Denuncian desaparición de 80 mujeres en la frontera en el año 2022 - Runrun
Denuncian desaparición de 80 mujeres en la frontera en el año 2022
La mayoría de estas con edades comprendidas entre 18 y 35 años 

 

Se la llevaron de Ureña, en el estado Táchira,  en una camioneta. Sintió cuando pasaron el río. Llegó a una finca en la que su tarea era cocinar. La finca era propiedad de la guerrilla, y allí había niñas y adolescentes víctimas de explotación sexual. Esta historia real, de una mujer secuestrada, la contó Clara Ramírez, directora de Fundaredes, durante la presentación del informe anual de la organización, efectuada este jueves 30 de marzo en Caracas.

Fundaredes reportó 80 mujeres desaparecidas en la frontera en 2022. La mayoría, de 18 a 35 años de edad.

“Aunque los datos obtenidos en la unidad de análisis desapariciones y secuestros arrojaron que de los 334 casos registrados en el año, 245 de las víctimas son hombres y de nueve no hay identificación de género, llama la atención que 80 víctimas son mujeres que en su gran mayoría se trasladaron a la frontera bien sea en busca de oportunidades laborales o para emigrar hacia otros países de la región”, refirió  el informe.

En Venezuela “no se aplica un protocolo para las personas desaparecidas. Cuando la familia va a denunciar al Cicpc, allí  no les toma la denuncia, o les dicen que está con el novio y aparecerá en cualquier momento”, relató Ramírez.

La experiencia -subrayó Ramírez- indica que si una mujer desaparece en Táchira seguramente estará en Cúcuta, en alguna trocha o en alguna finca en la frontera. Se las llevan para abusar sexualmente de ellas, usarlas para material pornográfico.

No denuncian

“Muchos familiares se abstienen de hacer la denuncia correspondiente por miedo, por diversas razones; en algunos casos desaparece gente que ya no tiene quien haga el reclamo correspondiente”, explicó por su lado Luis Useche, abogado y gerente jurídico de Fundaredes.

Las mujeres son reclutadas por grupos armados criminales, que pueden ser las organizaciones guerrilleras que vienen de Colombia o las bandas criminales que se trasladaron hacia la frontera.

“Las trochas se convirtieron en un tremendo negocio en el cual el paso de personas significaba el cobro de peaje, el paso de mercancías significaba grandes ganancias para estos grupos irregulares. Incluso, se convirtieron en empleadores de los migrantes que no tenían trabajo, y los convirtieron en sus neoesclavos”, detalló Useche.