Ingeniero eléctrico convertido en sabio político, acompañó casi siempre a Chávez en su travesía gubernamental
Ingeniero eléctrico convertido en sabio político, Héctor Navarro acompañó casi siempre a Chávez en su travesía gubernamental. Se incorporó en la primera ola revolucionaria y no se subió a ella en los mejores tiempos, como tantos otros. Primero como ministro de Educación, Cultura y Deportes, luego como titular de Ciencia para pasar finalmente a ocupar la cartera de Energía. En su propia especialidad fracasó, incapaz de revertir la pésima gestión eléctrica de la revolución, traducida durante años en constantes apagones.
Así se lo recordó el propio Maduro, al definir como “ministros fracasados” o “falsos sabios” a quienes ahora levantan su voz en el interior del chavismo.
Poco importaba su ineficacia en la gestión, la principal virtud de Navarro (64 años) es el pensamiento. El dirigente ortodoxo siempre supo cómo acercarse, con sus palabras medidas, al jefe de la revolución. Incluso en la última época, en las vacas flacas deMaduro, se encargó de dirigir la formación en el seno de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que ahora le castiga por su rebeldía. Por algo remarcó una frase en la carta hecha pública para apoyar a Giordani, en la que insiste al primer mandatario que se comporte “como un estadista”.
