Crisis de gobierno - Runrun
Antonio José Monagas Ene 14, 2024 | Actualizado hace 2 meses
Crisis de gobierno
El derrumbe de ideologías socializantes, la impotencia actual de la democracia frente a dificultades estructurales y coyunturales, entre otras causas, han generado las crisis de gobierno

 

@ajmonagas

El ejercicio de gobierno que viene ocupando el discurrir político de numerosos países, indistintamente de la ideología que sus proyectos de gobierno suscriban, se ha enrevesado. Por tanto, ha enrarecido circunstancias y, en consecuencia, ha intricado y opacado realidades.

Así que las situaciones que tan singular problema fomenta explican la razón de la precaria gobernabilidad desatada. Esto ha generado conflictos de cualquier proporción en todo el ámbito en el cual la gobernanza compromete la concertación ordenada entre sistemas y organizaciones por la cual se sistematizan los procesos de gobierno que incumben a las sociedades en general. 

Tras la solución

La búsqueda de condiciones que propicien una mejor calidad de vida sigue siendo un problema cuya solución no se asoma. Las crisis de ideologías políticas y económicas han devenido en procesos de análisis confusos. Lejos de dar con las variables que asegurarían sociedades más productivas, libres y prósperas, el mundo político-económico pareciera haberse trabado afectando de esa manera el discurrir de las sociedades. Sus comportamientos han seguido rumbos desviados del norte establecido por lineamientos constructivos en el mejor de los sentidos y aprovechamientos.

Las crisis de los partidos políticos de la izquierda tradicional y de la derecha entramada, el derrumbe de ideologías socializantes, la impotencia actual de la democracia frente a dificultades estructurales y coyunturales, entre otras causas, han arrojado graves problemas. Problemas que parecieran reproducirse. O transformarse en otros cuyas manifestaciones complican aun más posibles arreglos a sus incidencias.

Crisis de Gobierno y complicaciones al garete

El estado de la problematización que perturba ideales, programas y proyectos elaborados, apostando a revertir el desorden que en buena parte tiene descompuesto al mundo social, político y económico actual, no está más allá de lo que cabe en el plano de un análisis profundo de la situación que rige el presente caos. El cual, además, tiende a cambiar la naturaleza de las preguntas desvirtuando y enredando el contexto que las incita.

La terquedad bajo la cual se comportan estas crisis, pareciera provenir de la mezquindad que asumen muchos gobiernos toda vez que sus gobernantes creen sabérselas todas. Cuando ni siquiera son capaces de resolver los suyos propiamente. Además, que el inmediatismo y el paternalismo los avasalla en complicidad con una grosera intervención del Estado. 

O sucede como lo explicaba Dalmiro Antonio Sáenz, escritor y dramaturgo argentino, al referir que “las crisis de los hombres se manifiestan cuando sus mundos se saturan de respuestas y escasean las preguntas”.

Ruta de escape (a la crisis)

Quizás la vía más expedita mediante la cual es posible conocer o dar con respuestas a preguntas fundamentales, es la ciencia política. Específicamente, al reconocer que el problema lo detenta las crisis de gobierno que caracteriza la patética realidad. Ello, por causa de la demagogia que practica el gobernante. Del populismo que ejerce. De la ignorancia que padece. Del personalismo que lo abate. Y del egoísmo y codicia que lo consume.

El populismo exhausto

El populismo exhausto

El cuadro de problemas que enmarca dichas realidades, lo expone la crisis de gobierno que el gobernante no termina de comprender ni atajar. Tampoco, de atender pues sus presunciones de gobernar son anuladas por la desnaturalización que afecta la precaria noción de gobierno que encierra la situación.

Corrección en proceso

Ocurre que muchos gobiernos, siguen “sin advertir”, las crisis de gobierno que acarrean las desatinadas praxis de gobierno que se llevan a cabo. Entre otras causas, cabe señalar:

  1. Burocratización desmedida.
  2. Pesadez de la dinámica funcional.
  3. Ausencia de la autonomía dictaminada por ley.
  4. Exceso de proselitismo.
  5. Omisión de gerencia política y gerencia pública.
  6. Contaminación de objetivos de gobierno.

Son las principales razones que acusa la pronunciada gravedad propia de los problemas que generalmente encubren una crisis de gobierno.

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