Hablar sobre IngenierÃa Social, al menos en el campo de investigación de las Ciencias Sociales, se convirtió desde hace muchos años atrás en un tema cercano al  tabú. Y es que dicho concepto está asociado a intentos de imposición de profundos, y desacertados,  cambios sociales, los cuales, además, fueron  realizados por los más despreciables autócratas que ha conocido la humanidad. Adicionalmente,  todos estos experimentos  o intentos de aplicación de IngenierÃa Social,  resultaron en los más dolorosos fracasos para los pueblos cuyas élites gobernantes apostaron por el camino de retar algunos de los más preciados valores de la humanidad.
La investigación sobre la utilización de la IngenierÃa Social ha sido rescatada en nuestros tiempos, motivado al uso intensivo que tenemos hoy en dÃa de los sistemas de información y comunicaciones, incluyendo, o más bien gracias a ellos, la internet y sus tecnologÃas asociadas. Es asà como este concepto, en al ámbito informático,  ha sido de amplia utilización. Por IngenierÃa Social puede entenderse -repito en ese entorno- como aquel conjunto de técnicas que se utilizan para engañar a los usuarios y obtener sus datos personales de acceso a sistemas privados, con la finalidad  última de usurpar su identidad y apropiarse, pero no solo ello, de sus activos financieros.
Es decir la IngenierÃa Social trata sobre el fraude. Se trata de utilizar sobre el usuario -la materia prima de esta ingenierÃa- argucias, tretas o artimañas para obtener su confianza. Se utiliza la seducción, se emplean señuelos y ardides, se falsean hechos, se confunde  con astucia al ser humano  para engañarlo y tener su credulidad.
En el ámbito social, el concepto es similar. Se utilizan las más diversas teorÃas de las ciencias sociales sobre las personas, con la finalidad de promover cambios sociales -principalmente de comportamiento- profundos. No obstante si bien a primera vista pudiera pensarse que la generación de ciertos cambios sociales serÃan beneficiosos,  ya que pudieran deslastrar a la sociedad de ciertos vicios o conductas inapropiadas, la historia ha demostrado fehacientemente que los promotores de estos modelos de intervención sociotécnicos siempre han enmascarado sus verdaderos objetivos. La IngenierÃa Social, es en realidad fraudulenta por naturaleza y su concepción es netamente teleológica.
El resultado -pero sobre el proceso- de las últimas elecciones presidenciales en Venezuela, nos hacen suponer que en el paÃs nos enfrentamos a una élite gobernante que utiliza la IngenierÃa Social para intentar imponer en la sociedad un proyecto totalitario de largo aliento. La Revolución Bolivariana no es más que un armazón en donde excelentes ingenieros sociales construyen el Socialismo del Siglo XXI. Desde esa estructura socio-polÃtica se manipulan variables para  influenciar aquellos factores que no son manipulables en las dimensiones personales, familiares y sociales.
Nosotros no pretendemos que estas pocas lÃneas sobre el tema hayan agotado su discusión. De hecho nuestro objetivo primario es introducir en el debate polÃtico el concepto de IngenierÃa Social, llamar la atención sobre el mismo y su posible utilización en el paÃs. Los cambios observados en la población durante el desarrollo de la contienda electoral y la estructura de sociedad que el proyecto revolucionario pretende implantar en el paÃs nos permiten como mÃnimo aconsejar una profundización del tema.