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The Washington Post: Cristopher Figuera llega a Estados Unidos con un tesoro

EL ANTIGUO JEFE DE INTELIGENCIA de Venezuela, el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, llegó este lunes a Estados Unidos con un «tesoro», los secretos del presidente de su país, Nicolás Maduro, aseguró The Washington Post.

Figuera, que había estado dos meses escondido y protegido acusa al Gobierno venezolano de negocios ilegales de oro, habla de la presencia de células de Hizbulá en Venezuela y destaca la influencia de Cuba en Maduro, según el diario estadounidense.

La información difundida este lunes por el medio se basa en declaraciones de destacados opositores venezolanos, funcionarios de EEUU y doce horas de entrevistas exclusivas con Figuera, las primeras que concede a un gran medio de comunicación.

Figuera, de 55 años, ha reconocido como presidente legitimo de su país a Juan Guaidó, aunque sigue siendo de corazón «chavista», pues fue durante una década el jefe de seguridad del fallecido presidente Hugo Chávez, el padre de la Venezuela socialista y el mentor de Maduro.

El que fuera jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) dice que no se arrepiente de haberse levantado contra Maduro, pese a que el intento de sacar a éste del poder fracasó y se puso en manos de agentes estadounidenses en Colombia.

El periódico indica que la oposición y los estadounidenses «han celebrado una parcial victoria con la deserción de Figuera», porque evidencia «que han sido efectivos y que su esfuerzo se mantiene vigente incluso después del levantamiento fallido».

Figuera dice que su trabajo al frente del SEBIN le hizo ver la «podredumbre» dentro del Gobierno de Maduro.

Así, denuncia que comenzó a investigar una compañía creada por un asistente del hijo de Maduro que había establecido un monopolio comprando oro barato a mineros del sur del país para venderlo a precios elevados al banco central.

Agrega que también obtuvo información que indicaba en Venezuela operaban grupos irregulares con la protección del Gobierno, entre ellos el colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ayudaría en la defensa en caso de invasión del país.

También se refirió a la presencia de Hezbolá en Maracay, Nueva Esparta y Caracas, presuntamente ligada a «negocios ilícitos para financiar operaciones» en Oriente Medio.

«Descubrí que los casos de narcotráfico y de guerrillas no debían ser tocados», explica Figuera.

La influencia de Cuba en Venezuela queda reflejada en varias frases del antiguo jefe de Inteligencia: «Raul (Castro) era como un asesor de Maduro» y «Si (Maduro) estaba en cualquier reunión, podía ser interrumpida si Castro llamaba».

The Washington Post señala que Figuera envió un mensaje a Maduro en abril en el que describía la situación del país como «deplorable» y le sugería que convocara elecciones, pero el presidente venezolano le llamó «cobarde, derrotista», lo que, según asegura, fue «el punto de quiebre, tenía que actuar».

El ex jefe del SEBIN finaliza diciendo que se arrepiente de algunas de sus acciones, pero no de todas.

Laura Helena Castillo Jun 23, 2019 | Actualizado hace 5 años
Bachelet, de lado y lado

“Guárdame el puesto”, pide la funcionaria de la Casa Militar. Está sentada al lado, esperando la llegada de Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas. No tiene más de 30 años y nunca sonríe. Minutos antes estuvo registrando carteras y bolsos de los periodistas como medida de seguridad. Con ella están otros hombres con jeans y chaquetas que, aunque lucen nuevas, parece que les hace falta una lavada. Todos van de civil, son muy jóvenes y segregan una autoridad postiza, dos tallas más grande que ellos.

Tanto con el gobierno de Hugo Chávez como con el de Nicolás Maduro, no ha habido rueda de prensa fácil: la hostilidad es siempre el titular. En este caso, el equipo de comunicaciones de la Alta Comisionada fue el encargado de definir la logística con los reporteros. Mientras, el equipo del gobierno, se encargaba del acceso y la fiscalización en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, donde fue el encuentro con la prensa.

Acostumbrados a las limitaciones del oficio en Venezuela, los periodistas se ponen de acuerdo en minutos para decidir quiénes harán las cuatro preguntas permitidas. La interlocutora de la ONU los elogia: “¡Pero qué organizados están ustedes!”. Es una experticia forzada, de las muchas que los comunicadores sociales venezolanos han tenido que desarrollar para no extinguirse como los dodos.

Bachelet dice estar cansada, pero ni ella su ni equipo lo parecen. Tienen buenas caras, sonríen con facilidad. El auditorio –miembros de Casa Militar incluidos- no parece tener el mismo humor después de cuatro horas de espera. La declaración final de su visita que leyó casi a las 10 de la noche –su vuelo de Air Europa tenía casi una hora de retraso- fue un elogio al “lado y lado”. Reconoció que en Venezuela hay graves violaciones a los Derechos Humanos, que sintió dolor al escuchar el deseo de justicia de las víctimas y que abrirán una oficina permanente, pero dijo que el diputado de Voluntad Popular, Gilber Caro –secuestrado por el SEBIN- había estado “en custodia del SEBIN”. Dijo que la crisis venezolana se profundizó en 2013, año de la llegada de Nicolás Maduro al gobierno –esa precisión no la hizo-, pero advirtió que las sanciones al petróleo y al oro están agravando la situación. Habló de los muertos en las protestas opositoras –más de 120- y del joven partidario del chavismo que fue quemado. Así hasta el punto final: de lado y lado.

Al poco tiempo de comenzar la rueda de prensa, la funcionaria de la Casa Militar que estaba sentada al lado se paró y se fue. En la elección de los voceros para preguntarle a Bachelet, los medios oficiales no exigieron visibilidad ni participar. Las palabras finales de “la Alta” –como le llaman a pesar de medir 1,56 centímetros, motivo por el cual se permitió un chiste que no muchos rieron, al comienzo de la rueda de prensa– no parecían ser de mayor interés de VTV o Telesur.

Después de aceptar, con amabilidad e interés, tres preguntas –que inicialmente eran cuatro, pasaron a dos y terminaron siendo un promediado tres-, Bachelet se despidió sin atender la petición de dos periodistas que se pusieron de pie para denunciar las violaciones al derecho a la información. A la salida, personal de protocolo del aeropuerto guió a los reporteros a la salida por un salón distinto a la entrada principal. En un espejo del cuarto estaba rotulado el mensaje “Aquí no se habla mal de Chávez”. No se sabe si Bachelet entró y salió por ahí, pero en su declaración final hizo caso a este mandato.

Familiares denuncian desaparición forzada de Rodríguez Torres

Familiares del exministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres hacen un llamado a la Alta Comisionada de Naciones Unidad, Michelle Bachelet, para que conozca su caso y se les permita visitarlo y saber con exactitud su lugar de reclusión.

En una carta los familiares aseguran que han pasado más de 50 días de absoluta incomunicación de Rodríguez Torres, de «quien lo último que se supo y, reposa en su expediente, fue el supuesto traslado desde Dgcim hasta el Regimiento 35 de la Policía Militar en Fuerte Tiuna».

Denuncian que tanto como a ellos como a sus abogados se les ha impedido la información y tampoco se les ha confirmado el traslado, «por lo que desconocen su paradero y su condición de salud, y las autoridades responsables de su custodia no han ofrecido ninguna información al respecto, lo que suma más irregularidades a un proceso plagado de vicios, de retardos procesales, denegación de justicia y de violación al derecho a su defensa».

En el escrito señalan que desde el 27 de abril de este año, Miguel Rodríguez Torres se encuentra desaparecido y que a pesar de que tiene orden médica para traslado a un Hospital para intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos, no han sido tomadas en cuenta por las autoridades, «poniendo en riesgo, por si fuera poco, su derecho a la vida».

Posteriormente el 7 de junio, los abogados del también exdirector del Sebin, ejercieron un recurso de Habeas Corpus, para que las autoridades judiciales realicen las acciones necesarias para conocer su paradero y exigiendo una fe de vida ante la negativa de ofrecer respuestas.

«Hasta el momento se han enviado comunicaciones tanto a la Fiscalía Militar como a la Fiscalía de Derechos Fundamentales, a la Defensoría del Pueblo y al propio Tribunal de Control y Garantías que es el garante de su seguridad», informan en la carta los familiares de Rodríguez Torres.

Además indican que han elevado este caso a organismos internacionales quien se encuentra en «desaparición forzada. Además, sobre Miguel Rodríguez Torres recae una medida cautelar de la CIDH, como en otros detenidos en la Dirección de Contrainteligencia Militar».

Es por esto que ratifican su llamado a la comunidad internacional y a Michelle Bachelet, como Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, para que conozca el caso y lo atienda.

El poder político jamás se entrega por las buenas, muchacho. Por Carlos Alberto Montaner

JOSÉ GUERRA Y TOMÁS GUANIPA han sido inhabilitados como parlamentarios. Guerra es un eminente economista. Fue una decisión del Tribunal Supremo de (In)Justicia que preside Maikel Moreno en Venezuela. Moreno, antes de hacerse abogado era policía de la Disip y fue guardaespaldas del presidente Carlos Andrés Pérez. 

El plan de Maduro es bastante obvio y fue perfilado por sus asesores cubanos en diciembre de 2015 cuando la oposición obtuvo dos tercios de los diputados, porcentaje que le permitía cambiar a los magistrados venales al servicio del oficialismo. 

Maduro, a partir de 2016, asustado, decidió gobernar por medio del obediente Poder Judicial y, en consecuencia, eliminó a tres diputados indígenas de la Amazonía mediante un pretexto baladí. Esos tres diputados hacían la mayoría calificada que la oposición necesitaba para adecentar el Poder Judicial. No pudieron o quisieron sostenerlos. El TSJ declaró en desacato a la Asamblea Nacional hasta que cedió y los diputados admitieron la primera poda.

En el verano de 2017 Maduro, siempre bajo instrucciones de los cubanos, creó otro cuerpo deliberativo llamado la asamblea nacional constituyente. El objeto era promulgar una nueva Constitución sin recovecos liberales. A principios de 2018 los chavistas se retiraron de la Asamblea Nacional con el pretexto de una violación del reglamento. Siguió, entonces, el desafuero de los diputados demócratas. Había comenzado cuando eliminaron a los tres diputados de marras. Ya son una veintena. Cuando haya menos parlamentarios demócratas que chavistas, Maduro probablemente hará regresar a sus huestes a la AN con el objeto de maniatarla, callarla o disolverla definitivamente. 

A partir de ese punto gobernará con una nueva Constitución calcada del modelo cubano, que a su vez sigue de cerca la que Stalin hizo promulgar en 1935. Allí se dirá, como en la carta magna de la isla, que cualquier regla o legislación estará subordinada al modelo “socialista” y a las autoridades del Partido Socialista Unido de Venezuela. 

Cuba confía en que, con el tiempo, cambiará el panorama internacional adverso que hoy predomina, y Venezuela, como le sucedió a la isla, deje de ser una anomalía y todos se acostumbren a la presencia de un narcoestado corrupto del que haya escapado 20% o 25% de la población. Ya lo ha hecho 15%.

La oposición, hoy mayoritariamente dirigida por Guaidó, aunque cuenta con 85% de apoyo popular, tiene poco margen de maniobra. De nada le vale pedir una intervención militar o humanitaria si previamente no está pactada. Su mejor baza es pedirle ayuda a Estados Unidos –como sugiere el experto nicaragüense Humberto Belli– para iniciar la lucha armada con el concurso de los más de mil militares exiliados en Colombia. Al fin y al cabo, Venezuela cuenta con tres importantes fronteras terrestres: Colombia, Brasil y Guyana, y una frontera marítima asomada al Caribe en la que hay islas holandesas y británicas. 

Ante la negativa de Maduro a someterse a unas elecciones realmente libres y transparentes, el presidente Guaidó, invocando el artículo 350 de la Constitución vigente, puede reclamar el derecho a la beligerancia y terminar con la fantasía de unas elecciones libres y transparentes. Y si Washington fue capaz de crearle a Guaidó el respaldo diplomático de casi sesenta países, muy bien puede darle el espaldarazo para que los propios venezolanos conquisten con las armas el destino democrático y libre que les niegan La Habana y Maduro.

En todo caso, es suicida que los latinoamericanos se crucen de brazos ante la inmensa tragedia de los venezolanos. Ya han escapado del país más de 4 millones de personas y es muy posible que se desate una hambruna que mate a otros tantos. Maduro y sus cómplices no van a entregar la autoridad solo porque la sociedad lo demande. Fidel se lo dijo a Chávez repetidas veces: “El poder político jamás se entrega por las buenas, muchacho”. Hay que conquistarlo a cañonazos. 

El último libro de CAM es una revisión de Las raíces torcidas de América Latina, publicada por Planeta y accesible en papel o digital por Amazon.

 

@CarlosAMontaner

El Nacional 

Hijo de Baduel confirma el traslado de su padre de Ramo Verde a Fuerte Tiuna

Adolfo Baduel a través de su cuenta en la red social Twitter @jbaduel, confirmó lo que en la tarde de este miércoles era un rumor: que su padre el general en jefe Raúl Isaías Baduel, había sido trasladado del lugar de prisión Ramo Verde a una cárcel de máxima seguridad, ubicada en Fuerte Tiuna.

El exministro de defensa fue detenido el 3 de abril de 2009, por órdenes de su compadre y amigo Hugo Chávez y en mayo de 2010 fue condenado a 8 años de prisión.

Su hija, Margareth Baduel también hizo la denuncia a través de un video publicado en las redes sociales, donde aseguró que su padre es objeto de una desaparición forzada. 

Exigen verlo porque habría información cruzada sobre su paradero. En un principio desde la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia en Plaza Venezuela, les confirmaron el traslado y también en las instalaciones de la policía política, pero luego cambiaron la versión.

 

Carlos Rengifo: el coreógrafo de las alturas en Caracas

@franzambranor / Fotos: Cortesía Carlos Rengifo / Vídeo: : Abrahan Moncada @Monkda92

Al igual que el francés Phillipe Petit entró disfrazado de contratista al World Trade Center de Nueva York cuando cruzó caminando sobre un cable las torres gemelas en 1974, el petareño Carlos Rengifo ingresó vestido de obrero a la estructura este de Parque Central el 16 de diciembre de 2016 para hacer skywalking.

Carlos se enorgullece de hacer esta actividad en Venezuela, la cual consiste en colgarse de edificios sin protección alguna y hacerse fotografías y videos mostrando la belleza, pero también el lado desagradable de grandes ciudades como Caracas.

Algunos le preguntan que si está loco, que si tiene una conducta suicida. Él se limita a sonreír y dice que es un showman, que le gusta hacer performances al aire libre, que es un artista de calle y también un atleta. “Me gusta mostrar lo bello y lo temible de Caracas, la fiereza de la ciudad”, dijo.

Carlos comenzó haciendo parkour, una disciplina conocida como “el arte del desplazamiento” y proveniente de la palabra francesa parcours (recorrido) y free running, actividad similar al parkour pero que incorpora acrobacias en espacios urbanos.

Hace siete años, cuando acababa de cumplir 18, hacía ejercicios en su casa y se dio un golpe en la cabeza. Quedó inconsciente por un par de horas y al momento de despertar le vino una especie de epifanía.

“No fui al médico, no sé por qué. Luego de eso comencé a soñar que estaba volando o colgando de lugares, sentía como premoniciones y me di cuenta que debía atreverme a hacer algo más osado”, dijo Rengifo.

Carlos colgado de la torre de Parque Central

 

El Sebin hasta en las alturas

Antes de hacer su perfomance en la terraza de la torre de Parque Central hace tres años, Carlos visitó el lugar en reiteradas oportunidades. Iba solo y acompañado. Decía que iba a hacer una diligencia a un ministerio. Su objetivo era estudiar el lugar, evaluar las condiciones de la estructura, el viento en las alturas, la temperatura, cualquier detalle que le permitiera hacer de su ejercicio un mejor espectáculo visual. “Cuando voy a un sitio lo estudio al menos un mes, pero una vez que subo no me tardo en ejecutar lo que llevo en mente. Primero para que las autoridades no se percaten de que estoy allí y segundo porque si piensas mucho te congelas del miedo”.

Después de cuatro semanas de ensayar su aventura en el edificio más alto de Caracas. Carlos y un fotógrafo emprendieron el camino hacia la cúspide. Fueron 60 pisos y 225 metros. Escaló, trepó, hizo piruetas y fue blanco de decenas de fotografías por cinco horas. Pero el recorrido no concluyó allí, según Carlos cuando se disponían a descender funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) los interceptaron. “Nos robaron los equipos, nos trataron como terroristas, apenas pude salvar una foto”.

La misma dinámica, esta vez sin la interrupción del Sebin, la llevó a cabo previamente en octubre de 2016 en el Centro Financiero Confinanzas en La Candelaria, mejor conocida como “La Torre de David”. “En esa tuvimos menos problemas para entrar, esa tiene 46 pisos y 146 metros de altura. Incluso me pude hacer fotos con una amiga”, dijo Carlos.

Carlos sabe que al ingresar a un edificio sin permiso está violando las leyes municipales y de condominio, pero a la par está claro que sí explica lo que va a hacer jamás le permitirán el acceso, por eso la osadía. “Me gustaría que las ciudades apoyaran más a artistas como nosotros, no buscamos hacerle daño a nadie”.

Carlos desafiando a la muerte en la «Torre de David»

 

 

 

La preparación

Antes de trepar a una estructura vertical de concreto, Carlos corre, ejercita mucho las piernas, hace yoga, parkour, free running, se cuelga de ganchos y hasta medita. “Entreno de cuatro a cinco horas diarias, especialmente las piernas, hay que tener mucha fortaleza para no caerse o tropezar porque en esos espacios puede ser fatal”.

Empezó a sentir deseo por el vértigo cuando le hablaron de trabajar como limpia vidrios de edificios en Caracas. “Allí certifiqué que me gusta la adrenalina que se siente en las alturas. Limpiaba vidrios de varios hoteles. Era un trabajo muy bien pagado antes porque implica mucho riesgo”.

También siente que personas como Phillipe Petit y el ruso Oleg Sherstyachencko, precursor del skywalking en el mundo, lo inspiran. Asimismo el estadounidense Alex Honnold, quien en 2017 escaló sin protección ni seguridad la formación rocosa de 900 metros de altura de El Capitán en el Parque Nacional de Yosemite en California, Estados Unidos. “Con Oleg he hablado por teléfono, es el gurú de todo esto y Petit es una leyenda. Antes de lo de Nueva York ya había caminado entre las torres de Notre Dame. He visto el documental y la película de cuando cruzó las torres gemelas decenas de veces, ese hombre es historia pura”.

Carlos involucra a osados performers a su desafío a las alturas

 

Expectativa y realidad

Carlos no pudo terminar sus estudios de fotografía porque carecía de medios para hacerlo. Sus padres le apoyan en esta nueva aventura, aunque confiesa que a su mamá no le dice toda la verdad de lo que hace. “Ella como toda madre se asusta”, dijo entre risas. Entiende que para seguir con su show urbano necesita algo de patrocinio. “Me gustaría recibir el apoyo de alguien y poder representar a Venezuela en el extranjero”.

En su casa de Caucaguita sueña con volver a Parque Central. “Es una espina que me tengo que sacar porque perdimos casi todo el material audiovisual”. También quiere hacer lo propio en la torre La Previsora de Caracas, el puente sobre el Lago de Maracaibo y hasta en el Salto Ángel. “Sería alucinante guindarme de un helicóptero sin protección”.

Carlos sabe que los sueños altos se alcanzan con determinación, esa misma que siente cada vez que se trepa a un edificio sin arnés ni protección alguna, únicamente con su genuina pasión por el vértigo.

Entrevista | Lorent Saleh: Confío en mis hermanos de la generación de 2007

Cuando Rosmit Mantilla salió del Sebín, en noviembre de 2016, Lorent Saleh se preguntó “¿por qué yo no?”. Casi tres años después están los dos juntos en París, compartiendo la misma pantalla en una llamada por Skype, para una entrevista con Runrunes.

Los dos sentados uno al lado del otro y vestidos de camisa con colores oscuros, dan cuenta del cansancio por el ajetreo de la semana que los hizo reunirse con diferentes personalidades del mundo político de Francia, exponer la crisis venezolana ante el Senado, encontrarse con activistas de Amnistía Internacional y con parte de la diáspora venezolana.

Su propósito es denunciar las violaciones a los Derechos Humanos de las que fueron víctimas mientras estuvieron detenidos en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Caracas y de lo que otros de sus compañeros sufren.

Rosmit Mantilla, diputado de Voluntad Popular, estuvo preso desde el año 2014 hasta 2016, acusado por el Gobierno de Nicolás Maduro de financiar las protestas estudiantiles. Lorent Saleh  también estuvo preso desde 2014 hasta 2018, acusado igualmente por el régimen de Maduro, de recibir entrenamiento paramilitar y planificar atentados en Venezuela desde Colombia. 

Lorent Saleh destaca, con su voz calmada, que no es lo mismo hablar de cifras que contar de primera mano todo lo que sufren. Mantilla agrega que tratan de convencer que “estamos en una dictadura a través de la narrativa de la tortura como política de Estado. Explicamos desde nuestra vivencia, la práctica de tortura, cómo ocurre, de que no son hechos aislados, de que es política de Estado”, agrega Mantilla.

Insistieron ante los políticos franceses que la crisis venezolana no es algo de “derecha o izquierda”, que es un tema de emergencia humanitaria. Al mismo tiempo le dan su voto de confianza a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y confían en el trabajo de la dirigencia opositora, especialmente de la llamada generación 2007.

– ¿Cómo fue el reencuentro entre ustedes dos?

Lorent: La última vez que nos vimos yo estaba encerrado en la celda, Rosmit estaba castigado. Cuando sales de prisión o despides a alguien los sentimientos que se cruzan en ese instante son muy fuertes. Está la gente que se queda ahí, y del otro lado de la reja es la alegría de que tu amigo va a poder estar con su familia, pero también está el “por qué yo no”. Después decir qué miserable soy, porque es cuestionar y por qué yo no. Es duro y ahí no importa si es preso político o común, ahí hay humanos que sufren.

Encontrarnos a miles de kilómetros y ver que a pesar de lo que nos hicieron no nos quebraron y que seguimos adelante, es bonito.

Rosmit: Hay un tema asertivo muy importante, en mi caso por supuesto defiendo a todos los presos políticos, pero hay afectos. Ahora después de ver a Daniel (Ceballos) y a Lorent puedo decir que me siento en libertad.

– ¿Seguirán trabajando juntos o cada uno tiene agendas distintas?

Rosmit: Las dos cosas. Habrá compromisos por individual, yo soy activista LGBT, cada uno desde su terreno. Ahora me doy la mano con Lorent para trabajar en algunas cosas, por ejemplo, una de nuestras peticiones al Senado es que Francia impulse ante la Corte Penal Internacional (CPI) la investigación preliminar en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Francia tiene competencia para juzgar a Nicolás Maduro por tortura. Eso vamos a comenzar a trabajarlo desde ya.

– Quería aclarar ese punto sobre Francia y que juzgue crímenes de lesa humanidad fuera de su territorio ¿Cómo se aplicaría en el caso de Venezuela?

Rosmit: Francia solo tiene jurisdicción para procesar delitos de tortura. Mi caso es como una punta de lanza porque yo soy protegido de esta República. Hay que seguir investigando con los abogados para poder plantear estos casos.

Lorent: Hay tres puntos importantes con Francia. El primero es que nos ayuden a impulsar la investigación ante la CPI. Estamos pidiendo ir un poco más allá y que nos ayuden a hacer presión. Lo otro es ejercer la justicia universal, quizás puedan juzgar crímenes de torturas, como el caso del diputado Rosmit. Además queremos el apoyo de la Asamblea de Francia para la Asamblea Nacional de Venezuela que está en grave peligro.  

– ¿Creen que la diáspora venezolana debe participar más en la política de esos países donde están para poder ayudar a Venezuela?

Lorent: La diáspora ha sido clave en mover la conciencia internacional. Hay que reconocer y reivindicar el trabajo de la diáspora, porque ha habido venezolanos en todo el mundo denunciando lo que pasa, incluso desde que llegó Chávez. Lo que debemos lograr es sacar el tema de Venezuela del marco de derecha o izquierda, porque la situación no es tan simple, es un asunto de emergencia humanitaria.

Estamos frente a una corporación criminal que ha secuestrado los poderes del Estado venezolano para desde ahí promover toda su accionar ilícito. Porque no estamos peleando solo contra Maduro y contra Diosdado, estamos peleando contra Rusia, Irán, Turquía, Cuba, Corea, el ELN, Hezbolá, el narcotráfico. Es bien complejo.

Rosmit: Tuvimos una sorpresa grata en el Senado y es que los senadores de mayoría republicana, que pensaba que no era de su interés, estaban al tanto en detalle de lo que ocurre en Venezuela. Eso habla del cambio de mirada de la comunidad internacional hacia Venezuela. Ha habido un cambio de conciencia que lo trajo la diáspora. Es un trabajo magnífico en torno a esto.

– Cuando hablan con los políticos sobre el tema de Venezuela, incluyendo el narcotráfico, ¿Cuál ha sido la respuesta?

Lorent: Hay cosas que cuesta entender desde un sistema democrático y de Estado de derecho, pero hay una preocupación real. Ciertamente queda mucho trabajo por hacer de investigación y análisis. Esa es otra parte del trabajo que no es visible y que ocupa la gran parte del tiempo. Es documentar, investigar, analizar, estructurar, darle seriedad a cada denuncia. Eso es un trabajo fuerte, que hacen muchas personas que están allí junto a nosotros trabajando.

Lorent, ¿Tiene aspiración para ejercer un cargo político?

No, estoy enamorado de los derechos humanos. De repente lo que para un dirigente político significa ganar un espacio en la Asamblea Nacional, es para mi lo que significa llegar a la ONU y sentarme con Bachelet. Ambas importantes para el juego democrático. Me siento muy feliz defendiendo los Derechos Humanos. Creo que es donde mejor puedo aportar. Confío en el trabajo que está haciendo buena parte de la dirigencia política venezolana. Hay dirigentes buenos, nobles, comprometidos con la democracia. La generación 2007 ha estado ahí. Confío en mis hermanos, lo que pueda hacer por ellos, voy a estar y lo que yo pueda hacer en materia de Derechos Humanos, los voy a llamar para que me ayuden también.

– Aparte de la representante diplomática en Francia, ¿Se han reunido con otros representantes diplomáticos de Juan Guaidó? ¿Cuál es su situación?

Lorent: Sí, en mi caso por el trabajo que me ha tocado hacer y por un compromiso con el gobierno de transición de Juan Guaidó. La situación es difícil porque por un lado tienen que enfrentarse al poderío diplomático de Rusia, China y Cuba. Sumar los representantes de Maduro y escuchar las necesidades de cada uno de los venezolanos que llegan a esos países.

Los embajadores quieren hacer más pero todavía no se dan las condiciones. Es duro el trabajo que hacen. Creo que Isadora (Zubillaga, representante diplomática en Francia) es un hermoso ejemplo de lo que es un trabajo exterior de altura y seriedad.

Rosmit: Quiero agregar que el trabajo de Isadora simplemente es una gran muestra de quienes conforman el equipo de Gobierno del presidente Guaidó. Un gobierno profundamente democrático, que evalúa todas las alternativas democráticas que ofrece el sistema de justicia internacional para lograr el cese de la usurpación.

– Pero ¿Cómo evalúan la dualidad de estos Gobiernos que reconocen a los representantes diplomáticos de Guaidó pero que al mismo tiempo se reúnen con los diplomáticos de Maduro?

Lorent: Una cosa es la política exterior y otra la política nacional. No se puede pretender llevar la política exterior como una campaña para la gobernación de Yaracuy. Es más delicado y hay que ser comprensivo con cada gobierno y ser inteligente para poder avanzar. Los representantes de Maduro podrán estar ahí en un edificio con una bandera, pero la legitimidad la perdieron hace rato. Cada vez son más execrados de la vida política de estos países.

– Visitaste México, ¿con quién te reuniste allí? ¿Con la oposición a Andrés Manuel López Obrador o también con sus partidarios?

Lorent: La primera mitad de la semana tuvimos conversaciones bien profundas con representantes del Gobierno de México. La segunda mitad de la semana se subió el tono con la ayuda de las fuerzas políticas democráticas en México. Por eso fue que me tocó hablar en el senado. Fue bonito porque la oposición estuvo ahí presente y aunque tienen diferencias entre sí, están todos unidos en torno a la causa democrática venezolana.

Incluso seguidores de AMLO se pronunciaron a favor de la democracia venezolana. Yo me sentí más o menos, salvando algunos elementos en el contexto. Pero ir ahora a México fue como cuando me tocó ir a Colombia en el 2014 y me secuestraron. Es arena movediza y trabajar en esas condiciones es un riesgo muy elevado, pero bueno hay que asumirlo.

– Consideras que la posición de AMLO es a favor de Nicolás Maduro…

Lorent: Por lo menos no es a favor de la democracia. Todavía no. Lo que no quiere decir que dejemos de hacer el trabajo.

– ¿Cómo ven las posibles negociaciones en Noruega?

Rosmit: Claro que vamos desconfiados porque tenemos precedentes de lo que hace el ex presidente Maduro en estos escenarios. Pero tenemos que asistir a toda convocatoria que pudiese abrir el paso a una transición democrática en el contexto que plantea nuestro presidente Guaidó, cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.

La aproximación que se lleva en Oslo no frena la agenda del presidente Guaidó. Vamos a atender cualquier llamado de cualquier nación democrática que quiera ayudarnos a solucionar el problema de Venezuela. El gobierno del presidente Guaidó no tiene complejos para recibir ayuda. Mientras que sea para negociar la salida pronta de Maduro pues estoy seguro que nuestro presidente tendrá ahí a los mejores para exponer nuestras condiciones. Solo si se da este tipo de reuniones, para contextualizar, para ponerle fecha, día y hora a la salida de Maduro.

Bony Pertiñez denunció robos en su vivienda tras escape de Simonovis

LA ABOGADA BONY PERTIÑEZ de Simonovis denunció robos y el allanamiento ilegal de su vivienda, luego de que su esposo, el comisario Iván Simonovis, evadiera el arresto domiciliario el jueves 16 de mayo.

A través de las redes sociales, Pertiñez de Simonovis indicó que funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), cuerpo encargado de la custodia de su esposo, allanaron su vivienda de forma ilegal debido a que no existe una orden de la juez de ejecución que lleva el caso.

Ropa, zapatos, electrodomésticos y joyas, entre otros objetos, fueron sustraídos de la casa, según la información que pudieron obtener. “Imperdonable tanta arbitrariedad”, sentenció la abogada.

Esta es la tercera denuncia que realiza Pertiñez luego de la huida de Simonovis. Funcionarios del Sebin permanecen en la vivienda desde el jueves 16, y ese día prohibieron al abogado Joel García ingresar a la casa para constatar el estado de la misma.

 

 

Uno de los abogados del comisario, Enrique Perdomo, denunció recientemente que los oficiales le manifestaron que “no podría ingresar a la vivienda hasta nuevo aviso, debido a que se están determinando los datos suficientes para esclarecer la fuga de su defendido”.

Perdomo señaló que “violentaron los cilindros de la casa con un cerrajero. Yo vine hoy (al Sebin) para hablar con el comisario y me dijo que por los momentos están en una fase de investigación por lo cual no me pueden dejar entrar a la vivienda”.

Simonovis huyó del país el 16 de mayo, luego de recibir un “indultos presidencial” por parte de Juan Guaidó, quien ejerce como mandatario encargado del país desde el 23 de enero. En la operación participaron funcionarios del Sebin, según dijo Guaidó, como parte de la Operación Libertad.

 

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