linchamiento

 

«Hay una guerra mediática, psicológica, casi que de linchamiento en contra de Venezuela».

El ministro para la Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, afirmó en una entrevista con BBC Mundo en la embajada venezolana en París que de respetarse la soberanía de Venezuela «sin duda» aceptarían la asistencia, aunque aseguró que Estados Unidos y sus aliados europeos han usado la ayuda humanitaria «cada vez que quieren agredir a un país». BBC Mundo

 

Esperan que Henri Falcón tenga encuentro con el Frente Amplio para evaluar condiciones

Enrique Ochoa Antich, coordinador nacional del voluntariado con Henri Falcón, asegura que tienen la confianza en que el encuentro Frente Amplio Venezuela Libre pueda generarse próximamente, de cara a las elecciones presidenciales. Con esta reunión entre el candidato presidencial y demás organizaciones y partidos políticos pretenden debatir las condiciones que actualmente se presentan para llevarlos al triunfo. Globovisión

 

Denuncian violaciones al cronograma de las presidenciales

Un grupo de organizaciones ciudadanas denunció hoy que el CNE viola el cronograma para los comicios presidenciales del próximo 20 de mayo, cuando también serán electos los integrantes de los consejos legislativos regionales y municipales. La directora del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Beatriz Borges, señaló en rueda de prensa que los procedimientos previos a la votación que ya se han llevado a cabo «no han cumplido con la normativa» que, aseguró, indica la ley y la Constitución. 2001

 

Conseturismo espera ocupación hotelera de 75 % en Semana Santa

El presidente del Consejo Superior de Turismo, Conseturismo, Jesús Irausquín, afirmó que para esta Semana Santa se espera una ocupación hotelera de 50 % en todo el país, mientras que en los destinos más solicitados, como Margarita, Anzoátegui, Mérida y Falcón, podría estar en el orden de 75 %. “La ocupación no está tan bien como quisiéramos lo que obedece a la situación de crisis que vivimos, y que ha afectado el bolsillo de los venezolanos, y hace más cuesta arriba tomar vacaciones como estábamos acostumbrados”, manifestó Unión Radio

El deterioro de la maquinaria agrícola también afecta producción del campo

La carencia de cauchos, de lubricantes, combustibles y repuestos para reparar motores y cajas, así como el déficit de más de 4.000 tractores al año para trabajar eficientemente el campo, amenaza al sector agrícola tanto como la falta de semillas, fertilizantes y agroquímicos, asegura Omar El Chumary, presidente de Fedecámaras Portuguesa. Admitió que en el reciente ciclo de verano, que está concluyendo en Portuguesa, debido a esta misma falta de insumos, no se pudieron alcanzar los rendimientos que se habían estimado en varios rubros, para abastecer el mercado de consumo nacional. El Impulso

 

Tres protestas se registraron en Lara este martes santo por agua, gas y Clap

Tres protestas se registraron este martes desde primeras horas de la mañana en el estado Lara cuando habitantes de tres sectores diferentes salieron a protestar por la falta de agua, gas y las fallas en la distribución de las cajas Clap. La primera manifestación se produjo frente al Domo Bolivariano, en la avenida Libertador con 42 de Barquisimeto, donde varias familias cerraron la vía para exigir la venta del gas, el cual aseguran que tienen varias semanas sin recibir. Caraota Digital

Reportan muerte de niña de seis años por sospecha de difteria en Anzoátegui

Cuatro días estuvo recluida en el anexo pediátrico del hospital Luis Razetti de Barcelona, zona norte de Anzoátegui, una pequeña de seis años de edad. Su estado de salud era reservado por presentar la sintomatología característica de la Difteria. El Pitazo

 

La OTAN se suma a las expulsiones de diplomáticos rusos

Este martes 27 de marzo, la OTAN se unió a las expulsiones masivas de los de los presuntos espías rusos, luego del escándalo en el Reino Unido con el envenenamiento de uno de los exagentes. A raíz de este acontecimiento la OTAN, ordenó la expulsión de 7 representantes de Rusia, así como la negación de la acreditación de otros tres. Globovisión

Cortan carreteras en Cataluña en protestas por la detención de Puigdemont

La policía antidisturbios intervino este martes para despejar una autopista en Cataluña, cortada por militantes secesionistas que protestaban contra la detención en Alemania del ex presidente independentista Carles Puigdemont, quien podría ser extraditado a España acusado de «rebelión». Los Mossos d’Esquadra, la policía regional catalana, tuvieron que intervenir hacia el mediodía para levantar el retén montado al amanecer a la altura de Figueras, cerca de la frontera francesa, por decenas de manifestantes convocados por los Comités de Defensa de la República (CDR). AFP

El Ministerio Público dio a conocer nueva información sobre el fallecimiento de Orlando Figuera, el joven que fue herido y quemado en Altamira el 20 de mayo. De acuerdo a Fiscalía, Figuera tuvo un altercado con un hombre que lo apuñaló e hizo creer a los demás manifestantes que estaba robando para que lo agredieran. La versión desmiente que el joven fuera atacado por ser partidario del oficialismo, como dijo el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas.

El MP reseña que el 20 de mayo, Orlando José Figuera Esparragoza culminó su jornada laboral en un supermercado en Las Mercedes, donde se dedicaba a cuidar y aparcar vehículos, y se dirigió a casa de su tío en Petare. Cuando se movilizaba por el sector Altamira se encontró a un sujeto con quien anteriormente había tenido un altercado, y quien lo había herido con un arma blanca por una plaza de trabajo en Parque Miranda.

El hombre inmediatamente agredió a Figuera con un arma blanca y gritó a los manifestantes que estaban en la zona «este estaba robando». Con el grito de alarma, los manifestantes se acercaron y empezaron a agredir física y verbalmente al joven. La información señala que fue herido múltiples veces con armas blancas y posteriormente fue rociado con gasolina y encendido en fuego.

Minutos luego de la agresión, miembros de Salud Chacao prestaron asistencia médica a Figuera, y este fue trasladado al Hospital Domingo Luciani de El Llanito donde se encontraba en la unidad de cuidados intensivos hasta el pasado domingo 04 de junio de 2017, cuando falleció en horas de la madrugada.

El hecho está siendo investigado por la Fiscalía 48 del Area Metropolitana de Caracas.

Puede consultar el archivo aquí. 

 

La semana pasada me enviaron un video que me turbó tanto, que aún me siento intranquila, confusa, perpleja. En él, una multitud rodeaba a un hombre tirado en la calle a quien muchos pateaban “sigue robando, sigue robando”, decían mientras lo golpeaban. “Quítale la correa y amárrale las manos” sugirió uno. No sé para qué lo iban a amarrar si ya estaba semi inconsciente y sangrando por la cabeza. En el momento en que uno le quitaba la correa, otro se acercó con un enorme tronco de árbol y se lo estrelló contra la cabeza. “Listo… ahí quedó”, sentenció otro. Un hombre con muletas a quien le faltaba una pierna se inclinó a coger la correa. Mientras, un grupo de hombres a quienes sólo se les veían sus sombras, le tomaban fotos o películas. “Ése está muerto ahí, desangrado. Pa´que siga robando, pues”. Nadie trató de evitarlo. Nadie gritó. Nadie se condolió.

Según informó el Diario Notitarde de Valencia, poco antes de las dos de la tarde arribó la pareja de motorratones a un establecimiento especializado en parrillas en Mañongo, Estado Carabobo. El gatillero descendió de la moto, sometió a al regente y dos empleados. Para amedrentarlos les disparó en varias ocasiones y logró herirlos, pero la pistola de pronto se le atascó. Salió presuroso y le pidió al conductor de la motocicleta -su cómplice- que desaparecieran. “La pistola se me encasquilló, vámonos”, narraron los testigos quienes se armaron de valor y decidieron hacer justicia. El acorralado asaltante los amenazaba una y otra vez y les disparaba mientras corría hacia el Centro Comercial Sambil. Por allí se esfumó. Sin embargo, el desarmado conductor fue el linchado. Lo identificaron como José Ramón Maican Yánez, de 40 años.

¿Qué hace que personas que nunca han delinquido se conviertan de pronto en delincuentes, con una sangre fría que hiela la sangre? El Derecho considera el arrebato de intenso dolor como un atenuante para las penas. Y las personas que persiguieron a los delincuentes y atacaron al cómplice actuaron movidas por la rabia y sobre todo, por la impotencia. ¿Qué los induce a tomar la justicia en sus manos? Hace menos de un año escribí sobre el mismo tema. Mencioné el linchamiento más famoso de la literatura, el que narra Lope de Vega en «Fuenteovejuna», donde el pueblo, hastiado de tantos abusos, lincha al comendador Fernán Gómez de Guzmán ¿Qué hace que no sientan remordimientos o que incluso se sientan satisfechos de una cosa así? Si algo queda claro es que nadie sintió remordimientos. Ni los que participaron en el linchamiento golpeando o pateando, ni quienes tomaban los videos como si fuera un espectáculo y no una tragedia (de hecho, al camarógrafo ni le tembló la cámara en el momento fatal) hasta el que se inclinó sobre el recién muerto para hacerse con su cinturón.

Estas preguntas tienen sólo una respuesta: la falta de justicia. Cuando un pueblo siente que las instituciones encargadas de impartir justicia no funcionan, se encarga de administrarla y suceden estas cosas. Lo peor es que ya han linchado a varios inocentes, recuerdo en particular el caso del chef en Los Ruices.

Señores del Ministerio Público, Ministerio de Justicia, jueces y magistrados del TSJ, tomen nota. En Fuenteovejuna lincharon al comendador. Hoy son los delincuentes los linchados. Si no paran esto ya, la bola de nieve seguirá creciendo y quizá mañana ustedes podrían ser las víctimas… Así son los pueblos: actúan de manera violenta e irracional cuando los llevan más allá del umbral de su dolor.

@cjaimesb

 

En lo que va de 2016, diez sujetos han sido asesinados por las comunidades que claman presencia policial.

Según la cifra, cada 11 días linchan a una persona en el Zulia. Ayer, a las 8:00 de la mañana, la comunidad del barrio La Milagrosa en el municipio San Francisco, fue testigo de la muerte de Yonathan Hernández, conocido como “El niño bueno”, de 24 años.

Los propios habitantes de la calle 195-A, con avenida 48-H del sector Los Yukpas, tomaron la justicia en sus manos linchándolo con piedras, puñaladas y tiros, tras descubrir que él y tres compinches se habían metido en una vivienda para robarla.

Su intento por escapar fue fallido, una piedra en la cabeza detuvo su huida; sin embargo, los otros tres lograron escapar pero un grupo de vecinos salió en su búsqueda para ajusticiarlos también.

Testigos en el lugar aseguraron que el fallecido era azote y residente del barrio Vista al Sol muy cerca donde le dieron muerte.

Una hermana de la víctima apostada al lado del cuerpo y quien no quiso identificarse dijo que su familiar había llegado de Caracas hace 15 días para entregarle un dinero a su madre producto de su trabajo como ayudante de refrigeración. “Él trabajaba en Caracas con mi papá y no era ningún delincuente”.

Trascendió que era hermano de un peligroso hampón asesinado semanas atrás, era soltero, sin hijos y era el último de seis hermanos.

La policía del municipio San Francisco custodió la escena hasta la llegada de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Este caso se suma a otros nueve hechos similares que han ocurrido durante este 2016 en el Zulia. Vecinos de sectores populares han tomado venganza por sus propias manos a pesar de ser un hecho punible.

En enero dos sujetos murieron en hechos similares, en febrero uno, y en marzo cinco, incluyendo a los tres amigos que quemaron dentro de la garita de la urbanización Las Pioneras, vía a La Concepción. En este mes han sido dos los linchados.

El pasado martes varios panfletos lanzados a la calle, por un presunto grupo exterminio, puso en alerta a los vecinos de San Jacinto. En el papel se leía que exterminarían el hampa que azota a la zona.

 

¿Por qué nace el Estado? Una pregunta difícil con respuesta simple: Para garantizar la seguridad y la vida de los ciudadanos. Pero que la respuesta sea simple, no significa que sea fácil prolongar su existencia, las amenazas más peligrosas contra su continuidad vienen de sus propios ciudadanos y más adelante entenderán mejor.

El Estado como lo conocemos hoy es una institución relativamente reciente, si lo comparamos con los orígenes de la humanidad. Se preguntarán ustedes: Si el ser humano vivió miles de años sin el Estado  ¿Por qué decidió darle forma? Y aquí entramos en el punto que nos concierne: el individuo, como poseedor de derechos inherentes a su condición humana, acepta ceder el derecho de defenderse por sus propias manos a cambio de protección del Estado, un pacto de convivencia pudiéramos llamarlo, el pacto social.

Sin embargo, no podemos pasar por alto algunos intentos que datan a tiempos precedentes a la aparición del Estado moderno, donde el hombre buscó controlar la llamada “justicia popular”. Les hablo de la Ley del Talión, una concepción que entendía la necesidad de ponerle un freno a la venganza en términos de proporcionalidad: “ojo por ojo, diente por diente”. Es decir, aun en tiempos tan arcaicos nadie iba a quemar vivo a quien era atrapado robando, la pena debía ser proporcional al delito.

Luego vinieron importantes reformas que se convirtieron en la base fundamental del actual derecho penal, una de ellas fue el tratado jurídico “De los delitos y las penas”, del italiano Cesare Beccaria, donde entre otras cosas se establecía la necesidad de imponer la voluntad de la ley sobre la personal, procurar la independencia de los jueces y garantizar la aplicación de la justicia en lugar de hacer énfasis en la severidad de la pena. Un castigo cruel no era sinónimo de justicia.

Son conceptos que tienen siglos de antigüedad, instituciones que nacieron para darle orden y sentido a la vida en sociedad. Frente a lo que vivimos hoy toca preguntarnos ¿Qué somos? ¿En qué nos convirtieron o nos dejamos convertir? Esto no es una mea culpa o un ataque de moralidad, es una especie de grito desesperado tratando de encontrar identidad en un país que seriamente desconozco.

Quizás todos tengamos nuestra cuota de responsabilidad en lo que vivimos hoy, en gran medida por ser testigos silenciosos, unas veces más que otras, de la toma por asalto por parte del chavismo al Estado. Entre la turba muchos aplaudieron, otros ayudaron a destruirlo y la mayoría pasaba y miraba indiferente, un circulo de complicidad y silencio que nos trajo a la actual situación.

La teoría del inicio del articulo no es una clase de derecho, es para que entendamos en qué clase de sociedad primitiva hemos devenido. Somos como la turba que pide venganza y grita “mátenlo” arrastrada por la irracionalidad.

Los linchamientos son la señal más clara de la desaparición del Estado, son el signo de una sociedad enferma por el odio y la crueldad. No queda más que reconocer lo que para nadie es un secreto: El Estado murió y lo linchamos todos.

@Brianfincheltub

Encontacto@brianfincheltub.com

 

Confieso que estoy muy preocupado. Seguramente muchos arquearán las cejas y, a quemarropa, pensarán que he perdido un tornillo o algo así. Pero no es así.

Con frecuencia nos llegan historias similares. Esta vez dos de ellas captaron mi atención: La de lo sucedido en las proximidades de Altamira, acá en Caracas, y la de lo acontecido en la Universidad de Carabobo. Dos ladrones, sin relación el uno con el otro, fueron atrapados in fraganti por grandes grupos de personas cuando consumaban sus felonías, y fueron vapuleados por decenas de ellas. Fueron pateados, golpeados con puños, pies y con cuanto objeto contundente estuviese a disposición de la turba.

“¡Desnúdenlo! ¡Desnúdenlo!”, gritaba a coro la masa enardecida, en ambos casos. Imagino que, como Facundo Cabral decía sobre los Generales, que sin sus charreteras y sus emblemas pierden toda autoridad y mando, el pueblo sabe que un malhechor solo, desnudo y desarmado pierde todo su poder sobre nosotros. Deja de atemorizarnos, deja de ser un peligroso malandro para convertirse en un ser débil y disminuido, las más de las veces hasta más débil física y mentalmente que cualquier otra persona. Quitarles las armas y la ropa en esos actos de justicia por propia mano es el epítome simbólico de un acto vindicativo de la ciudadanía en el que ésta, hastiada de impunidad, equipara su fuerza con la del delincuente, lo humilla, se iguala con él y lo revela como una persona que, desprovista de sus insignias de miedo, pierde su halo de peligrosa invencibilidad.

Las razones por las que esto pasa son muchas, pero la principal es la pérdida de fe en el sistema penal. Quien decide recurrir a la violencia para solucionar cualquier conflicto que derive de la interacción con otros seres humanos, desconociendo con ello siglos de lucha civilizatoria por la primacía de la Ley y por la vigencia del Estado de Derecho, lo hace movido por la impotencia que le genera saber que ninguna instancia formal del Estado, ni la policía, ni la Fiscalía, ni los tribunales, ni las cárceles, está dispuesta o tiene la capacidad necesaria para lograr que la justicia se imponga ante la inclemente realidad de la delincuencia desbordada. En situaciones tan dramáticas como las que vivimos en Venezuela, donde son asesinadas cerca de 70 personas al día como promedio, y el margen de impunidad supera en estos casos el 95%, el consciente, es decir, la mente racional y lógica, pierde la batalla ante el inconsciente, nuestra mente más primitiva, que toma el timón de nuestros actos movida por el más ancestral de los instintos: El de la propia supervivencia.

También estos “juicios y condenas sin juez”, y esto es algo que el Poder complaciente e inútil normalmente no ve, estos linchamientos y tomas de justicia por propia mano son una poderosa demostración de rebeldía y de desacato expreso, frontal y brutal a la autoridad. El mensaje que envía la turba es el del hartazgo, y más allá, el del desconocimiento de los límites impuestos por quienes no han sabido hacerlos valer y respetar. Y es lamentable, pero lógico, que así suceda. Cuando llevamos varios lustros sometidos a unas autoridades judiciales, policiales y fiscales que no se ocupan de los delincuentes ni de velar por la seguridad de todos, sino que empeñan todos sus esfuerzos en encarcelar y neutralizar a quienes no lo son, promoviendo además la más absoluta impunidad cuando del crimen verdadero se trata, llega un momento en el que el cántaro se rompe.

Pero hay algo aún más grave: La reivindicación, primero por parte del Poder, que bastante que se ha valido de ella, por acción y por omisión, pero ahora a cargo de la ciudadanía hastiada, de la violencia irracional como mecanismo incontrolable e incivilizado para la solución de los conflictos sociales.

Muy peligroso, es ese camino pues, parafraseando a los Iluministas del Siglo XVIII, la masa, cuando ejerce sin control de la Ley la autoridad, es el más cruel de los tiranos.

@HimiobSantome

Un grupo de personas lincharon a un hombre, que presuntamente intentó robar una moto en la comunidad de Palo Verde, en el municipio Sucre.

La noticia fue difundida por la periodista Yoly Ramírez, quien aseguró que los habitantes, cuando se percataron del hecho, lo mataron a golpes e intentaron quemarlo.

Agregó que personas en motos se llevaron al antisocial.

Información en tuits

 

El pasado día viernes sucedió en Los Palos Grandes algo sintomático de estos tiempos. Algo que por ningún motivo puede pasar desapercibido. Algo que hace apenas unos años atrás nos habría parecido un imposible, pero que hoy se muestra ante nosotros con toda la crudeza de una dura realidad. Me refiero al linchamiento de unos antisociales que, tomados in fraganti por un grupo de transeúntes, se convirtieron en el objeto receptor de la frustración acumulada de una sociedad que ya está cansada de vivir con miedo.

Nadie puede estar de acuerdo con que alguien tome la justicia por sus propias manos. Todos, a una sola voz e independientemente de lo decepcionado que pudiéramos estar con el funcionamiento de nuestras instituciones de justicia, debemos rechazar y evitar ser parte del desbordamiento destructivo de la rabia colectiva. La vida civilizada, esa que queremos afianzar y asegurar los que luchamos día a día por La Mejor Venezuela, sólo se puede lograr en un marco del respeto a una ley justa y legítima, única vía para superar la destrucción salvaje del “estado de naturaleza” anterior al contrato o pacto fundacional de toda sociedad.

Sin embargo, cuando suceden eventos tan terribles como este, amén de rechazarlos, todos tenemos también la obligación ciudadana de detenernos en ellos y reflexionar profundamente sobre sus causas.

Un aspecto común en todos los casos de linchamiento es el cansancio de la gente por no encontrar respuesta de las autoridades a sus repetidas solicitudes de seguridad y justicia, algo que la lleva a explotar con extrema violencia.

En Chacao esto nunca había sucedido. Nuestro municipio hasta hace no mucho tiempo podía presumir de ser el más seguro del país y uno de los más seguros del continente; y es que a pesar de la terrible realidad nacional, Chacao hasta hace unos años logró ser una isla de seguridad en un país cada vez más inseguro y violento.

No obstante, desde hace poco tiempo para acá, los vecinos de Chacao hemos visto con mucha preocupación como la inseguridad ha aumentado exponencialmente en nuestro municipio. Testigos y víctimas de primer orden de este incremento delictivo han sido precisamente los vecinos de Los Palos Grandes, quienes han estado sufriendo constantes robos y secuestros.

Los que tenemos la responsabilidad de ser autoridades electas por el voto popular no podemos llamarnos a engaño ni ver hacia los lados para buscar a quién echarle la culpa. No. Precisamente esa ha sido la actitud irresponsable del gobierno nacional y eso nos ha traído a donde estamos hoy. Por el contrario debemos dar un paso al frente y reconocer que es el Estado en todos sus niveles (nacional, regional y municipal) el principal responsable de garantizar la seguridad ciudadana.

En Chacao, como en cualquier otro municipio del país, la primera línea de defensa con la que cuentan los ciudadanos y el primer responsable de su seguridad es el alcalde. Él es quien comanda la policía municipal; él es quien formula el presupuesto anual para dotar y formar a nuestros funcionarios policiales; y él es quien está llamado a ejecutar la política de seguridad ciudadana. En un municipio como Chacao, nadie está mejor facultado que el alcalde para dar respuesta a los requerimientos de seguridad.

Es por ello que ante el problema de seguridad que afecta la vida no sólo de todos los chacaoenses sino también la de los vecinos de otros municipios que vienen a hacer vida en Chacao, que quiero exhortar públicamente, como lo aprobamos por unanimidad los concejales el pasado 14 de abril, a que se declare Zona de Atención Especial la Urbanización Los Palos Grandes, donde toda la gestión municipal se avoque al tema de la prevención del delito convirtiéndolo en un plan piloto que pueda ser llevado a todo el municipio, y mediante mesas de trabajo podamos incorporar a los vecinos organizados, los concejales y al alcalde, para así tomar medidas concretas que nos lleven a recuperar la tranquilidad que otrora tenía nuestro municipio.

No hacer nada no puede ser una opción.

 

@AlfredoJimenoR