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Flor Pujol

En cinco estados del país se han detectado focos de gripe aviar
La viróloga dijo que cualquier ave muerta debe ser tomada con los trajes de bioseguridad

Flor Pujol, viróloga e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), señaló este jueves, 2 de marzo, que se han reportado focos de gripe aviar en cinco estados del país.

Durante una entrevista que concedió al programa Por donde Vamos de Unión Radio, Pujol señaló que estos datos corresponden a boletines que emite el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai).

La especialista detalló que los cinco estados del país donde se han detectado fotos de gripe aviar son Miranda, Nueva Esparta, Sucre, Anzoátegui y Aragua.

Según Pujol, la H5N1 tiene una «alta morbilidad y mortalidad en humanos», pero no se contagia entre humanos, o al menos es muy difícil que se dé el contagio. «Son contados los casos humanos de H5N1», expresó.

No obstante, recomendó hacer vigilancia de estos casos de aves muertas para diagnosticar. «Nuestro laboratorio está apoyando este diagnóstico en aves marinas que puedan estar afectadas», sumó.

Al respecto, la viróloga dijo que cualquier ave muerta debe ser tomada con los trajes de bioseguridad. «No manipularlas para evitar. El gran riesgo de esta enfermedad es que pase a aves de corral», dijo, aunque esto no ha ocurrido en Venezuela.

«Otra ventaja es que no tenemos crías importantes de aves de corral cerca de la costa. Todas están suficientemente alejadas», acotó la especialista.

Finalmente, a su juicio, se podría decir que «ya está empezando a bajar el riesgo de esta enfermedad por este año».

El pasado mes de febrero, Flor Pujol también recomendó la población que no se acerque a aves muertas.

«Es primera vez que en Suramérica se han detectado un grupo más o menos grandes de pelícanos el virus», señaló la especialista en aquel momento.

Recomiendan pedir PCR a viajeros de China para evitar nuevas olas de COVID-19 en Venezuela
La viróloga Flor Pujol indicó que en Venezuela circulan sublinajes de BA.5, BA.2, entre otras; pero que hasta ahora no se ha detectado la XBB 1.1.5

Flor Pujol, viróloga e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), recomendó pedir prueba PCR a viajeros procedentes de China, aunque instó a no alarmarse.

En una entrevista que concedió a Unión Radio, Pujol no descartó que pueda producirse un pico de contagios con algunos casos por ciudadanos de ese país que viven en Venezuela pero viajaron a su nación por las fiestas. 

Ante eso, recomendó que se podría solicitar una prueba PCR a estos viajeros, o que tengan alguna vacuna vigente.

«No hay que alarmarse innecesariamente, la condición de China es algo particular y no se ha descrito ni siquiera la XBB 1.1.5 de la que se habla en Estados Unidos, que es muy transmisible y con mayor patogenicidad», dijo.

En el caso de la situación venezolana, instó a las personas a aplicarse la tercera y cuarta dosis.

«Aprovechemos, sobre todo las personas mayores de 60 años o con comorbilidades, que se pongan su cuarta dosis», instó.

Como medidas de prevención en los aeropuertos, Pujol comentó que podría haber un control previo a las personas que abordarán los aviones para evitar que viajen.

Sublinajes en Venezuela

La viróloga Flor Pujol indicó que en Venezuela circulan sublinajes de BA.5, BA.2, entre otras; pero que hasta ahora no se ha detectado la XBB 1.1.5.

«Es muy factible que en algún momento la tengamos en Venezuela (…) No es de alarmarse y de preocuparse de que va a pasar algo más grave por ello», explicó.

Pujol señaló que, antes de ómicron, las variantes fueron más homogéneas y que ahora hay una «explosión de diversidad».

«Cada vez es más probable que con un contacto me infecte, por eso debo tener mi inmunidad al día. Si no se ha infectado, mantenga al menos cada cuatro o seis meses su vacunación», exhortó.

Finalmente, señaló que en Venezuela se habla de una «triple epidemia» por detección de SARS-CoV-2, influenza y virus respiratorios sincitial.

«La ventaja es que las vías de transmisión de estos virus son similares. Las vías de prevención siguen siendo muy efectivas», añadió.

Cuatro respuestas a preguntas comunes sobre la influenza aviar
Simón Leal Alfonzo, médico veterinario y especialista en medicina aviar, dijo que se debe evitar el contacto con aves silvestres, pues Venezuela es una ruta migratoria para estas aves
Flor Pujol, jefa del laboratorio de Virología Molecular del IVIC, indicó que la probabilidad de que una persona se infecte con el virus de influenza aviar es muy baja “porque el virus de influenza aviar usa un tipo de receptores presentes en el epitelio de las aves y que no está presente en el epitelio de los humanos”

@Andrea_GP21

El Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras declaró en días pasados el estado de emergencia en cinco estados del país tras detectar la presencia de influenza aviar en pelícanos. Las entidades afectadas son Anzoátegui, Miranda, Nueva Esparta, La Guaira y Sucre.

Según la resolución del órgano gubernamental, la medida regirá “por un período de 90 días” contados desde el pasado 29 de noviembre.

Se trata del “primer reporte” de este virus en Venezuela, “que hasta la actualidad históricamente ha sido libre de influenza aviar”, según la resolución que publicó la ministra de Ciencia, Gabriela Jiménez.

 

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la influenza aviar, también conocida como gripe aviar, es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae.

¿El brote podría extenderse en el mundo?

El pasado sábado, 3 de diciembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un reporte sobre el brote de influenza aviar en varios países de la región, así como sus implicaciones para la salud pública.

De acuerdo con la OPS, actualmente la temporada epidémica de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) continúa con brotes en aves de corral y brotes notificados en aves distintas a las aves de corral, principalmente en las regiones de Europa y América.

La organización advirtió que, según el patrón estacional de la IAAP, se estima que aumente el número de brotes durante los próximos meses, por lo que la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA) insta a los países a mantener y reforzar los esfuerzos de vigilancia, medidas de bioseguridad en granjas y notifiquen los brotes de influenza aviar en aves y especies no avícolas.

“La calidad de la vigilancia es clave para la detección temprana y la respuesta oportuna ante amenazas potenciales para la salud animal con impacto en la salud pública”, señaló la OPS en su comunicado.

¿La influenza aviar puede convertirse en epidemia o pandemia?

Julio Castro, médico infectólogo venezolano, aseguró el pasado 5 de diciembre que el potencial pandémico de la influenza aviar es “bajo”, puesto que la transmisión se produce entre animales. 

En una entrevista que ofreció a Onda La Superestación, Castro señaló: “No ha habido evidencia de transmisión humano-humano lo cual cambia completamente el panorama de la influenza”.

Sin embargo, señaló que la transmisión del animal hacia los humanos ocurre, en la mayoría de los casos, en personas que están en contacto directamente con las aves, que las manipulan en las granjas o que las matan para consumo humano.

“Se dan muy pocos casos entre humanos en comparación con lo que conocemos sobre el COVID-19. Por eso, el potencial pandémico de AH5N1 es todavía muy bajo hasta que no haya transmisión de humano a humano”, explicó Castro.

Pese a considerar que su potencial pandémico es bajo, Castro instó a mantener y mejorar la vigilancia en las aves y notificar cualquier enfermedad respiratoria fuera de lo común, especialmente si se dan casos de neumonía severa en comunidades de pescadores, por su contacto con los pelícanos. 

¿Qué tipo de aves pueden verse afectadas?

Simón Leal Alfonzo, médico veterinario y especialista en medicina aviar, explicó que la influenza aviar se caracteriza por generar signos de tipo respiratorio, además de causar síntomas como diarrea y una alta mortalidad en las aves.

“Esos signos y las lesiones macroscópicas que se pueden observar en las aves son similares a otras enfermedades y es allí donde se debe hacer un diagnóstico diferenciado que debe ir acompañado de un diagnóstico final, con todas las pruebas de laboratorio que se deben realizar”, dijo en una entrevista que ofreció el pasado 7 de diciembre al programa radial Campo, Café y Ciudad de la emisora Luz Radio 102.9 FM.

Aunque hasta los momentos se han reportado casos en pelícanos, Leal señaló que aves como patos, pavos, codornices, las aves de corral como son las gallinas ponedoras y los pollos de engorde también son sensibles a contagiarse con este virus.

“Ese virus está en las aves silvestres, sobre todo en las aves acuáticas”, explicó el especialista. 

Por otra parte, señaló que es difícil que el virus se transmita hacia los humanos y que esto puede ocurrir cuando se producen situaciones de hacinamiento, medidas “pobres” desde el punto de vista de higiene, o al convivir con aves que están infectadas. Asimismo, aclaró que el virus no se transmite al consumir productos avícolas como pollo y huevos.

 

“Si uno mantiene las medidas de bioseguridad, que yo creo que a estas alturas manejamos la mayoría, la forma de transmisión de esta zoonosis es muy baja para nosotros”, explicó.

Sin embargo, reafirmó que se debe evitar el contacto con aves silvestres, pues Venezuela tiene rutas migratorias para estas aves que, a través de los años, han hecho esa migración desde el hemisferio norte al hemisferio sur y viceversa.

“No hay tratamiento para las aves que se contagian. Aunque sea un ave positiva del virus, hay que eliminar el resto de las aves. Por eso, tenemos que evitar que exista el contacto con aves migratorias”, señaló.

Con respecto a las personas que tienen aves de traspatio, el médico veterinario Simón Leal Alfonzo instó a mantenerse vigilantes de su comportamiento y reportar al Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI) cualquier eventualidad.

Finalmente, advirtió que se debe evitar que la influenza aviar llegue a las aves de traspatio y la avicultura comercial, pues podría producirse escasez de proteínas como lo es el pollo, así como una pérdida de al menos 1,200 millones de dólares y pérdidas de fuentes de empleo.

 
 
 
 
 
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¿Puede afectar este brote a los humanos?

La OPS señala en su página web que, aunque la mayoría de los virus influenza que circulan en aves no son zoonóticos, algunas cepas de la influenza aviar altamente patógena podrían infectar a los seres humanos, representando una amenaza para la salud pública.

Flor Pujol, jefa del laboratorio de Virología Molecular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), explicó entrevista con Runrun.es que las personas que están en riesgo de contraer la influenza aviar son aquellas que están en contacto más estrecho con aves, como los criadores de aves de corral.

“Las otras personas que deben tener particular cuidado son las autoridades sanitarias o que se están encargando de recoger las aves muertas, después de hacer una autopsia y de tomar las respectivas muestras”, añadió Pujol.

Según explicó la especialista, la influenza aviar puede causar neumonías graves  y generar síntomas similares a los causados por la COVID-19 y la influenza general. Pero esta, al ser más patogénica, hace que sea más necesario evitar que ocurra el paso a los humanos.

Sin embargo, indicó que la probabilidad de que una persona se infecte con el virus de influenza aviar es muy baja “porque el virus de influenza aviar usa un tipo de receptores presentes en el epitelio de las aves que no está presente en el epitelio de los humanos”.

“Y en el caso poco probable que se infecte una persona, la probabilidad detrás de que esa persona se lo transmita a otra persona es prácticamente nula, a menos que hayan ocurrido mutaciones que favorezcan la transmisión, pero eso no ha ocurrido”, aclaró.

Pujol señaló que, en este momento, no es necesario realizar vigilancia en humanos, sino la zoosanitaria de las aves muertas. Eventualmente, sí habría que vigilar a las personas que han estado en contacto con las aves contagiadas, a los encargados de hacer el levantamiento de aves muertas y hacer el muestreo.

“En Venezuela, hasta este momento, no se reportan casos en humanos de influenza aviar. Es un evento muy poco probable y, en general, el paso del virus de aves de corral o de crías de aves de pollos, etc, a humanos, no ha ocurrido. Solo se han detectado en aves silvestres”, finalizó.

Academia de Ciencias pide redoblar las medidas de bioseguridad por la COVID-19
Flor Pujol, investigadora del IVIC, recordó que en Venezuela, actualmente, hay en circulación en el país subvariantes, tanto la BA.2 como la BA.5

La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (Acfiman) pidió este martes, 2 de agosto, «redoblar» las medidas de bioseguridad ante el aumento de casos de COVID-19.

Mediante un comunicado, la Academia de Ciencias señaló que actualmente, en Venezuela, «hay un pico ascendente de casos de COVID-19».

La bióloga Flor Pujol, investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), explicó que los picos de COVID-19 de este año se deben a la variante ómicron.

Al respecto, la especialista señaló que ómicron, además de tener una mayor trasmisibilidad,  presenta un «poder de evasión a la respuesta de los anticuerpos protectores, conferida por infección previa o por las vacunas».

En una entrevista que ofreció Pujol en abril a la Academia de Ciencias, señaló que ómicron causó un incremento de casos, pero con una «tasa de letalidad mucho menor que la variante delta».

“Si habrá menos o más casos dependerá de la cobertura y calidad de la vacuna y de la cantidad de personas que ya se han contagiado y que están mejor protegidos con una inmunidad híbrida”, añadió en la entrevista.

También, Pujol señaló que ómicron tiene varios sublinajes subvariantes y una persona puede infectarse con varias de esas subvariantes de forma sucesiva.

“Eso quiere decir que si alguien se infectó con la B.1 en ese primer pico que fue entre enero y febrero en Venezuela, puede facilmente infectarse con la BA.2 y posteriormente con la BA.5, a escasas semanas de intervalo», dijo.

Por otra parte, la investigadora recordó que en Venezuela, actualmente, hay en circulación en el país subvariantes, tanto la BA.2 como la BA.5. 

En ese sentido, la Academia de Ciencias consideró necesario «redoblar de nuevo las medidas de prevención», como el uso de mascarillas, distanciamiento físico, entre otras.

Venezuela poscovid | El episodio final de la pandemia aún está en construcción
Si algo ha enseñado la dinámica de convivir durante dos años con un virus pandémico es que el grito de «victoria» no se debe apresurar. El punto y final no está a la vuelta de la esquina.
Runrunes consultó a la viróloga Flor Pujol y al médico oncólogo y presidente del Hospital de Clínicas Caracas, Miguel Salomón,  para abordar los escenarios probables de la pandemia, qué aprendizajes dejó al mundo y a la comunidad científica y cómo se podría evitar caer en una situación global similar en el futuro
Los expertos advierten que en un contexto de relajamiento de las medidas anticovid y con países que aún registran bajas tasas de vacunación, el coronavirus podría encontrar un terreno fértil para seguir circulando, mutando y mantenerse en fase epidémica

@MrsYaky

 

¿El fin está cerca? No si la pregunta tiene que ver con la pandemia de COVID-19.

El camino ha sido largo y espinoso. 6 millones de personas han perdido la vida en un trayecto de dos años. Al menos 472 millones han contraído la infección. El virus fue «democrático»: ni los sofisticados sistemas de los denominados países del primer mundo fueron inmunes a sus embates. 

Períodos de confinamientos estrictos, con marcadas consecuencias económicas, sociales y para la salud mental de los ciudadanos se fueron alternando con flexibilizaciones parciales que se levantaban cuando las oleadas de nuevos brotes así lo obligaban. El desarrollo de las vacunas encendió la luz al final del túnel, pero con el surgimiento de variantes, se empezó a escribir otro capítulo que complicaba un poco más la trama.

Científicos, médicos y personal sanitario trabajaron sobre la marcha en una carrera contra el tiempo para intentar salvar vidas. En el camino, miles de ellos también cayeron.

A dos años del inicio de la pandemia,  lo que se conocía antes como «normalidad» parecía retornar  en buena parte del mundo. La transición a la endemia lucía como posibilidad más que como esperanza luego de la rápida difusión de la variante ómicron surgida en Sudáfrica, mucho más contagiosa, pero de curso más benévolo que sus precedentes.

Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la voz de alerta el pasado 17 de marzo de 2022, tras advertir un nuevo repunte de casos de COVID-19 en el mundo, que cifraron en 8%. Y esto a pesar de que la realización de pruebas también ha caído.

«Los casos informados de COVID-19 están aumentando nuevamente a pesar de las reducciones en las pruebas, lo que significa que los casos que estamos viendo son solo la punta del iceberg», advertía el director de la OMS, al tiempo que insistía en un llamado a los países del mundo a continuar vacunando, haciendo pruebas, secuenciación genética del virus, brindando atención temprana a los pacientes y aplicando «medidas de salud pública de sentido común».

Si algo ha enseñado la dinámica de convivir durante dos años con un virus pandémico es que el grito de «victoria» no se debe apresurar. Runrunes consultó a dos expertos para abordar los escenarios probables de la pandemia, qué aprendizajes dejó al mundo y cómo se podría evitar caer en una situación global similar en el futuro. 

¿Coronavirus para rato?

¿Podemos empezar a despedirnos de los tapabocas y abrazar la presencialidad en todas las dinámicas laborales y sociales?

Miguel Salomón, médico oncólogo y presidente de la junta directiva del Hospital de Clínicas Caracas, es enfático al declarar que seguimos en fase epidémica.

«No podemos cantar victoria, seguimos en fase epidémica, es un virus nuevo que está mutando, no tenemos suficiente memoria inmune, no está totalmente establecida. Se estima que, a mediados o a finales de este año, la enfermedad va a seguir siendo epidémica en buena parte del mundo. No sería sino hacia el fin de 2022, o a principios de 2023, cuando probablemente se vuelva endémica, en algo parecido a la influenza», explica, a la par de recalcar que en Venezuela hemos experimentado la pandemia con cierto rezago respecto a otros países del mundo, lo que haría que la fase epidémica en nuestro país pueda prolongarse hasta el año 2023.

 

 

Las cifras del gobierno venezolano indican que el promedio de nuevos casos diarios de COVID-19 se ubicaba en 188 hasta el pasado 21 de marzo. Desde las clínicas y hospitales centinela se reportan pocas hospitalizaciones. Pero Salomón advierte que en tres o cuatro semanas habrá un repunte de casos en el país, aunque aclara que eso no necesariamente significará un repunte en el número de pacientes graves.

Por su parte, Flor Hélene Pujol, bióloga celular, viróloga e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), recuerda que en las últimas semanas varias ciudades de Hong Kong y China han presentado un pico de infección «muy alto», lo que asocia con la circulación del sublinaje BA.2 de ómicron, que también causó un repunte en Dinamarca y otros países de Europa.

«El pico epidémico de esta subvariante se presentó poco tiempo después del causado por la variante BA.1, a los 15 días apenas, lo que permite suponer que la tasa de reinfección es relativamente rápida. En general, no es mucho más grave, pero en algunas situaciones con personas no vacunadas o con vacunas menos efectivas podría quizá serlo», explica.

Y aunque reconoce que países como Venezuela actualmente contabilizan una «alta reducción de los casos», otros están viviendo tardíamente la ola de ómicron, o transitaron esa ola de forma «explosiva», pero luego bajaron las mareas. 

«Hay países en donde tardan un poco más en bajar los casos, como en Hong Kong y Alemania. Y otros están teniendo una  segunda oleada por BA.2», añade.

Al panorama de olas que suben y bajan hay que sumarle la aparición de una variante recombinada denominada popularmente como «deltacron«, una secuencia híbrida producto de la recombinación de parte de las secuencias de las variantes delta y ómicron que fue reportada por primera vez a finales de enero de 2022.

Aunque la OMS no le ha otorgado un nombre oficial a esta nueva variante del virus que circula en Europa  (Francia, Países Bajos y Dinamarca) y fue detectada también en Estados Unidos y Reino Unido sí ha dicho que, hasta ahora, registra una «baja circulación», lo que podría ser una falsa impresión según ellos mismos admiten debido a la caída en el número de pruebas de detección y a la subutilización de las plataformas para la secuenciación genética del coronavirus en todo el mundo.

La variante delta causaba casos más graves y la ómicron resultó ser mucho más contagiosa, por lo que había temor de que la recombinación de ambas variantes pudiese ser más peligrosa. El Instituto Pasteur de Francia secuenció el genoma y concluyó que deltacron posee mutaciones características de ambas de cepas, al cotejarla con la base de datos de secuenciación genómica GISAID.

«Es una nueva variante cuyo comportamiento debe evaluarse», comenta la viróloga Flor Pujol.

Los escenarios probables de la pandemia

Sobre deltacron, el nuevo jugador que saltó al terreno, las estadísticas no sugieren hasta ahora que haya presionado aumento de nuevos casos o multiplicado los casos graves en los sitios en los que ha sido detectada.

Así, es prematuro determinar su impacto, o temer que pueda combinar la alta contagiosidad de ómicron y la gravedad de delta. Pero, sin duda, su aparición es ineludiblemente una muestra de que, con ómicron, no llegamos al capítulo final de la pandemia. 

En un contexto de relajamiento de las medidas anticovid y con países que aún registran bajas tasas de vacunación, el coronavirus podría encontrar un terreno fértil para seguir circulando, mutando y mantenerse en fase epidémica.

La aparición de nuevas variantes suele ser el azar, es decir, que luego de la muy contagiosa pero más benévola ómicron podría incluso surgir otra variante más peligrosa. Y hay países como África en donde la tasa de cobertura vacunal sigue siendo muy baja, ataja Flor Pujol. 

Justamente, uno de los escenarios que puede presentarse de cara a los próximos meses es el surgimiento de nuevas variantes y todo lo que ello podría implicar según el tipo de mutación que sea: nuevos brotes,  aumentos de contagios y muertes, medidas de restricción de circulación, entre otros.

«Mientras más personas estén sin vacunar, más posibilidad habrá de infectarse, de que el virus acumule más mutaciones, de que esas mutaciones sean altamente exitosas para el virus, y de que pueda convertirse en nuevas variantes», detalla la investigadora del IVIC.

 

Un escenario más optimista es que no surjan nuevas variantes y, en ese caso, probablemente la OMS «decretaría el fin de la pandemia y pasaríamos a la transición a la endemia: con casos de coronavirus en ciertos lugares y momentos, pero ya no como pandemia», destaca la viróloga. 

Por su parte, el doctor Salomón acota que la mutación de los virus es una expresión de resistencia y que es impredecible determinar si habrá otra variante y cuáles serían sus características: «Puede ser que nos encontremos con una variante más leve, o con una más fuerte, o con otra que tenga órganos blanco distintos. Con ómicron era más gastrointestinal, tipo patrón gripe y con afectación pulmonar sustancialmente menor que con otras variantes previas», detalla. 

La otra cara: logros y aprendizajes

En dos años de pandemia la ciencia y la medicina fueron retadas hasta su máximo nivel. Ambos expertos consultados para este trabajo coinciden en que el avance científico más importante fue, sin lugar a dudas, el desarrollo de las vacunas.

«Las vacunas generan un punto de inflexión en cuanto al comportamiento de la enfermedad, morbilidad y letalidad. Las tasas de frecuencia y mortalidad empiezan a caer de manera importante después de ellas. La enfermedad se expande, pero las cifras de hospitalización, enfermedad y complejidad no», destaca Salomón.

Entretanto, Pujol remarca que las vacunas redujeron por lo menos en diez veces la probabilidad de desarrollar una forma grave de la enfermedad y de ingresar a unidades de cuidado intensivo.

«Si bien no reducen al 100% la posibilidad de infectarse, son un gran logro de la biotecnología, del conocimiento, de la ciencia. Además, se trabajó en plataformas vacunales modernas, como las vacunas ARN, y se usaron las de adenovirus que ya habían sido evaluadas en ébola. Uno de los éxitos más importantes para afrontar la pandemia fue este», argumenta. 

 

Desde el punto de vista de los aprendizajes, el presidente del Hospital de Clínicas Caracas enfatizó que la pandemia vino a recordarnos, entre muchas otras cosas, el carácter efímero de la vida:

«Somos transitorios en el planeta. Hoy estamos, mañana no. Por eso, uno tiene que reflexionar acerca de los valores, retomar la importancia de ser generosos y de estar abiertos a los demás y compartir», expresa.

También, a juicio del médico oncólogo, la vivencia de los dos últimos años puso de relieve la importancia del esfuerzo mancomunado y social para poder enfrentar los desafíos que enfrenta el planeta. 

Desde el punto de vista más pragmático, la presión del coronavirus obligó a las empresas de salud a entrar en una etapa de agilidad, adaptación y flexibilización. Salomón considera que el sector privado de la medicina en Venezuela «respondió con la sobriedad y la prestancia» que el país ha ameritado en cada momento de estos dos años. 

En lo que respecta a la dinámica cotidiana, según Salomón, la pandemia precipitó la aparición e implementación de nuevas formas de relaciones laborales, como el trabajo remoto o virtual. Anticipa que, tras probarse las mieles del funcionamiento a distancia, las actividades de muchos sectores se mantendrán bajo esa modalidad. 

«Todo esto tomó un impulso y vino para quedarse. Va a ser difícil volver a la presencialidad en distintos sectores. Hay que normalizar el trabajo a distancia, que es una zona gris, hay que establecer los parámetros para que no se convierta en una forma de esclavitud», apunta. 

Aún así, considera indispensable que esa presencialidad no sea del todo sacrificada en la escuelas. «Se necesita en el entorno académico, a las escuelas no se va solo a aprender, sino a adquirir habilidades sociales para interactuar», puntualiza.

En el caso particular en Venezuela, uno de los aprendizajes más importantes es que el gobierno necesita apoyarse en el sector privado para dar respuestas más rápidas a las necesidades de salud de la población. 

«El gobierno necesita tener más agilidad para implementar medidas como los programas de vacunación. Hubo muchos problemas logísticos para traer las vacunas al principio (…) La empresa privada tiene buena parte del impulso de la vacunación, es importante que el Estado vea que el sector privado puede ser aliado en el ámbito de la salud pública. El Estado tiene capacidad para hacerlo, debe ser bienvenido el apoyo de la iniciativa privada bajo regulación del Estado»,  enfatiza Salomón. 

¿Se pueden prevenir nuevas pandemias?

A finales de 2021, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió al mundo que el COVID-19 no será la última pandemia a la que nos enfrentaremos, por lo que pidió comenzar a trabajar desde ahora en la preparación ante nuevos brotes infecciosos.

«Las enfermedades infecciosas siguen siendo un peligro que acecha a todos los países”, declaró el 27 de diciembre de 2021 en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias.

El líder de la ONU alertó que todo brote que surja en cualquier parte del mundo podría convertirse en pandemia. En ese sentido, instó a mejorar la vigilancia, la detección temprana y a preparar planes de respuesta rápida, así como a fortalecer los sistemas de atención primaria en salud para evitar que colapsen.

Un punto de honor según Guterres debe ser fomentar la «solidaridad mundial» para que cualquier país del mundo tenga la capacidad de frenar la propagación de enfermedades infecciosas apenas se detecte un brote. 

También, a principios de diciembre de 2021, la comunidad internacional acordó iniciar un proceso para redactar y negociar un tratado sobre cómo abordar futuras pandemias, lo que implicaría acuerdos para reforzar las áreas de prevención, preparación y respuesta.

Los 194 países miembros de la Organización Mundial de la Salud se comprometieron en iniciar los debates en 2022, con la aspiración de aprobar el acuerdo en 2024.

Al ser consultada sobre la probabilidad de otra pandemia, la científica venezolana Flor Pujol recalca el concepto de «una sola salud» que vincula a los humanos, animales y ecosistemas. 

«La posibilidad de una pandemia siempre está ahí, como una espada de Damocles. ¿Cuáles son los riesgos que tenemos de situaciones que se han vuelto frecuentes? Está por ejemplo la gripe aviar, un virus altamente patogénico, con muchos reportes de casos frecuentes y eso sería una pandemia de alta peligrosidad. Tenemos además estos contactos humanos con mercados de animales silvestres y la naturaleza que hace que puedan surgir otro virus como ha surgido el ébola, por ejemplo. De los virus de transmisión respiratoria ya este es el tercero de una saga que incluyó al SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo del 2003),  MERSCoV (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio), y ahora el  SARS-CoV-2 (que genera la enfermedad del COVID-19).  Siempre queda ese peligro si no abordamos el concepto de una sola salud: Para que el humano esté bien, tiene que estar el ecosistema bien, no podemos estar interfiriendo tanto en el mundo que nos rodea», expuso. 

En ese sentido, es indispensable limitar las intervenciones a la naturaleza y ser más respetuosos con nuestro entorno, agrega Pujol. En octubre de 2020, la ONU detallaba que 70% de las enfermedades emergentes  (como el ébola, el zika o la encefalitis de Nipah), así como casi todas las pandemias conocidas (influenza, VIH / SIDA, COVID-19) son zoonóticas o causadas por microbios de origen animal que «saltan al humano» debido al contacto entre la vida silvestre, el ganado y las personas.

Ese informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) del año 2020 calculó que existen 1,7 millones de virus no descubiertos en mamíferos y aves y que, de ellos, hasta 850.000 podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos. Las actividades humanas como la expansión e intensificación de la agricultura, comercio y producción y el consumo insostenible «perturban la naturaleza, aumentan el contacto entre la vida silvestres y el ganado, los patógenos  y la personas», lo cual abona el terreno para nuevas pandemias, advertía el documento. 

 Pujol indica que los Estados deben intervenir en los mercados de comercio y animales silvestres y mejorar su vigilancia epidemiológica: «En el caso del ébola, por ejemplo, se puede predecir un futuro brote por vigilancia en animales silvestres, cuando se vea muertes en los primates no humanos. Los sistemas de vigilancia epidemiológica deben afinarse».

A estas necesarias intervenciones, el doctor Miguel Salomón suma que los gobiernos deben notificar los brotes de enfermedades infecciosas y actuar con prontitud: «En el caso del coronavirus, la falta de información rápida  y transparente por parte de China fue determinante.  No se pudieron implementar los mecanismo de control de manera adecuada. Si los Estados detectan brotes de ese tipo, tienen que actuar de manera rápida». 

La resistencia bacteriana es otro grave problema que incluso desde algunos sectores científicos es catalogado desde ya como una «pandemia silenciosa».

En marzo de 2021, la Organización Panamericana de la Salud advertía que la resistencia a los microbios podría poner fin a siglos de avances médicos y podría dificultar o hasta imposibilitar que enfermedades como la tuberculosis, neumonía, infecciones urinarias, faringoamigdalitis, entre  muchas otras, puedan ser resueltas con antibióticos. 

La causa de esta situación, según explicaban, es que los microorganismos «desarrollan nuevas formas de resistir cuando son agredidos», lo que se suma a que «no haya nuevas moléculas (como los antibióticos) para contrarrestarlos”.

El médico oncólogo explica que la resistencia bacteriana tiene mucho que ver con el mal uso y abuso de antibióticos: «Muchos países han adoptado la eliminación de la venta libre de antibióticos. En Venezuela unos pocos se venden», explica.  El especialista dijo que esta medida es una forma de reducir el riesgo de que surja una bacteria súper resistente, «aunque ya han aparecido unas de tuberculosis».

A Salomón le preocupa el hecho de que justo en la pandemia por coronavirus se recurría a recetar antibióticos contra una infección viral, sin que hubiese una bacteria sobreagregada que justificara el uso de un medicamento de este tipo. 

«Comenzar a usarlos de manera prematura y sin una indicación adecuada puede generar súper bacterias», dijo, tras recalcar los riesgos del uso de antibióticos de manera indiscriminada y comentar que en Venezuela lo que ha sido un problema crónico se agudizó con la pandemia: «Los mismos médicos los prescribían, por ejemplo, indicaban una azitromicina contra el virus, eso no es una eso no es una buena práctica, eso puede generar resistencia«, insistió. 

No hay obviar que los ciudadanos también deben sumarse a la jugada de la prevención de nuevas pandemias.  Además de respetar el medio ambiente y expandirse de forma más estructurada, también deben contribuir con acciones cotidianas y sencillas como mantener la higiene adecuada (lavado de manos) y trabajar en la adecuada disposición de aguas y excretas, recomienda Miguel Salomón. 

Y mientras haya brotes activos de enfermedades infecciosas como el coronavirus,  no queda otro camino que seguir las recomendaciones sanitarias para prevenir la diseminación, tales como «el uso de la mascarilla, compartir en espacios aireados,  evitar aglomeraciones y «tener una actitud más responsable que colabore con reducir y cortar las cadenas de transmisión, sea cual sea el patógeno», concluye Pujol

 

Variante delta del coronavirus es la que predomina en 95% de los casos en Venezuela
La especialista enfatizó en que la clave para que la pandemia se convierta en endemia, es la vacunación, aunque el éxito de las vacunas se mide cuando se realiza la fase 3 de la investigación y, después, la efectividad en el terreno

Flor Pujol, viróloga e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), advirtió que la variante delta del coronavirus es la que predomina en 95% de los casos en Venezuela.

Así lo dijo la especialista en un conversatorio online realizado por el Observatorio Venezolano de Fake News, proyecto de la Asociación Civil Medianálisis.

Pujol comentó que en este momento en el mundo hay cinco variantes de preocupación del coronavirus, que son la alpha, beta, gamma, delta y la más reciente, que es la ómicron; y dos variantes de interés denominadas lambda y mu. No obstante, manifestó que la variante delta es la que predomina en todo el país, en más del 95 % de los casos.

“En Venezuela tenemos la capacidad científica, técnica, sanitaria para detectar la Ómicron”, dijo, aunque actualmente no se han identificado casos confirmados de esta ni de la variante Beta.

 

Por otra parte, indicó que con el sistema de vigilancia genómica y las herramientas que usa, el IVIC pueden detectar las mutaciones e identificarlas de manera rápida.

Pujol explicó, además, que en países como el Reino Unido  secuencian el genoma completo de los 30 mil nucleótidos que tiene el virus, y precisó que en Venezuela hay menos capacidad de secuenciar, de tal manera que el IVIC adoptó una estrategia racional y secuencia 563 mutaciones, lo que les permite diagnosticar con un 99 % de seguridad, para detectar el tipo de variante.

La especialista advirtió que “en Brasil ya está circulando la variante ómicron y es muy probable que la tengamos próximamente en Venezuela”, por lo que propuso que se debe reforzar toda la vigilancia de viajeros que regresan al país.

A favor de una tercera dosis

La especialista enfatizó en que la clave para que la pandemia se convierta en endemia es la vacunación, aunque el éxito de las vacunas se mide cuando se realiza la fase 3 de la investigación y, después, la efectividad en el terreno.

A propósito de lo anterior, Pujol indicó que una vacuna puede tener una eficacia del 90 %, pero si se aplica en la región de Sudáfrica, donde está la variante Beta, la efectividad puede bajar a un 70 %, por dar un ejemplo.

“No es un virus fácil de erradicar, por ser un virus que puede presentarse de forma asintomática”, explicó.

 

Pujol consideró que se debe aprender a convivir con él como un virus endémico, con brotes casuales y aplicar dosis de refuerzos contra este virus. En ese sentido, destacó que en un año se logró tener vacunas efectivas.

Ante la posible presencia de la variante ómicron en el territorio venezolano, sugirió que la población acuda a vacunarse lo más rápido posible. “La idea es cortar la cadena de transmisión para que no surja una variante venezolana, como surgió en Sudáfrica”.

Tratamientos en contra del coronavirus

Pujol se refirió a la píldora contra la COVID-19 desarrollada por el laboratorio Pfizer, que actúa como inhibidora de las proteasas (enzimas que ayudan a la ruptura de las proteínas), señalando que es una pastilla prometedora que ha demostrado resultados esperanzadores.

Además, argumentó que es útil tener una herramienta más para tratar de detener la replicación del virus, pues consideró que “los antivirales siempre van a hacer útiles en las etapas tempranas”.

Sin embargo, advirtió que se no se debe bajar la guardia con las medidas de prevención que ya son conocidas mundialmente y, además, mantenerse protegidos del coronavirus con la vacunación.

*Nota de prensa

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Viróloga: En 2022 probablemente todos los ciudadanos necesitarán tercera dosis de vacuna
La viróloga advirtió que aunque Venezuela esté en flexibilización, no significa que se haya derrotado al virus

Foto: EFE/Miguel Gutiérrez

Flor Pujol, viróloga del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), advirtió este lunes, 13 de diciembre, que es probable que en 2022 los ciudadanos necesiten una tercera dosis de la vacuna anticovid.

Durante una entrevista ofrecida al Circuito Éxitos de Unión Radio, Pujol señaló que a los seis meses disminuye la inmunidad de las vacunas, pero no es que desaparece, sino que se reducen los niveles de anticuerpos, por lo que recomiendan una tercera dosis, sobre todo para «personas con una inmunidad menor de base”.

«¿Debo vacunarme con una tercera dosis? Ese es un gran dilema ético entre el bienestar, la seguridad y bien de toda la comunidad, dependiendo del país y disponibilidad de vacunas, obviamente sí, pero siempre priorizando: personal de salud o de riesgo por comorbilidades, o inmunodeprimidos. Pero sí, probablemente todos en 2022 estemos pasando por la tercera dosis”, señaló.

 

Asimismo, consideró que se deben aportar vacunas a África, pues es el continente con menor cobertura de vacunación. «Porque si ellos están bien, todos estamos bien, eso nos enseñó la variante ómicron», señaló.

Sobre la variante ómicron

Pujol recordó que hasta ahora no hay evidencia de gravedad incrementada con la variante ómicron, «ni siquiera similar a la que se demostró con delta, que es la que ómicron está desplazando en este momento», dijo.

«En 43 casos detectados en EEUU uno solo ameritó hospitalización, y no ha causado muertes. Había que declararla de preocupación por esa alta tasa de contagio que representa”, agregó.

Además, señaló que en Brasil ya hay transmisión comunitaria de la ómicron y dijo que las suspensiones de vuelos no frenan los casos.

Por ello, cree que la mejor recomendación sigue siendo instar a la población a cuidarse.

«El asunto es cuán efectiva es la semana radical de los meses pasados, creo que es mucho más efectivo recordar las medidas de mascarilla, distanciamiento y alertar a los jóvenes a vacunarse, que al menos se pongan las dos dosis. Esas medidas son más efectivas», dijo.

El virus no ha sido derrotado

La viróloga advirtió que aunque Venezuela esté en flexibilización, no significa que se haya derrotado al virus.

«Por la frontera o por los vuelos nos puede llegar la ómicron, no parece ser tan terrible como al principio pensamos, pero necesitamos mantener la precaución (…) Entre todas las medidas yo resalto la vacunación y las mascarillas, vamos a mantenerlas”, acotó.

 

Para finalizar, destacó que los centros de vacunación están vacíos e instó a la gente a vacunarse: «Hay cadenas privadas de farmacia que lo ofrecen, uno va y sin tener que hacer cola, en diez minutos se inmuniza».

«Su regalo de Navidad debe ser la vacunación con dos dosis”, acotó la viróloga.

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VacunómetroVen: Plan de Vacunación avanza lento y con poca información de segundas dosis aplicadas
Los datos del #VacunómetroVen obtenidos del seguimiento al plan de vacunación en el país evidencian que se han aplicado 1.778.015 dosis de la vacuna contra la COVID-19. A un mes de la llegada del último cargamento de fármacos al país, los reportes de la Alianza Rebelde Investiga (ARI), conformada por Runrunes, El Pitazo y TalCual, revela que sólo cuatro estados han informado sobre cifras de segundas dosis aplicadas

Alianza Rebelde Investiga (ARI)

 

El seguimiento del plan de vacunación contra la covid-19 que realiza la Alianza Rebelde Investiga (ARI) mediante el #VacunómetroVen revela que durante la sexta semana de haberse iniciado el proceso, disminuyó el ritmo de dosis aplicadas con respecto a la semana anterior de 29,5%. De acuerdo a los datos de voceros oficiales, hasta el 12 de julio se suministraron 1.778.015 dosis en todo el país, para un aumento de 27,17% durante el período

Hasta el 12 de julio, se han aplicado 1.778.015 dosis entre los 23 estados y el Distrito Capital, lo que representa el 77,08% de las vacunas anti COVID-19 que se han distribuido en  el país (2.306.577).

El #VacunómetroVen, monitor del proceso de administración de vacunas antiCOVID-19 en Venezuela desarrollado por ARI, formada por El Pitazo, Runrunes y TalCual, determinó que todavía falta vacunar a 92% de la población para lograr la inmunidad de rebaño.

Ya ha transcurrido un mes desde el último reporte de vacunas anti COVID-19 que han llegado al país, cuando se recibieron 500.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, el pasado 13 de junio.

Con el proceso de vacunación adelantado hasta el 12 de julio, se ha suministrado 8,08% de las vacunas anti COVID-19 requeridas para lograr parcialmente la inmunidad de rebaño en Venezuela. Sin embargo, como consecuencia de la falta de información oficial sobre segundas dosis aplicadas, resulta impreciso determinar cuánto falta para alcanzar la inmunidad colectiva.

Segundas dosis

Según lo dicho por voceros oficiales, hasta ahora solo se conoce de cuatro estados que han informado sobre la aplicación de segundas dosis:. Amazonas (8.289) y Vargas (26.678). Cabe destacar que estas son cifras de la semana anterior, pues las autoridades no han emitido información actualizada. 

En semanas anteriores, voceros oficiales de los estados Portuguesa y Monagas habían reportado la cifra de las segundas dosis aplicadas. Sin embargo, esta semana informaron la cifra global. No discriminaron entre primeras y segundas dosis.

En declaraciones ofrecidas a ARI, la especialista en virología Flor Pujol señaló que el porcentaje para alcanzar la inmunidad de rebaño debería calcularse con la población que ha recibido las dos dosis. Por lo que no es suficiente una dosis como han asomado voceros del gobierno de Nicolás Maduro.

Otro elemento que podría complicar más el conteo de personas que se consideran vacunadas es que, según Pujol, el Instituto Gamaleya de Rusia dice que una sola dosis de la vacuna rusa Sputnik V equivale a una vacuna de una sola dosis, que es la Sputnik Light. “Si asumimos ese hecho, algunas de las personas que han recibido solo la primera dosis de la Sputnik podrían ser consideradas vacunadas ya completamente”, puntualizó.

Sin embargo, consideró que el porcentaje de los que han recibido al menos una dosis es todavía muy bajo, “ya que el porcentaje necesario para alcanzar la inmunidad de rebaño se estima alrededor de 22 millones de personas y con la emergencia de variantes, ese porcentaje puede subir a 80% o más”.

 

Por otra parte, de acuerdo con Carlos Alvarado, ministro de Salud del gobierno de Nicolás Maduro, hay 2,9 millones de personas con al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 y sobrepasan los 1,1 millones con las dos dosis.

“Esto es parte del proceso de la vacunación masiva que se inició el 29 de mayo y desde ese momento hasta hoy no ha parado en todo el territorio nacional”, dijo Alvarado en una entrevista radial el 12 de julio.

No obstante, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló el pasado 30 de junio que apenas 223.858 personas han completado en Venezuela el proceso de inmunización de al menos dos dosis, lo que significa que se ha alcanzado apenas 1,01% de la inmunidad de rebaño requerida de 22 millones de personas.

Contradicciones y desinformación

Durante la última semana analizada por el #VacunómetroVen, se registraron datos contradictorias por parte de las fuentes autorizadas para informar sobre la vacunación en los diferentes estados del país, 

Tal es el caso del estado Portuguesa, el gobernador Rafael Calles dijo el sábado 10 julio que 169.441 vacunas fueron aplicadas a la fecha. Más adelante, en la misma declaración, indica que se han aplicado 85% de 82.698 dosis recibidas.

También, Calles aseguró que se instalaron 6 puestos de vacunación en Guanare, Acarigua y Araure; donde se atienden 150 personas por día. La meta de inoculación en Portuguesa es 100.000 personas por mes y la meta de cobertura a diciembre es 70% de la población. Sin embargo, tomando en cuenta las cifras declaradas por el gobernador, apenas se están vacunando 900 personas por mes. Es decir, 73.000 personas menos a la meta planteada en la región. 

Otro ejemplo de desinformación es el estado Aragua, donde de acuerdo con los datos recopilados por el #VacunómetroVen, se mantiene como la única entidad cuyas autoridades oficiales no han reportado cifras de las dosis aplicadas.