François Fillon, católico y conservador liberal, obtuvo una holgada victoria (66,5%) en la segunda vuelta de las elecciones primarias de Les Républicains (centro derecha), sobre el ex primer ministro y actual alcalde de Burdeos, Alain Juppé, quien reconoció los resultados y presentó su apoyo al vencedor.

El apoyo prometido será más que una fórmula de cortesía; la centro derecha se presenta unida y, con el hundimiento socialista propiciado por el gobierno de François Hollande y la aparentemente insuficiente ganancia de terreno del ultraderechista Frente Nacional de Marine Le Pen, se puede pensar razonablemente que el nuevo presidente francés tiene el nombre de François Fillon.

El previsiblemente futuro presidente francés es afecto a la corriente de economía social de mercado, por donde conectaría bien con la actual cancillera de Alemania, Angela Merkel, quien hará campaña para su continuación como primera ministra de Alemania, con un repunte muy importante en las mediciones de los últimos meses.

Las oportunidades de Fillon son, sin embargo, citadas con prudencia, ya que está por medirse mejor el efecto real en la población de enunciados que ha formulado, como recortes profundos de gasto público (poda de medio millón de empleos y economía de € 100 millardos), suavización de las leyes laborales, eliminación de la semana laboral de 35 horas, elevación de la edad de retiro…

El izquierdismo francés es, en el momento, un náufrago electoral. Se estima que solamente 18% de los votantes por Fillon en la segunda vuelta provino de la izquierda. Sin una figura propia para aspirar con éxito a la presidencia, lo que se tiene ahora es una fuerza socialista reducida que no se siente atraída por los planteamientos de Fillon y es visceralmente opuesta al ultraderechismo de Le Pen.

Hay pocas dudas de que el Frente Nacional intentará atraer votos entre los trabajadores disconformes con las inclinaciones de Fillon, particularmente de “cuello azul”. Su presidente, Florian Philippot, dijo que el programa de Fillon era el mismo que la Comisión Europea (CE)había impuesto a Grecia. “Es terrible para la clase media y para los pobre pensionados”, dijo.

Con los grandes desaciertos que han dejado en los últimos meses a las encuestadoras en todo el mundo, los resultados del último sondeo de Odoxa se toman también con precaución: Fillon vencería a Le Pen 71% a 29%; el gap sería difícil de revertir de aquí al próximo 27 de Abril. (Sigla)