Editorial El Tiempo: Las elecciones argentinas
El domingo hubo elecciones en la Argentina. El kirchnerismo salió perdedor, pero sigue siendo el partido más votado y la principal fuerza política del país.
El domingo hubo elecciones en la Argentina; pero no fue esa la gran noticia de la semana, sino el trigésimo aniversario de su democracia. El 30 de octubre de 1983 volvieron las elecciones tras siete años de una dictadura militar que dejó miles de muertos y desaparecidos, un país en bancarrota y una guerra perdida en la islas Malvinas. Treinta años después, en una jornada pacífica y libre, la ciudadanía renovó la mitad de la Cámara de Diputados (127 de 257 curules) y un tercio del Senado (24 de 72 escaños). Las urnas tenían, pues, un carácter celebratorio.
El kirchnerismo (Frente para la Victoria), aquella facción peronista a la que pertenece el actual gobierno y que marcó también los dos cuatrienios anteriores, salió perdedor en la mitad de los distritos electorales –especialmente en el de Buenos Aires, donde depositan su voto el 37 por ciento de los argentinos–, pero sigue siendo el partido más votado y la principal fuerza política del país. El Frente Renovador, corriente revisionista del peronismo encabezada por el exkirchnerista Sergio Massa, arrasó con un 42,6 por ciento en la provincia de Buenos Aires, como se preveía, pero aún no exhibe respaldo sólido y extendido que permita considerarlo un partido nacional. La Unión Cívica Radical logró un 27,4 de los votos, lo que lo obliga a hacer coaliciones y alianzas para adquirir peso en el parlamento. Y el Partido Propuesta Republicana, conservador, no llegó al 10 por ciento.
La presidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner, quien está en licencia por enfermedad, confirmó la fuerza de su grupo, pero no tiene suficiente músculo para cambiar la Constitución y allanar un tercer período suyo en la Casa Rosada, pues no suma los dos tercios necesarios. Es innegable, sin embargo, que se trata de la única líder con proyección sobre toda la geografía. Los otros políticos destacados detentan poder regional: el socialista Hermes Binner, en Santa Fe; el disidente peronista José Manuel de la Sota, en Córdoba; Sergio Massa, en Buenos Aires.
Este último es quien ofrece mejor perfil para las elecciones del 2015, para lo cual buscará adquirir estatura nacional. A su favor está que por ahora no hay quien le haga sombra.
Fuente: El Tiempo
