Los ausentes, Evo y el lenguaje de señas de Michelle Bolsonaro - Runrun
Los ausentes, Evo y el lenguaje de señas de Michelle Bolsonaro

Jair Bolsonaro (Sao Paulo, 1955) fue juramentado como el 38º presidente de la República Federativa del Brasil para el periodo 2019-2023. La larga ceremonia de toma de posesión fue en una calurosa y muy custodiada Brasilia, específicamente en los fotogénicos palacios de Planalto e Itamaraty, diseñados por el arquitecto Óscar Niemeyer.

Los ausentes y Evo

No fueron invitados Nicolás Maduro, presidente de Venezuela; Daniel Ortega, presidente de Nicaragua ni Miguel Díaz Canel, de Cuba. Algunos que sí fueron invitados pero mandaron representantes Donald Trump, de Estados Unidos; Xi Jinping, de China; Andrés Manuel López Obrador, de México; Mauricio Macri, de Argentina; Iván Duque, de Colombia y Pedro Sánchez, de España.

Asistieron, entre otros, Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel; Sebastián Piñera, de Chile; Mario Abdo, de Paraguay, Tabaré Vásquez, de Uruguay y, tal vez el más llamativo por encontrarse en la otra acera ideológica, el boliviano Evo Morales.

En su cuenta de Twitter el mandatario de Bolivia apeló al pragmatismo para justificar su asistencia a la fiesta del vecino, a quien llamó «hermano Presidente»: «Somos socios estratégicos que miran el mismo horizonte de la Patria Grande», escribió, aunque él mire a la patria por el ojo izquierdo y Bolsonaro por el derecho.

La razón para no invitar a Maduro fue que Bolsonaro considera que no hay  lugar para el venezolano en una celebración democrática vistas las frecuentes violaciones de Derechos Humanos que su gobierno ha cometido. Jorge Arreaza, canciller venezolano, dijo que Maduro sí había sido invitado pero que jamás había pensado asistir a la toma de posesión de «un presidente que es expresión de intolerancia y fascismo».

Una seña de inclusión

Aunque Bolsonaro llegó a la presidencia con un discurso radical, militarista y excluyente de las minorías, la imagen que dio su esposa, Michelle De Paula -exdiputada- fue casi lo contrario. Vestida de color café claro, llegó junto con su esposo en un Rolls Royce descapotable de 1952 y, rompiendo el protocolo y antes de que el presidente hablara, dio un discurso completamente en lenguaje de señas. Agradeció a todos los que los apoyaron durante los 23 días que estuvo hospitalizado Bolsonaro después del ataque durante la campaña y, a pedido del público, le dio un beso en la boca a su marido.

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Rojo (rojito) nunca más

En su discurso, el nuevo presidente -que lloró varias veces durante la prolongada jornada- hizo referencia a los gobiernos de izquierda de Lula Da Silva y Dilma Rousseff que lideraron Brasil en la última década. Al desplegar el pabellón verde, dijo: «Esta es nuestra bandera que nunca más será roja». También recalcó dos eslóganes comunes en su campaña: «Los intereses de los brasileños en primer lugar» y «Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos».

El tuit fijado de Bolsonaro a Trump

Aunque no asistió, Donald Trump se ha manifestado como aliado de Bolsonaro desde que fue electo. En su lugar fue a Brasilia Mike Pompeo, Secretario de Estado y el mandatario norteamericano publicó un tuit para el brasileño elogiando su discurso y ofreciendo el apoyo de Estados Unidos.
Rápidamente Bolsonaro respondió agradeciendo su coraje y proponiéndole trabajar juntos «bajo la protección de Dios».
Esta interacción fue puesta como tuit fijado en el timeline de Bolsonaro.
https://twitter.com/jairbolsonaro/status/1080168100509687808