Lo que no se dijo en el último parte médico dado por Chávez - Runrun


En medio de la explicación que hacía ayer domingo 24 de julio el presidente Hugo Chávez sobre la verdadera situación de su enfermedad cancerígena dejo caer esta frase:

“Fidel me decía ayer: que bueno que regreses pero no te dejes llevar por la pasión. No creas tú que todo está solucionado y que no lo vaya a creer el pueblo”.

Eso lo dijo después de haber confesado la noche de su regreso a Venezuela, el pasado sábado, que tras la segunda dosis de quimioterapia administrada en La Habana los médicos no le habían conseguido células malignas en su cuerpo. Desde el aeropuerto de Maiquetía dio gracias “a Dios, a Jesús de Nazaret y al manto de la Virgen” por su recuperación al asegurar que había regresado en mejor estado del que se había ido una semana antes.

Ayer Chávez fue más específico con respecto al cáncer que padece. Por eso detalló que “el líder cubano, Fidel Castro, le anunció esta semana en La Habana que los exámenes practicados mostraron que no tenía nuevas células malignas en ningún lugar de su organismo”. Más adelante continúo contando el episodio con quien ha sido su mentor y padre político en esta docena de años: “…luego de que me sometí a estudios de imagenología (…) (¿tomografía axial computarizada?) en la tardecita de ayer llega Fidel a visitarme y me dijo tres palabras: ‘no tienes nada’, no se detectó en ninguna parte, en ningún órgano, ninguna célula maligna que se haya podido escapar del lugar donde estaba el tumor y en el lugar del tumor tampoco», agregó, sin dar más detalles sobre el lugar en que se alojaba el tumor canceroso que le fue extirpado en Junio, en Cuba. Estos detalles de su contento ya los había manifestado a su llegada al afirmar “que el cáncer no se estaba extendiendo”.

Como novedad en esta saga de la enfermedad cancerígena del mandatario solo hay que añadir tres novedades:

La primera es la confirmación del chequeo y cotejo de todos los protocolos utilizados por los médicos de Cuba y Venezuela que tratan a Chávez, así como el del médico español José Luis García Sabrido quien participó en la segunda operación al mandatario en suelo cubano (por casualidad estaba en el chequeo semestral de su paciente Fidel Castro) con el médico oncólogo enviado por el gobierno de Brasil, perteneciente al “staff superior” del Departamento de Oncología del Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo. Éste doctor encontró al paciente en un excelente estado tras su segunda dosis de quimioterapia. El informe respectivo fue llevado por el brasilero a su nosocomio donde hoy lunes será analizado por otros miembros de su equipo. Esta evaluación se hizo para estar pendientes, más adelante, en caso de que Chávez acepté ingresar -cosa cada vez menos probable- al instituto brasileño en un futuro cercano. Recordemos que el sábado 23 en éstas páginas escribimos sobre lo que fue la petición que al hospital brasileño hizo el canciller venezolano:

“Hoy supimos que el canciller venezolano Nicolás Maduro estuvo en el hospital brasileño pidiendo información y coordinando el supuesto viaje presidencial. He allí el quid de este asunto que sigue siendo misterioso y manejado con extremo sigilo. A Maduro no se le ocurrió nada mejor que exigirle a las autoridades del hospital paulista que “reservaran tres pisos completos, a saber: el de la hospitalización, el de arriba y el de abajo así como se cerrara la emergencia mientras estuviera allí hospitalizado su presidente”. Por supuesto que esta medida no fue aceptada por el hospital, uno de los más concurridos de la metrópoli con casi 20 millones de habitantes”.

La segunda es la confirmación de haberle sido cerrada la colostomía intestinal y por ende haber sido eliminada la bolsa recolectora de heces que tenía por fuera del abdomen. Algo que molestaba mucho al paciente y lo convirtió, muchas veces, en muy impaciente y que fue la causa principal para no asistir al desfile del Bicentenario en Los Próceres el pasado 5 de Julio.

La tercera es la seguridad de que el tratamiento con más dosis de quimioterapias deberá continuarse para evitar la propagación del tumor primario a otras partes del cuerpo, tal y como lo confesó el mismo jefe de estado al explicar “que el riesgo persiste y que por eso hubo que iniciar la quimioterapia, que deberá continuar en las próximas semanas”…»no tengo duda de que (la quimioterapia) me conduce a la plena recuperación» al haber admitido, sin embargo, que su semana en Cuba fue «dura» y difícil». Esta aceptación es indicativa del temor que persiste de que el cáncer primario pueda avanzar más de lo que ya se supo. La idea, como en todo paciente similar, es bloquear la reproducción de las células que con cáncer tuvo Chávez y tratar de lograr la remisión de la enfermedad.

La advertencia de Castro a Chávez en cuanto a que no debe tomarse su recuperación a la ligera, mantenerse en reposo buena parte del tiempo y seguir el tratamiento médico al pie de la letra es muy significativa.

Veremos cómo, en medio del fragor diario, su afán de demostrar que es invencible y la difícil lucha interna por el poder que mantienen sus hombres de confianza, se sobrepone a lo que ha llamado la mayor prueba de su vida.

A estar pendientes.