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Mandela, el reconciliador por Luis De Lion

Zea
Hace 11 años

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Nació en 1918, fue condenado a cadena perpetua en 1964 y finalmente liberado en 1990, antes de convertirse en presidente de su país en 1994. Nelson Mandela fue una de las figuras más emblemáticas de la renovación africana. El éxito de su combate y su llegada al poder lo convirtieron en una suerte de monumento nacional viviente, el Premio Nóbel lo tenía más que merecido.

Era lo propio de su época y de su lucha, el convencimiento que sólo a través del comunismo lograría su objetivo. Pero la realidad y la represión, lo condujeron entre 1961 y 1964 a organizar y cometer múltiples actos de sabotaje.

Una vez hecho prisionero, el abogado Mandela, asumió su propia defensa. Un orador nato, su exposición de motivos ante el juez duró cuatro horas, fue más un manifiesto que una defensa, un desafío en lugar de una clásica audiencia. Mandela edificaba la base fundacional del movimiento.

La condena a cadena perpetua fue aceptada como una victoria por Mandela y sus camaradas. ¡Winnie salió del tribunal con el puño en alto gritando vida!

Afuera crecía la violencia y las revueltas con la política de segregación. Con lo que ocurría en Angola, Mozambique y Rodesia los negros se politizaban cada vez más en Sudáfrica.

En 1982 Mandela es cambiado de prisión y comienzan 5 años de negociación entre Mandela y el régimen. La seducción continúa y Mandela es llevado al Cabo a una casa con piscina como prisión. El confort material no cambió ni un ápice de su determinación.

1983 y 1986 fueron años de violencia, atentados y disturbios y el gobierno sudafricano decretó el estado de excepción.

La renuncia por enfermedad del presidente Botha sustituido por Frederik de Klerk un conservador dispuesto a suavizar algunas reglas del apartheid, sin más. Pero la lucha continúa, las manifestaciones no cesan, la exigencia de libertad de todos los presos políticos se mantenía.

El mundo había cambiado, la caída del muro de Berlín y el fin de la guerra fría, provocaron la firma en diciembre de 1998 del llamado protocolo de Brazzaville, el cual a su vez, permitió el diálogo entre el CNA y el régimen.

El 2 febrero 1990 de Klerk ante el Congreso anuncia los primeros pasos en vías del desmantelamiento del apartheid. La estupefacción legislativa fue total. La liberación de Mandela era inminente. El 11 febrero, a las 3pm Mandela sale de la cárcel.

Una vez Mandela liberado al dirigirse a la multitud desde el balcón de la alcaldía de ciudad del Cabo expresó que no estaba allí como un profeta sino como un humilde servidor de ustedes, el pueblo, sus sacrificios heroicos me permiten estar hoy aquí.

Mandela insistía en que continuaría la lucha armada, hasta que el apartheid no sea completamente abolido y todos los derechos reestablecidos. Un hombre, una voz, un voto.

En 1994, las primeras elecciones libres y transparentes, le dieron la victoria electoral a Mandela. Una vez alcanzada la máxima magistratura, Mandela logró el milagro de fundar la nación arcoiris, sin desmantelar sus instituciones, y sin perpetuarse en el poder.

La reconciliación, es la enorme herencia que Mandela le dejó a su país.

 

@LDeLION

luisdelion@gmail.com

 

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