Zuckerberg promete cambios en Facebook mientras el Congreso de EE.UU. exige regulación

Mark Zuckerberg volvió a colocarse este miércoles la corbata para acudir a su segunda sesión de declaración ante el Congreso de EE.UU. En esta ocasión, fue ante el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, donde se sometió a otra sesión maratoniana de preguntas por parte de los legisladores. La jornada del miércoles fue más tensa que la anterior, con un Zuckerberg más incómodo ante preguntas más agresivas y con los legisladores más dispuestos a cortar sus respuestas (la intervención de cada congresista era solo de cuatro minutos).

Los temas centrales fueron los mismos: cómo evitar que se produzcan más escándalos de uso de datos personales como el de Cambridge Analytica durante las elecciones presidenciales de 2016, en la que se vendió la información personal de 87 millones de usuarios de Facebook; y más allá de eso, cómo el cofundador y consejero delegado de la red social puede garantizar que los usuarios tendrán mejor control de sus datos personales y que la plataforma evitará que se use para fines ilícitos, como propaganda electoral, discurso de odio o venta de productos ilegales. Los legisladores volvieron a amenazar con establecer nuevas regulaciones para proteger a los consumidores.

Zuckerberg arrancó la jornada igual que en la víspera: pidiendo perdón por los fallos cometidos por su compañía, admitiendo responsabilidad y comprometiéndose a introducir cambios, como ha hecho en los último meses, para mejorar la gestión de datos. Muchos legisladores, sin embargo, parecieron desconfiar de las promesas del joven multimillonario.

La demócrata Jan Schakowsky enumeró en su intervención una lista de disculpas de Zuckerberg en los último años, para concluir que «con este historial, la autorregulación simplemente no funciona». Otros dudaron de las intenciones de Facebook de cambiar de curso. El también demócrata Ben Luján criticó que la red social no actuó contra «actores maliciosos» que recopilaban información de los 2.200 millones de usuarios de Facebook hasta la semana pasada.

Durante la sesión, Zuckerberg hizo sobre todo hincapié en auditar abusos similares al de Cambridge Analytica y a utilizar la inteligencia artificial para controlar contenidos ilegales en Facebook. Pero también optó por el silencio, o por respuestas tibias, cuando le exigieron cambios radicales para que los usuarios puedan tener control total de sus datos.