Cómo hacer que tu hijo te haga caso - Runrun
Reuben Morales Nov 12, 2021 | Actualizado hace 2 meses
Cómo hacer que tu hijo te haga caso
Y así fue como, desde ese día, mi hijo ve con nosotros cualquier cosa. Incluso hasta cadenas de Nicolás Maduro…

 

@ReubenMoralesYa

Te quiero compartir una técnica que me ha resultado infalible cada vez que mi hijo no quiere hacer algo. El otro día íbamos a ver una película en familia por Netflix y le dio por armar una pataleta porque esa no era la película que él quería ver. Entonces amenazó con irse a su cuarto a ver otra cosa por la computadora. ¡Le dijimos que no! Que debía quedarse a verla. Entonces dijo que se quedaba con nosotros si veía algo en mi celular con los audífonos puestos.

Aunque me provocó darle una nalgada, más bien le dije: “¿Con que no quieres ver la película?… Ok… no la vamos a ver, pero entonces apaguemos las luces porque vamos a contar cuentos de terror”. Ahí sí abrió los ojos, emocionado, y comencé mi narración:

−Esta es la historia de una persona que estaba aburrida en su casa porque no podía ver películas. Entonces fue a prender la televisión para ver una, pero se dio cuenta de que no había control remoto y se tuvo que levantar para prenderla con la mano.

−¡Qué horrible!

−Y cuando comenzó a pasar los canales con el botón que estaba pegado a la televisión, se dio cuenta de que no podía escoger ninguna película.

−¿En serio?

−¡Tenía que esperar todo el día a que al canal de televisión le diera la gana de pasar la película!… ¡Y si era martes!… ¡debía esperar hasta el domingo!

−¡Noooooo!

−¡Y no la podía pausar para verla otro día en el punto en donde la había dejado!

−¿Quééééééééé?

−Aunque bueno, no todo era tan malo. Si quería ver una película cuando él quisiera, tenía que salir de la casa y caminar o manejar como quince minutos hasta una tienda donde alquilaran películas.

−Ah, ¿y entonces ya la podía ver?

−¡No!… ¡Porque primero debía afiliarse a la tienda!

−¿Cómo así?

−Le pedían una foto carné. Entonces tenía que salir de la tienda de alquilar películas para ir a la tienda donde sacaban fotos.

−Y listo, ¿no?

−Noooooo… ahora debía esperar una hora a que las fotos estuvieran reveladas y entonces ahí sí. Ya podía ir a la tienda de alquilar películas.

−Aaaahh…

−Pero no todo terminaba ahí, porque cuando iba a buscar la que quería ver, ¡no estaba porque alguien se la había llevado primero!

−¡Nooooooooo!

−¡Entonces debía anotarse en una lista de espera!

−¡No sigas, no sigas, ya me está dando demasiado miedo!

−Y le tocaba llevarse otra película que no le gustara tanto.

−¡No lo puedo creer!

−Claro, pero primero debía leer la sinopsis que aparecía en la caja para no botar la plata.

−¿Leer para ver una película? ¿Qué es eso?

−Entonces finalmente escogía una y cuando llegaba a la casa a ponerla… ¡la película estaba en el final porque no estaba rebobinada!

−¿¿¿Rebobi qué??? ¡¡¡¡Aaaaahhhhh!!!!

−Y si la rebobinabas en un aparato llamado VHS… ¡después se veía mal!

−¡Dios, no, no puede ser! ¿Hasta cuándo?

−Entonces, si no podía ver la película que había alquilado… ¡debía esperar hasta el domingo a que pasaran películas en la televisión!…

−¡Ay no, papá! ¡No puede ser! ¡Esto es terrorífico!

−Y cuando llegaba el domingo, se encontraba con esto: ¡iban a pasar Alien, el octavo pasajero por sexta vez en el año!

−¡Noooooooooooo!

−Entonces no les quedaba sino verla y cuando venía una parte muy buena de la película, ¡pum!… ¡Se iban a comerciales!

−¿Comerciales?

−Sí, son como los anuncios que coloca YouTube al principio de los videos, pero en vez de durar 5 segundos, podían durar hasta 60 segundos.

−¡Ya, papá! ¡Te pasaste!

−Y cuando regresaban de comerciales, la película no retomaba donde había quedado porqueee… ¡Le habían cortado como 5 minutos para que toda la programación del canal no se rodara!

−¡Papá, ya! ¿Cómo se termina esta historia? ¿Qué le pasó a la persona?

−Esa persona creció y ahora está aquí, ¡porque esa persona era yo!

−¿Quééééééé? ¡Qué horrible! Bueno, papá, pero me imagino que tu mamá te hacía cotufas para ver las películas.

−No, las veíamos comiendo galletas de soda con mantequilla y una taza de avena.

−¡Noooooooooo!

Y así fue como, desde ese día, mi hijo ve con nosotros cualquier cosa. Incluso hasta cadenas de Nicolás Maduro.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es