A pesar de que a algunos les sorprendió la muerte de Amy Winehouse, la gran mayoría de las personas sabían que esto sucedería en cualquier momento. Por lo menos eso es lo que se podía leer en Twitter la mañana del sábado 23 de julio, momento en el que los medios internacionales confirmaron la trágica noticia que enlutó a la música.
Por un momento, el mundo olvidó sus problemas para centrar su atención en la cantante adicta que fue encontrada muerta en su apartamento, seguramente con una sobredosis de drogas, y además borracha. Por lo menos esas fueron las conclusiones generales en las redes sociales y en los noticieros de fin de semana.
Aunque los médicos forenses realizaron la autopsia, y ya se celebró el funeral, no se conocen las causas oficiales de su fallecimiento. Las pruebas toxicológicas pueden tardar varias semanas en arrojar los resultados que ya conoce el mundo y que no eran un secreto para nadie.
Como era de esperarse millones de personas, que no conocían a la británica, lloraron por internet, se lamentaron por la pérdida que tuvo el mundo del entretenimiento, aún sin conocer el título de algunas de sus canciones.
A tan solo pocos días de su fallecimiento, Amy volvió a ser la reina de iTunes en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, España y Suiza. Solo el domingo se vendieron 50.000 copias en Estados Unidos. Por muy frío que suene, la muerte de un cantante es el mejor negocio que puede tener la familia y la disquera que representa al artista.
Las noticias constantes, los secretos no revelados, la presencia repetida en todos los medios de comunicación y la larga espera de los resultados toxicológicos mantendrán viva a Amy por un buen rato. Todo este ruido permitirá afinar los detalles del lanzamiento de su tercer disco. Esta producción se intentó terminar en repetidas ocasiones, pero los problemas de alcohol y drogas de la cantante impidieron que se finalizara con éxito.
Lo que se sabe es que existe una maqueta de la tercera placa de Winehouse, con la que se puede trabajar y sacar a la luz pública antes de lo esperado. Así que los fanáticos, tanto viejos como nuevos, pueden guardar la esperanza de tener en casa muy pronto las últimas canciones de Amy.
Por ahora debemos prepararnos para escuchar versiones en vivo hechas por otros artistas (seguro Lady Gaga es una de las primeras), homenajes en shows, en Glee y en cuanto programa musical aparezca. Porque aunque la carrera de Amy Winehouse estaba estancada, la muerte llegó para darle un empujoncito y ponerla en el pedestal que merece, y que los vicios le arrebataron a sus veintisiete años.
Albert Manrique
@AlbertSoyYo