Solo por un tiempo, la verdad se oculta, por Armando Martini Pietri - Runrun
Solo por un tiempo, la verdad se oculta, por Armando Martini Pietri

LA SINVERGÜENCERÍA SURGE A BORBOTONES, el agua hierve, la corrupción aflora y los cara pálida descubren uno de los mayores desfalcos -sino el mayor- que se le haya hecho a Venezuela. No se la robaron, la saquearon inmisericordes. Muchos sabían de su existencia, pero nunca lo advirtieron, se hicieron los locos y miraron hacia otro lado. Y quienes lo denunciaron, fueron atacados política y moralmente.

El país languidece entre la risible y ridícula ilusión electoral para Concejales y la nueva burla e histórica estupidez del diálogo que se pretende realizar. Todo parece perdido, hay frustración y derrotismo en el pueblo. Pero es solo percepción de las cúpulas, aunque aún agazapado, no es parte de la realidad venezolana, más del 85% de la ciudadanía, está motivada, esperanzada y sabe qué hacer, no necesita a los fracasados de siempre, solo espera sigilosa, prudente y cautelosa, los acontecimientos y momento adecuado.

El club de los bolichicos, chamos pelabolas convertidos en multimillonarios, -impresiona la magnitud del dinero robado-, despilfarrando a manos llenas, miles de dólares/euros en banquetes, licores, automóviles, joyas, droga, pre-pagos (as), mansiones con cines, gimnasios, escoltas, asistentes, enfermera, todos millonarios y muchos etcéteras en la trama de corrupción, ambición, sexo y traiciones, en el que han caído algunos cuantos en Estados Unidos y España, aunque la gran mayoría sigue disfrutando de la gran vida, y sus bienes mal habidos en propiedades opulentas, gracias a los negocios fraudulentos que montaron alrededor de los gobiernos de Chávez y Maduro, sin importar un carajo la pobreza, miseria, hambre y muerte de venezolanos.

El escándalo vulgar, vergonzoso de Alejandro Andrade, hombre que Hugo Chávez coloco como máximo jefe del Tesoro de la Nación para ejecutar el mayor saqueo que el mundo moderno haya podido conocer. Al mismo tiempo, era el encargado de pagar los sobornos a políticos y funcionarios en Venezuela y otros países para poder movilizar toda la fortuna del chavismo y cómplices asociados. La sociedad delincuencial Andrade/Gorrín con seguridad nos dejará más asqueados que cualquier otro que hayamos visto, incluso, el caso Odebrecht. La riqueza dilapidada por el castro-chavismo es una cifra aberrante e incalculable. No sólo por lo groseramente obsceno de los montos robados, traficados, sino por las implicaciones que van a tener; por la red que está implicada. Es vox populi que, son muchos los opositores que directa o indirectamente están involucrados, sus influencias van desde jerarcas del chavismo hasta la oposición «negociante» de salidas «democráticas», que, en estos momentos, realizan grandes esfuerzos llamando a “buenos amigos” para que hagan lobby en EE.UU. que impida la publicación de sus nombres. Afortunadamente, no tendrán éxito.

La acusación de la justicia norteamericana contra el abogado Raúl Gorrín y la confesión del ex tesorero Alejandro Andrade por corrupción y lavado de dinero constituye un duro golpe tanto al régimen como a la falsa oposición. Paradójicamente, abre la oportunidad para depurar. El evento, obliga a reinterpretar el comportamiento y plantear una estrategia opositora que logre el tan deseado cambio. Poniéndose al descubrimiento de que el dueño de Globovisión es un malhechor, vinculado al régimen; supuestamente financiando diputados, magistrados, políticos, banqueros, burócratas, personal medio, obteniendo poder de influencia en todos los ámbitos del aparato gubernamental. Tanto pesa su dominio que logra torpedear e impedir iniciativas como se demostró en el caso Zapatero, solo para nombrar la más evidente.

También adquirieron medios de comunicación, que fueron opositores, para convertirlos en colaboracionistas, en la cual se incluyen periodistas e invitados sufragados y vendidos; igualmente, entrevistadores de radio y articulistas que trabajaban para boliburgueses, con el objetivo entre otros: descalificar a la verdadera oposición. Puede interpretarse mal intencionado, pero no lo es. Lo importante es que, en esta confabulación asquerosa de corrupción, queden al descubierto y quienes se beneficiaron, devuelvan lo robado y cancelen sus deudas con la sociedad.

Usando el chantaje de la Unidad, dirigentes políticos y politiqueros, se dieron a la tarea de secuestrar la agenda opositora, darle oxígeno al régimen, y desautorizar a quienes planteaban soluciones efectivas. Esos mismos solicitaron a los Estados Unidos no sancionar a funcionarios, como lo confesara públicamente Roberta Jacobson ante un asombrado e incrédulo Senador Marco Rubio.

La noticia sobre quién es Gorrín explica el comportamiento contradictorio de sectores opositores. Y obligatoriamente hay que preguntarse: ¿Por qué se destituyó a Maduro, sin nombrarle sustituto? ¿Por qué se designa un TSJ para abandonarlo y luego desconocerlo? ¿Por qué no se investigó la nacionalidad colombiana de Maduro? ¿Por qué se convocó un plebiscito el 16J para desconocerlo y no acatarlo? ¿Por qué hubo dirigentes políticos que se sentaron a dialogar, sabiendo que no los llevaría a ningún lado? ¿Quién financió la campaña contra la verdadera oposición, tildándola de radical, guerreros del teclado, abstencionistas, violenta y ultra-derechista? Son interrogantes que empiezan a tener respuesta. Llegó la hora de aplicar sanciones a quienes se hicieron pasar por oposición. El escándalo es pestilente y apenas comienza.

La Asamblea Nacional aprobó una Comisión Especial que averiguará este y otros muchos casos de corruptelas mafiosas alojadas en el Estado y la sociedad civil. Ojalá y muy pronto se conozcan los resultados. Alibaba y los 40 ladrones caen presos y cantan como el mejor de los tenores, Luciano Pavarotti.

 

@ArmandoMartini