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De la excelencia a la decadencia: Fundaredes denuncia la crisis de las universidades de estados fronterizos
Fundaredes, en su informe, sostiene que los estudiantes universitarios han sido abandonados por el Estado, el cual no desarrolla políticas orientadas a garantizar la continuidad y permanencia de los jóvenes en el proceso de formación académica

 

«De la excelencia a la decadencia: el agónico declive de la educación universitaria en Venezuela», fue el informe que presentó la ONG Fundaredes sobre el estado de la educación universitaria en los estados fronterizos. 

El informe se refiere puntualmente a la crisis de la educación superior en los estados fronterizos Zulia, Táchira, Bolívar, y Delta Amacuro, donde un grupo de activistas en pro de la defensa del derecho a una educación de calidad y el derecho al trabajo, reunió testimonios de docentes universitarios y estudiantes sobre las vicisitudes que están afrontando desde el año 2014.

El documento expone que la crisis económica y la Emergencia Humanitaria Compleja afectan la calidad de la educación y degradaron la experiencia universitaria, y que el Estado venezolano «violó la autonomía y recortó el presupuesto universitario dejando a docentes, estudiantes y trabajadores en una situación de extrema vulnerabilidad».

En el informe la ONG detalló varios aspectos que a lo largo de estos nueve años han contribuido al deterioro del sistema de educación. 

Violación de la autonomía universitaria 

La autonomía de las universidades venezolanas ha sido violada en una continua secuencia de eventos, afectando la libertad académica y la calidad de la educación, pues la violación de este precepto también se ve reflejado en el presupuesto universitario.

En un análisis al presupuesto universitario de varios centros de estudios se determinó que las asignaciones, consideradas como insignificantes cuotas, han disminuido en 11 años en un 97,9 %, afectando la formación y capacitación del talento humano, el mantenimiento de la planta física, la investigación y programas de extensión de la universidad.

Por ende, la situación ha conllevado a una crisis universitaria, que ha generado una fuga de estudiantes y profesores calificados, por la falta de presupuesto y pérdidas de políticas adecuadas para el desarrollo universitario. 

Emergencia humanitaria impulsó la migración de docentes 

Según el informe de la ONG, la deserción de docentes es a consecuencia de varias circunstancias. La primera, los bajos salarios que oscilan entre 15 a 20 dólares, y a ello se une la falta de servicios médicos, infraestructuras inadecuadas, los escasos recursos para la investigación y la actualización académica.

«Un 55 por ciento de los docentes en el país desarrollan otro tipo de actividades para poder cubrir sus necesidades básicas, ya que los salarios como profesionales de la docencia no les permite tener acceso a mejores condiciones de vida”, se lee en el informe.

Sector estudiantil desasistido por el Gobierno

Fundaredes, en su informe, sostiene que los estudiantes universitarios han sido abandonados por el Estado, el cual no desarrolla políticas orientadas a garantizar la continuidad y permanencia de los jóvenes en el proceso de formación académica.

La ONG detalló que la desorientación y desmotivación que inunda al sector estudiantil obedece a factores como la falta de asesoría académica continúa, la ausencia de opciones laborales sostenibles una vez culminada la formación académica, los bajos ingresos que prometen las carreras, perdida de beneficios estudiantiles como becas de mérito, becas trabajo, comedor escolar, ruta estudiantil y programas de dotación de insumos para el aprendizaje.

La deserción estudiantil: Entre la migración y la informalidad

La situación de deterioro de las condiciones y del funcionamiento de las universidades públicas ha incrementado la deserción estudiantil en la educación superior. 

“La universidad ha sido abandonada, la matrícula ha bajado en todas las carreras. En el 2015 se poseía una matrícula de 14 mil estudiantes y en la actualidad (2023) difícilmente se llega a 2500 estudiantes, motivado a la crisis económica en la que se encuentra sumergido el país, al abandono y deterioro de las instalaciones (…), donde una gran cantidad ha desistido de sus estudios por buscar un sustento económico o terminan emigrando a otro país”, expresó el estudiante Siso Álvarez. 

A juicio de Fundaredes la situación es preocupante, en su estudio de campo determinó que el 85,7% de la población estudiantil de la Universidad del Zulia tiene intenciones de migrar, devenidas por problemas como la alimentación, realización personal, inseguridad, escasez de medicamentos, bajos salarios, corrupción, entre otros inconvenientes.

Recomendaciones al Estado 

El Observatorio de Educación, a través de FundaRedes, exhorta al Estado venezolano a considerar como prioridad la educación en el país, por lo que plantea las siguientes recomendaciones en pro de una calidad educativa universitaria:

  • El Estado debe garantizar la autonomía a las universidades públicas, respetando y reconociendo los derechos de las autoridades, docentes y personal universitario.
  • El Estado debe asegurar los derechos laborales a quienes ejercen la docencia en Venezuela, así como al personal administrativo y obrero.
  • El Estado debe consolidar sueldos y salarios dignos a los docentes universitarios activos y
    jubilados, que contribuyan con la calidad de vida.
  • Diseñar políticas que contribuyan con la recuperación de los beneficios estudiantiles (seguro,
    becas, comedor, rutas estudiantiles).
  • Constituir nuevas políticas educativas, que asistan a docentes y estudiantes que les permita
    formarse y actualizarse académicamente.
  • Consolidar acuerdos internacionales para activar el proceso en materia de investigación y
    avances tecnológicos.
  • El Observatorio de Educación exhorta al Estado a garantizar el derecho a la educación
    universitaria a la población más vulnerable.
estados fronterizos

Cuatro escenarios esperables para la educación superior venezolana en 2023 según el OBU
El OBU vislumbra es el incremento de las desigualdades para la población más vulnerable en la educación superior

El Observatorio de Universidades (OBU) planteó cuatro escenarios que se esperan para el sistema de educación superior venezolano en 2023.

De acuerdo con la organización, estos escenarios se basan en las cifras recogidas por el Monitor OBU durante el año 2022.

Conflictividad laboral

Las cifras del Monitor OBU apuntan que en 2022, se registraron 78 protestas en el sector universitario: 7 de cada 10 fueron lideradas por los gremios de docentes, trabajadores y personal de servicio.

Asimismo, 33 % de las denuncias hechas en el sector fueron sobre las violaciones a los derechos laborales.

Carlos Meléndez, director del OBU, señaló: «Las universidades no controladas mantienen un déficit mayor al 97 %».

Además, Meléndez indicó que la “repolitización de los antagonismos” entre los trabajadores y Estado a partir del primer semestre de 2022, ha provocado una protesta masiva y simultánea en diferentes estados del país.

Las tensiones por la autonomía universitaria

El Monitor OBU encontró que en 2022, el 22 % de las denuncias fueron por la vulneración de la autonomía universitaria. En comparación con 2021, hubo un aumento de 6 puntos porcentuales en este tipo de reclamos según los datos de #MonitorOBU.

En el año que finalizó, afirma Meléndez, se afianzó una práctica de intervención por medio de algunas refacciones en las instalaciones académicas a través de alcaldías, gobernaciones e instancias paralelas creadas por el Poder Ejecutivo.

“Eso puede continuar. En lugar de asignar recursos a los consejos universitarios para la autogestión y mantenimiento de infraestructura, otras instituciones aparecen como ‘salvadoras’ de la universidad”, dijo.

Esfuerzos por la calidad académica

Según Carlos Meléndez, las exigencias por una mejor calidad académica e instalaciones adecuadas para el estudio, se mantendrán en 2023.

“En 2022, registramos 244 denuncias de violaciones de los derechos de los universitarios, 34% de ellas fueron por el daño de la infraestructura, un aumento del 44% en este tipo de reclamos con relación con 2021″, explicó.

Además, dijo: «Esa realidad va a continuar, la infraestructura tangible e intangible que garantiza la calidad, no podrá mejorarse sin recursos».

Aumento de las desigualdades

El OBU vislumbra el incremento de las desigualdades para la población más vulnerable. En 2022, algunas instituciones de educación superior privadas del interior del país tuvieron una deserción de más de 20% en su matrícula.

“En 2023, ante la desproporción del dólar con respecto al bolívar y el riesgo de regreso a la hiperinflación, veremos que muchos estudiantes no podrán proseguir sus carreras«, señaló Carlos Meléndez.

También, puntualizó que en las universidades públicas, «hay un desnivel porque se aumentan las inscripciones, pero disminuye la prosecución».

«Si bien muchos tienen interés en continuar su formación, en la práctica, la mayoría tendrá que trabajar para mantenerse”, enfatizó Meléndez.

Cuatro escenarios que se proyectan para la educación superior en lo que resta de 2022
El observatorio señaló que la deserción estudiantil no solo se vislumbra en el sector público. En el sector privado la situación también compleja por el incremento de las matrículas

 

El Observatorio de Universidades (OBU) presentó los cuatro escenarios sobre la educación superior para el último trimestre de 2022. Aumento de la deserción estudiantil, empeoramiento de la infraestructura física y tecnológica, mantenimiento de la conflictividad laboral y manifestaciones de resistencia, son algunas de las proyecciones. 

Para el OBU, el primer escenario, el del aumento de la deserción estudiantil, vendría como consecuencia de la sorpresiva decisión de asignar cupos para carreras y universidades que no fueron seleccionadas por los bachilleres aspirantes a través de la plataforma de la Oficina de Planificación para el Sector Universitario (OPSU). 

El observatorio señaló que la deserción estudiantil no solo se vislumbra en el sector público. En el sector privado, la situación también es compleja por el incremento de las matrículas. 

El segundo escenario, nada alentador para las universidades públicas, son las condiciones de la infraestructura, lo que dificulta grandemente el desarrollar actividades académico-administrativas en condiciones mínimas de calidad. Sin contar los estragos que ha causado el hampa al robar equipos imprescindibles para el desarrollo de actividades. La falta de trasporte y comedor contribuyen a que el panorama se torne más sombrío. 

El llamado a reiniciar clases en medio de enérgicas protestas por parte de trabajadores y docentes, y la aplicación del instructivo Onapre, hacen que la conflictividad se mantenga hasta tanto los salarios no sean ajustados. Esta situación es el tercer escenario que proyecta el OBU para la educación superior.

El último escenario, pero no menos importante, son las manifestaciones de resistencia, ese gran esfuerzo que se viene realizando para que las instituciones de educación pública se mantengan. 

El OBU señaló que para este último trimestre del año, destacarán aspectos importantes de la historia de las universidades y fechas significativas, pero en condiciones muy distintas de las que se plantearon los pioneros de las universidades o quienes fijaron fechas que evocan el esfuerzo de generaciones anteriores. 

 

*Con información de OBU

La UCV celebra 300 años con la autonomía amenazada
La UCV se mantiene como una de las 50 universidades más importantes de América Latina, según el ranking QS

@lblancor

La conmemoración de los 300 años del decreto de fundación de la Universidad Central de Venezuela (UCV) llegan en uno de los peores momentos de su historia. A la asfixia presupuestaria que se ha traducido en en deterioro de la infraestructura y renuncia de su capital humano, se suma la amenaza de su autonomía.

La vicepresidenta y ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez, pasó a erigirse ahora como su salvadora en el rol de cabeza de la Comisión Presidencial para la Reforma de la UCV. Rodríguez ingresó a la fuerza el lunes 4 de octubre al Aula Magna. Lo hizo con cámaras de televisión como testigo, dejando claro que la ocupación también pretendía doblegar el símbolo de la autonomía universitaria.

Lo próximo que se supo es que la administración de Maduro inició unas obras de rehabilitación de la Ciudad Universitaria, el patrimonio de la Unesco, pero todo ello sin el conocimiento de las autoridades de la más antigua casa de estudios universitarios del país.

 

De cuerpo presente

El pasado 16 de diciembre, las autoridades de la UCV realizaron un acto conmemorativo por los 300 años de la fundación de esa casa de estudios. El evento se desarrolló en la Plaza Cubierta del Rectorado y contó con la presencia de representantes del sector educativo, egresados y amigos de la Central. 

En un acto marcado más por la nostalgia que por un espíritu combativo para enfrentar los retos que se le avecinan, el  Orfeón Universitario entonó el himno de la UCV y la rectora, Cecilia García Arocha, pronunció un discurso en el que calificó la celebración como «un hecho sin precedentes», del cual se siente «inmensamente complacida».

A través de las redes sociales muchas fueron las manifestaciones de afecto con la UCV que recuerdan tiempos mejores de la casa de estudios. Egresados, docentes y amigos de la casa de estudios manifestaron su solidaridad y agradecimiento por todo lo que la institución ha aportado al país y a al propio crecimiento de los que escribían. 

 

Pero bajo la etiqueta #UCV300 también se han sumado mensajes que ponen el acento en el estado actual de la institución. 

La ONG Observatorio Venezolano de Universidades señala que uno de cada tres profesores dejó de hacer tres comidas diarias. En cuatro años la UCV perdió 1.200 de los 9.000 profesoresque tenía en nómina hace cuatro años. Hoy tiene aproximadamente 35.000 estudiantes de pregrado, un tercio menos que en 2015.

 

Por su parte, el profesor y egresado de estudios políticos, Guillermo Tell Aveledo, recordó que en los últimos años se profundizó la dependencia del Estado y la defensa de la autonomía se hizo  sin responsabilidad material.   «Cuando el Estado decidió ahogar a las universidades nacionales por ser focos de disidencia, tenía la herramienta para hacerlo sin tanques, perdigones ni peinillas: el presupuesto» dijo a través de su cuenta twitter. 

Lo que señala Aveledo no es fácil desmentir. Según la propia rectora García Arocha, en 2021 la universidad recibió el 2,27% del presupuesto que pidió al Gobierno nacional. Para el 2022 se aprobó el 1,32% del presupuesto solicitado por autoridades de la universidad.  75% de lo aprobado corresponde a pago de personal docente, obrero y administrativo y solo 3% a gastos de funcionamiento.

Lo que viene

Se espera que en 2022 la UCV celebre la renovación de sus autoridades. Luego de 13 años, la necesidad de un cambio es un reclamo de buena parte de la comunidad ucevista. En ese sentido, este 7 de diciembre inició una consulta entre profesores y alumnos con la que determinarán cuál será la ruta para llevar a cabo las elecciones en 2022 de rector, vicerrectores, secretarios y decanos.

La consulta consiste en preguntar si están de acuerdo o no en seguir las condiciones reflejadas en la sentencia 0324 del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Allí se destacaba la incorporación del personal administrativo y obrero en el padrón electoral universitario y el porcentaje de preponderancia de los electores, aspectos que en el pasado fueron rechazados por la comunidad universitaria.

Mientras tanto, seguirán las dificultades presupuestarias, los problemas de planta física y funcionamiento de la que a pesar de todo, sigue siendo la universidad más importante del país y una de las 50 primeras de América Latina según el ranking QS.

 

Reportan casi 500 detenidos durante protestas en Ecuador

LA MINISTRA ECUATORIANA de Gobierno, María Paula Romo, informó este domingo que 477 personas fueron detenidas durante las protestas en contra de la eliminación de los subsidios a los combustibles en Ecuador. 

En una entrevista televisada junto al ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, Romo puntualizó que la mayor parte de las detenciones tienen que ver con actos de vandalismo que se desataron en medio de las protestas por el alza de los precios de los carburantes.

Comentó que el pasado jueves, durante el primer día de una huelga de los transportistas (suspendida parcialmente el viernes) se registraron actos vandálicos, saqueos, en los que participaron más de 3.000 personas.

Asimismo detalló que en los disturbios contra la decisión del Ejecutivo, se quemaron 12 patrulleros y se atacó a 11 ambulancias.

«Nunca la violencia es el camino y algunos han excedido en mucho lo razonable», apuntó al añadir que «no es aceptable» que entre las medidas de fuerza se haya retenido a cerca de medio centenar de policías y militares.

Un hombre muere en medio de protestas

En Ecuador, un hombre murió en la provincia andina de Azuay cuando los bloqueos de carreteras impidieron el acceso de una ambulancia después de que fuera atropellado por un automóvil, informaron las autoridades a Reuters.

Por su parte, presidente, Lenín Moreno mostró su disposición para dialogar con los indígenas. En un corto mensaje televisado a la nación, el gobernante aseguró que está decidido a cambiar el país, a que se sancione a quienes han robado a la nación, a que se controlen los precios y se castigue a los especuladores, destaca EFE.

«Pero siempre también estoy decidido a dialogar, a tender la mano a la gente decente, a la gente honesta que quiere realmente cambiar el país, estoy decidido a dialogar con ustedes hermanos indígenas», dijo.

Y añadió: «Dialoguemos sobre cómo usar los recursos del país para los más necesitados».

A los ecuatorianos en general, les pidió no prestarse «para que aprovechen aquellos que buscan el caos».

Continúa suspensión de actividades escolares en Ecuador tras protestas

En horas de la tarde de este domingo, el Gobierno ecuatoriano anunció que no se reanudarán las actividades escolares en la Sierra este lunes 7 de octubre como se había anunciado la noche del pasado sábado en cadena nacional. 

«En virtud de garantizar la seguridad y precautelar la integridad de niño, niñas y adolescentes se ha dispuesto mantener suspendidas las clases en el régimen Sierra este lunes 7 de octubre del 2019», señaló este domingo el Gobierno de Lenín Moreno. 

Por su parte, la Secretaría de Educación Superior (Senescyt) indicó en un comunicado publicado a través de su cuenta de Twitter, que en el marco de la autonomía universitaria y del «estado de excepción que vive el país», recomienda a las instituciones tales como universidades, politécnicas e institutos realizar un análisis de seguridad y movilidad de cada provincia, para retomar las actividades académicas, teniendo como prioridad salvaguardar la integridad de los estudiantes. 

 

*Con información de El Comercio, EFE y Reuters

Día de Profesor Universitario,  por Giuseppe Giannetto

 

 

EL INICIO DE LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA SE REMONTA al  22 de diciembre de 1721 cuando, el Rey Felipe V, aprueba llevar el Colegio Seminario de Santa Rosa de Lima a Real Universidad de Caracas. Un año más tarde por Bula papal recibe también el rango de Pontificia, convirtiéndose en la Real y Pontificia Universidad de Caracas. Posteriormente, en 1827 se aprueban los nuevos estatutos republicanos impulsados por el Claustro Universitario, liderizado por el Dr. Jose Maria Vargas, y por el nuevo Ejecutivo Nacional presidido por  el Libertador Simón Bolivar. Estos nuevos estatutos eliminan la discriminación social y racial en el ingreso a los estudios y la docencia universitaria.

Por iniciativa del Libertador recibió bienes inmuebles, entre ellos las mejores haciendas de cacao y café del país, para permitirle disponer de rentas suficientes para su funcionamiento y crecimiento.

Esta nueva Universidad autónoma, en Institutos y recursos, se  desarrolla en un ambiente crítico, cientificista y experimental hasta que, en 1870, bajo las tiranías de Antonio Guzman Blanco y Joaquín Crespo, entre 1870 y 1898, la universidad sufre despojos de su autonomía y de su patrimonio. En 1899, en resistencia a dichas arbitrariedades una protesta cívica de ciudadanos y estudiantes derriban las estatuas erigidas en adulación a las tiranías. Es allí, en la última década del siglo XIX, que comienza la resistencia universitaria a los regímenes totalitarios, resistencia que se ha mantenido hasta hoy día.

La Universidad tiene como propósito fortalecer la formación integral iniciada en los ciclos inferiores y formar equipos de profesionales y técnicos necesarios para el desarrollo y el progreso del país. Para ello debe enseñar al estudiante a aprender a aprender. Y eso solo puede asegurarlo si el estudiante aprende a analizar, a razonar, para llegar a las conclusiones que le permitan darle respuesta a los diferentes problemas a los cuales se enfrentara en su vida profesional.

Además, la Universidad también tiene, como tarea fundamental, permitir el libre debate de las ideas, del pensamiento crítico y, por lo tanto,  ser una Escuela de Democracia. Y esto último, convierte a la Universidad en sinónimo de libertad y, es por ello, que las Universidades han sufrido y sufren el ataque permanente de los dictadorzuelos de turno.

Podríamos decir que la Universidad venezolana de excelencia: la de docencia, investigación y extensión en las diversas áreas del conocimiento, tiene su partida de nacimiento con la Democracia, en 1958. Previo a ello, se realizaba investigación, se creaba conocimiento, en muy pocas áreas. A partir de ese año, comienzan a crearse organismos internos como los Consejos de Desarrollo Científico y Humanístico a los cuales les correspondió organizar, entre otras,  políticas de financiamiento de proyectos de investigación, financiamiento de eventos científicos y la política de desarrollo de cuadros profesorales que, además de impartir docencia, crearan conocimientos; es decir, la implementación de políticas de desarrollo de RRHH, al más alto nivel internacional, en las mejores Universidades y Centros de Investigación del mundo. Unido a ello, comienza una etapa de contratación de docentes investigadores en todas las áreas del conocimiento: españoles, franceses, ingleses, alemanes, húngaros, checos, serbios, croatas, rumanos, rusos,  … que, huyendo de la miseria, de la represión y/o de las tiranías, vinieron a reforzar la construcción de esa Universidad de excelencia. Estos maestros, junto a los cuadros venezolanos, que ya comienzan a retornar al país con estudios de maestría y doctorado, inician la instalación nuevos laboratorios y líneas de investigación y desarrollo, … en las distintas áreas del conocimiento. Se comienzan a renovar y actualizar los laboratorios de docencia y las bibliotecas, para adecuarlos a los nuevos tiempos. Los estudiantes de pregrado, en la medida que avanzan en sus carreras, son captados por esos docentes investigadores de alto nivel académico, para realizar sus trabajos especiales de grado, muchos de los cuales comienzan a publicarse en revistas nacionales y en revistas internacionales de alto impacto.  Este impulso es alimentado por un grupo significativo de profesionales, también de alto nivel que, huyendo de las dictaduras del cono sur recalan en nuestra Venezuela. Argentinos, brasileños, chilenos, uruguayos, paraguayos, … se incorporan a los cuadros profesionales antes señalados.

La Universidad se desarrolla, se ubica entre las primeras de América Latina; nuestros egresados, en su gran mayoría, muy bien formados, se incorporan a las diversas industrias que comienzan a florecer en el país. PDVSA, PETROQUIMICA, SIDOR, INTERALUMINA, VENALUM, Ferrominera, … entre las públicas, pero también a las muchas empresas privadas del plásticos, cemento, alimentos, metalmecánica, farmacéuticas, construcción, … Ello ocurrió no solo en las áreas de ciencia y tecnología, también se llevo a cabo en el  área de la salud donde nuestros hospitales públicos y privados comienzan a aplicar conocimientos y técnicas de punta en el tratamiento de diversos padecimientos. Y no podemos olvidar a las indispensables Ciencias Sociales y a las Humanidades que también se desarrollan como nunca en el país. Simultáneamente, con la Democracia, también nace la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia, ASOVAC, y para desarrollar las regiones, se crean nuevas Universidades,  Institutos Tecnológico y Colegios Universitarios. La Universidad de Oriente, la Universidad del Táchira, la Universidad Simón Bolivar, la Universidad Lisandro Alvarado, la Universidad Francisco de Miranda, la Universidad Ezequiel Zamora, la Universidad Romulo Gallegos, la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio Jose de Sucre, la Universidad de Guayana, … Universidades de verdad-verdad, no centros de adoctrinamiento como los creados en los últimos 20 años.

También,  a principio de 1958, individuos preclaros se agrupan y crean las Asociaciones de Profesores, los Institutos de Previsión Social y los Fondos de Jubilaciones, para luchar por condiciones laborales dignas, libertad de cátedra, salarios apropiados y una previsión social adecuada, tanto para los docentes investigadores como para sus familiares. Sus estatutos fundacionales  tuvieron como fundamento, cito:

1) Defender y enaltecer la función ductora de la Universidad en la vida nacional

2) Ser órgano de expresión del pensamiento del personal docente y de investigación sobre las cuestiones pertinentes a la enseñanza, al profesorado y a la organización de la Universidad

3) Contribuir a la marcha normal de la Universidad

4) Propiciar y mantener la unidad del profesorado sin distinciones de credos, partidos ni nacionalidades

5) Defender  la libertad de Cátedra y la inviolabilidad del recinto universitario y

6) Luchar por la dignidad, el bienestar, la protección social, la estabilidad y el escalafón de todo el profesorado universitario.

Se firman Actas Convenio de vanguardia que permitió que muchos de nosotros, aun tentados por mejores condiciones económicas, nos decantáramos por la actividad laboral en nuestras Universidades anteponiendo el ambiente de libertad, autonomía y creatividad a las tentadoras ofertas económicas del sector privado. Y, es gracias a estas instituciones creadas por nuestros dirigentes profesorales, que muchos de nosotros pudimos, en aquellos tiempos, adquirir una vivienda digna, vehículo, disfrutar de espacios de recreación, atención medica de calidad  …

Claro que todo no fue color de rosas. Aun en tiempos democráticos, la Universidad tuvo que luchar para preservar su autonomía y por presupuestos acordes a su noble labor. Y allí, nuestros dirigentes profesorales siempre estuvieron en el frente de batalla, algunas veces acompañados de las autoridades de turno pero, otras veces, haciéndolo solos.

No digo esto para congraciarme con el auditorio, sino por convicción, por haberlo vivido, ya que antes de llegar a ser Vicerrector y Rector, fui un docente investigador, que muchas de las cosas que obtuvo, fue gracias a esas instituciones:  la Asociación de Profesores, el Instituto de Previsión Social y el Fondo de Jubilaciones,  que me permitieron mantener un nivel de vida adecuado, para mis familiares y para mí y así, poder dedicarme en cuerpo y alma a la docencia, a la investigación y a la extensión universitaria.

Mis hijos estudiaron en los excelentes Centros Educativos de la Asociación.

La atención medica de mis familiares, en especial de mis padres, fue gracias a la política previsional creada por las ya citadas Instituciones.

Mi primera vivienda y mi primer vehículo fueron obtenidos con préstamos del IPP.

Mis vacaciones, además del Bono Vacacional obtenido por acta convenio, eran complementas por prestamos de la Caja de ahorros.

Mi pensión de Jubilación y su homologación es gracias a las luchas de las Asociaciones de Profesores.

Este conjunto de cosas antes citadas, inversión, formación de recursos humanos, libertad, previsión social,  … dio como resultado una Universidad pujante, de excelencia, reconocida mundialmente.

Ante lo que les ha tocado vivir en los últimos años, las nuevas generaciones de docentes investigadores, creerán que les estoy mintiendo pero, todo esto que les he relatado ocurrió, es cierto. Lo vivimos, no fueron fantasías.

Sin embargo, todo este avance, todo este desarrollo, ese mundo perfecto, entre comillas, se fue  degradando, difuminando, hasta llegar a la situación actual.

A principios del año 2001, grupo radicales, con una violencia inusitada, asaltan sin éxito, nuestras Universidades para ponerlas al servicio de un pensamiento único (testigo de excepción de ello, el Rector de la ULA del momento, mi amigo el Prof Genry Vargas). Al no lograrlo, comienza un  acoso político partidista brutal, a nuestras Instituciones, que se ha mantenido hasta nuestros días.

Entre 2008 y 2012, comienza el cerco jurídico a las Universidades. Modifican irregularmente la Ley Orgánica de Educacion para obligar a las Universidades a desconocer el Articulo 109 de la Constitución. Al no acatar dicha irregularidad, a través de Amparos Constitucionales írritos, validados por una “Justicia” al servicio del poder de turno, impiden la renovación de Autoridades Decanales y Rectorales. Pero, la Universidad autónoma, la que tiene espacios para todas las formas de pensamiento, la que rechaza toda forma de dogmatismo, la que rechaza todo intento de subordinar la verdad, la Universidad irreverente,  se ha mantenido erguida, abierta, luchando por defender su autonomía y sus espacios de libertad.

A finales de la primera década del 2000, con la crisis económica comenzando a desarrollarse y las Universidades, no dando su brazo a torcer, los presupuestos universitarios comienzan a ser cada vez mas deficitarios, no hay reposición de cargos, cuando un profesor titular o de otra categoría -a dedicación exclusiva  y con título de maestro o doctor- se jubila, comienza a ser sustituido por un instructor contratado por horas. Los laboratorios de docencia y de Investigación casi impedidos de funcionar por falta de insumos o por equipos dañados que no pueden repararse y menos reponerse. Y las bibliotecas pierden la actualización que tuvieron en años anteriores. Los gastos de funcionamiento e inversión no permiten mantener condiciones mínimas de salubridad en Escuelas, Institutos y Facultades. Plantas físicas deterioradas por falta de mantenimiento.  Equipamiento tecnológico cada vez menos actualizado. Aunque muchos no lo crean, las asignaciones presupuestarias, para gastos de funcionamiento e inversión, a Escuelas e Institutos no llegan a 1 mil bolívares anuales.

Informes de los Consejos de Desarrollo Científico y Humanísticos de la UCV y de la ULA, preparados por los Prof. Félix Tapia y Alejandro Gutierrez  respectivamente, confirman la grave problemática para la formación de nuestros Recursos Humanos, para el financiamiento de las labores de investigación y la actualización tecnológica en nuestras Universidades.

Tomando estadísticas del CDCH de la UCV podemos ver la debacle de la Universidad venezolana:

1.- Mientras que el año 2000 teníamos 148 profesores realizando estudios doctorarles en el exterior, en el 2010 solo se contaba con 39 y en el 2017, apenas 14, muchos de ellos becados por organismos internacionales, lo cual no asegura su retorno al país.

2.- En lo que respecta a proyectos de investigación, mientras en el 2000 se financiaron 469, en el 2010 solo se aprobaron 164 y en el 2017, apenas 6.

3.- En relación a la asistencias a eventos internacionales, en el 2000 se financiaron 480, en el 2010, 2 y en 2017, ninguna. Hace 3 años que este programa está suspendido.

4.- Si hablamos de eventos nacionales, la situación es similar de dramática. En el 2000 909, en el 2010 31 y en el 2017 apenas 5.

Esta grave situación se repite en la ULA y en todas las demás Instituciones de Educacion Superior.

A todo esto agreguémosle que:

– un Decreto presidencial, considera como gastos suntuarios la adquisición de equipos y plataformas tecnológicas, la asistencia a eventos en el exterior y el financiamiento de los programas de publicaciones de los CDCHT

– los recursos que el Ejecutivo Nacional recauda, año tras año, por la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, LOCTI, no son destinados para los fines que dicha Ley dispone; es decir, financiamiento de proyectos de investigación, equipamiento científico, adquisición de revistas, realización de seminarios nacionales e internacionales.

Como bien señala el Prof. Alejandro Gutierrez, en su informe anual como Coordinador General del CDCHT de la ULA, cito “La ciencia venezolana atraviesa la peor crisis y se encuentra aislada del mundo científico en el momento en que la humanidad vive una nueva revolución tecnológica”.

Como si no fuera suficiente todo lo antes señalado, este mismo año 2018, el gobierno decide arbitrariamente la eliminación de los tabuladores salariales concebidos de acuerdo a la meritocracia del trabajador de modo que las personas puedan ascender en la medida que se van formando, preparando, de forma que haya una remuneración distinta, como un estimulo al concurso de los trabajos.  Es decir, a todo lo anterior hay que agregarle una nivelación salarial por abajo. Este nuevo método original de agresión a la Universidad venezolana, impone unas condiciones laborales que condenan al trabajador universitario a la pobreza extrema ya que se desconocen las contrataciones colectivas, actas convenio y tabuladores salariales del sector público en general y del universitario en particular. Este drama social y humano ha conducido a diversos Consejos Universitarios de Universidades Autónomas a declararse en Emergencia Financiera Compleja en sus instituciones pues sus comunidades se han visto privadas de derechos que le garanticen una vida digna.

Todo este conjunto de eventos, ha traído que en los últimos años que los concursos sean declarados desiertos y que se haya producido una  la fuga masiva, no solo de docentes investigadores, sino también de empleados y obreros especializados, acompañada de una deserción estudiantil que en muchos casos sobrepasa el 40 y el 50%. Y es que el ascenso social que nos proporciono, con todos sus defectos, los 40 años de vida democrática, desapareció en estos últimos 10 años.

Si bien tres o cuatro Universidades, UCV, ULA, USB y la UCAB,  siguen apareciendo entre las mejores de América Latina, ello es producto de la inversión de Educacion Superior y Ciencia y Tecnología de 40-50 años anteriores.

No es verdad que las Universidades públicas estén bien, aunque aparezcan posicionadas de manera relevante en los diferentes sistemas de evaluación. Esos resultados son las secuelas de las inversiones del pasado.

Todos sabemos lo que se debe hacer para revertir esta dramática situación. Bien lo señala, entre otros, el Prof. Tulio Ramirez, Director del Doctorado en Educacion de la UCV y ahora de la UCAB:

  1. Diversificar la oferta educativa
  2. Diseñar una política de financiamiento
  3. Mejorar sustancialmente los sueldos y beneficios sociales de los trabajadores
  4. Crear un sistema nacional de acreditación
  5. Reformar la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación
  6. Impulsar la oferta de carreras de pregrado y cursos de postgrado en línea. Es decir, virtualizar las carreras universitarias.
  7. Hacer cumplir el Articulo 109 de la Constitución que sin equívocos establece la Autonomía de nuestras Universidades y se permitan, entre otras cosas,  elecciones de Autoridades.
  8. Crear un tentador programa de “Retorno al País”.

Mientras tanto, nos toca a cada uno de nosotros innovar en tiempos de crisis, sobretodo en una crisis tan profunda como la que vivimos donde alimentarse y transportarse es cada vez más difícil, donde adquirir libros y revistas especializadas es imposible, donde hasta sacar una copia se hace cada vez mas inaccesible. Como dice mi amigo, el Rector Lester Rodriguez, hablar de educación de calidad en estas condiciones, es imposible. Pero no debemos desmayar en nuestras labores de docencia e investigación y en especial en las de docencia. Debemos retener a nuestros estudiantes, motivarlos a seguir adelante, para que la desesperanza no nos los arrebate. La desesperanza no puede apropiarse de nuestras Universidades, no puede adueñarse del país.

No podemos dejar la educación de los nuevos profesionales, que no son otra cosa que el futuro del país, en manos de improvisados que quieren graduar maestros en 2 años y médicos, científicos, ingenieros en 3 años.  Allí, las Asociaciones Profesores, junto con las Autoridades universitarias y la comunidad universitaria toda, tienen un rol fundamental que jugar y, no tengo la menor duda que, como en otros tiempos, estarán en primera línea para defender a la Universidad venezolana y a su autonomía, que no es otra cosa que la defensa la democracia, de la libertad de expresión, del respeto al que piensa distinto, es la defensa de los contrapesos institucionales, que nos dan la autonomía de los diferentes poderes del Estado. No debemos de olvidar que la Universidad es la conciencia de la nación, sobre todo ahora que nuestro sistema de libertades corre tanto peligro frente a las trampas de la demagogia, el populismo y el fanatismo ideológico.

Como bien señala el abogado y escritor nicaragüense Sergio Ramirez, Premio Cervantes de Literatura 2017, vicepresidente del primer gobierno sandinista, y hoy acérrimo enemigo del despotismo que somete al pueblo nicaragüense, cito: “La democracia necesita ser defendida con las herramientas del pensamiento crítico elaborado en los recintos académicos. En el ejercicio de su autonomía, y en el libre debate de las ideas, las Universidades deben ser Escuelas de democracia”  … “La primera predica de la Universidad, que por su naturaleza y su misión encarna la diversidad, es el beneficio de la libertad, para cerrar así el paso a la intolerancia de quienes no admiten el pensamiento ajeno y buscan anularlo. Quienes expulsan de las Universidades toda forma diferente de pensar, son quienes terminan levantando los cadalsos e inflamando las hogueras donde empiezan quemando libros y terminan quemando personas”, fin de la cita.

Es por todo ello y mas que nuestras Instituciones deben mantenerse abiertas, en pie de lucha, exigiendo condiciones apropiadas de funcionamiento para que la Casa pueda seguir venciendo la sombra de la ignominia, la barbarie, de la tiranía.

Como bien señala el Ing. Jose Ignacio Moreno Leon, ex Rector de la Universidad Metropolitana y ex Ministro de Energía y Minas de Venezuela, cito “debemos recordar, una y mil veces, que el pluralismo, la alternancia en el Poder y la objeción de conciencia no son adornos del pensamiento burgués sino conquistas de la humanidad”.

Nosotros tenemos razón. Debemos seguir luchando. No podemos desfallecer, no debemos desfallecer.

Debemos seguir luchando por la Universidad que queremos, los que queremos a la Universidad Autónoma.

Debemos seguir luchando por la Venezuela que queremos, los que queremos a Venezuela libre y democrática.

 

 

@RECTORGIANNETTO

Víctimas de homicidio en Caracas son también las más excluidas del sistema educativo

GERARDO ANTONIO DABOÍN VELÁZQUEZ solo terminó la primaria. Su familia dice que aunque sus padres lo llevaron a psicopedagogos y psicólogos, no tenía interés por estudiar. En su lugar, prefirió trabajar como ayudante de electricista, oficio con el que se mantuvo hasta que las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana lo mataron en marzo pasado dentro de su propia casa, en la calle Real del sector La Gran Parada, en Carapita, al oeste de Caracas. Tenía 26 años y un hijo.

En otro procedimiento, el mismo cuerpo de seguridad ejecutó, de acuerdo con el testimonio de sus allegados, a Richard José Silva, de 21 años, en el urbanismo de la Misión Vivienda Nuevo Barrio Macarao, al suroeste de la capital venezolana. Sucedió el pasado 27 de abril, a las 5 de la mañana y todo lo ocurrido se debió a una confusión: en la torre que estaba frente a la suya, vivía un joven con el mismo nombre que sí estaba implicado en robo, secuestro y extorsión. Este último era a quien buscaban los uniformados. Pero en el momento de la operación, no estaba allí.

Richard, cuentan los suyos, tampoco llegó a bachillerato. Apenas alcanzó el 5to grado de primaria porque tenía problemas visuales y de aprendizaje que nunca se trató. Aprendió a leer y a escribir y a los 18 comenzó a trabajar. Se fue unos años hasta el oriente venezolano, específicamente a Cumaná, estado Sucre, donde laboró como vendedor de pescados. Había regresado este año a Caracas, donde había montado en su casa una “lotería de animalitos”. A ratos también trabajaba como obrero de la construcción.

Las FAES simularon un enfrentamiento cuando ejecutaron a Richard Silva. Foto: Cortesía de los familiares de la víctima

La mayoría de las víctimas de homicidio en el Área Metropolitana de Caracas casi nunca supera el bachillerato. Muchos de ellos solo estudiaron hasta los primeros años del ciclo básico (de 1ero a 6to grado) y buena parte no logró culminar sus estudios de educación media.

Los datos recogidos por Monitor de Víctimas en su primer año arrojan que 87,5 % de las víctimas de homicidios en Caracas no llegaron a tener estudios superiores o universitarios.

En el transcurso de 13 meses (entre mayo de 2017 y mayo de 2018) se registraron 1.739 homicidios. De estos, se pudo conocer el nivel educativo que habían alcanzado 1.105 víctimas. Así se confirmó que 453 (40,9 %) solo habían estudiado primaria y que 516 (46,6 %) llegaron hasta secundaria.

El último censo poblacional realizado en Venezuela por el Gobierno nacional, en el año 2011, estableció que la población que solamente había estudiado hasta primaria o secundaria estaba estimada en 67 % (17.354.987 de 25.780.537 de habitantes), un número que resulta 20 puntos porcentuales menor al de las víctimas de homicidio que cursaron esas mismas etapas del sistema educativo: 87,5 %. Tal contraste señala que a menor educación hay mayor probabilidad de estar expuesto a una muerte violenta.

“La escuela permite, de alguna manera, que los muchachos estén ocupados. No habiendo opciones vacacionales que te ofrezcan una alternativa o una recreación de manera segura y protegida, aumentan las muertes violentas y los homicidios, así como la posibilidad de que los niños y los adolescentes se involucren en actividades del circuito de la violencia con consecuencias fatales. En la medida en que el adolescente se desvincula del hecho educativo, aumenta la posibilidad de que ingrese a cualquier círculo de violencia en su entorno”, señala Fernando Pereira, fundador y coordinador general de Cecodap, una organización que trabaja en la promoción y defensa de los derechos humanos de la niñez y la adolescencia.

Para el experto, la escuela representa una especie de muro de contención ante la violencia para los más jóvenes. La afirmación la hace con base en el seguimiento que, entre 1997 y 2009, hizo Cecodap a través de la revisión de los anuarios de mortalidad del Ministerio de Salud, en los cuales se observó que durante los meses de vacaciones (julio, agosto, septiembre, enero) aumentaban los homicidios de niños y adolescentes.

Un caso similar al de Daboin y Silva es el de Darwin José Valecillos Colmenárez, quien nunca pasó de primer año de bachillerato. Un familiar dice que “como todo muchacho, empezó motivado”, pero poco después dejó la escuela para ponerse a trabajar como albañil. En ese mismo oficio se desempeñaba hasta que el pasado 13 de mayo, Día de las Madres, lo mataron para quitarle su moto. Tenía 24 años y tres hijos.

De acuerdo con la sociólogo e investigadora Verónica Zubillaga, los más vulnerables a los homicidios siempre son también los más excluidos. Las víctimas, comentó, suelen ser hombres jóvenes y morenos que han recibido poca o ninguna educación, de allí a que muevan su economía a través de pequeños trabajos o estén subempleados, tal como lo estuvieron Gerardo, Richard y Darwin.

Por eso no es casual que los daos de Monitor de Víctimas arrojen también que, además de no haber cursado estudios superiores, el oficio de obrero o albañil sea el más común entre las víctimas de homicidio, sobre todo en aquellos que solamente cursaron los primeros años de estudio: 86 de los que habían alcanzado primaria y 87 de los que llegaron a secundaria tenían esta ocupación.

“Economías ilícitas” como alternativa

Las causas de los homicidios de la mayoría de estas víctimas parecen ir de la mano con el grado de instrucción que recibieron los afectados. Las brechas entre quienes cursaron estudios superiores y quienes no, son mayores en móviles como ajustes de cuentas, ejecuciones, resistencia a la autoridad, riña o pelea y enfrentamiento entre bandas. En cambio, estas se reducen cuando las personas caen en medio de robos, secuestros, violencia de género y violencia política.

Los nombres de Gerardo Antonio Daboín Velázquez y Richard José Silva están entre los 301 casos de caraqueños ejecutados por cuerpos de seguridad entre mayo de 2017 y mayo de 2018. Así como ellos, hay otras 116 personas asesinadas por la misma causa que tampoco superaron la educación primaria. En este grado de instrucción, por cierto, está el grupo más numeroso de víctimas en este móvil. Les siguen otros 109 ejecutados que estudiaron hasta secundaria y cuatro que no tenían ningún tipo de estudio. Solo 9 víctimas de ejecuciones habían llegado a la universidad. En 61 de los casos registrados no se consiguió este dato.

Algo similar ocurre cuando se revisan las cifras de los homicidios por resistencia a la autoridad, es decir, aquellos caídos que supuestamente sostuvieron enfrentamientos con cuerpos de seguridad, tal como ocurrió con Edwin García, en la calle San Marín de San Agustín del Sur, al oeste de Caracas. Aunque su familia se negó a dar detalles del caso, sí admitió que el joven de 24 años delinquía, tenía antecedentes penales y que murió en medio de un operativo de las FAES en el sector donde residía. Solo había estudiado primaria. “Él era malandro”, afirmó un pariente cuando se le preguntó a qué se dedicaba.

En esa misma calle, pero en junio de 2017, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) le dispararon a Luigi Alfredo García González cuando este huía de la casa de su abuela. El joven, de 25 años, dejó huérfanos a cuatro niños. Había estudiado hasta primaria al igual que Edwin García y se desempeñaba como albañil.

Aunque en la mayoría de los casos de resistencia a la autoridad –210 de 305– no se pudo obtener este dato, sí se conoció que 44 habían estudiado hasta secundaria y que 42 lo hicieron hasta primaria. Cuatro víctimas eran universitarios y 5 no tuvieron ningún tipo de educación.

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Lee más: Monitor de Víctimas: Un año de homicidios y cifras rojas en Caracas

La sociólogo Zubillada afirma que muchas veces las víctimas de homicidio, al no tener oportunidad de optar por un empleo formal o de permanecer dentro del sistema educativo, se ven obligados a moverse en medio de “economías ilícitas”, es decir, ganan dinero a través de actividades que son un delito, como la venta de drogas, la extorsión o el robo. Otras tantas veces, lo que las motiva a unirse a bandas armadas es el hecho de no ver procesos de justicia, esto quiere decir que: “Se ven forzados a cobrar una muerte de algún familiar cercano y por eso terminan en grupos criminales, generalmente en posiciones bajas, como vigilantes”, recalca. En ambas situaciones se convierten en un blanco fácil de las fuerzas policiales.

“Todo esto es producto de un profundo proceso de exclusión social”, resalta la investigadora. Señala que la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna) ampara y vela por el bienestar de los muchachos hasta que cumplen 18 años. “Pero después de la mayoría de edad, los jóvenes quedan en una especie de limbo, sin una legislación que los proteja, es un sector social huérfano”, dice y agrega que ni siquiera el plan Chamba Juvenil, creado por el gobierno de Nicolás Maduro, ha logrado ocuparse de este grupo etario que termina empleado como albañil en obras públicas, sin afiliación al seguro social, con sueldo mínimo y sin posibilidad de una reinserción escolar.

Pereira coincide con Zubillaga y enfatiza que, en Venezuela, el fenómeno de los “ni-ni” –término acuñado para los jóvenes que ni estudian ni trabajan– se agrava porque en el país no hay, fuera del sistema educativo, opciones de capacitación que permitan a los jóvenes insertarse en el mercado laboral. “Ha habido un desmantelamiento de las opciones de recibir formación alternativa a la tradicional, tal como lo eran el INCE y las escuelas técnicas. Entonces, dejas a los jóvenes sin opciones, sin empleo y sin estudio”, subraya.

La crisis venezolana, dice, empeora el escenario. “En una economía en contracción y con decrecimiento, las posibilidades de empleo son menores para los menos capacitados y experimentados. Por eso, para los adolescentes desocupados, los factores de riesgo y peligro aumentan porque no encuentran oportunidades y las opciones que hay son acceder al dinero fácil y rápido, que lo encuentras en las actividades al margen de lo legal y que implican estar asociados a la violencia. Esto pasa sobre todo en una economía donde los ingresos que se pueden percibir con un empleo formal no son suficientes”, sostiene el directivo de Cecodap.

Universitarios víctimas en robos

El cadáver de Toro Alzaibar fue hallado dentro de su consultorio por uno de sus colegas. Foto: Lorena Meléndez G.

En el móvil de robos, en el que se registraron 356 muertes, hay mayor cantidad de víctimas que cursaron tanto estudios superiores (51) como de cuarto nivel (6). Entre ellas está el gineco-obstetra René Gustavo Toro Alzaibar, de 58 años de edad, asesinado dentro de su consultorio en la Clínica Las Ciencias, en la urbanización Los Chaguaramos, parroquia San Pedro del Distrito Capital. Al médico lo mataron el 18 de agosto de 2017 un hombre y una mujer que ingresaron a su lugar de trabajo como si fuesen pacientes. Lo apuñalaron para robarse su laptop, el teléfono celular y los cables traductores del equipo para ecosonogramas.

Hubo 133 personas que murieron en medio de asaltos que solo llegaron a secundaria y otras 89 que lo hicieron hasta primaria. En 74 de los casos no se pudo registrar el dato del nivel educativo.

Las víctimas de violencia de género también tienen un mayor nivel educativo que el que registran el resto de otros móviles de homicidios en Caracas. Durante los 13 meses que abarca esta investigación hubo 18 casos y, entre estos, ocho de personas que cursaron hasta secundaria, cuatro que llegaron a la universidad y dos con postgrado.

Una de estas víctimas fue Amarís Martínez, una odontopediatra y ortodoncista de 39 años, quien fue asesinada junto a su hija por su esposo, Leonardo Brant, el 13 de noviembre de 2017. Ambos se habían separado. Brant su suicidó luego del hecho.

El otro asesinado por violencia de género con estudios de cuarto nivel fue Pedro Enrique García, gastroenterólogo, profesor universitario y hermano del periodista Javier García, que fue asesinado una década atrás en el mismo apartamento del edificio Alto Alegre de Colinas de Bello Monte, municipio Baruta del estado Miranda.

García, el médico, tenía 50 años de edad cuando fue hallado muerto en su casa en marzo pasado. Su victimario, un hombre con quien había entrado a su residencia, lo golpeó con un tubo hasta matarlo luego de que mantuvieron una discusión.

Es precisamente en la franja etaria de García –entre 46 y 55 años– en la que se ubica la mayor cantidad de víctimas con estudios de cuarto nivel: tres. Solo dos personas menores de 46 años, de las 1.105 registradas con el dato del nivel educativo, habían hecho postgrados.

Una posible causa

Para Zubillaga, la explicación de estos crímenes también está en la cantidad de pistolas, revólveres, fusiles y escopetas que hay en circulación en el país. “Hay una elevada proporción de armas de fuego con respecto al resto de la región y esto hace que las peleas, que antes eran a puños, ahora sean letales”, indica.

En el Área Metropolitana de Caracas, los datos recabados por Monitor de Víctimas entre mayo de 2017 y 2018 indican que 9 de cada 10 homicidios se cometieron con armas de fuego, un número muy superior incluso al promedio del continente americano, el cual se sitúa en 74 %.

En el móvil de violencia política, las víctimas llama la atención que las víctimas tienen un nivel educativo más elevado que el resto. Los 11 muertos registrados cayeron en medio de los cuatro meses de protestas antigobierno de 2017. ¿Quienes salen a la calle por reclamos políticos están, académicamente, mejor preparados?

La mayoría (7) eran jóvenes que cursaban o acababan de salir de bachillerato, como Neomar Lander, de 17 años, quien murió presuntamente por el golpe de un objeto contundente en el túnel que conecta la avenida Libertador con Chacao, en el estado Miranda.

También hubo tres universitarios, entre ellos estaba David José Vallenilla, de 22 años, quien se desempeñaba como técnico en Enfermería. Fue asesinado cuando un policía de la Fuerza Aérea Venezolana le disparó mientras manifestaba frente la Base Aérea de La Carlota.

A David Vallenilla lo mataron el 22 de junio de 2017. Foto: Cortesía de los padres de la víctima

Los que nunca pasaron de secundaria

Las cifras de Monitor de Víctimas también revelan que existen móviles en los cuales ninguna víctima estudió más allá de secundaria. Ese es el caso de los linchamientos y sicariatos.

Alberto Roldán Lorenzo fue víctima de un asesinato por encargo, así como otras 9 personas que mataron entre mayo de 2017 y mayo de 2018. La madrugada del 10 de febrero de este año, dos hombres que se trasladaban en moto lo atacaron cuando iba a bordo de su camioneta, una Volkswagen Touareg, por la Séptima Avenida de Los Palos Grandes. Vecinos señalaron que le dispararon al vehículo para que se detuviera y, cuando lo hizo, abrieron la puerta y descargaron sus armas. La víctima, de 43 años, recibió más de 7 impactos de bala. Solo había cursado primaria, al igual que otras dos víctimas de sicariato. En este móvil también se registraron seis personas que habían estudiado bachillerato.

En el período consultado para esta investigación se registraron 12 linchamientos. De los asesinados, cinco estudiaron hasta primaria y otros dos hasta secundaria. En los cinco casos restantes no se pudo obtener el nivel educativo de las víctimas.

Uno de los linchados fue Gilber José Coatindioy, de 18 años. El hecho sucedió la tarde del 17 de agosto en la calle Los Frailes de Carapita, parroquia Antímano del municipio Libertador del Distrito Capital. El joven cursó solamente primaria porque debía ayudar a su madre y cuidar a sus hermanos en casa. Según la versión policial, el muchacho había sido sorprendido robando un negocio de la zona junto a otros dos jóvenes. Una poblada se abalanzó sobre ellos. Mientras que los otros escaparon, Coatindioy fue golpeado y rematado con un disparo. Su familia duda que haya estado cometiendo un delito.

Zubillaga insiste en que, para muchos jóvenes, involucrarse en negocios ilícitos termina siendo una forma de sobrevivir. La versión policial indica que esto pudo haber sucedido en este caso. Aquella mañana de agosto, en la morgue de Bello Monte, los parientes de Coatindioy confesaron que no tenían dinero para enterrarlo.

@loremelendez

Ministerio de Educación Universitaria y Sundde revisarán costos de universidades privadas

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El ministro para la Educación Universitaria, Hugbel Roa, informó que, junto a la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde) revisará los costos de matrícula de las universidades privadas del país.

El ministro se reunirá con William Contreras, el superintendente de la Sundde, «para revisar qué está ocurriendo con el costo de las matrículas», ya que las universidades deben trabajar en la sostenibilidad, pero no la rentabilidad, destacó durante una entrevista en La Pauta de Hoy de Venezolana de Televisión.

Roa opina que los costos de las matrículas no se deben regir por el precio de las divisas, porque los profesores ganan en bolívares y no poseen materias primas que sean adquiridas en moneda extranjera. “En cualquier momento se les va a llamar para ver qué están ofreciendo ellos”.

Asimismo, respecto a el paro que los profesores anunciaron este miércoles en rechazo a la decisión de fijar un nuevo seguro médico a profesores universitarios, señaló que “no tienen necesidad de paralizar ninguna universidad para establecer con nosotros ningún tipo de diálogo (…) Venimos de la lucha universitaria”.

El ministro declaró como «chantaje y manipulación» el paro de profesores e indicó que “Nosotros no vamos a permitir que con un esquema de violencia, de chantaje y de manipulación, porque se busca manipular, es importante que la comunidad universitaria no caiga en la manipulación de algunos sectores”.

Víctor Márquez, presidente de la Asociación de profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv) afirmó que la asociación venezolana de rectores envió un comunicado al ministro, y se estableció una reunión para la semana próxima. “Veremos qué ocurre, pero mientras nos mantengan en esa situación, arreciará el conflicto”, expresó el docente.

Pasaje Estudiantil

Hugbel Roa explicó el nuevo mecanismo que será utilizado para el cobro del pasaje estudiantil en las unidades de transporte. Este permitirá que el transportista reciba su pago en tiempo real y, asegura el ministro, el estudiante no estará “sometido” a “unas colas para poder aduiqirir los tickets”.

“El beneficio que va a recibir el estudiante es automatizar su servicio, que no tenga que ser rechazado (…) Hacemos un llamado a los transportistas a que no caigan en esa provocación o en ese juego que andan vendiendo algunos (…) tratan de incitar a la violencia”, aseveró.

Destacó que “cuando se presenta una circunstancia con un transportista que no quiera recibirle o que quiera maltratar al estudiante, tenemos que activar un mecanismo legal”.

*Con información de Unión Radio