La pasada semana se generó una noticia bastante curiosa que fue comunicada por el mismísimo presidente de la República en una trasmisión por VTV: “un submarino nuclear esta merodeando por aguas venezolanas”. La verdad no sorprende esta noticia sino la forma en la que lo hizo y además el énfasis con el que lo dijo.
A nuestro juicio este tipo de declaraciones no hacen sino generar incertidumbre en una parte de la población sobre todo cuando no hay pruebas verificables de esa información. El gobierno, como responsable de la ejecución de la política exterior venezolana y de las relaciones entre los estados debe mantener con sindéresis las declaraciones que ofrece porque repercutirían de forma negativa en esas relaciones.
Por otro lado, la candidata a ocupar la subsecretaria de Estado para América Latina, Jacobsen, declaró que estará atento a los países que socavan la democracia. Entre estos países se encuentra Venezuela y eso es preocupante porque de mantenerse esta situación las relaciones bilaterales podría deteriorarse mucho más de lo que ya están.
Estos dos hechos revelan la difícil situación diplomática con los Estados Unidos. Más allá de las consideraciones ideológicas que se puedan tener, Venezuela es el principal proveedor de petróleo de los Estados Unidos y adicionalmente son dos países que pueden generar el equilibrio político necesario en toda América. Son momentos difíciles pero es hora de pensar en el bienestar de las naciones y hacer unas relaciones mucho más llevaderas.
