La venta de la deuda petrolera de la República Dominicana, sobre los US$ 4,000 millones, con un descuento del59%, los desesperados intentos de vender Citgo, bloqueados ya por una acción legal de Conoco-Phillips que buscaría evitar que Pdvsa se insolvente ante los compromisos por juicios perdidos en el Ciadi, la venta del oro monetario un par de años atrás, y el criminal endeudamiento de la Nación son pruebas dramáticas de la gravedad de la crisis de divisas que imponen unos, pero sufrimos todos los Venezolanos.
Según la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas, se liquidaron por Cadivi, la única vía oficial de acceso a dólares, US$ 29,7 millardos en 2013. Eso fue 10,3% menos que en 2012 y cuadra perfectamente con la disponibilidad calculada de US$ 32 millardos por las exportaciones cobrables de PDVSA.Ahora, de acuerdo al Banco Central de Venezuela, las importaciones del año pasado ascendieron a US$ 51,5 millardos, lo cual arroja una diferencia entre lo liquidado vs. lo requerido de US$ 21,8 millardos, un “agujero cambiario” que taparon el Sicad 1 y 2, y el mercado paralelo. A esa brecha de casi US$ 22 “millarditos” súmele la salida de capitales que reportó el BCV por otros US$ 12,4 millardos, para concluir que a Venezuela le faltaron US$ 34,2 millardos el año pasado. ¡Una pelusa! Por eso le debe a cada santo una vela. Habrá que esperar cifras 2014 para comprender la magnitud actual del problema, pero la caída del barril petrolero y el desespero del Gobierno nos dicen que es tantas veces peor.
La crisis cambiaria se manifiesta en la creciente deuda externa que incluye al llamado Fondo Chino, al cual andan pidiéndole más real, la interna que incluye los US$ 3,5 millardos que se arrastran desde 2012 con las aerolíneas y que tanto problema de vuelos han causado, los auxilios del BCV a PDVSA que en 2013 significaron US$ 38,4 millardos y que en 2014 se habrían multiplicado hasta 17 veces, las restricciones del Sicad, uno y dos, de los cupos para viajeros, de los dólares para estudiantes en el exterior, hasta las medicinas las han relegado en la medida que asignan dólares para importaciones navideñas para mantener el circo con festivales musicales a trocha y mocha.
La pelazón se manifiesta cuando el Gobierno sale a rematar las joyas, como es el caso de la venta a descuento de la factura petrolera dominicana, que entendemos es la primera que concretan, faltan los demás deudores de Petrocaribe (¡¿Y Cuba?!), y a empeñar hasta el futuro mismo, como ha sido el caso con el Fondo Chino que de paso demuestra que este rollo viene de atrás, de Chávez. Una pregunta: ¿Vender la deuda con un descuento del 59% que equivale a haber cobrado el barril a US$ 40 y que le causa un daño patrimonial a la nación sobre los US$ 2,4 millardos, no debería ser penado? Solo por la operación de la República Dominicana, cada familia venezolana perderá US$ 420. ¿Y con Jamaica, Nicaragua, Cuba y demás beneficiarios de la petro-diplomacia, cuánto perdemos?
Esta pelazón solo demuestra que este Gobierno antepone lo político sobre lo económico. Contar con el voto en la ONU y la OEA de la República Dominicana, nada más, nos habrá costado US$ 2,4 millardos. Que los venezolanos paguemos Bs. 73.500 por familia por ese voto es inmoral. Y las consecuencias deberían ser ilegales. Las incoherencias de la revolución hacen que Venezuela pague una prima del 18% en su endeudamiento. Aunque el Banco Central de Venezuela no reporte cifras de deuda externa desde Septiembre de 2013, para ese entonces, esta penalidad nos costaba la bicoca de US$ 21,5 millardos anuales. Esta es la prima de riesgo, la prima por ineptitud, que pagamos todos: US$ 3,800 en intereses anuales de más por cada familia venezolana.
¿Si en 2014 pasamos trabajo con un barril petrolero que debería cerrar en un promedio de US$ 90, tras ubicarse enUS$ 98 Bbl en 2013, cómo serán las cosas en 2015, con un precio de la cesta venezolana que ya apunta a US$ 60, eso es 33% inferior? Ya la Asamblea Nacional anunció que revisará el Presupuesto Fiscal esta semana. Solo debemos imaginarnos los recortes, la eliminación de cupos y asignaciones de divisas, el endeudamiento desesperado que solo incrementará nuestro riesgo país. Pero habrá dos festivales “Suena Caracas” (¿!).
Como dijo Chávez: “Pónganse las alpalgartas que lo que viene es joropo…” La pregunta es: ¿Y lo bailará Maduro?
@qppasociados