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Qué está en juego el 6D en Venezuela por Alejandro Tarre

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En octubre 13 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia venezolano “aceptaron” separarse de sus cargos un año antes de lo establecido por la Constitución. Esta acción, impuesta por el Poder Ejecutivo, busca sustituir a los miembros salientes del TSJ con jueces también leales al gobierno antes de las elecciones legislativas del 6 de diciembre. La maniobra es burda pero reveladora. Por primera vez los líderes chavistas reconocieron que podrían perder el control de la Asamblea Nacional.

Y no se equivocan. Todas las encuestas afirman que este escenario es el más probable. La pregunta importante ya no pareciera ser si la oposición va a ganar sino si alcanzará la mayoría calificada. También si podrá cobrar su victoria a un presidente que amenaza con ignorar el resultado electoral.

Irónicamente, algunas artimañas del gobierno podrían esta vez beneficiar a la oposición. Desde que ascendió al poder, el chavismo ha diseñado un sistema electoral a su medida en el que el ganador se lo lleva todo. En las elecciones legislativas de 2010 el oficialismo obtuvo 59% de los diputados con 48% de los votos, mientras que la coalición opositora sacó 40% de los escaños con 47% de los votos.

Esta proeza la explica en parte la manipulación de circuitos electorales —el famoso gerrymandering. Pero otros factores influyeron más: la sobrerrepresentación de los estados menos poblados, donde el chavismo suele tener fuerza, y el incremento del número de diputados nominales sumado a la eliminación de la proporcionalidad del sistema mixto. Todo esto permite ampliar injustamente el margen de una victoria.

El problema es que este sistema beneficia al bando más fuerte. Y el chavismo dejó de serlo. Los sondeos señalan una ventaja para la oposición que oscila entre los 25 y 35 puntos. Noventa por ciento de la población piensa que la situación del país es mala y un 67% que el presidente Nicolás Maduro no debe terminar su mandato. Nunca antes el chavismo había estado tan mal.

Y esto no es una sorpresa. Desde hace tiempo el manejo de la economía venezolana ha sido uno de los peores del mundo. Pero en los últimos tres años la incompetencia se ha mezclado fatalmente con un panorama internacional hostil. Venezuela ha experimentado en ese período la caída más abrupta de las exportaciones petroleras en su historia, solo comparable al colapso en los ochenta que llevó al famoso viernes negro de 1983. Y el brutal choque externo, combinado con la renuencia a levantar las irracionales restricciones al sistema de precios, ha agravado y precipitado la crisis.

Las cifras son desoladoras. Para este año el Fondo Monetario Internacional prevé una contracción económica del 10% y una inflación del 190%. La escasez de productos es tan grave como la merma en los ingresos. Un estudio realizado por tres universidades venezolanas estima que la pobreza alcanzó este año su nivel más alto en al menos cuatro décadas.

La oposición ha llenado el vacío de confianza dejado por el gobierno. La mayoría de los analistas opina que ganará la mayoría simple, y que podría alcanzar la mayoría de tres quintos e incluso la de dos terceras partes. Con los tres quintos puede destituir ministros y renovar el Poder Electoral, y con las dos terceras partes convocar una Asamblea Constituyente. Es cierto que el control del gobierno sobre el TSJ permite bloquear cualquiera de estas acciones. Pero la realidad política no es estática. No hay que subestimar el poder del golpe simbólico de una victoria opositora en la legitimidad y cohesión del régimen.

¿Qué efectos podrían tener las trampas? El oficialismo ha descalificado a varios candidatos, impuesto un engañoso tarjetón electoral y utilizado masivamente recursos estatales para ganar votos. Le ha bloqueado el acceso a medios públicos y privados a la oposición, y declarado un estado de excepción en municipios fronterizos que ha resultado en fuertes restricciones a las campañas. A juzgar por las encuestas estas movidas no han tenido aún mayor efecto.

Pero más riesgosas podrían ser las trampas del día de las elecciones como el voto asistido, el chantaje a empleados públicos, el ventajismo en la movilización del voto, y los ataques violentos a electores y defensores del voto como los que ya se han visto en los actos de campaña. ¿Serán estas trampas lo suficientemente eficaces para robarle varios diputados a la oposición? Quizá. Pero no creo que basten para remontar la amplia ventaja.

Lo que sí es probable es que el gobierno no acepte el resultado. Ya Maduro ha amenazado con salir a las calles y gobernar “con el pueblo en una unión cívico-militar” si la oposición gana. Posiblemente el chavismo le usurpe competencias al nuevo Congreso. La comunidad internacional debe prepararse para dar una respuesta conjunta y categórica a cualquiera de estos escenarios.

@alejandrotarre

El País 

 

Estado de excepción busca tumbarle diputados a la oposición y ganarlos para el chavismo
El chavismo debe recurrir a medidas extraordinarias, abusando del poder político, para mantener la mayoría parlamentaria. El estado de excepción en 23 municipios es una respuesta a la “diáspora chavista” dice el politólogo Luis Salamanca. Saben que para ganar “no basta el favor de la opinión pública”, asegura

 

Alex Vásquez S. | @AlexVasquezS 

Franz Von Bergen | @FranzvonBergen 

EL ESTADO DE EXCEPCIÓN DECRETADO hasta ahora en 23 municipios del país podría convertirse en el factor que defina cuál bloque político se queda con el control de la Asamblea Nacional.

Con los bajos índices de aprobación que tiene el Gobierno desde hace más de un año –ronda los 25 puntos, según distintas encuestadoras–, la estrategia es impulsar medidas extraordinarias que afecten los resultados de los comicios en algunos circuitos. Abusar del poder político parece ser la única posibilidad que tiene el oficialismo para mantener la mayoría parlamentaria.

Ante este escenario, la disputa con Colombia genera importantes dividendos. Además de cohesionar a la base chavista radical en torno a un enemigo común y alimentar el discurso de la guerra económica culpando a los bachaqueros.

Esas 23 alcaldías -con estado de excepción- se encuentran ubicadas en 9 de los 87 circunscripciones electorales que tiene el país, y otorgan 9 de los 167 parlamentarios en disputa. A simple vista, pareciera un número pequeño, pero la realidad es que son espacios trascendentales porque 6 de las 9 curules se disputan en circuitos reñidos y la oposición está obligada a vencer en todas las circunscripciones de ese tipo para tener oportunidad de conquistar la mayoría del Hemiciclo (84 diputados).

El politólogo Luis Salamanca afirma que el Gobierno está consciente de la importancia de estos circuitos reñidos y pretende influir sobre los resultados electorales en esos espacios con la realización de una campaña y una elección bajo el estado de excepción.

“El chavismo quiere ‘rebanar’ la cantidad de diputados que pueda a la oposición, ante la posibilidad de que la elección, en el número de parlamentarios, quede reñida. El estado de excepción es una respuesta, como tantas otras, a la diáspora chavista: la certidumbre de que para ganar no basta con el favor de la opinión pública”, explicó.

En períodos de descontento general con el Gobierno, la oposición tiene amplias posibilidades de ganar en esos seis circuitos reñidos. Eso casi ocurrió en 2010, cuando, en medio de la crisis eléctrica de aquel año, triunfó en cuatro de esas circunscripciones y en las otras dos perdió por menos de 2,5 puntos. El chavismo es consciente de eso e intenta perturbar las condiciones políticas en esos lugares.

Salamanca advierte que lo grave de la situación es que resta tiempo de campaña a la oposición, mientras los candidatos del chavismo cuentan con el apoyo de los medios de comunicación del Estado: “Para el chavismo, el mejor ambiente para realizar unas elecciones es el estado de excepción, porque ata las manos de sus adversarios. Hay restricción del libre tránsito, de reunión y de manifestación. Los opositores sienten que les restringen su posibilidad de hacer campaña. Esto es un golpe adicional a los que ya se han dado con las inhabilitaciones a candidatos opositores, con la remoción de las autoridades legítimas del algunos partidos, y con la prohibición de inscripción de candidaturas”.

Municipios con estado de excepción y tendencias electorales

A continuación se presenta la información de cada uno de los circuitos que abarcan municipios en estado de excepción. En cada uno de esos circuitos se elegirá a un diputado, nueve en total:

Rebanando votos

Tres de los circuitos fronterizos reñidos en estado de excepción se encuentran en Táchira y los otros tres en Zulia. Los tres restantes son de tendencia histórica muy chavista, pues el PSUV ha ganado allí con un promedio de más de 15 puntos porcentuales en los últimos cinco procesos. De esos tres, dos están en Apure y uno en Zulia.

En el caso del estado andino, el circuito 1 es el más afectado por el estado de excepción porque todos los municipios que lo integran son fronterizos. En las circunscripciones 2 y 3 hay dos alcaldías con régimen especial en cada una, las cuales contienen 40,3% de la población total en el circuito 2 y 42,6% en el 3, por lo que la situación tiene el potencial de influir directamente en el resultado final.

Por su parte, de las 3 circunscripciones reñidas en Zulia, la 1 y la 2 están afectadas en su totalidad, mientras que la otra, la 12, tiene dos de cuatro municipios en estado de excepción, lo que afecta al 63,7% de la población total del circuito.

Salamanca explica: “Están rebanando el jamón: una migración aquí, unos centros de votación inconcebibles por allá, agarran seis diputados por aquí. El plan es tumbar escaños por adelantado. Por lo menos seis pueden perderse si la oposición no hace un trabajo especial. No es un método lícito, porque esa medida es la figura más grave de la Constitución, que sólo puede decretarse en una emergencia nacional, pues es el equivalente a una dictadura constitucional”, expresó.

El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, coincidió en que la intención del estado de excepción es estrictamente electoral: restar votos a la oposición en esos espacios. Dijo que la manera de contrarrestar esa situación será con la organización de los comandos de campaña por circuitos, por centros de votación y familiares.

“Esa decisión no tiene nada que ver con la inseguridad o con la situación de la frontera. Es una estrategia de control político y saboteo al acto electoral. Busca, junto con la OLP, desmovilizar al país”, señaló.

Cambiar circunscripciones

La distribución actual de los diputados en los 87 circuitos que tiene el país favorece ampliamente al chavismo, opción que sólo tiene que ganar en espacios que le son históricamente favorables para poder quedarse con la mayoría parlamentaria, lo que incluso pudiera lograr obteniendo menos de 50% de los votos en todo el territorio nacional.

Esto ocurre debido a que la cantidad de diputados que se eligen por método proporcional se redujo de manera importante a partir de 2010, luego de que entró en vigencia la nueva Ley de Procesos Electorales, promulgada en 2009. Además, para las pasadas elecciones legislativas se cambió el diseño de los circuitos de 8 estados, incluidos Táchira y Zulia, para agrupar las parroquias y municipios de una manera más favorable al PSUV.

Por todo esto, de los 87 circuitos que hay actualmente, 55,2% reflejan una tendencia histórica chavista, 31% reñida y 13,8% opositora. Así, para ganar la mayoría parlamentaria, la MUD está obligada a obtener todos los parlamentarios en espacios opositores y reñidos más otros 6 (mínimo) en lugares favorables al oficialismo.

La maniobra de cambiar circunscripciones para favorecer al chavismo se agotó, sin embargo, está vez el Consejo Nacional Electoral, aunque no modificó geográficamente ningún circuito, sí otorgó diputados adicionales a algunos espacios en los que el chavismo ha dominado con amplia ventaja en los últimos seis procesos electorales. Esto es parte de lo que Salamanca llamó “rebanar el jamón”.

Cuando se analiza el comportamiento electoral de los cinco circuitos que contarán con un diputado adicional (4 de Aragua, 1 de Barinas, 1 de Guárico, 6 de Miranda y 1 de Nueva Esparta), se observa que el PSUV los ha dominado con amplia ventaja desde de 2008.

En los seis procesos electorales que ha habido desde las regionales de 2008 hasta las municipales de 2013, el oficialismo ha ganado en el circuito 4 de Aragua con un promedio de 24,3% de ventaja.

La MUD, en una carta que entregó al CNE cuando se conoció la maniobra, afirmó que no se justificaba, de acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, que ese estado ganara un diputado. En su lugar, afirmó la alianza, ese parlamentario debió asignarse a Amazonas.

En esas seis elecciones, el chavismo ha ganado con 29,4% de ventaja en el circuito 1 de Barinas, con 35,9% en la circunscripción 1 de Guárico y con 32,9% en el circuito 6 de Miranda. En este último caso, el nuevo diputado que irá a esa zona chavista (los Valles del Tuy) se le quitó a un espacio de cómodo dominio opositor: el circuito 2, compuesto por Baruta, Chacao, El Hatillo y Leoncio Martínez. La MUD denunció que ese cambio tampoco estaba justificado estadísticamente.

El único espacio en el que la ventaja del PSUV no es tan sólida es la circunscripción 1 de Nueva Esparta, donde la oposición ganó en 2008 y en 2010 con 6,3% a su favor, en promedio. Pero en las últimas cuatro elecciones ha ganado el PSUV con 12,03% de ventaja. 

Esquema coercitivo en la frontera

Salamanca opinó que el estado de excepción como instrumento electoral aún está en prueba. “Se analiza si los beneficios son mayores que los costos. Si se complica, podrían levantarlo antes. Aunque ya el presidente advirtió que lo mantendrá el tiempo necesario para crear una nueva frontera”, recordó.

Pero las señales que da el mandatario no parecen indicar que la medida se vaya a revertir. Desde que se anunció, el 24 de agosto, cada semana lo ha extendido: el 1 de septiembre le agregó municipios de Táchira, el 8 de septiembre incluyó a Zulia y el 15 de septiembre agregó más municipios de ese estado y de Apure.

Rocío San Miguel, directora de Control Ciudadano, no cree que se revierta y opinó que el gobierno está afianzando el estado de excepción como modelo de control social y como estrategia de manipulación electoral en Venezuela.

“El estado de excepción se aplica en combinación con las OLP, en las que aparece el esquema coercitivo que ya conocemos. Se trata de circuitos de mayoría opositora, con personas expuestas a riesgos de seguridad nacional. La mezcla es desfavorable para esa gente”, dijo.

Advirtió que en esos circuitos fronterizos hay un modelo de reingeniería electoral que será auspiciado con nuevos censos que podrían cambiar el universo de votantes. “Se podría aplica la exclusión del voto a extranjeros residentes en la zona de seguridad. Se frustra la campaña opositora. En elecciones es la única posibilidad que tiene la oposición de salir a la calle”, agregó.

Mantener la ventaja para ganar

El rechazo que existe actualmente hacia el oficialismo hace posible la victoria opositora pese a todas estas desventajas. Sin embargo, cada diputado que la oposición perdiera en un circuito fronterizo reñido por culpa de la situación irregular del estado de excepción, o en los espacios en los que se asignaron nuevos diputados, se traduciría en que debe ganar uno más en algún otro espacio chavista en el resto del país. Esto no es imposible, pero sí complica la tarea de manera importante.

El politólogo Edgard Gutiérrez es optimista sobre las posibilidades de la oposición. En un artículo para el portal Prodavinci opinó que las condiciones están dadas para que esta opción obtenga, al menos, la mayoría simple del Parlamento. “No existe ningún sondeo de opinión serio que no registre una ventaja considerable a favor de la oposición, pues la ventaja puede oscilar entre 15 y 26 puntos según la encuesta que se mire. Así que hoy no es ninguna imprudencia afirmar que hay una gran oportunidad para la oposición de ganar 84 escaños, si es capaz de mantener la ventaja en opinión pública”, escribió.

Circuitos opositores escogerán menos diputados

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El proyecto de circunscripciones de votación que trabajan los técnicos del Consejo Nacional Electoral (CNE) disminuye la cantidad de diputados que se escogen en zonas con tendencia histórica a votar por la oposición e incrementa la cantidad de parlamentarios que se elegirán en jurisdicciones con tendencia histórica de voto pro-gobierno.

El proyecto, facilitado por técnicos electorales del PSUV disminuye la cantidad de diputados que se escogen la circunscripción 2 de Miranda, la cantidad de diputados tipo lista en el Distrito Capital o modifica el número de parlamentarios que se elegirán en la circunscripción 1 de Nueva Esparta.

Además, aumenta la cantidad de diputados a elegir en la circunscripción 6 del estado Aragua, la circunscripción 1 de Barinas y la circunscripción 1 de Guárico.

El documento de nuevas circunscripciones también ratifica el aumento en la cantidad de diputados que integran a la Asamblea Nacional, que deberá pasar de 165 diputados a ser integrada por 167 asambleístas.

El proyecto aún debe pasar por dos pasos previos antes de considerarse definitivo: 1) La Asamblea Nacional debe aprobar los Índices Poblacionales del INE que sirvan de base para estas modificaciones 2) La mayoría de los rectores electorales deben aprobar los cambios en las circunscripciones.

Baruta, Chacao pierden

Uno de los principales cambios en los índices poblaciones del INE utilizados para el proyecto de circunscripciones, se encuentra en la Circunscripción 2 del estado Miranda, conformada por los municipios El Hatillo, Chacao, Baruta y la parroquia Leoncio Martínez del municipio Sucre.

El Artículo 19 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) da lugar a que exista un «Promedio de Diputados por Habitante» (PDH). Esto significa que el PDH para crear una circunscripción uninominal debe ser igual a 1. Pero cuando el PDH en la circunscripción es igual a 2, entonces deberían elegirse dos diputados. Ahora bien: cuando el PDH es superior a 1,5 se eligen dos diputados.

En 2010 se eligieron en la circunscripción 2 de Miranda dos diputados nominales porque los Índices Poblaciones del INE indicaban que en entre las jurisdicciones que integran la circunscripción habitaban 546.352 ciudadanos, lo que provocaba que existiera un PDH de 1,63. Para la elección de este año el PDH bajó hasta 1,39 en vista que las proyecciones poblaciones del INE indican que la población en estos municipios cayó hasta 460.952 habitantes-

Esto significa que entre los años 2010 y 2015 dejaron de vivir entre los municipios El Hatillo, Baruta, Chacao y la parroquia Leoncio Martínez 85.583 personas.

No obstante, el estado Miranda seguirá eligiendo la misma cantidad de diputados que en 2010. ¿Cómo es posible?. Según el Índice Poblacional del INE la circunscripción 6 de la entidad conformada por los municipios Simón Bolívar, Lander, Urdaneta y Cristóbal Rojas pasará a escoger dos diputados. La información del INE indica que en estos cuatro municipios (que engloban a la zona de Los Valles del Tuy) aumentó su población de 428.032 personas en 2010 (con un PDH de 1,28) hasta 552.494 en 2015 (con un PDH de 1,66)

En el caso del Distrito Capital los Índices Poblacionales del Instituto Nacional de Estadística provocan que se pierda un diputado tipo lista.

En el año 2010 en esta jurisdicción se eligieron tres diputados tipo lista (por la aplicación del principio de representación proporcional a la oposición le correspondieron dos de estos tres diputados), mientras en 2015 solo se elegirán dos diputados tipo lista (por el principio de representación proporcional debería corresponder uno la oposición y otro al chavismo).