS
DRE: Quienes nacieron con la PC quizás nunca se han topado con estas cajitas mágicas que, en el caso del Sargento Fulchola, guardaban dentro infinidad de coros, risas, efectos (ARRIIIIBAAA). Un sonido por cada cajita. Así que eran un montonón de cajitas. Frente al Pelón Marín se encontraba siempre una montaña de Cajetines que manejaba como todo un mago de los Naipes, con esa velocidad tan característica del medio radial. Desde entonces cuando pienso en la inmediatez de la radio, pienso en el Pelón gozando con sus cajetines, y ponchando justo a tiempo el sonido señalado en guión o alguno que, por brillante intuición y ocurrencia magistral, él decidía que definitivamente complementaba el chiste o el comentario expresado por Fulchi.
Poco se paraba de la silla, pedía un cafecito a quien se acercara, y es que el Pelón no trabajaba en las mañanas, se las tripeaba, gozaba, se reía, gritaba, vivía en mente y corazón cada segundo del programa (EEESOOO). ¡Lumu, esto quedó del carajo!! ¡Carajita, hay que grabar más taquitos de Adelita! Y no se crean, en más de una ocasión lo caché secándose lágrimas de los ojos por las palabras del Abate Nicanor a sus corocoras y turpialillos del aire (AMEEEEEN).
Finalizado el programa, luego de 4 a 5 horas de gozadera profesional, el Pelón se metía en el estudio de Grabación, ya sea para editar, a punta de exacto y teipe, la cinta con la excelente entrevista lograda en la mañana, o para grabar por las tardes una de las muchas parodias de telenovelas que se inventaban, alguna furgoneta de fulchola, o los picantosos taquitos de la chica ñiqui ñuqui. Tiempo tenía para revisar su cuadrito de caballos, imprimirle risas y gritos al departamento de prensa, montar tertulia larga y profunda con Adicson Lara.
El Pelón fue un maestro. Maestro del sonido para quienes amamos la radio, pero por sobre todo, Maestro del Disfrute y La Pasión por lo que hagamos en vida. El Pelón fue y será siempre la Radio optimista, alegre, compañera. Decidió irse antes de Noche Buena, quien sabe si para grabar con Adolfo, Lumute y Graterolacho el Cañonazo Capital, ese sabroso momento que tanto compartimos en el que llamábamos nuestro estudio Gigante (FEEELIZ AAAÑO)
Te quiero un montón Pelón (HASTA MAÑANA)
ENTRA OYE ABRE LOS OJOS DISFRUTA LAS COSAS BUENAS QUE TIENE LA VIDA
