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Henrique Capriles respondió al papa: “No es verdad que la oposición esté dividida

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El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, descartó reanudar un proceso de diálogo con el gobierno que tenga mediadores parcializados.

“Escuché unas declaraciones del papa, que habla de que la oposición está dividida, eso no es verdad. Habla como que si unos quisieran dialogar y otros no. Los venezolanos todos queremos dialogar, pero no estamos dispuestos a un diálogo ‘Zapatero”, afirmó el dirigente opositor desde la vigilia convocada por los estudiantes en homenaje a Juan Pablo Pernalete y todos los caídos en protestas.

El líder opositor le recordó al pontífice que en Venezuela hubo un golpe de Estado perpetrado por el gobierno y que por las manifestaciones para exigir la restitución del orden constitucional han sido asesinados más de 30 venezolanos, hay cientos de heridos y más de 1.400 detenciones arbitrarias.

“La propia fiscal de la República reconoce la ruptura del orden constitucional y además la no existencia del debido proceso en la mayor parte de los casos. En infinidad de casos la Fiscalía pide la libertad porque no hay ningún elemento para mantener una orden de privación de libertad y el tribunal hace caso omiso o el Sebin hace caso omiso”, agregó Capriles.

Pidió a la canciller Delcy Rodríguez y a los representantes del gobierno respetar el dolor de los familiares de Pernalete y de todas las víctimas.

“Vaya y dele la cara a los familiares de quienes han sido asesinados. Eso merece una condena de todos los venezolanos (…) Para nosotros la muerte de un venezolano nos duele, no nos interesa saber de qué partido político era para darle valor o no darle valor a la vida, como hace este gobierno. No vamos a permitir que el odio que tienen esos funcionarios, que están completamente fuera de sí, entre dentro de nosotros”.

 

Twitter permite silenciar palabras o nombre de usuario para evitar el acoso

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Twitter anunció hoy nuevas medidas para luchar contra el acoso, entre ellas poder silenciar cualquier palabra o nombre de usuario de manera que no aparezcan nunca en la línea de tiempo.

La red de “microblogging” introdujo los primeros filtros de palabras el pasado año, pero sólo eliminaban las palabras o los nombres de usuario de la pestaña de notificaciones: los tuits que las contuvieran seguían apareciendo en la línea de tiempo.

Con los cambios hechos públicos hoy los filtros también tendrán vigencia en el torrente general de tuits.

Además, el usuario podrá decidir si esos filtros se mantienen activos un día, una semana, un mes o de forma permanente.

Asimismo, se podrán silenciar las cuentas que tengan como foto de perfil el avatar de Twitter (usuarios conocidos como “huevos”) o a aquellos miembros que no hayan asociado a su cuenta un correo o número de teléfono verificados, medidas con las que espera frenar y desalentar a los troles, cuya actividad tóxica es uno de los principales problemas de la red.

A través de las notificaciones de la aplicación móvil, la compañía informará a los usuarios que reporten comportamientos abusivos de que ha recibido la denuncia y, en el caso de que decida actuar contra esas cuentas, del resultado de su intervención.

Palabras van, procacidades vienen, por Antonio José Monagas

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Animado por la defensa de una tesis de moral social, Alejandro Dumas afirmaba que “por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad”. Tal consideración, luce oportuna para aludir al agobiante verbo presidencial casi siempre construido sobre alabanzas a su gestión, cargadas de infamias y insolencias a quien vive desde la oposición política. De resto, “palabras van, mentiras vienen” como enamorando a una mujer llamada Venezuela que ha perdido su credulidad por los desengaños sufridos y los maltratos padecidos por el verbo nauseabundo y la acción violenta inferida por tan osado “galán”. Y no podía ser de otra manera por cuanto la actual gestión de gobierno ha venido haciéndose a partir de desvergonzadas improvisaciones y atrevidas decisiones que escasamente conducen a paliar problemas en medio de tan críticas situaciones. Porque entre problemas mal definidos y conflictos mal entendidos, se han desvanecido los esfuerzos aludidos como parte de un proyecto político de gobierno que, en el plano electoral, apenas sirvió para convocar la voluntad de un pueblo estimulado por el llamado de una presunta “revolución” y que pretendió justificarse mediante perturbaciones al Estado de Derecho entendido como base fundamental de una sociedad democrática y ciertamente participativa.

No puede negarse que la arenga presidencial, ha sido manifiestamente indecente. Tan atropellada oratoria, ha devenido en un proceso de regresión política por el cual se han retraído las esperanzas de quienes, en anteriores sufragios, han demostrado convicciones democráticas a través del “único” mecanismo directo de participación política como es el voto. Todo ello, pese a haber sido objeto de repugnantes manipulaciones que han acomodado y ascendido a quienes han buscado aprovecharse aún más del poder para beneficio personal.

El toque de “populacherismo” que ha caracterizado la actual gestión de gobierno, por más “revolucionario” que pretenda ser, acicaló una veleidosa y hasta peligrosa convergencia entre el poder militar y el poder civil. No obstante, su riesgo –más allá de la ideología “bolivariana” que pudo sustentar el moribundo proyecto político del grotesco socialismo del presunto siglo XXI – ha generado un inmenso temor que frenó abiertamente el ingreso de capitales al país en comparación no sólo con anteriores períodos. Sino también, con la menguada transferencia de divisas que hoy castiga a una economía de infundados criterios y volubles decisiones. Y a ello, la excusa que mejor consiguió el régimen para continuar con su burla de postín, fue llamar a tan patética situación “guerra económica”.

La efervescencia de un populismo acentuado por el efecto de una perversa “polarización” política, tanto como por el ascenso al poder político de una cerrada clase de militares afectos al Presidente, por razones distintas de las que puede caracterizar un nombramiento de tal responsabilidad, desvirtuó la palabra empeñada a lo largo de una retórica agobiante y vulgar. Y todo, para nada o para peor. Menos ahora cuando las realidades políticas, en las fronteras que marcan los tiempos actuales, hacen ver como pura farsa. O dicho de otro modo: palabras van, procacidades vienen.

 

@ajmonagas

¿Palabras que infunden terror? por Antonio José Monagas

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No siempre las realidades pueden interpretarse según sus apariencias. Aunque es sabido que las apariencias engañan, no todas son lo que su exterioridad permite inferir a primera vista. Al menos, hasta tanto un nombre o una palabra le endilgue el sentido que merecen. Es decir, la existencia de todo cuanto gira alrededor del ser humano en aras de su crecimiento, desarrollo, madurez y ocaso, adquiere razón, contenido, explicación y justificación, toda vez que su existencia se corresponde con un nombre o una palabra que dignifique su esencia y trascendencia. Su prestigio y fuerza es, precisamente, función de todo ello. O sea que nada escapa de la palabra, pues su significación es expresión de la denominación que califica todo aquello que exalta la vida del hombre en lo político, social y económico. Pero también, en lo cultural, emocional y espiritual.

 

El ejercicio de la política, se presta mucho para desvirtuar el significado de las ideas. Y por tanto, de las palabras. Justamente, es lo que alimenta al populismo debido a que su praxis se apoya en discursos para los cuales los compromisos, en tanto palabras sueltas y aventuradas, apenas alcanzan a verse y sentirse como tétricas aspirantes a una dignidad que sólo una concepción clara y precisa es capaz de situarla ante el firme camino hacia el logro esperado. De ahí que el populista se aprovecha de su torpeza al convertir la palabra en cualidad política para así jugar a la mediocridad con quienes, por cándidos, desinformados o ignorantes, se atraviesan en su raudo tránsito. Tránsito o ruta ésta, en donde hace de exterminador de esperanzas y usurpador de sueños.

 

La iracunda bulla de parlamentarios del oficialismo en las sesiones de la Asamblea Nacional, convocadas con propósitos institucionales, dada su condición de poder público con la autonomía que la Constitución le endosa en tanto que es uno de los principios que caracterizan al Estado de Derecho, es reveladora de problemas asociados a estas razones. Problemas que además dan cuenta del escabroso miedo que estos padecen al verse en la antesala de sus últimos escarceos legislativos.

 

Desde luego, ese temor o pavor que los tiene y mantiene aturdidos y casi impedidos de concatenar ideas que les permita estructurar una defensa políticamente hilvanada de los proyectos que, aunque torcidos, propugnaron en su momento, desenfocó por entero su visual de las realidades. Ahora, pretenden hacer parlamentarismo a gritos, al peor estilo chicharronero, de modo chabacano, a desdén de elementales normas de convivencia ciudadana y avenencia político-legislativa, al margen de valores que exalten respeto, tolerancia y educación moral y cívica, entre otros males no menos cuestionados que dejan pésimamente parado al país ante el resto del mundo.

 

El presidencialismo acostumbró a los representantes del partido de gobierno, a actuar con la alevosía y premeditación propia de cualquier pandillero cuando, por sentirse guapo y apoyado, amenazan a cualquiera valiéndose del carácter grosero, bravucón y soberbio que los caracteriza.

 

La causa que dio lugar a la primera discusión del proyecto de Ley de Amnistía y de Reconciliación Nacional, presentado por la bancada parlamentaria de la Unidad Democrática, fue ocasión para que los diputados del oficialismo volvieran a dar cuenta del talante marginal que es propio de quienes se valen del poder gubernamental para trastocar leyes. Incluso, la Constitución Nacional. Por todo lo que sus actitudes reflejan, pareciera que estos diputados, tanto como el resto de funcionarios en todo el país, se rigen por una normativa que desmerece de los principios y valores sobre los cuales se fundamenta el civismo, la convivencia ciudadana, la moralidad y la ética pública. De hecho, la malcriadez que demuestran cuando se consiguen con realidades que no se alinean con su altanería y petulancia, los enceguece y ensordece de cara a las verdades, necesidades y reclamos que la población o el país en general les hace.

 

El miedo que estos personajes viven al sentir que su final se acerca, los ha idiotizado tanto que reaccionan fuera del ámbito de racionalidad y de inteligencia, así como en contraposición con sentimientos y esperanzas de democracia y de libertades. O como dijera el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, “(…) no podrán seguir sosteniéndose de espaldas a la realidad nacional ni que nos metan presos, ni que nos amenacen con fusiles, ni que nos atropellen (…)”. Quizás en ellos se desataron otros miedos. No sólo a la justicia que, en su momento, sabrá actuar contra decisiones que han mancillado la dignidad del venezolano, tanto como la seguridad y el desarrollo de la nación.

 

También a la palabra libre, por cuyo miedo, se han dedicado a gritar sandeces y estupideces sin posibilidad de articular razones por las cuales podrían haberse valido para alejarse de las debilidades que los oprime y los tiene asfixiados políticamente. Creían que insultando al adversario, justificaban su arremetida de torpeza e indecencia. Lejos de tal presunción, cada insulto que profieren se devuelve en su contra. Esta conducta hace que el país y el mundo entero adviertan que su revolución es simplemente el centro de gravedad del resentimiento que acompaña cada una de las ejecutorias asumidas durante el tiempo que va de siglo XXI. Tanto fue el miedo reflejado ese momento en la Asamblea Nacional, que el sonido que emana de la palabra “Amnistía” o de “Reconciliación”, y que entraña conceptos tan sublimes como vida, justicia, libertad y democracia, fueron para sus oídos expresiones incomprendidas dada su magnitud semántica en el contexto de la  dialéctica democrática. O acaso son para ellos ¿palabras que infunden terror?

 

@ajmonagas

Premios Nobel ofrecieron sus palabras de paz para Venezuela desde la AN

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Los Premios Nobel de la Paz, asistieron el día de hoy a la sesión especial de la Asamblea Nacional para ofrecer sus palabras de paz y hablar de derechos Humanos. Naomi Tutu, Lech Walesa y Oscar Arias coincidieron en que no puede haber democracia en Venezuela con presos políticos.

Lech Walesa, polaco y activista a favor de los derechos humanos, dijo desde la AN que no hay nada peor que salir del libre mercado. Recordó que su país estuvo bajo un régimen comunista con un Estado que manejaba la mayoría del mercado, lo que afectó gravemente a la economía.

Criticó que las grandes riquezas que posee Venezuela no son aprovechadas positivamente, por lo que recomendó a los sectores políticos nacionales a acudir al diálogo y eliminar mecanismos económicos desfavorables. Por último, indicó que Venezuela tiene mucho para dar al mundo.

La hija del arzobispo surafricano Desmond Tutu, Naomi Tutu, aseguró que aquellos gobiernos que opriman a las personas que se oponen a las medidas políticas son un acto contra las democracias de los países.

“No puede haber Derechos Humanos parciales, ni democracias parciales. No podemos tener justicia al menos que tengamos justicia para todos”, declaró durante su toma de palabra en el salón protocolar de la Asamblea Nacional.

Naomi Tutu reiteró que si hay críticas de cuando las cosas no están saliendo bien un país no se les puede catalogar como enemigos del país.

Por su parte, Oscar Arias, aseguró que el primer paso para la reconciliación nacional no es la exclusión de sectores políticos adversos, sino la libertad de los presos políticos.

El ex presidente de Costa Rica advirtió que Venezuela atraviesa una emergencia humanitaria consecuencia de políticas equivocadas.

Aseveró que “no puede un gobierno decirle al pueblo decirle que crea en lo que ve sino en lo que dice, porque nadie tolera engañarse a sí mismo”.

Arias expuso en su discurso tres puntos importantes a los que los gobernantes venezolanos deben atender con prontitud: el ámbito económico, el social y la atención a las instituciones públicas.

A su juicio no es posible mantener el modelo económico actual, el cual debe ser reemplazado para solventar la crisis progresivamente.

Aseguró que para la recuperación será necesaria la asistencia de organismos internacional. A su criterio, las ayudas se han demorado por la actitud del gobierno actual, que no toma esta opción por considerarla una agresión a la soberanía.

“No hay soberanía en las pilas de anaqueles vacíos en los supermercados,  No hay soberanía en la zozobra de los diabéticos sin la insulina”, cuestionó.

El premio Nobel mencionó que la inseguridad es uno de los problemas de mayor urgencia para los venezolanos, por lo que exhortó a ambas bancadas políticas dedicarse a corregirlo.

 

*Con información de El Nacional

 

Aventuras y desventuras de la palabra por Marcelino Bisbal

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Diría que casi todas las leyendas indígenas, hasta el escrito del Génesis bíblico o del Popol Vuh, narrándonos el origen del hombre y lo que vendría después de su aparición, comienzan describiendo que al ser humano una vez puesto en la Tierra, de inmediato le es dado el logos, es decir la capacidad de pensamiento y las palabras para expresar ese pensamiento. El filósofo venezolano José Manuel Briceño Guerrero en un bello libro –El origen del lenguaje– nos recopila una buena cantidad de leyendas en donde vemos cómo el origen del hombre comienza con el don del lenguaje y de las palabras. “El lenguaje es el medio que hace posible la formulación de preguntas y respuestas”. Y Briceño Guerrero remata diciéndonos que “el lenguaje es el lugar de lo humano, en él vivimos, nos movemos y somos”.

Las palabras y el lenguaje pertenecen a una misma dimensión, porque desde ahí expresamos el mundo y su realidad, expresamos al ser humano y sus vidas… El periodista, el escritor, el poeta, el intelectual, el político y el hombre en general emplean esa dimensión para narrar su historia, la historia y, en definitiva, el acontecer ya sea real o imaginario que también parte de alguna forma de lo real.

Por estos días las palabras han sido reconocidas porque ellas han servido para contarnos la realidad de los hechos, muchas veces trágicos y conmovedores, pero también han servido para expresar la belleza que nos rodea y que se nos escapa por el ritmo frenético de la vida del presente. Pero a veces las palabras sirven también para dominar, acallar, ocultar y denigrar. Son como piedras –diría U. Eco– lanzadas desde el poder.

 

1-. “Oír las voces de la calle”

El periodismo es noticia. Parece una contradicción, porque algunos afirman que el periodismo tiene como objetivo dar noticias, transmitir información. Suponiendo que esa idea sea cierta, pues resulta que ahora es noticia. Y lo es porque la bielorrusa Svetlana Alexiyévich ha sido la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015. Primera vez, en la historia de los premios que una reportera de profesión gana el Nobel de Literatura. Alexiyévich ha definido lo que escribe como un trabajo narrativo en donde distintas voces se expresan. No es la opinión de la periodista la que se presenta y la que se nos ofrece, son muchas historias las que se leen, las que se escuchan a través del relato que la cronista nos brinda. En repetidas entrevistas Svetlana ha dicho que “necesita oír las voces de la calle”.

Aun cuando sus libros no han llegado hasta nosotros, al menos en nuestro país, sus críticos apuntan que en su trabajo más conocido Voces de Chernóbil (Siglo XXI, 2006) lo que leemos son las historias de hombres y niños, de ancianos y mujeres, que sufrieron el accidente nuclear de Chernóbil. Relatos contados por esas voces, pero historias al fin y al cabo. Es que el periodismo se nutre de testimonios narrados por los mismos seres humanos, pero presentados por el narrador-informador a partir de su experticia profesional y con alguna dosis de subjetividad. Porque cada quien percibe la realidad con sus matices. El español Miguel Ángel Bastenier (profesor de periodismo de El País y de la Fundación Nuevo Periodismo Gabriel García Márquez) escribía recientemente que el periodista no se debe guiar por su antropología personal, lo que significa dejar de lado nuestras preferencias y manías a la hora de narrar los hechos. Textualmente: “Nadie ha dicho que eso sea fácil; muy al contrario, es una batalla permanente contra uno mismo. Eso es la honradez, cualidad que debe verse coronada por el esfuerzo de dar al lector la versión o representación que a nuestro juicio facilite un mayor y mejor conocimiento de la realidad, aunque sea a sabiendas de que solo puede ser aproximado, porque lo único absoluto es que lo absoluto no existe”.

Otro periodista, Ryszard Kapúscinski, nacido en Polesia –hoy Bielorrusia– ha dicho que no existe diferencia entre periodista, escritor y reportero. Los tres oficios se funden en la búsqueda de historias, en el encuentro con las realidades y los mundos de los otros. “El periodismo, en mi opinión –nos dice Kapúscinski–, se cuenta entre las profesiones más gregarias que existen, porque sin los otros no podemos hacer nada. Sin la ayuda, la participación, la opinión y el pensamiento de los otros, no existimos. La condición fundamental de este oficio es el entendimiento con el otro: hacemos, y somos, lo que los otros nos permiten”.

Bien por esta periodista y por su premio a las palabras y al lenguaje que emplea. Palabras y lenguaje que confluyen para contarnos la historia “del impacto humano de las grandes conmociones de la URSS (…) porque soy investigadora de aquel período”.

 

2-. “Pero estamos aquí para decir la verdad”

No es periodismo, sino poesía. Ella también ha sido noticia. Nuestro poeta Rafael Cadenas se hace merecedor del XII Premio de Poesía Federico García Lorca entre 43 aspirantes de Hispanoamérica y España. El veredicto: “Su obra ha sido siempre lúcida, deliberadamente marginal y muy callada (…) Ha construido una obra intelectualmente muy arriesgada y muy incómoda con cualquier manifestación totalitaria con el poder”.

Rafael Cadenas no solo ha escrito poesía, también se ha destacado como ensayista. Dos textos que hemos trabajado: En torno al lenguaje (1984), donde el poeta nos introduce en lo que para él es el lenguaje y el uso de las palabras. Nos habla de la quiebra del lenguaje, de la gramática contra la lengua, de lenguaje y literatura y de otros temas que conciernen al buen uso del lenguaje. Se trata de un libro escrito con sencillez y sin rebuscamientos académicos, porque “no he escrito estas páginas en postura de quien sabe sino de quien siente. Padezco el tema…”. El otro texto, de tiempo más reciente, Sobre la barbarie (2001), trata del significado de la palabra y luego de la realidad que expresa. Un gran ensayo, en compañía de una variedad de autores que refiere, que intenta aproximarnos a la barbarie de estos tiempos. Entre líneas Venezuela está presente cuando leemos la pregunta: “¿La barbarie de las revoluciones estaría justificada por respaldarla una concepción política?”.

 

3-. La desventura de las palabras

Cuando las palabras y el lenguaje ya no significan nada o son arrojadas sinsentido, no sirven para nombrar la realidad. Las palabras de la jefe del Gobierno del Distrito Capital en estos días: “Sale de su casa, viene con su bolsita, compra y se va para su casa… eso es la revolución, lo que nuestro presidente Maduro ha ordenado, así que vamos a disfrutar de estas colas sabrosas para el vivir, viviendo”. O las del presidente de la República: “Ganaremos como sea el 6-D… solo habrá paz si gana la revolución”. Y otro día llegó a decir: “…Si la oposición gana privatizará la educación, expulsará a los médicos cubanos y aplicarán un shock contrarrevolucionario. En Venezuela no hay oposición sino contrarrevolución”.

¿Qué se puede decir ante esas palabras? La respuesta de Svetlana Alexiyévich: “La dictadura hace que la vida sea primitiva”. O la respuesta de  Rafael Cadenas a propósito de su premio: “Las palabras pierden su valor si no se corresponden con la cosa que designan”.

Las palabras del des-orden están vacías de sentido.

 

El Nacional

Estas fueron las palabras de Lilian Tintori a sus hijos: A veces los héroes están en prisión

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c Ella iba subiendo las escaleras del piso tres hacia el cuatro. Él venía en sentido contrario. “Escuché unos pasos, nos miramos”. El abrazo aquel día fue extenso, sentido.

Desde un avión rumbo a Madrid, la semana pasada, Tintori respondió un cuestionario exclusivo para El Carabobeño.

 

Al estar escuchar la sentencia de 13 años, 9 meses 7 días y 12 horas ¿Qué fue lo primero que le pasó por la mente?

-La confirmación de nuestros peores miedos, que estamos ante un régimen corrupto, ineficiente, antidemocrático y represor que controla los poderes y no permite la autonomía judicial. Pero también tuve la certeza de lo que hemos venido denunciando desde el primer día con mucha responsabilidad.

-Leopoldo López es un secuestrado del régimen, en este proceso no hubo pruebas, no hubo testigos, desaparecieron expedientes, aún y cuando debía ser público el juicio, fue secreto y se descartó el testimonio de los dos testigos más importantes que son justamente los que dijeron que él no mandó mensajes entre líneas para incitar a la violencia, sino que al contrario, se expresó claro, conciso y llamaba a la calma. ¿Cómo será que nunca hemos visto una foto de Leopoldo entrando o saliendo de la audiencia debido a la fuerte custodia que le imponen?

 

¿Qué fue lo último que le dijo López antes de despedirse en el tribunal?

-Leopoldo dijo ese día: «con orgullo recibo estas esposas; no me las quitará ningún juez, ningún fiscal de esta dictadura. Me las quitará el pueblo de Venezuela». Nos abrazamos muy fuerte. La condena en su contra es una injusticia y eso lo sabe el pueblo de Venezuela y el mundo entero. La jueza solo cumplió órdenes de arriba, porque en todas las audiencias del juicio, los testigos solo confirmaron su inocencia y la de los estudiantes enjuiciados.

 

¿Ya le dio la noticia a sus hijos Manuela y Leopoldo? ¿Cómo piensa decirles?

-Es una situación muy dura, porque a un niño le cuesta mucho entender por qué su padre está tras las rejas si siempre le ha comunicado el profundo amor que siente por Venezuela y por su gente, y como sueña con la mejor Venezuela. La gente nos para y nos abraza en las calles, nos transmite su afecto para Leopoldo, nos dicen que admiran su lucha y su valentía, y los niños son testigo de ello, sobretodo mi hija mayor Manuela que tiene 5 años. Ella entiende que la gente lo quiere y se pregunta ¿por qué si la gente quiere a Papi, Maduro lo tiene preso? Yo le he explicado a mi hija Manuela que a veces los héroes están en prisión. No le deseo a nadie la crueldad de esta situación porque es muy difícil explicarles a nuestros hijos porqué su padre está en la cárcel por soñar con un mejor país.

 

La amnistía de ser aprobada por la Asamblea Nacional, igual necesitará ser promulgada por Maduro ¿Cree que ganar la Asamblea sea salida de lo que usted ha denominado dictadura?

-No conozco a detalle el proceso legal de la amnistía. Imagino que iré adentrándome cada vez más en el concepto, pero le puedo adelantar que la amnistía es un perdón a una condena, y en primer lugar aquí nunca ha debido haber condena porque Leopoldo, como quedó evidenciado, nunca cometió un delito. Este fue un juicio fabricado, plagado de vicios procesales de principio a fin en el que nunca debieron siquiera detener a Leopoldo. Así lo  confirmó Naciones Unidas, Human Rights Watch y Amnistía Internacional, cuando pidieron la liberación inmediata de Leopoldo ante la falta de indicios que lo involucraran con lo que alegaba el Ministerio Publico.

-El 6 de diciembre es la puerta de entrada a la democracia. Es cuando los ciudadanos tenemos el deber sagrado de escoger a nuestros representantes a la asamblea y son ellos los que luego estarán facultados para hacer leyes, y exigir el respeto a la independencia de poderes. Es un camino largo, pero que sin duda alguna se inicia el 6D. Es una ocasión para comenzar a cambiar esta realidad de hambre, inseguridad, escasez, colas por una de paz, bienestar y progreso para todos los venezolanos.

 

Una de las cosas que dijo López en el juicio es que si salía libre, se iba de viaje por Venezuela, estaría en el cumpleaños de Manuela, y le pediría que usted se casara por segunda vez ¿Se casaría por segunda vez pese a las consecuencias de esta Venezuela antidemocrática, como usted le define?

-Absolutamente. Hoy estoy más convencida que nunca, porque si antes me enamoré de Leopoldo por sus cualidades, su compromiso y sus valores, hoy le ha sumado un coraje incomparable a esa dosis de amor enorme que yo ya sentía por él. Hoy admiro aún más su capacidad infinita de entrega por los demás y por sus sueños de construir una mejor Venezuela, para que los derechos sean para todas las personas. Leopoldo ha crecido moral y espiritualmente con cada día de sacrificio y solo puedo decir que en esa medida, ha crecido mi amor por él.

 

Chaderton: Quizás fue un error agregar un poco de humor negro a mi declaración


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El embajador ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton, consideró que pudo haber sido un error agregar «un poco de humor negro» a las declaraciones que dio al programa de Venezolana de Televisión, Zurda Conducta.

Chaderton aclaró que el mensaje de fondo de su comentario fue hacer una advertencia a los opositores que apoyan una invasión de Estados Unidos a Venezuela.

«La declaración fue descontextualizada y a partir de esa descontextualización se ha armado un escándalo. Hasta le han pedido al señor Insulza que me destituya, cosa que a él no le corresponde», sostuvo en conversación con la periodista Gladys Rodríguez durante un programa de la estación radial Éxitos 99.9 FM.

Al recordar que durante los hechos del 11 de abril de 2002 murieron simpatizantes del gobierno y de la oposición por la supuesta actuación «de un grupo de francotiradores colocados en torres cercanas al Palacio de Miraflores», el embajador resaltó que en las acciones violentas cualquiera podía ser víctima y que ese fue el punto central del comentaro que hizo en VTV.

En ese espacio, Chaderton expresó que las balas en los cerebros de los «escuálidos» «pasaban más rápido, porque las cabezas eran huecas».

«Con eso yo lo que quería decir, regresando a 2015, es que en caso de una invasión de los Estados Unidos (porque algunos de manera irresponsable se alegran o piensan que van a sobrevivir a una invasión) las bombas de Estados Unidos y sus francotiradores se llevan por delante a quienes consigan, a sus amigos y a sus enemigos». Esa era la advertencia, yo agregué al final un poco de humor negro que quizás pudo haber sido un error, pero el mensaje de fondo era alertar a los opositores que se cuidaran, porque también ellos pueden ser víctima de la violencia de los poderes con los cuales simpatizan».

Al ser interrogado sobre si le parecía que debía excusarse con una parte de la población, expresó: «No tengo problema. Si yo causé malestar en gente bien intencionada, con mucho gusto les presento mis disculpas. No tengo ningún problema en eso, pero insisto en el comentario de fondo, que era el más importante: alertar a mis compatriotas de oposición».

Sin embargo, reiteró que su disculpa va dirigida solamente «hacia aquellos inocentes que se han sentido ofendido, no a los que han manipulado la información y mis palabras».

Respecto a si le parecía conveniente utilizar el adjetivo «escuálido» para referirse a sectores de la oposición, aclaró: «El término escuálido depende de las circunstancias, yo considero escuálido a los que no piensan, ni razonan y además están cargados de odio, los cuales podrían considerarse irrecuperables».

Dijo que la polarización política ha afectado a todo el país. «Hay gente en mi familia que está horrorizada por las cosas que escuchan, tanto de un lado como del otro».