Yngrid Yohanna Rojas | Panas Digitales

La crisis política en Venezuela se agudizó el segundo trimestre de 2017. La oposición venezolana decidió activar los mecanismos de protesta, después de que el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia desestimaran la convocatoria de un referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro.

La oposición pidió elecciones y el chavismo se encargó de convocar otro tipo de comicios.

En abril de este año dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que anulaban por ley a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora desde diciembre de 2015, desencadenaron las protestas de la oposición que han devenido en más de 130 manifestantes fallecidos.

El presidente Nicolás Maduro convocó el 1 de mayo una Asamblea Nacional Constituyente. Según el mandatario se buscaba lograr la paz, “vencer el golpe de Estado y perfeccionar el sistema económico, social y político del pueblo”.

En un acto por el Día del Trabajador, el Presidente venezolano hizo el anuncio amparado en los artículos 347, 348 y 70 de la Constitución venezolana. El mandatario no tiene el poder de hacer cambios a la Carta Magna directamente, pero sí el de convocar y definir la conformación y el funcionamiento de un grupo de electores.

La oposición se opuso a la Constituyente. Para el bloque opositor la Carta Magna necesitaba cumplirse mas no ser cambiada y Maduro solo tenía el poder de convocar la iniciativa constituyente que debía refrendar el pueblo en un referéndum consultivo que no se realizó.

Ahora bien, los objetivos o justificación para la Asamblea Nacional Constituyente, según Nicolás Maduro, fueron:

• * La paz como necesidad, derecho y anhelo de la nación.
  * El perfeccionamiento del sistema económico nacional.
  * Darle rango constitucional a las Misiones y Grandes Misiones creadas por la Revolución Bolivariana y programas de corte social.
  * La ampliación de las competencias del Sistema de Justicia para erradicar la impunidad de los delitos.
  * Constitucionalizar las comunas y consejos comunales.
  * La defensa de la soberanía y la integridad de la nación y protección contra el intervencionismo extranjero.
  * La inclusión de un capítulo constitucional para consagrar los derechos de la juventud.
  * Trabajar para prevenir los efectos del cambio climático.

También se creó la Comisión Presidencial para la Constituyente, presidida por el ministro de Educación, Elías Jaua, y en la que participan otros miembros de su gobierno como la canciller, Delcy Rodríguez, la primera dama Cilia Flores y el abogado constitucionalista Hermann Escarrá, cuyo rol es explicar la convocatoria al pueblo.

La convocatoria

El 3 de mayo el mandatario venezolano pidió al Consejo Nacional Electoral la activación o convocatoria de la elección. El decreto fue recibido por la presidenta del Poder Electoral venezolano, Tibisay Lucena.

El 23 de mayo pasado Maduro anunció las “bases comiciales”. Según el decreto presidencial, la Constituyente tendría un total de 545 integrantes, de los cuales 364 pertenecerían al ámbito territorial y 181  a los siguientes sectores: campesinos y pescadores, comunas y consejos comunales, estudiantes, pensionados, empresarios, pueblos indígenas y la comunidad de personas con alguna discapacidad física.

Para postularse como candidato se requería ser venezolano de nacimiento (sin otra nacionalidad), ser mayor de 18 años de edad, haber residido cinco años en la entidad correspondiente y estar inscrito en el Registro Nacional Electoral. Quienes se postularan por iniciativa propia o como independiente, debían presentar el respaldo del 3 por ciento de las firmas correspondientes a su municipio.

Quienes se postularan por sectores debieron presentar: 500 firmas los campesinos y pescadores, empresarios, pensionados y personas con discapacidad, o 1000 firmas los estudiantes y trabajadores.

Quienes se postularan por consejos comunales y comunas no requerían de firmas, sino la Certificación de la Comisión Electoral del Consejo Comunal o Comuna. Estas bases comiciales fueron cuestionadas por la oposición, bajo el argumento de que eliminaban la universalidad del voto.

El 4 de junio la presidenta del CNE dio a conocer la fecha de la elección. Tibisay Lucena aprobó la propuesta de bases comiciales del presidente Maduro y decretó la fecha de la elección para el 30 de julio. Además, la jefa del CNE también anunció que su organismo aprobó otra propuesta del mandatario de llevar a referendo el texto que produzca la Constituyente. Lucena constató que hasta la fecha se habían inscrito más de 52.000 candidatos de todo el país.

Entre el 11  y el 15 de junio se debieron verificar las postulaciones. Durante estos días se tenía previsto verificar a los postulados a pertenecer en la Asamblea Nacional Constituyente. Del proceso estarían a cargo las juntas municipales, instancias que evaluarían si los postulados cumplieron con todos los requisitos. Quedaría a la competencia de la Junta Nacional Electoral publicar la admisión o rechazo de las postulaciones.

Entre el 9 y el 27 de julio celebraron la campaña electoral. En este lapso los candidatos ya ratificados por el CNE, tras el período de verificación, tuvieron la oportunidad de hacer campaña para la elección general de la Asamblea Nacional Constituyente.

En el camino

La elección del pasado domingo estuvo plagada de procedimientos irregulares. Entre ellos se pueden mencionar:

1. No hubo testigos con acceso a las actas de escrutinio en cada mesa de votación.

2. Hubo presión vía mensajes de texto y coacción directa en los ministerios para el ejercicio del sufragio.

3. La presidenta del CNE anunció dos días antes de la elección, usando como excusa la violencia, que se podía votar en cualquier centro del municipio en donde estuviese inscrito el elector. De esa manera, abrió la posibilidad de que votar en múltiples centros fuese real y sin ningún tipo de control.

4. Se habilitaron sólo 24 mil mesas electorales para la elección del 30 de julio, mientras que para las elecciones parlamentarias del año 2015 se habilitaron 42 mil mesas de votación. La consecuencia: se incrementó el número de votantes por centro y se afectó el uso de las captahuellas. ¿Por qué? Al reducir la cantidad de mesas que se usarían en la elección de la Constituyente, el SAI quedó anulado para poder ejecutar estas funciones (solo puede almacenar los datos y huellas de 600 electores). De esta manera, se le abrió la posibilidad al voto múltiple, especialmente cuando se anunció que se podía votar en cualquier centro del municipio en donde el ciudadano estuviese inscrito.

5. Las auditorías de las cuales se ha preciado el CNE tener en sus elecciones anteriores y las garantías brillaron por su ausencia en el proceso de este año.

Estas son las auditorías que se han hecho en las elecciones organizadas por el CNE en los últimos años, y el periodista Eugenio Martínez las recuerda en un trabajo publicado en Prodavinci:

1. Producción de los cuadernos de votación.
2. Software de máquinas de votación.
3. Software de totalización.
4. Huellas de electores.
5. Producción de máquinas de votación.
6. Producción de equipos del Sistema de Autenticación Integrado (SAI).
7. Infraestructura electoral.
8. Auditoría al Sistema de Información al Elector (SIE).
9. Predespacho.
10. Verificación Ciudadana Fase I.
11. Verificación Ciudadana Fase II.
12. Estadística de Participación.
13. Archivos de Configuración de Máquinas de Votación.
14. Auditoría de Telecomunicaciones pre evento electoral.

De estas revisiones, fueron pocas las realizadas, y las que se hicieron no contaron con la presencia de testigos de los partidos políticos, como ya ha sido tradicional.

La participación más baja en años

Según informó la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, el domingo 30 de julio votó 41,5% del padrón electoral. La participación más baja en años. Aunque sufragaron 8 millones 89 mil 320 venezolanos. Faltó poco para alcanzar el techo de la última votación que ganó el difunto ex presidente Hugo Chávez.

Una nota de Reuters asegura que el pasado domingo para las 5:30 de la tarde sólo habían votado 3,7 millones de venezolanos.La agencia asegura que tuvo acceso a la data del Consejo Nacional Electoral. Según la información revisada, para la hora antes mencionada, habían sufragado 3 millones 720 mil 465 electores en los 14 mil 515 centros de votación.

En las elecciones parlamentarias de 2015 la participación fue de 74,25%. La MUD obtuvo 7,7 millones de votos, mientras que el chavismo logró 5,5 millones.

En las elecciones presidenciales de 2013 la participación fue de 79,8%. El ganador Nicolás Maduro obtuvo 7,5 millones de votos.
En los comicios presidenciales de 2012, el ganador Hugo Chávez sacó 8,1 millones de votos y la participación fue de 80,49%.

Una encuesta de Datanálisis reseñada por el Diario El Nacional el 29 de julio arrojó que 72,2% de los venezolanos estaba en desacuerdo con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Entretanto, solo 25% estaría dispuesto a participar en los comicios de este domingo. Si tomamos en cuenta que el Registro Electoral cuenta con 19.477.392 votantes, se estaría hablando entonces de 4,8 millones de electores.

Además, el diario El Mundo de España reseñó que las cifras que manejaba la oposición distaban mucho de las que anunció el CNE. Según los datos de la MUD los votos no llegaban a 2,5 millones de votos.

De igual manera, la firma Torino Group arrojaba en su exit poll un estimado de 3.600.000 millones de votos, un 18,5%, resultado bastante parecido al proyectado por las encuestas durante la campaña electoral.

Hay un aspecto a tomar en cuenta y es el poder del Estado. El domingo 30 de julio se llevó a cabo una elección donde solo participó el Gobierno, con bajísimo control y ausencia de testigos. Se pagaron y se dieron el vuelto.