¿Por qué Rusia no es una potencia futbolística? - Runrun
¿Por qué  Rusia no es una potencia futbolística?

Alexander Kokorin, una de las principales figuras de Rusia, se perderá el Mundial por lesión

 

Por La Pizarra del DT

Atrás quedaron los años de regocijo de la selección de la Unión Soviética. Tres veces en cuartos de final y una vez en semifinales en cuatro mundiales entre 1958 y 1970. Un estandarte que fue en declive conforme pasaron los años. Se ve por el retrovisor a la “araña negra” Lev Yashin, considerado por muchos como el mejor portero de todos los tiempos y a la selección campeona de la Eurocopa en 1960, así como a las subcampeonas en 1964, 1972 y 1988.

Ahora en el fútbol ruso queda con conformarse con esa selección que logró el tercer puesto en la Euro 2008, casi como un milagro, después de constantes primeras fases en torneos de alta envergadura.

La falta de procesos tras la disolución de la URSS, provocó un declive natural del fútbol a nivel de selecciones en Rusia. A pesar de ser el país más grande del mundo y el noveno con mayor cantidad de habitantes, están lejos de ser una potencia futbolística. Muy lejos.

La globalización del fútbol y la necesidad de Rusia de entrar en el mundo deportivo por un tema de status, abrió las fronteras a accionistas para la compra de clubes y posterior desembolso de grandes cantidades de dinero. La búsqueda de acortar los procesos naturales al traer estrellas deportivas hizo que equipos como el Zenit de San Petersburgo pudiese coronarse en la antigua Copa UEFA al vencer 2-0 al Rangers en la final de 2007-2008. Pero eso no contrarrestó la realidad de la selección rusa.

Pero, ¿A qué se debe?

Andrés Lillini, ex coordinador de formativas del CSKA Moscú, cuenta: “No es un fútbol formador, sino es un fútbol comprador. A mí me tocó una experiencia en el CSKA donde tuve grandes futbolistas en fuerzas básicas (inferiores) que yo le comentaba a la gente de ahí que si hubiesen nacido en Argentina estarían jugando en primera división. Y aquí quizás el proceso es mucho más lento y se pierden en esos 3 o 4 años que tienen que debutar”.

Puede que por ello se deba que Rusia ha logrado ser campeón sub 17 en Europa en 2006 y 2013, un subcampeonato en 2015; y otro subcampeonato más en la categoría sub 19 en el mismo año. Pero no se ha consolidado un proceso en la selección mayor.

Esa barrera del debut le es complicado lograrlo a muchos jugadores y posteriormente la continuidad tardía en primera hace que reduzcan sus años para sobresalir y poder emigrar a otro país de Europa a una liga más competitiva.

Alexandr Mostovoi, ex jugador de la selección rusa, en una entrevista para El País de España, explicó en 2016 parte del problema existente: “No será por falta de jugadores porque los hay, pero ninguno juega fuera de Rusia y para competir a este nivel tienes que salir y estar en ligas fuertes. En Rusia el campeonato apenas tiene a cuatro equipos buenos y los mejores futbolistas son los que llegan del extranjero, pero el más decisivo, Hulk, es suplente en la selección de Brasil. Al futbolista ruso le falta ahora ambición de competir. Viven bien aquí y ganan bastante dinero. Así es difícil crecer y mejorar tu nivel”.

También al futbolista ruso se le complica más el hecho de emigrar a Europa porque no pertenecen a la Unión Europea. Al llegar a alguna liga del viejo continente pasarán a ocupar un cupo de foráneo, dificultándose el proceso.

Pero así como Mostovoi afirma que los mejores jugadores son los extranjeros, por un momento –en los inicios de los años 2000– la inmensa mayoría de los futbolistas por equipo eran “no rusos”.

La respuesta a los problemas

A partir de 2005, por ese déficit de no contar con jugadores oriundos, la liga rusa implementó la medida de que solamente 5 jugadores extranjeros por equipo podían estar al mismo tiempo en el terreno de juego, excepto que tuviesen más de 10 partidos con su selección local, lo que haría que contaran como residentes. El problema se mantuvo. En un partido entre Dynamo de Moscú y FC Moscú, el Dynamo alineó un 11 titular sin jugadores rusos.

La federación rusa modificó nuevamente el reglamento en 2006, haciendo una regla de 7+4, que incluye a 7 extranjeros en cancha + 4 rusos. En 2014 se hizo una propuesta de aplicarle al reglamento otra reforma donde existiese una regla de 10+15: 10 extranjeros y 15 rusos registrados al inicio de la temporada y que se usaran como se quisiera; pero no procesó.

La razón principal la dio el ministro del deporte Vitaly Mutko, que explicó la importancia de llegar al mundial con una base de jugadores en buen nivel de competencia, por lo que la regla de 7+4, fue modificada a 6+5. Es por ello que, desde 2014, solo 6 jugadores extranjeros pueden pisar los engramados de un partido al mismo tiempo en Rusia.

El fútbol ruso ha adoptado medidas para su evolución. Las inferiores no resultan un problema por sus resultados, a pesar de las dificultades a la hora de organizar torneos juveniles (por lo grande del país). El inconveniente radica en la importancia de mantener un proceso de crecimiento entre jugadores exitosos en categorías inferiores. El dinero que tienen clubes y federación podría hacer que el proceso se acelere, pero no de entrada, necesita años para que surja una nueva camada.

Argentinos y brasileños siguen llenando los carteles promocionales del fútbol de Rusia. Y hasta que lo propio no se considere como lo mejor, será difícil evolucionar a nivel de selección.