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Música venezolana

La voz aflautada de El Cuarteto
Se acerca la Navidad de un año terrible para el mundo, y más terrible aun para un país desmigajado como Venezuela, con casi cinco millones en la diáspora y una pandemia que apenas es otro problema en el menú trágico de su cotidianidad. En una época así, la mejor medicina es revolver hasta el fondo el baúl de las querencias que cada quien lleva por dentro. La música, por ejemplo. El Cuarteto, que ha cumplido cuarenta años en la brega, en democracia y dictadura, es un buen ejemplo de arte sanador, del que inyecta esperanza.

 

@sdelanuez

No se trata del lagrimeo tradicional con el Alma llanera o la angustia existencial y apurada con uvas atragantadas mientras Néstor Zavarce canta con su vozarrón Faltan cinco pa’ las doce… Hay mucho más en la cultura musical de un país acongojado.

Aquí, la síntesis de una conversación por wasap con el alma de El Cuarteto, Miguel Delgado Estévez.

El Cuarteto es un disco de acetato sonando a 33 revoluciones por minuto en un patio colonial con una mata de mango en el centro y los muchachitos de la cuadra patinando allá afuera porque es Navidad y andan alborotados. O una reunión en la explanada de La Estancia —hace años— o un gentío en el Centro Cultural Chacao escuchando a Toñito (flauta), Telésforo (contrabajo), Raúl (cuatro) y Miguel (guitarra) cuando interpretan su propia versión de El diablo suelto.

Video El Cuarteto – Diablo Suelto, en el canal Youtube de arsnovarevolution

El Cuarteto le puso un fino silbido a la tradición musical venezolana, le dio tono a madera en sus graves y color al rasgueo de las cuerdas. Uno los escuchaba y tenía la sensación de hallarse en un salón de la Quinta Anauco o algo parecido, con helechos colgantes en las esquinas, un tinajero como adorno y parejas mantuanas, elegantemente trajeadas, bailando un vals de Evencio Castellanos. Aquellos primeros discos, seguro, huelen todavía a cacao de Chuao o al café Imperial recién colado que seguramente ya ni existe.

Hay dos hechos sin vuelta atrás para El Cuarteto: ha cumplido cuarenta años de vida y ha muerto uno de sus fundadores, Raúl Delgado Estévez, en 2019, en Ciudad de México.

Ahora su hermano mayor, Miguel, se empeña en mantener el proyecto a flote, desde su casa en San Antonio de los Altos, ante una PC y a través de ese artilugio llamado Zoom. Está desarrollando una serie de conferencias por esa vía para trasladarle a la gente por qué un vals zuliano es diferente al de los Andes o al larense. O cómo es que un joropo oriental es diferente al llanero. Lo hará entusiasmado, como es él desde siempre, entre sus compromisos en radio con la exploradora Valentina Quintero («Cuentos de camino») y el periodista Raúl Lozinski (en la emisora FM 99.9).

Tras el fallecimiento de Raúl, está empeñado en que El Cuarteto no desaparezca, y para las próximas presentaciones, cuando quiera que sean, presenciales o por la virtualidad de las redes, cuenta con dos cuatristas invitados: Ángel Fernández, esposo de su hija Claudia, especialista en Pedagogía Musical y excelente ejecutante del instrumento; y Eduardo Ramírez, quien fue vicepresidente de la Orquesta Típica (por cierto que eran compadres, Raúl y Eduardo).

Mantendrá la llama viva de El Cuarteto; es su orgullo y su proyecto de vida.

A Miguel no hay quien lo pare cuando comienza a hablar de las virtudes de José Antonio Toñito Naranjo, el flautista. «La primera vez que dieron en Venezuela el premio al músico en Docencia, se lo dan a Toñito Naranjo», dice. La flauta es la marca fundamental del conjunto, la voz cantante. Toñito puede tocar igual a Debussy que un joropo o merengue, con la misma calidad.

También se explaya sobre Telésforo y aquella vez que le hizo un arreglo para la canción «Un poco de luz», de Efraín Arteaga, basada en un poema de Otilio Galíndez.

—Es la primera canción —dice por wasap— donde el contrabajo es la voz cantante, hasta donde tenemos noticia, al menos (no vaya a ser que salga alguien por ahí…). Telésforo fue el primer contrabajo de la Sinfónica de Venezuela y el primero también de la Orquesta Filarmónica Nacional.

Raúl fue su partner entre una pieza y otra, en cada concierto durante todos estos años, con quien echaba broma y el público se divertía. Sobre todo, cuando salía a flote el tema de quién era el mayor (porque todo el mundo creía que era Raúl, y no era así). Un día, al ser inquirida por sus propio hijos desde el escenario para que dilucidara la situación, se levantó la madre y zanjó el tema: son gemelos, le dijo al auditorio en pleno.

El Cuarteto tiene como veinte discos en su haber y ahora está en las grandes plataformas digitales: Spotify, iTunes y lo que venga. Fue fundado en Caracas por dos parejas de hermanos: Pedro Naranjo (que hace 28 años fue sustituido por su hermano Telésforo, de modo que el esquema de las dos parejas fraternas siguió), Toñito, Miguel en la guitarra y Raúl con el cuatro.

Miguel opina que con El Cuarteto se generó una matriz de opinión y muchos grupos de música instrumental comenzaron a salir gracias a su influencia.

—¿Y antes cómo era?

—Por supuesto que antes de El Cuarteto existían grupos de música instrumental pero en todos esos casos la mandolina era el instrumento cantante, bajo el formato de las estudiantinas o tunas universitarias. Cuando aparece la flauta como instrumento solista en la música venezolana, lo hace por primera vez con El Cuarteto. También hubo agrupaciones con el clarinete…

—Pero, ¿qué sucede tras el éxito de El Cuarteto?

—Con El Cuarteto se destapa la olla: una sonoridad que el país no conocía. Y a los cinco años sale el Ensamble Gurrufío, y después otros grupos fuera de Caracas, inspirados en el formato de El Cuarteto.

—¿Qué sucedió con Raúl?

—Raúl se había ido con su esposa y los hijos para México. Era diabético e hipertenso. El hijo mayor de Raúl, músico también, se había ido a México hacía algún tiempo, de modo que allá tenía adonde llegar. En las condiciones en que está nuestro país no podía garantizarse ni tratamiento ni medicamentos. Creíamos que iba a estar mejor en México, pero duró un año y trece días.

Cuando se enteró de la noticia, Miguel se hallaba de gira con Valentina Quintero por siete ciudades de Estados Unidos, presentando una versión de su programa de radio. No quiso suspenderla. También tenía, por su parte, conciertos pautados en Tampa, Orlando y Miami, acompañado por su esposa Alicia Sergent; en cada presentación, recuerda, de algún modo estaba presente Raúl.

—No quise ir a México, no quise ver a mi hermano vuelto cenizas.

Alicia es licenciada en Letras con postgrado en Literatura Venezolana.

Todo esto de la Covid-19 por supuesto que le ha afectado. Para celebrar los cuarenta años habían preparado un concierto con la Coral Simón Bolívar y otros amigos; estaba ya la escenografía y el guion; se pospuso para el domingo 19 de abril pero la cuarentena lo impidió. Lo reprogramó este 18 de octubre pero, desde luego, fue imposible. ¿Dos mil personas encerradas en el Aula Magna? No.

—¿Y ahora cuál es el plan?

—Toñito y Telésforo siguen conmigo, están en esto. El plan es hacer un gran concierto por las redes, un concierto virtual. Ya tenemos el repertorio. Y estarán Ángel y Eduardo.

_¿Cómo ves el movimiento actual de la música tradicional venezolana hoy?

—Creo que ha habido un repunte. El hecho de que músicos de formación académica hayan tenido éxito con una propuesta que ha calado en el medio cultural venezolano, empujó a los jóvenes a interesarse por la música popular venezolana. Antes, el violinista tocaba como bis un Capricho de Paganini pero ahora no, ahora un violinista criollo prefiere tocar como bis una pieza venezolana. Lo mismo pasa con el pianista: antes se decantaba por uno de esos estudios bien complicados de Federico Chopin o algo de Rachmaninoff, pero ahora puede que toque «El diablo suelto» o un merengue o un vals.

—¿Cuál ha sido la llave del éxito, aparte de la innovación en el instrumento que lleva la voz cantante?

—La pianista Clara Rodríguez, con quien hicimos, durante una gira por Europa, el único concierto en vivo para un disco en la carrera de El Cuarteto, decía algo muy simple y claro: «Me encanta El Cuarteto porque a ellos no les importa más nada sino que la música suene bien».

Miguel es una enciclopedia musical latinoamericana, una Biblia en solfeo con apuntes historicistas, costumbristas. Afirma que en Venezuela la gente se olvidó de la guitarra como instrumento acompañante. Todos los guitarristas querían ser Alirio Díaz. Por eso, quiso contribuir a rescatar la guitarra como instrumento acompañante y difundió todo lo que pudo esto: los boleros de diferentes países y compositores no se tocan igual. Cada cual lleva lo suyo, no se puede tocar igual un bolero cubano de la vieja época, pues es distinto el sonido de la era del fílin de un bolero compuesto por Agustín Lara o por Aldemaro Romero. De hecho, Miguel hizo una serie de conciertos dedicados a enaltecer la guitarra como acompañante en la canción popular latinoamericana. Llegó hasta la Patagonia con esa gira.

Estaba prevista para mayo 2020 una gira, otra vez con Valentina, por España, Francia e Italia, pero llegó la pandemia y mandó a parar. Había concertado con Laureano Márquez, que ahora vive en Tenerife, para hacer también varias presentaciones con él. Quedó pendiente el asunto.

Miguel dice que la gente que ha salido de Venezuela son los heraldos que le informan al mundo qué es lo que está pasando en el país y algún día les tocará regresar, Dios mediante, «…y nada, que podamos reconstruir el país que nos guste, donde nos abracemos sin miedo a puyarnos como si fuéramos un puercoespín».

Los méritos de cada uno de los miembros de El Cuarteto son amplios; se está haciendo un libro sobre su historia. Al Cuarteto los conocen y reconocen en España, Portugal, Dinamarca, Italia, Inglaterra, Francia y Rusia. En todos estos países han tocado. En la Royal Academy of Music (Londres, 2006) dieron una clase magistral y cuando a MDE le tocó, pidió una pizarra y les enseñó a los ingleses que allí se habían reunido cómo es una gaita zuliana y un bambuco playero, o cómo tocar un merengue caraqueño.

—¿Y cómo hiciste eso?

—Son esquemas de los que me he alimentado gracias al roce con los cultores populares. Les mostré [a los ingleses] cómo es que acompaño un merengue, una habanera o una contradanza. O una danza zuliana, que también tengo escritos unos esquemas rítmicos.

En esta Navidad que va a nacer angustiada y triste quedará, el contrapeso de la música de El Cuarteto podrá escucharse  en La Guaira o en Luxemburgo o en China: discos como El Cuarteto en Nochebuena, donde aparecen Simón Díaz, Laureano Márquez y Pedro León Zapata con el retablillo de Aquiles Nazoa (seis décimas que ellos intercalaron); o De Pascuas con El Cuarteto, con María Teresa Chacín, Gualberto Ibarreto y el nativo de Cabimas Neguito Borjas: eso y más se consigue en las plataformas digitales con excelente sonido.

En el segundo disco de los nombrados están incluidos dos aguinaldos originales de Miguel. Por otra parte, el trabajo y los alcances de la obra de Raúl Delgado Estévez al frente del Orfeón Universitario, fundado por su tío Antonio Estévez, ya merecería páginas aparte.

La música venezolana ya está disponible en Mercado Libre con Fullnota

MercadoLibre Fullnota

Con la incorporación de Fullnota como Tienda Oficial de Mercado Libre, la plataforma de comercio electrónico vibra al ritmo de arpa, cuatro, maraca y mucho más. Prácticamente en su galería existe toda una oferta de música nacional entre las que figuran los estilos pop y rock en español, entre otras propuestas de melodías latinas, que el usuario puede descargar a través del link http://tienda.mercadolibre.com.ve/fullnota.

CDs de artistas como Laura Guevara, Alejandro Zavala con su música venezolana estilizada, Alfonso Terán con rock romántico, La Bohemya con música pop, grupos como Solo Ensamble y Ensamble Quatretto, y bandas de reggae venezolanas como Rawayana, son algunos de los ofrecimientos a los que pueden tener acceso los amantes de la música. Para comprarlos solo seleccionan el disco de su preferencia a través de la Tienda Oficial de Fullnota en Mercado Libre y pueden cerrar su transacción online a través de Mercado Pago, como uno de los métodos seguros facilitados por Fullnota para finiquitar las operaciones de compra.

Melkis Obispo -fundador de Fullnota junto a Juan Arias, a quienes posteriormente se une Ronald Meléndez- hace un recorrido por la tienda colgada en Mercado Libre y nos habla de una selección de más de 90 géneros musicales que incluyen, además de los mencionados, Jazz, Blues, Clásica, Heavy Metal, Electrónica, Lounge y compilados de DJ´s.

“Nacimos con Fullnota con la intención de promover producciones musicales hechas en Venezuela, y así impulsar el talento de nuestros artistas. A través de las nuevas tecnologías, procuramos facilitar la distribución, promoción y comercialización de proyectos musicales a un precio asequible, de forma simple para el músico y también para la audiencia. Por ello innovamos en Mercado Libre como su primera Tienda Oficial en el área de la música”, expresó Obispo.

Por su parte, Antonio Annese, gerente general de Mercado Libre Venezuela, cuenta su satisfacción al poder continuar innovando y diversificando la oferta de productos para los usuarios a través de http://www.mercadolibre.com.ve/, que hoy día se posiciona como la empresa de tecnología líder de América Latina y ya en la actualidad cuenta con más de 100 tiendas oficiales.

“Fullnota se unió a nuestras Tiendas Oficiales a finales de 2016, luego de haber resultado ganador del premio especial Emprendedores Digitales, otorgado por Mercado Libre Venezuela en la 14° edición del Concurso Ideas 2016. Este galardón lo hemos venido patrocinando, como una manera de reconocer iniciativas vinculadas con comercio electrónico, nuevos modelos de negocio, tiendas virtuales, aplicaciones móviles para Pymes y consumidores, optimización en la gestión de pagos electrónicos y/o desarrollos basados en la API abierta de Mercado Libre. Particularmente el proyecto de Fullnota nos encanta y lo apoyamos por ser un emprendimiento nacional que ofrece un espaldarazo a artistas venezolanos emergentes e independientes”.

 

Lisseth Boon Jul 25, 2015 | Actualizado hace 5 años
Caracas sí tiene quién le cante
Un recorrido por 90 años de canciones dedicadas a la capital venezolana entonan todo un homenaje musical a la ciudad en sus 448 años

 

@boonbar

Multimedia: Daniela Dávila Torres | @ideasdeDaniela

Que diga así:
Caracas es lo más bonito que hay
Que diga así:
El cielo y después Caracas compay…!!!
Que diga así: 
yo quiero ser caraqueño caray
Que diga así:
Yo me quedo con Caracas…!!!

 

“Caracas no tiene quien le cante”, entonaba La Lupe como un alegre reclamo a mediados de los años 60, en plenos carnavales caraqueños. Por aquellos días, la artista cubana, acompañada por la orquesta de Tito Puente, bailoteaba los versos de “Homenaje a Juan Vicente”, una composición del músico Billo Frómeta, eterno enamorado de la capital, que dedicó al maestro Juan Vicente Torrealba, reconocido internacionalmente por sus temas llaneros, bien ajenos a los ritmos  urbanos.

Ni la Lupe ni Frómeta –uno de los autores más prolíficos de Caracas- verificaron en ese entonces cuántas canciones se habían dedicado a la capital de Venezuela. Tampoco vivieron para contar las que se escribirían después de los 80 y 90. Lo cierto es que Caracas sí tiene quien la cante y lo demuestra la larga lista de composiciones que ha inspirado la ciudad del Ávila desde las primeras décadas del siglo XX.

Más de 50 temas trazan un recorrido a lo largo de nueve décadas de historia y ritmos que hablan del cambiante espíritu de Caracas: desde la ciudad bucólica de los techos rojos y su ensalzado papel independentista como cuna del Libertador hasta el jolgorio de los grandes salones de baile y la risueña elegancia de una urbe que se abría a la modernidad mientras cerraba sus oídos a las atrocidades de la dictadura.

En esta rockola cartográfica hay canciones que enaltecen la vida en los barrios, insisten en una alegría de vivir que no se dejan afectar por los estragos del Viernes Negro en los 80, reconocen la violencia que comienza a agravarse en los 90 y relatan el desencanto y la rudeza callejera que se instala en las líricas de los primeros 15 años del siglo XXI. No faltan las que evocan tiempos mejores.

Caracas tiene canciones que bien hacen referencia directa a lugares y emblemas como el irreductible cerro Ávila -hasta ahora ninguna habla de Guaraira Repano-, o retratan atmósferas que remiten a espacios propios de cada época de la ciudad, como la vida de cocheros y serenateros en las parroquias del centro de Caracas.

El repertorio musical caraqueño incluye una variada botonera: vals, pasodoble, ska, acid jazz, bossanova, bolero,  joropo, salsa, merengue dominicano, gaita zuliana, techno-disco, pop, rock, reggae, rap y cumbia, por mencionar algunos. No se limita a ritmos propios como el merengue caraqueño.

A Caracas le han cantado no solo los nativos sino también artistas extranjeros que han visitado Venezuela. Existen piezas poco conocidas como “Caracas” de la banda británica The Hollies, que se  presentó en el Poliedro en septiembre de 1977, en tiempos de bonanza petrolera e ilusión de armonía. Por sus letras, se deduce lo bien que trató la ciudad a esos músicos de Manchester. Y en los 80, desde otra esquina musical, el grupo colombiano Binomio de Oro le regaló el pegajoso estribillo de vallenato “Caracas, Caracas”.

La banda sonora de Caracas sigue componiéndose. Mientras exista ciudad, habrá canciones que contarán sus alegrías y pesares.

En el mapa pinche y escuche las canciones dedicadas a Caracas desde comienzos del siglo XX hasta el presente

 

Años 20-30

“Dama Antañona” (1920-1930)

Autor/intérprete: Francisco De Paula Aguirre y Leoncio Martínez

 

Años 40

“La pelota de carey” (1941)

Autor/intérprete: Lorenzo Herrera/ Interpreta Los Antaños del Stadium

“Caracas vieja(1949)

Autor/intérprete: Billo Frometa/ Rafa Galindo

 

Años 50 

«El muerto de Las Gradillas» (1950)

Autor/intérprete: Billo’s Caracas Boys

«Bella Caracas» (1950)

Autor/intérprete: Alfredo Sadel

 “Conde a Principal” (1955)

Autor/intérprete: Aldemaro Rom

“Quinta Anauco(1955)

Autor/intérprete: Aldemaro Romero

“Serenata caraqueña” (1955)

Autor/intérprete: Aldemaro Romero

 

Años 60

 “Puerto Azul” (1962)

Autor/intérprete: Tito Rodríguez

 “Homenaje a Juan Vicente” (1965)

Autor/intérprete: La Lupe y Tito Puente

“El superbloque” (1966)

Autor/intérprete: Simón Díaz

“Canto a Caracas” (1967)

Autor/intérprete: Billo Frómeta

 “La burrita de Petare” (1968)

Autor/intérprete: Billo’s Caracas Boys

«Epa Isidoro» (1967)

Autor/intérprete: Billo Frómeta

“Soy venezolana” (1967)

Autor/intérprete: Conny Mendez

“Las caraqueñas” (1969)

Autor/intérprete: José Quintero y su sexteto

“Caracas Bella Sultana” (1969)

Autor/intérprete: Rafa Galindo con Los Melódicos

“Techos de cartón” (1969)

Autor/intérprete: Alí Primera

 

Años 70 

“Doña cuatricentenaria” (1972)

Autor/intérprete: Aldemaro Romero/Elaiza Romero

 “Canto para Catia” (1972)

Autor/intérprete: Un son y … algo más (Hernán Tortolero)

«Caminando por Caracas (1972)

Autor/intérprete: Piero (Argentina)

“Caracas” (1977)

Autor/intérprete: Rincón Morales y Rafael Rodríguez

“Canción de todos” (1978)

Autor/intérprete: Madera (original)

 «Caracas» (1978)

Autor/intérprete: The Hollies

 

Años 80 

 “La sifrina de Caurimare” (1982)

Autor/intérprete: Medioevo

 “Vivir en Caracas” (1982)

Autor/intérprete: Yordano

 “Cerro Avila” (1983)

Autor/intérprete: Ilan Chester

“Un día en el béisbol” (Cervecero) (1983)

Autor/intérprete: Grupo Daiquiri

«El Metro te lleva» (1983)

Autor/intérprete: Billo’s Caracas Boys

 “Me gustan las caraqueñas” (1984)

Autor/intérprete: Guaco

“Caracas, Caracas” (1985)

Autor: Un solo pueblo

«Nuevo Circo» (1985)

Autor/intérprete: Billo’s Caracas Boys

“La calle del atardecer” (1985)

Autor/intérprete: Frank Quintero

“Plaza del centro” (1988)

Autor/intérprete: Franco de Vita

«El rock de Caracas» (1989)

Autor/intérprete: Pablo Manavello

Años 90 

“Los peces del Guaire(1990)

Autor/intérprete: Desorden Público

 “Por estas calles” (1992)

Autor/intérprete: Yordano

«Caracas, Caracas, recorriendo a Venezuela» (1992)

Autor/intérprete: Binomio de Oro de América

 “Caraqueñas” (1993)

Autor/intérprete: Guaco

 “Un día hermoso de Caracas en diciembre” (1994)

Autor/intérprete: Yordano

 “El Niño del Ávila” (1996)

Autor/intérprete: Simón Díaz

“Valle de balas” (1997)

Autor/intérprete: Desorden Público

«Del Cazador al Volta» (1997)

Autor/intérprete: Emigdio Suárez/ Desorden Público

“Las lycras del Avila” (1998)

Autor/intérprete: Los Amigos invisibles

 

Años 2000 

«Castillo eterno» (2001)

Autor/intérprete: Guerrilla Seca

«Caracas de noche» (2001)

Autor/intérprete: Dj Yayo

«Boca del lobo» (2002)

Autor/intérprete: Vagos y Maleantes

“Doña cuatricentenaria” (2002)

Autor/intérprete: Aldemaro Romero. Interpreta Ilan Chester

«Catia-Petare» (2008)

Autor/intérprete: Guerrilla Seca

«Rotten Town» (2009)

Autor/intérprete: Juan David Chacón (Onechot)

 

Años 2010

«Caracas loca» (2010)

Autor/intérprete: El Prieto

“Petare Barrio de Pakistan” (2011)

Autor/intérprete: El Prieto ft Flow Mafia

“Petare” (2011)

Autor/intérprete: Robbin Pérez

“Doña cuatricentenaria” (2012)

Autor/intérprete: Aldemaro Romero

 «Techos rojos» (2012)

Autor/intérprete: Fuego Montevideo

“Por estas calles” (2012)

Autor/intérprete: Yordano/ Famasloop

 «Hornos de cal» (2013)

Autor/intérprete: La Vida Boheme

“Cementerio del Este-Cementario del Sur” (2013)

Autor/intérprete: La Vida Boheme

«Valle bipolar» (2013)

Autor/Intérprete: Mariaca Semprún

“Los años 90” (2015)

Autor/intérprete: Eric Colón Moleiro (Call-on)

 

Selección: Lisseth Boon