La Sabiduría de Sofía, por Milos Alcalay
La Sabiduría de Sofía, por Milos Alcalay

sofía_imber-768x430

Las páginas de los periódicos y los comentarios de las más destacadas personalidades –dentro y fuera de Venezuela- en los últimos días no han dejado de expresar el pesar por la pérdida de Sofia Imber, una intelectual excepcional que deja un espacio insustituible a sus 92 años de edad.

Con el hermoso nombre de Sofía que le dieron en su lejana tierra natal de Moldavia, los esposos Imber-Baru llegaron acompañados por la pequeña rubia de seis años quien llegó a nuestras costas junto a su hermana Lya, – quien con el tiempo, igualmente se convirtió en una profesional reconocida- para consagrarse ambas a la venezolanidad y adquirir un reconocimiento pleno en su nueva Patria de asilo. Encontraron una tierra generosa con sus brazos abiertos al Mundo, conocida durante varias décadas por la forma de acoger a los nuevos venezolanos. Quien iba a imaginarse en 1930, que esa pequeña cumpliría plenamente con el significado de su nombre que en griego quiere decir: “mujer sabia” pues con el paso del tiempo, vemos a una polifacética profesional admirada por su valentía, por su inteligencia, por sus conocimientos, por su audacia y todo ello, envuelto en una profundidad humanista. Ella era, como le gusta llamarse los israelíes una SABRA: ese cactus que es duro por fuera y dulce por dentro. Así era Sofía.

Los que tuvimos la suerte de ver sus programas de televisión, o de visitar su Museo de Arte Contemporáneo o de conocerla personalmente, constatábamos como se caracterizaba por su amor a la verdad, sin concesiones con el Poder. Todavía sentimos el bochorno al recordar el primitivismo oficial cuando le arrebataron el nombre a su gran obra, orgullo de los venezolanos. Un Museo de valor excepcional, que hoy es muy distante de lo que fue en su gran apogeo. Pero a pesar del abandono mezquino, es imposible borrar su huella, como también es imposible tapar el sol con una mano, ya que siempre nos cobijarán los logros por la Sabiduría de Sofía.

 

@milosalcalay