Condenan deportación de venezolanos atacados a tiros por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago - Runrun
Condenan deportación de venezolanos atacados a tiros por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago
En ese país solo quedó la madre del menor asesinado porque permanece hospitalizada. También resultó herida en el suceso del pasado 5 de febrero, cuando los agentes mataron al pequeño Yaelvis Santoyo Sarabia, de un año y cuatro meses de edad

 

El gobierno de Trinidad y Tobago deportó al grupo de 35 migrantes que viajaban en la lancha donde un bebé murió tras disparo de la Guardia Costera.

En ese país solo quedó la madre del menor asesinado porque permanece hospitalizada. También resultó herida en el suceso del pasado 5 de febrero, cuando los agentes mataron al pequeño Yaelvis Santoyo Sarabia, de un año y cuatro meses de edad.

En la deportación estuvieron presentes representantes de la embajada venezolana en Trinidad y Tobago. En un comunicado se precisó que revisaron al grupo para «asegurarse de que ninguno de los migrantes era víctima de tráfico humano». 

«A través de este ejercicio se mantuvo la cooperación entre las Autoridades venezolanas, tanto civiles como militares. Esto fue para garantizar la preservación de la seguridad de los ciudadanos de ambas naciones”, señala el comunicado.

Dirigentes políticos y organizaciones de Derechos Humanos lamentaron esta decisión. José Antonio Oropeza, miembro de Pacuhr (Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos) comentó que el gobierno de la isla pretende «borrar el crimen».

David Smolansky, comisionado por el gobierno interino ante la secretaría general de la Organización de Estados Americanos, responsabilizó al régimen del retorno de los migrantes.

«Hipócritamente, dijo haber lamentado la muerte del bebé en las costas de Trinidad y Tobago y acaba de coordinar con el gobierno de la isla la deportación de todos los migrantes venezolanos que iban en el peñero para evitar que hablaran como testigos», señaló.

 

El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley,  defendió la acción y dijo que los miembros de la Guardia Costera estaban cumpliendo «órdenes razonables y profesionales bajo protocolos y leyes internacionales».

Además, repitió tres veces que rechaza que llamen «asesino» al funcionario que disparó.