Antes de Cooperstown, Yogi por Mari Montes - Runrun

Quedamos en la calle principal de Cooperstown, pero en esta crónica me adelanté un día y no compartí la grata experiencia de visitar el Museo de Yogi Berra, en la Universidad de Upper Montclair, New Jersey. Hay que tomar el tren y en media hora estarán llegando al pueblo, de ahí pueden ir en taxi.

El Museo de Yogi está ahí porque, aunque es de San Luis, Berra se hizo en Montclair y tanto la ciudad como el estado, se honran en enarbolar tan ilustre representante. De hecho entró al Salón de la Fama de New Jersey junto con Jack Nicholson, es una celebridad desde que debutó en el beisbol y a los 86 años es una leyenda viviente del beisbol.

El Museo está al lado del campo de beisbol de la universidad, que por supuesto se llama «Yogi Berra».

Una escultura de tamaño real del catcher filósofo recibe en el jardín. Ya en el museo es posible adentrarse en la vida de Yogi Berra, el autor de la célebre frase «El juego no termina, hasta que termina»,  seguramente el más conocido de sus «Yogismos» . En  paredes y vitrinas pueden leerse algunas de sus citas memorables.

10 anillos, los 10 anillos de campeón que ganó Berra están ahí, humildemente, con juguetes, fotos y objetos entrañables. El directo del Museo, David Kaplan, ha cuidado meticulosamente la selección de cada cosa para resumir la vida de Yogi Berra y su significado para el beisbol. Es un lugar que merece tomarse el tiempo para recorrerlo, un verdadero amante del beisbol lo va a disfrutar inmensamente.

En cada imagen es notable cuánto se divirtió Yogi Berra jugando pelota y también soltando sus reflexiones.

En la última pared nos despiden con una indiscutible: » Si no sabes a dónde vas, es probable que no llegues a ninguna parte».

Por lo pronto ahora si nos vamos a Cooperstown, eso es un destino.