“LOS ESTÁN MATANDO, NO QUEREMOS MÁS LIBERTADES cuando están en las urnas”, exclamó ayer una de las madres en la concentración de familiares de los privados de libertad en la plaza La Justicia.
Con carteles y a viva voz denunciaron los maltratos que viven día a día los reos en los centros penitenciarios y comandancias en Lara.
“Con miedo estamos aquí porque sabemos que adentro van a tomar represalias contra ellos, pero ya basta de tanta injusticia”, detalló entre lágrimas una de las madres.

La petición era clara: ofrecer mejores condiciones de vida a los detenidos. Aseguran que por la falta de asistencia médica, la contaminación y la “insalubridad” de los calabozos, han cobrado la vida de cinco reclusos en 2019.
El registro es de dos por tuberculosis en la comunidad penitenciaria de Fénix, y tres en Uribana en menos de una semana. A pesar de tener los mismos síntomas, sus actas de defunción especifican hepatitis, una por infarto intestinal y otra por neumonía.

Parejas y familiares de los reclusos en el David Viloria, que el pasado domingo fueron a la visita, constataron que los privados lucían flacos y pálidos, “son unos muertos vivientes”, aseguraba la madre de un joven que aún se encuentra en calidad de procesado.

Mientras otra familiar detalló que las condiciones en las que habitan son “deplorables”, pues la comida es servida en potes sucios; una cabilla llena de moscas es utilizada para remover los alimentos. Aseguran que esta sea la razón de tantas enfermedades y bacterias que han contraído los reclusos.
Además una de las parejas de un privado aseguró que en el galpón de la visita corre agua de cloaca “si eso es lo que nos dejan ver a nosotros cómo estarán esos módulos”.
Los familiares no quisieron revelar sus nombres pues temen que las autoridades dentro del penal castiguen a los reclusos por ellos haber denunciado.

“Mi hijo tiene 15 días con fiebre, no sé como esté, los medicamentos que le he pasado no le llegan”, aseguraba mientras limpiaba sus lágrimas un señor, padre de un reo en la antigua ‘Uribana’ .
El mismo pariente al escuchar de la gravedad en la que se encuentran más de 50 presos en el penal de los cuales, según datos aportado por El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), hay 35 detenidos con hepatitis y 18 con tuberculosis teme porque su primogénito esté en la temida lista.

La Pastoral Penitenciaria estará a partir de hoy 22 de enero hasta el viernes 25 en la capilla del Hospital Central de Barquisimeto en un centro de acopio para recaudar medicinas a fin de que todos aquellos que puedan colaborar con yelcos, antibióticos, soluciones, gasas, macrogoteros y demás materiales médicos los lleven en los horarios comprendido entre las 09:00 a.m. y 1:00 p.m. Serán donados a todos aquellos reos enfermos dentro de los penales.
Las madres detallaron que de no recibir respuestas del Estado se encadenarán al ente judicial a fin de no ver morir a más reclusos.