El Affaire IISS por María Teresa Belandria - Runrun

por María Teresa Belandria

@matebe

Ante la aparición del informe del IISS sobre la investigación que realizaron a los documentos contenidos en las computadoras de Raúl Reyes incautadas luego de la operación Fénix es mandatorio hacer algunos comentarios.

Estos documentos fueron entregados al Instituto por el gobierno de Álvaro Uribe con el objeto de que se realizará una investigación imparcial, pero el fin político subyacente era hacerlos públicos por esta vía. Uribe pensaba estar en el poder aún y la publicación daría la estocada final a su acérrimo enemigo. Durante su mandato intentó infructuosamente probar en la OEA y Unasur las vinculaciones del gobierno de Hugo Chávez con las FARC,  pero el método elegido resultó no ser el más idóneo para desentrañar la red de contactos, lugares y negocios.

Chávez rompió con Uribe para volver con Santos y la jugada hasta ahora le ha salido bien, su nuevo mejor amigo declina hacer comentarios sobre el informe, no lo desestima, no lo invalida, no lo cuestiona, sencillamente guarda silencio. Ahora bien, ¿Cómo interpretar ese silencio habida cuenta que el Ministro de Defensa que realizó la operación Fénix  era Juan Manuel Santos?.

El gobierno de Colombia al no comentar el informe, mantiene firme su nueva línea de acción hacia Venezuela, es decir, que nada ni nadie  perturbe la buena marcha iniciada en Santa Marta, así esto implique que la política de seguridad democrática archive la carpeta que contiene las relaciones del gobierno con su más acérrimo enemigo.

Colombia, sigue adelante con sus planes de expansión de influencia regional y deja al gobierno de Venezuela sometido al escarnio público por los contenidos allí expresados. Se confirman las sospechas, pero se sigue negociando, la deuda de 750 millones de dólares sigue vigente, no se ha  construido el puente de Tienditas, y esa molestia que es la delimitación de las áreas marinas y submarinas al norte de Castilletes puede terminarse en corto plazo.

Pragmatismo político, conveniencia económica y diplomacia continental demuestra Colombia, falta por ver como actuará Venezuela, en el marco de esta nueva amistad.  La debilidad de nuestro país se hace patente y por ello insiste en la CELAC sin Estados Unidos y sin Canadá, pero olvida que las acusaciones allí contenidas no pasaran por debajo de la mesa en el ámbito internacional. Por ahora, la suspensión de gira latinoamericana parece ser la primera baja de esta nueva batalla comunicacional que apenas comienza.