Venezuela consiguió sus primeros tres puntos en la eliminatoria tras vencer 2-1 a Chile y se prepara para encarar a Ecuador y Perú en marzo de 2021
Mario Sánchez y Hovannes Marsuian
Venezuela derrotó 2-1 a Chile en el Olímpico de la UCV de Caracas. El conjunto Vinotinto pudo obtener su primera victoria, sus primeros puntos, sus primeros goles y sobretodo, una resurrección futbolística.
El equipo dirigido por el portugués José Peseiro mostró su mejor cara en lo que va de las eliminatorias mundialistas. La solidez defensiva mostrada ante Brasil parece haberle llenado de confianza y eso se vio reflejado en el partido ante Chile. En el primer tiempo Venezuela generó varias opciones claras de gol, pero la precisión en la definición no le permitió anotar más goles.
Venezuela salió con un 4-3-3 en donde mantuvieron la base del partido ante Brasil, la única novedad fue la inclusión de Jefferson Savarino por Yeferson Soteldo y el regreso de Darwin Machís a su banda izquierda. A pesar de que el esquema fue el mismo, el estilo de juego distó mucho al mostrado ante Brasil, pues se vio una Venezuela muy agresiva en la presión y con más creatividad en ofensiva.
Con respecto al plano defensivo, se pudo lograr nuevamente que el rival rematase al arco con frecuencia y gran parte del mérito lo tiene Yordan Osorio, que ha sido un pilar importante en la defensa vinotinto. Incluso, contagiando a sus compañeros, caso de Wilker Ángel que se vio potenciado con la compañía de Osorio. Alexander González y Luis Del Pino Mago cumplieron, aunque en banda izquierda siguen habiendo detalles en el retroceso y coordinación que permiten al rival hacer daño. De hecho, el gol de Vidal se gestionó por una triangulación realizada en la famosa banda izquierda venezolana.
Uno de los aspectos más destacados de Venezuela fue el trivote en el mediocampo formado por Junior Moreno, Yangel Herrera y Cristian Casseres Jr, que se distribuyeron siempre con coordinación y le permitieron a Venezuela ser equilibrados en casi todo el transcurso del partido. Aunque lo de Herrera tiene incluso una calificación más alta. Probablemente tuvo su mejor partido con la camisa de la Vinotinto de su corta carrera en donde pudo luchar mano a mano con Arturo Vidal en la batalla del mediocampo.
Finalmente, Salomón Rondón terminó dándole la victoria a Venezuela en una jugada en donde fue clave el revulsivo de Yeferson Soteldo. A pesar de que Rondón no había estado preciso en el partido, hizo un trabajo constante para desgastar a los centrales y tratar de abrirles espacios a Machís/Savarino. El gladiador volvió a darle alegrías al pueblo venezolano luego de cerca de 900 minutos sin conseguir anotar por eliminatorias.
Se rompió el maleficio
Entre otras rachas, se logró la primera victoria en eliminatorias mundialistas desde 2016 cuando se derrotó 5-0 al combinado boliviano. Desde entonces, los nuestros sumaban 3 empates y una derrota (ya en el ciclo Peseiro contra Paraguay).
Venezuela cerrará el 2020 octavo y con tres unidades, dejando por debajo de ella solamente a Perú y Bolivia. Si bien es temprano dentro del ciclo eliminatorio, se encuentra a 3 puntos del repechaje (Uruguay) y también a 3 del cuarto puesto, ocupado por Paraguay.
Recordamos que clasifican los cuatro primeros al Mundial (de 10), mientras que el quinto accede al repechaje.
Ahora, Venezuela deberá esperar hasta marzo para afrontar sus próximos partidos. Serán ante Ecuador y Perú por la búsqueda de un cupo al Mundial de Qatar 2022.
Venezuela mejoró en Noviembre
Luego del partido contra Colombia, Peseiro encontró una solución ante Paraguay: resistir en defensa, gestionar la fase ofensiva y movilizar los jugadores en velocidad en ataque, así como también apoyarse con las acciones a balón parado (tiros libres y córners). Y ante Brasil y Chile, Venezuela ofreció una imagen positiva de cara al futuro de las Eliminatorias.
En defensa, Venezuela tiene aspectos definidos y dentro de ellos presenta como prioridad tapar los espacios entre líneas, es decir, el equipo contrario puede tener futbolistas “libres” en salida, pero que una vez que avanzan a cancha venezolana poderlos presionar para obligarlos a retroceder.
Contra Brasil, Venezuela se adaptó un poco a la estructura ofensiva del conjunto brasileño: 2-3-5. Machís (extremo en Venezuela) prácticamente actuó de carrilero para marcar a Lodi (lateral brasileño), Junior Moreno (mediocampista) rotaba entre marcar a Douglas Luiz y tapar a Firmino (centrodelantero brasileño) entre líneas; mientras que Soteldo (el otro extremo de Venezuela) no tenía que retrasar tanto su zona para cubrir a Danilo (el otro lateral de Brasil). Cristian Cásseres Jr. Le tocó la tarea de marcar a Éverton Ribeiro.
Asimismo, se evidenciaría una inteligencia en el intercambio de marcas, porque, por ejemplo, Rincón entendería cuándo saltar hacia Allan y también al marcar a Firmino cuando Junior Moreno saltaba hacia Douglas Luiz. Habían buenas rotaciones en defensa venezolana.
La intención sería evitar que Éverton Ribeiro y Firmino recibiesen con espacio y tiempo de cara a la portería de Fariñez; pero al mismo tiempo se buscaba que Venezuela no defendiera tan atrás, así que los extremos e interiores rotaban la marca constantemente para incomodar la búsqueda de avanzar de Brasil. Eso sí, en el segundo tiempo, Venezuela sufriría, ya que con la entrada de Lucas Paquetá, Junior Moreno tendría que fijarlo y liberar a Firmino, dejando un 2 vs. 2 con los centrales de Venezuela.
Ante Chile, ocurriría prácticamente lo mismo, ya que la intención principal sería tapar la zona entre líneas, que la ocuparía en el primer tiempo por Alexis Sánchez, así que su marca personal sería Junior Moreno, quien tendría que intercambiar el marcar al hombre (encima de Alexis) y al espacio (cubrir su zona).
Cásseres Jr. taparía la zona del interior izquierdo, fijando a Erick Pulgar; mientras que Yangel Herrera se ocuparía de Arturo Vidal, con la intención de no dejarlos recibir de cara a la portería de Fariñez. Sin embargo, el futbolista de New York Red Bulls se ocuparía más de fijar que marcar al hombre para poder cubrir su zona, porque en varias ocasiones Alexis lograba arrastrar a Junior Moreno y el “17” de Venezuela tendría que cubrir ese espacio.
En el segundo tiempo, Chile cambiaría, ya que soltaría a Erick Pulgar en la base (dándole una mayor responsabilidad a Rondón), Claudio Baeza aparecería de interior izquierdo (fijado primero por Yangel Herrera, luego por Cásseres Jr. y por último por Junior Moreno al cambiar al 4-2-3-1) y Arturo Vidal de interior derecho (fijado primero por Cásseres Jr. y luego por Yangel Herrera), pero éste último, tendría cierta libertad para actuar en la base porque la intención principal sería tapar a Alexis Sánchez entre líneas.
Problemas por los costados
Salvo algunas acciones fuera de contexto, Venezuela se consolidaría con el triángulo de adentro (4-3-3), logrando anular e incomodar el juego entre líneas de Brasil y Chile. Ahora bien, los problemas defensa vendrían por los costados.
Los problemas de coordinación de cobertura se observarían sobre todo cuando los centrales tenían que salir para cubrir el espacio lateral, ya que se evidenciaría cierta falta de agilidad de la defensa de Venezuela para corregir rápido ese fallo; por ejemplo, en el gol de Brasil, el movimiento de Luis Mago sobre la zona de Wilker Ángel es lenta, dejando con espacio a Firmino.
En ataque, el plan se basaría en envíos directos (aprovechando el juego de espaldas de Rondón) más que en buscar un control y posesión del balón. Y en este contexto destacarían ciertos nombres, como Darwin Machís, Yangel Herrera y Yeferson Soteldo.
Los dos extremos (Machís y Soteldo) serían importantes al ofrecer soluciones en espacios reducidos, ya sea tanto en el 1 vs. 1 en la banda, como para iniciar la transición al imponerse en el regate. Mientras que Yangel Herrera le ofrecería a Venezuela un detalle que no tendrían ante Brasil: la capacidad de poder alargar los ataques a través de su dominio del juego. Además, los tres entenderían cómo posicionar su cuerpo en búsqueda de ganar alguna falta o generarse alguna ventaja.
Mayor posesión del balón
Contra Brasil, Venezuela tendría problemas para encontrar soluciones al avanzar, tanto por la falta de Yangel Herrera como también por la buena presión del conjunto rival, que podrían causar faltas a favor del seleccionado venezolano o pérdidas. No habría automatismos que acompañasen a los tres de arriba ni para pausar la posesión.
Ante Chile, sí se observaría una mayor capacidad de posesión del balón (ingreso de Yangel), en parte por las fallas de coordinación del rival en la presión.
De igual manera, Venezuela encontró ciertas variantes con Cásseres Jr. y con algunos apoyos de Rondón, sobre todo cuando los extremos y/o Yangel Herrera estaban próximos a él. También en algunos instantes con Junior Moreno, a pesar de que bajo presión le faltó más dinamismo.
Entre otros detalles, el ingreso de Yangel Herrera le permite a Venezuela ofrecerle una compañía por dentro a Salomón Rondón, ya sea para combatir el envío en largo o encontrar soluciones ante algún centro lateral. Además, el plan inicial de Peseiro, le ofrece muchísimo desgaste, sobre todo a los tres centrocampistas; por ahora el técnico portugués ha buscado solucionar al cambiar a un 4-2-3-1.
Venezuela ha crecido a nivel colectivo. Eso sí, todavía debe crecer en fase ofensiva en cuanto a los movimientos que generan en ataque, pero de algo se está seguro: hay un avance con respecto a las primeras dos jornadas.