A raÃz de la derrota electoral del domingo han vuelto a aparecer los llorones de la Oposición de siempre. A ver:
Los que no quisieron votar por  estar desilusionados con la Mesa del Unidad Democrática ( MUD) y/o no querer ser partÃcipe de otra burla porque “de toda forma, por las buenas o por las malas el régimen se la ingeniarÃa para ganar, proporcionar una segunda paliza y disminuir el esfuerzo de la Oposición”.
Los 400 mil “audaces” que emprendieron su fuga navideña al el extranjero temprano entre el 5 y el 15 de diciembre prefiriendo votar por Santa Claus con billetes verdes, de otros colores o tarjetas de crédito gustosamente aceptadas en los millares de establecimientos de San Nicolás tales como Macy’s, Saks Fifth Avenue, El Corte Inglés o Galeries Lafayette.
Los que no ven una solución para detener una dictadura despiadada, demoledora y talmente astuta del Gobierno, y su revancha es la de aprovechar al máximo el rio revuelto, mandar al diablo la ética profesional y enriquecerse tal o casi como los elementos corruptos del oficialismo.
Los polÃticos apartados por no haber sido incluidos en las listas electorales y/o en la maquinaria opositora de las elecciones regionales, que ahora apuntan gordos dedos acusadores alegando que con su participación hubieran habido bien otros y mejores resultados.
Los crÃticos de siempre que acusan a la MUD  de inepta e ingenua por no saber prevenir y contrarrestar la estrategia del oficialismo o simplemente de no saber interpretar el electorado y que han sembrado cizaña y atentado en contra del la unidad de las fuerzas de la Oposición.
A los que no quisieron votar no se le puede quitar la razón de sospechar que, una vez perfeccionada su fórmula para asegurase  victorias electorales, tal como ampliamente demostrada el 7/10,  era prácticamente imposible idear un sistema para detener la maquinarÃa chavista dentro de un plazo de solamente 70 dÃas.
Pero no se le puede perdonar la falta de valentÃa y de deseo de ejercer su derecho de objetar en toda posible ocasión la existente dictadura y la destrucción sistemática de Venezuela y de apoyar a la MUD.
Tampoco tienen perdón los 400 mil “audaces” que se escaparon sin votar antes del 16/12. Ni la anticipación de sus sacras vacaciones de Navidad ni el hecho que el comando electoral en combinación con el inefable CNE decidieran el 16/12 como fecha estratégica para aprovecharse del éxodo navideño son razones suficientes para excusar su ausencia. El deber democrático tiene prioridad.
Los que no ven una solución justifican el no creer posible un cambio radical hacia lo mejor por parte de este Gobierno por su caracterÃstica altamente autoritaria, pero no se le puede perdonar el indebido aprovechamiento de la existente anarquÃa y postergar los intereses del paÃs para fines de lucro estrictamente personal.
Los polÃticos apartados que se sienten abandonados y no apreciados han existidos y siguen existiendo en todos los gobiernos hasta que emerjan por sus meritos y no por sus crÃticas, especialmente si estas no son constructivas. El aporte de todo miembro de un partido o de una agrupación polÃtica, sea este escogido o no a dirigir y tomar decisiones, añade y no le quita fuerza a su agrupación. Tal como dice el refrán:  con amigos como estos quien quiere tener enemigos.
Los crÃticos de siempre parece que nunca desaparecen. La crÃtica no solamente forma parte del juego democrático sino es también necesaria. Pero para que la crÃtica no se disuelva como vapor y pura habladera tiene que ser bien fundamentada y conducir a soluciones viables.
En todo esto los llorones se olvidan de tres interrogantes que revisten mucha más importancia que su estado anÃmico postelectoral y  que son: 1) ¿ Quien estará al mando del gobierno en el 2013 ? 2) ¿ Cómo compensará un nuevo gobierno bolivariano las graves fallas de un régimen que ha mermado la producción del paÃs, causando escasez de toda clase de productos, medicina y servicios asistenciales, es responsable de graves accidentes y de una falta total de seguridad y finalmente de un estado económico encaminado hacia un desastre total. 3) ¿ Cómo reaccionarán sus adeptos y los de ciega fe chavista cuando el nuevo gobierno no podrá estirar mas la arruga y tendrá que tomar medidas drásticas e impopulares para hacer frente a las necesidades del paÃs ?
A primera vista los resultados electorales dan la impresión que el proyecto bolivariano está blindado contra todo tipo de ataques y enfermedades y esto disminuye a una Oposición que ha sabido enfrentarse al abrumador ventajismo oficialista, pero mirando mas allá y tomando en cuenta la fragilidad del chavismo sin Chávez y a los múltiples problemas que esperan al nuevo gobierno, los triunfos del 7/10 y del 16/12  parecen pertenecer a una “revolución” cuyos lÃderes están emitiendo un último hurra !
Tony Bianchi