Embustes soberanos, soberanas mentiras, por Armando Martini Pietri - Runrun
Embustes soberanos, soberanas mentiras, por Armando Martini Pietri

 

Desviar la atención pública del cambio decidido por más del 85% de los venezolanos y de los importantísimos problemas cotidianos que sufren y padecen, mediante la técnica del diluvio con incesantes distracciones e informaciones bizantinas. Mantener la atención entretenida, lejos de las auténticas contrariedades sociales, cautivada por temas sin relevancia. Conservar al ciudadano ocupado, sin tiempo para pensar ni reflexionar.

 No se requiere ser economista de alta graduación, sesudo analista o genio financiero, para que una vez conocidos los lineamientos y explicaciones del iluso y engañoso Plan de Recuperación Económica del castro comunismo, sacar la misma conclusión sobre el fin de los anteriores planes y ofrecimientos. ¡Es lógico concluir que será un rotundo fracaso!

El castro madurismo, pródigo en incompetencias y cuantiosos errores, lo ha sido también en mentir y engañar, con la habilidad del estafador profesional una y otra vez. Sus últimos descocados inventos han sido sucesivas trampajaulas. El Petro no reconocido e inexistente -aparece en rituales de santería-, la reconversión monetaria una estafa continuada y la trastornada idea de la plaquita de oro.

Las cripto-monedas en un mercado mundial es interesante y se basa en elementos básicos: la confianza de su respaldo y que su valor crezca; con los intercambios en ventas y compras que la impulsan, hacen aumentar el valor mientras asciende el deseo de poseerla. Sin embargo, así como es un mercado capaz de generar prosperidad y hacer millonarios, -ni es malo ni es pecado- no a los suertudos ni embaucadores, sino a los expertos, también puede arruinar a quienes no saben bien en qué se meten ni de que se trata.

 El petro se basa en falsedades. El petróleo bajo tierra, no tiene valor hasta ser extraído, su precio comienza en la superficie, al aire libre, allí puede ser procesado, refinado, transportado y vendido. Las transacciones mundiales no son “por el petróleo que tengas dentro de 30 ó 60 días”, sino por el que van a entregar en esa fecha. La otra falsedad del petro es el emisor, ¿cómo confiar en quien emite y respalda una moneda si su historia es décadas de mentir?

La reconversión monetaria no es más que un fraude de ilusión que finalizará en pocas semanas con desencanto, la hiperinflación evaporará cualquier improvisación, es papel regalo -de mala calidad- para envolver y disimular el desastre económico que el mismo madurismo ha creado con estrategias comunistas y empeorado con sus torpezas. Desecha la moneda que ultrajaron, degradaron y diluyeron e inventa otra, pero con los mismos elementos de la anterior -graves errores económicos, populismo desaforado, defensa de los intereses dictatoriales cubanos, amparados en la corrupción de los castro-chicos.

El Soberano no es el vehículo de una recuperación económica que sólo tiene asiento en discursos y proclamas para radio y televisión, el Soberano es la misma moneda de siempre, pero hecha pedazos. Es como querer competir en una carrera de automóviles pintando el motor que antes se fundió.

Y ahora sorprenden los oficialistas con una promesa tan irresponsable que abruma e indigna por sarcástica, el oro de Guayana será para el ahorro del pueblo. Sin duda, serán hilachas sobrantes que queden cuando el régimen desesperado por dinero lo mercantilice, deposite la parte del Banco Central de Venezuela, luego del que se engolillen entre ellos, para aguardiente, prostitutas y despropósitos, además del que se roba el que ande por esas minas.

El Gobierno de Maduro hace tiempo que tiene las tablas en la cabeza, y ahora trata de convertirlas en rancho para defenderse de la tormenta que se le viene encima. Por eso reparte entre bonos, promesas y delirios sus nuevos soberanos que nacieron y cada día pierden valor. Aun no lo cobran y casi vale la mitad.

Sin embargo, políticamente, y como buenos embaucadores han aplicado una estafa empleando estrategias de la manipulación. Desde la promulgación de la Constitución 1999, diversas misiones, reformas judiciales, no hay sector de la economía, política, derecho, militar, seguridad, laboral, social, servicios, donde no se haya diseñado un plan, para resolver los problemas creados por el mismo gobierno. Cada proclama, funciona como los escándalos públicos, uno tapa al anterior. Lo importante de las peroratas en conseguir el objetivo mediático, el engaño se mantiene, profundizando la dominación y control social, doblegando su capacidad de resistencia, la meta final en toda guerra cuando se trata de aniquilar al enemigo, que en este caso es la población trabajadora y asalariada del país.  

Lamentable, en esta estrategia sectores esclarecidos opositores, afortunadamente una minoría dominante, han sido -por negligencia u omisión- aliados y cómplices en la consolidación de este Estado comunista; cuando acudió al precipicio de las mesas de dialogo, al despreciar la voluntad ciudadana, burlándose de más de 7.5 millones en el plebiscito del 16J, participando en las elecciones amparadas en un CNE fraudulento; política que ha concluido con el éxodo y emigración masiva de millones de venezolanos, centenares de asesinados, cientos de presos, detenidos o sujetos a presentaciones judiciales y una inmensa mayoría de la población que no cree en el gobierno, pero tampoco en la oposición.

Hoy la dictadura con poca resistencia impone una política delictiva, abusiva y autoritaria -el carnet de la Patria es un ejemplo- en todos los órdenes y hacia los más variados sectores sociales. Pero todo tiene termino, hasta la vida. La ciudadanía más pronto que tarde, se dará cuenta de que han sido nuevamente timados y burlados por un grupo minoritario que ostentan circunstancialmente el poder, del cual deberán ser desalojados.

Merecemos mejor y tendremos excelencia. Aguanten como puedan, es difícil, pero falta poco, díganle no a la depresión y eviten la desesperanza, no se vayan de Venezuela, hay esperanza, jamás lo olviden, los ciudadanos de principios éticos, valores morales y buenas costumbres ciudadanas, saldremos juntos de esta pesadilla.      

 

@ArmandoMartini