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Opinión

Laureano Márquez P. Mar 28, 2024 | Actualizado hace 4 semanas
Los preparacionistas
Uno de los motivos de mayor angustia para los seguidores del preparacionismo es una falla de la electricidad que afecte la vida normal de los ciudadanos…

 

@laureanomar

Me encuentro con este término, que desconocía, en un titular de prensa y la primera percepción que le viene a uno es la de que se trata de una nueva congregación protestante que se prepara para la segunda venida de Cristo. Pero no, el preparacionismo, prepper en inglés, es un movimiento que se prepara para una eventual emergencia que amenace la existencia humana, para perturbaciones económicas, políticas y sociales que pongan en peligro el normal desenvolvimiento de la vida. Para ello, los seguidores de este movimiento adquieren destrezas que les permitan afrontar una eventual catástrofe: conocimientos médicos, construcción de refugios subterráneos, técnicas de supervivencia en condiciones adversas, almacenamiento de alimentos, medicinas, e incluso entrenamiento militar.

Los preparacionistas no son nuevos. Esta corriente un tanto pesimista (o realista, según se mire) sobre el destino humano, es de larga data. Cobró mucha fuerza por allá por los años sesenta cuando la posibilidad de una guerra nuclear se convirtió en la espada de Damocles que amenaza la supervivencia la humanidad.

Homo ¿sapiens?

Homo ¿sapiens?

Una de las angustias mayores que invade a este peculiar grupo es el tema del abastecimiento, por tal razón almacenar y guardar comida no perecedera para cuando el apocalipsis sobrevenga, es una de las tareas centrales. Esta labor cada uno la lleva a cabo según su condición social y económica: los multimillonarios almacenan licores y exquisiteces y el resto enlatados y agua. Sin duda, la reciente pandemia padecida por la humanidad dio gran impulso a este movimiento, muchos productos se agotaron en aquel entonces por las compras nerviosas para el abastecimiento.

También la guerra de Ucrania (recientemente Putin acaba de reconocer que se trata de una guerra) y la dura situación en el medio oriente han sido un aliciente para la actividad de los preparacionistas. El movimiento cuenta con instructores especializados, uno de ellos afirma: «Llevo diez años almacenando comida que sé que me voy a comer en 2035».

Otro de los recurrentes temores de los preparacioncitas es la amenaza del llamado «gran apagón». Uno de los motivos de mayor angustia para los seguidores de esta corriente es, justamente, una falla de la electricidad que afecte la vida normal de los ciudadanos. Las autoridades austríacas, por ejemplo, han instado a los ciudadanos a almacenar combustible, velas, conservas y a pactar con familiares eventuales puntos de encuentro en caso de fallas comunicacionales. La ministra de Defensa de Austria, Klaudia Tanner, dijo el pasado 29 de octubre que «la cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo». Existe incluso una tendencia a compras nerviosas que lleva por nombre «el efecto papel higiénico», que consiste en que el miedo hace que los productos se agoten antes de tiempo.

Como habrá notado el lector, todas estas angustias, temores y expectativas fatalistas son propias de países desarrollados, porque por estos lares, aunque desconociéramos el término, somos preparacionistas practicantes desde hace tiempo que jode, porque para nosotros el apocalipsis hace rato que llegó.

El mal se llama socialismo

El mal se llama socialismo

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

 
Reuben Morales Mar 28, 2024 | Actualizado hace 4 semanas
Gracias, Transmilenio de Bogotá
Estar ya sentado dentro del Transmilenio brinda otros grandes beneficios, además del descansar. Por ejemplo, un día vi a un vendedor que de zarcillo usaba un candado de maleta

 

@ReubenMoralesYa

Cada vez que paso frente a un concesionario de automóviles, me doy cuenta de que el mejor estímulo para comprarme uno, no es la idea de desplazarme con libertad, ni la publicidad de los últimos modelos. El mejor estímulo es salir de ese modelo anterior que me lleva y me trae, pero que ya no soporto: el Transmilenio de Bogotá.

Es que esa motivación empieza cada vez que llega la unidad y me monto utilizando una mano para agarrar una baranda, mientras que con la otra voy aguantando mi celular en el bolsillo para asegurar que nadie me lo robe. Por esto, las marcas de celulares sacaron los relojes inteligentes. Para que a través de ese dispositivo te enteres de qué pasa en tu celular de una forma más disimulada. Y a medida en que crezca la inseguridad, llegaremos a ese día en donde tendremos un dispositivo sublingual que vibre para avisarnos que veamos a través de unos lentes de contacto especiales que nos avisen que debemos escuchar unos audífonos inalámbricos, que nos avisen que debemos ver el reloj inteligente, que nos avise que está entrando una llamada al celular para avisarnos que debemos la cuota de la tarjeta con la que pagamos todos los dispositivos anteriores.

Pero solo así evitamos que un ladrón meta la mano desde afuera y nos robe el celular. Una modalidad de robo en donde una persona aprovecha cuando el bus está detenido para usar la rueda de este como escalón para impulsarse, saltar, meter la mano por la ventana y agarrar un teléfono. No sé qué están esperando para reclutar a estos hampones y ponerlos en la competencia de clavadas del juego de las estrellas de la NBA.

Aunque la manera que he conseguido para utilizar algo de tecnología en mis viajes en el Transmilenio, es que aprovecho mi estatura de 1,92 metros para mirar hacia abajo y leer los chats en los celulares de la gente. Me he encontrado con personas que nos hacen creer que tienen vista 20/20, cuando en sus celulares usan letra tamaño 375. Aunque el otro día vi a una mujer que se despidió de su novio en una estación y, apenas subió al vagón, sacó su celular y comenzó a chatear con el amante.

Otro de mis pasatiempos favoritos en el Transmilenio es el de descifrar el lenguaje de señas de los conductores de autobús. Un particular conjunto de morisquetas corporales que usan los choferes cuando se topan con otro colega en un semáforo. De tanto verlos, ya aprendí a interpretar mensajes como “Una vuelta más y me voy para la casa”, “Esta unidad está desalineada” y “Me pegaron las cervecitas que me bebí antes de este viaje”.

Pero el pasatiempo se ve interrumpido cuando finalmente consigo una silla para sentarme. Aunque en Bogotá uno no debe sentarse en la silla de una vez porque puedes pasar por cochino. Es que acá existe una extraña costumbre en donde nadie se sienta inmediatamente en una silla que acaban de desocupar. Primero la dejan enfriar para que se le quite el calor “glutiniano” del otro. ¿Por qué harán esto? ¿Para no sentir que “culean” con un desconocido? ¿Para que no les dé hemorroides? No sé, pero con el acostumbrado frío de Bogotá las dos cosas que más aprecio de esta ciudad son un asiento tibio en el Transmilenio y cuando un familiar me deja calientico el aro del inodoro.

Una vez sucedió que un señor me dio la silla porque me vio acompañado de mi hijo y varios bolsos. Al sentarnos, nos miró molesto y dijo:

–¿No me va a dar algo?

–No -le dije.

–Ay, mire que yo soy de la punta del cerro de Ciudad Bolívar -el barrio más peligroso de Bogotá.

–¿Ah, sí?… Pues yo soy venezolano.

Inmediatamente se fue, pues supo que, en esa escala involutiva de marginados bogotanos, mi condición le ganaba por una goleada.

Estar ya sentado dentro del Transmilenio brinda otros grandes beneficios, además del descansar. Por ejemplo, un día vi a un vendedor que de zarcillo usaba un candado de maleta. Lamentablemente no pude concentrarme en la irreverencia de su moda ya que no dejaba de pensar: “¿Y no era mejor un candado de combinación? ¿Y si bota la llave? ¿No le dará pena llamar a un cerrajero y decirle que venga a abrir un candado que tiene en la oreja?”.

Otro día, nos amenizó el viaje un saxofonista tocando el clásico de jazz “Take five” con el fin de ofrecer sus servicios en eventos privados. Algo parecido a escuchar reggaetón en un convento. Aunque yo aprecié el gesto, creo que este músico podría lograr que alguien lo contrate si compra un boleto y toca eso mismo, pero en el pasillo de un avión de Air France.

También vi el caso de un hombre que se subió a pedir dinero diciendo esto: “Amigos, por favor colabórenme. Soy padre soltero porque mi esposa falleció recientemente. Y yo estoy claro, así como ustedes, de que las mujeres son fastidiosas, intensas, bipolares y dramáticas, pero créanme: el día que no la tengan, la van a extrañar”. Obviamente las mujeres del vagón no le dieron plata (y yo tampoco, pero para que no me tildaran de machista).

Por todo esto es que me termina resultando difícil no sentir cierta tristeza cuando ya se va acercando mi estación y me toca abandonar el vagón del Transmilenio. Es que no es fácil. Uno queda realmente conmovido, además de agradecido, por haber recibido tanta diversión y de gratis. Pobrecita esa gente que tiene automóvil.

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Orlando Viera-Blanco Mar 27, 2024 | Actualizado hace 4 semanas
Qué debo hacer, qué puedo hacer
Venezuela atraviesa un momento crucial. No se trata de incurrir en una “carreta de sustituciones” para “complacer” la arbitrariedad dominante. Eso sería caer en el error de considerar al “sustituto final” un títere del régimen

 

@ovierablanco

La historia propia y ajena –clásica y contemporánea– nos enseña lo que trasciende: una comprensión íntima y subjetiva de la relación individuo-poder

Immanuel Kant (22 de abril de 1724-12 de febrero de 1804) fue un filósofo de la Ilustración. Máximo exponente del criticismo y precursor del idealismo alemán. Es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal y de los últimos pensadores de la modernidad antes de la filosofía contemporánea, cuyo origen suele situarse en 1831 tras la muerte de Hegel.

¿Por qué Kant? Porque la reciente decisión de María Corina Machado es profundamente autocrítica, existencial y categórica, llevando su espíritu y consciencia [de poder] a la más sublime precedencia del país. María Corina ha transitado por la trilogía crítica de la razón pura, y se ha preguntado, al igual que lo sugirió el pensador prusiano: “¿Qué puedo hacer?, ¿qué debo hacer? y ¿qué puedo esperar? A partir de esta reflexión ha conseguido responder quién es María Corina como líder y como mujer.

No todo es conocimiento. No todo es experiencia

Kant expresó: “si bien todo conocimiento comienza con nuestra experiencia, no todo el saber proviene de ella”. Argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serían completamente subjetivos si no hubiesen sido subsumidos por la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.

Cuánta experiencia ha acumulado María Corina en sus últimos años de vida política. Cuantas vivencias, aciertos y desaciertos, alegrías y tristezas, reconocimientos y persecución, victorias y derrotas, ilusiones y desilusiones, para llegar al punto de racionalidad al que ha llegado. Tengo el honor de haber compartido con ella momentos de grandes desafíos acompañados de ovaciones, pero también de peligrosas amenazas. María Corina tiene la cualidad que, frente a la adversidad, ni se lamenta ni se va a la lona. Escucha, piensa, replica y se planta. Se cae y se levanta. No asume o descarta de manera absoluta, porque sabe que, en el tiempo y el espacio, no basta la intuición, sino que es imperativo ajustar los sentidos a las realidades y a las consecuencias de cada decisión [Kant].

En su doctrina del idealismo trascendental, Kant argumentó que “hay que darle forma a la experiencia”. Se dice fácil y se escribe pronto, pero pocos son los grandes líderes del pensamiento, y del poder de la historia de la humanidad, que han sabido amoldar su idealismo categórico y ético a las exigencias del momento histórico. Franklin Delano Roosevelt, Margaret Thatcher, Churchill, De Gaulle o Mandela tuvieron mucho que razonar decisiones que condujeron a la humanidad a la paz después de la guerra.

Betancourt fue criticado y vilipendiado por sus propios camaradas, cuando decidió pactar con todas los sectores vivos del país, desmarcarse de Castro-comunismo e imponer la Doctrina Betancourt en la OEA. Y se acercó a Kennedy en días que EE. UU. era uno de los polos de la Guerra Fría en pleno auge.

El poder revolucionario devenido en la Revolución francesa pronto degeneró y quedó al desnudo con los guillotineros jacobinos y los “Comités de Salvación Pública” de Robespierre. Napoleón asume el poder bajo la consigna de liberación y emancipación de la “alianza revolucionaria”. Pero, embriagado de gloria, cae por la desbordada crueldad de fanáticos religiosos y la guerra de clases. Su experiencia y victorias militares no impidieron, después de su derrota en Waterloo, su muerte envenenada en la isla de Santa Elena. Es la razón superada por la obsesión de mando y de poder.

La historia propia y ajena –clásica y contemporánea– nos enseña lo que trasciende: una comprensión íntima y subjetiva de la relación individuo-poder. Si bien es cierto que cada hombre es un fin para sí mismo, trascendemos a nuestros ideales cuando comprendemos –racionalmente– que la vida republicana, la libertad, la nación, la justicia y la paz de los pueblos son valores colectivos que traspasan lo personal, por lo que demanda actos de desposesión en favor de la convivencia pacífica y ciudadana. Betancourt no se aferró al poder, pudiendo intentar su reelección…

Ahí reposa la clave: una larga distancia entre el deber ser, el poder hacer y lo que espero de ese ser y de mi hacer…

La decisión de María Corina de ceder el testigo a la Dra. Corina Yori es un acto de poder íntimo, nutrido de un oportuno sentido de desprendimiento y sabiduría. No bastó la experiencia de lo sufrido, andado o desandado. Su decisión, consciente y racional, respondió a la pregunta qué puedo esperar.

Apenas segundos antes, todo su equipo de campaña fue objeto de persecución mediante órdenes arbitrarias de aprehensión. María Corina ha sido injustamente bloqueada por el régimen y al momento de escribir estas líneas el CNE no da acceso a las tarjetas de la MUD y UNT para postular a Corina Yoris. Todo esto era de esperarse del régimen. Pero la pregunta es, ¿qué debe esperar el régimen de nosotros? ¿Aceptación, aquiescencia o reacción?

Todos los caminos a una elección libre y justa han sido criminalizados. María Corina, como mujer y como madre, ha sido impedida de vivir en familia y en paz, como millones de venezolanos. Ha sufrido momentos de acecho y momentos de soledad y aislamiento. Pero todas estas experiencias han sido solo el comienzo de su conocimiento político. Sin su intuición amoldadora, su decisión “sustitutiva” corría el riesgo de quedar al desnudo. Hoy ella trasciende. Falta que nosotros trascendemos, reflexionemos, razonemos de modo autocrítico y le demos acompañamiento a estas valientes mujeres.

La teoría republicana del poder. El punto medio

La ética afirma que un sujeto racional se autoimpone una ley moral a priori que debe cumplir, que deriva de su buena voluntad. Es el «imperativo categórico». Es la comprensión de la política liberal posmoderna que supone el deber del Estado de garantizar las libertades fundamentales de sus súbditos sin interferencias.

Bajo este concepto la modernidad ha legitimado el poder republicano. Es respetar que el gobierno debe tener contrapesos de poder, un prístino respeto por los DD. HH., civiles y políticos, reconocimiento a la libre empresa y al derecho de propiedad. Surge el derecho de petición [Art 51. CRBV], a recibir oportuna respuesta de las autoridades [Art. 143 ejusdem], a que las autoridades actúen con independencia e imparcialidad [Art. 273 y 293 ejusdem]y que los procesos se ejecuten de forma justa prescindiendo de las formalidades no esenciales [Art. 257 constitucional].

Nuestra generación, que es la de María Corina, nació y creció bajo los postulados liberales y republicanos en comento. Los defectos de nuestra democracia fueron esencialmente el manejo errático y concentrado de la riqueza petrolera. El rentismo nos embriagó de bipartidismo e ineficiencia. Y poco a poco la más elevada tasa de prosperidad y crecimiento vivida en Latinoamérica, quedó relegada y vulnerada.

Bobbio advierte que el criterio predominante para distinguir oligarquía y democracia en Aristóteles deja de ser cuantitativo y pasa a ser cualitativo: “Que la oligarquía sea el gobierno de pocos y la democracia el de muchos puede depender solamente del hecho que generalmente los ricos en toda sociedad son menos que los pobres; pero lo que distingue una forma de gobierno de otra no es el número, sino la condición social de quienes gobiernan”.

Venezuela no ha tenido gobiernos realmente liberales en términos cualitativos. Hemos tenido constituciones con vocación federalista, civilista, positivistas, regladas, nacionalistas. Pero el ejercicio del poder ha sido eminentemente centralista, caudillista, mesiánico, contralor y oligarca. La condición social de nuestros gobernantes ha generado una contradicción republicana entre la modernidad y el hombre a caballo.

Desde Vargas hasta Gómez, o desde Pérez Giménez hasta CAP I, prevaleció un Estado hacendado y del hombre fuerte. Solo con CAP II vivimos matices de un Estado propietario, industrioso, autodeterminado y descentralizado. Pero el poder de los notables y los partidos se resistía, haciendo naufragar el último mohicano de la democracia: CAP.

Desde Chávez, amén de una narrativa revolucionaria, el rentismo, la centralización y el fanatismo clientelar, se exacerbaron. Hoy la gran reflexión de María Corina es la construcción de un Estado nuevo genuinamente liberal, que ofrece una nueva relación del individuo con un Estado descongestionado, sin lucha ni preferencia de clases. La república asegura la paz social porque remedia la causa de tensión mayor en una sociedad: la lucha entre ricos y pobres. La virtud de este régimen es que realiza la única unión posible, a juicio de Aristóteles, entre la riqueza y la pobreza. Para Aristóteles la virtud radica en la mesura, el equilibrio, la moderación, el término medio, la vida intermedia, que evita los excesos en ambos sentidos. El mejor régimen será el que alcance tal punto medio.

Nuestro imperativo colectivo categórico…

Continuando con Kant, “la libertad en sentido práctico es la capacidad que el agente tiene de determinar su propia causalidad, es decir, de autodeterminarse”. En sentido estricto, esta libertad práctica no se da sin la libertad trascendental: la completa independencia de la cadena causal de la naturaleza y, por tanto, la capacidad de causar una radical novedad en dicha cadena.

Venezuela atraviesa un momento crucial. Ser o no ser. No se trata de incurrir en una “carreta de sustituciones” para “complacer” la arbitrariedad de la coalición dominante. Eso sería caer en el error de considerar al “sustituto final” un títere del régimen, un acomodo pactado, cuyo tufillo tartufo, no llevará a una abstención reprochable. Es momento que cada venezolano asuma su autodeterminación. El compromiso libertario nos emplaza a todos, y, por lo tanto, asumir colectivamente la capacidad de causar una radical novedad en la cadena de nuestros deberes ciudadanos, es impostergable, es nuestro imperativo ético categórico. No solo de María Corina y de Corina Yoris.

Kant considera que hay otro sentido más amplio de autodeterminación y, por tanto, de libertad práctica. Se trata de la capacidad de determinarse por medio de representaciones intelectuales. Es decir, el ser humano no funciona al modo estímulo–respuesta, sino que está en su poder configurar racionalmente la respuesta a los diversos estímulos. María Corina se ha convertido en buena representación, en sana determinación de nuestros actos. La elección de Corina Yori no ha sido de ella. Ha sido producto de una cadena causal de experiencias y eventos históricos, genuinamente pensados y razonados. No es ella quien puede ser y hacer a solas.

Somos nosotros quienes debemos seguir nuestra conciencia y valorar nuestra representación. Superemos juntos los obstáculos. Es momento de reemprender vuelo y hacer que permitan la postulación de Corina Yoris. Ya nos tragamos el abuso del bloqueo a María Corina. No más. Seamos libres por esfuerzo de todos, es ese nuestro imperativo colectivo categórico: preguntarnos qué debo hacer, qué puedo hacer y qué esperamos…

vierablanco@gmail.com

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Manuel Rosales a MCM: ¡No me apoyes por favor!
Nadie a quien MCM le levante la mano para heredar su capital electoral llegará al final de la carrera presidencial

 

@victoralvarezr

En una entrevista en CNN, Corina Yoris afirmó que “… ninguna persona a la que María Corina le diga ‘toma tú el testigo y sigue en la carrera’, va a ser aceptada” para competir en las presidenciales de 2024.

El CNE concluyó el lapso para recibir las postulaciones, pero todavía queda pendiente la aceptación de las mismas. Incluso, en caso de ser admitidas, cabe la posibilidad de que, en el período de impugnaciones, alguna candidatura sea cuestionada y finalmente quede excluida. Por lo tanto, cualquier apoyo apresurado de MCM a uno de los candidatos inscritos puede desembocar en una torpeza táctica o en una especie de beso de Judas, tal como fue aquel beso fingido y mal intencionado de Judas Iscariote cuando entregó a Jesús para que lo crucificaran.

Nadie a quien MCM le levante la mano para heredar su capital electoral llegará al final de la carrera presidencial. Y todo aquel que en las encuestas aparezca como un potencial ganador, también corre el riesgo de ser inhabilitado. Quizás esta vez todas las encuestas deberían equivocarse.

Una oposición dividida y desorganizada es incompetente para salir victoriosa en unas elecciones competitivas. La mayoría de los partidos carece de una estructura organizativa en todos y cada uno de los estados, municipios y parroquias del país, no cuentan con una militancia organizada, no tienen una maquinaria electoral con testigos que defiendan los votos en cada mesa electoral.

Aunque se logren unas elecciones competitivas, si la oposición no está en capacidad de competir con un candidato único y unitario, un programa de gobierno que entusiasme al electorado, y el respaldo de una poderosa maquinaria capaz de organizar y movilizar masivamente el descontento nacional, a la docena de candidatos opositores inscritos le resultará muy difícil capitalizar electoralmente la ventaja comparativa que representa el enorme rechazo al gobierno.

La oposición radical cataloga al gobierno de Maduro como una dictadura. Sin embargo, espera que ese régimen autoritario le conceda condiciones electorales a tono con los estándares internacionales. La maniobra para impedir que MCM compitiera en las presidenciales de 2024 estaba cantada desde el mismo momento en que la Comisión Nacional de Primaria (CNP) autorizó la inscripción de precandidatos inhabilitados.

El oficialismo no iba a dejar correr en la carrera presidencial a quien los cataloga de narcorrégimen y camarilla de delincuentes; a quien los acusa de traidores a la patria que entregaron la soberanía nacional a la ocupación cubana, al espionaje iraní y ruso; a quién los acusa de convertir el territorio nacional en una guarida de grupos terroristas como Hezbolá, FARC y ELN; a quien aplaude las recompensas que ofrece EE. UU. por la captura de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello; a quien ha solicitado endurecer las sanciones económicas contra Venezuela; a quién invocó la activación del TIAR y la creación de una amenaza creíble a través de una intervención militar extranjera; a quien promueve juicios en la Corte Penal Internacional y desafió a Maduro diciéndole: “yo no te quiero muerto, yo te quiero vivo para que enfrentes la justicia, yo te quiero preso”.

Ciertamente, esa estrategia amenazante, retadora y de confrontación radical le sirvió a MCM para hacer crecer como la espuma su popularidad y aceptación en las encuestas, y ganar con el 92,35 % de los votos la primaria presidencial de la Plataforma Unitaria; pero no funcionó para incentivar al régimen a permitir unas elecciones competitivas, libres y justas que hicieran posible la alternabilidad en el poder por la vía electoral y pacífica.

Los mejores estrategas se preparan para los peores escenarios. Ningún gobierno va a dejar correr en la carrera presidencial a quien lo amenace con convertirse en su verdugo. Para lograr un cambio en el mando político por la vía electoral y pacífica, la clave está en subir los costos de permanencia en el poder y bajar los costos de salida. Pero el chavismo no quiere ni siquiera imaginarse fuera del poder si la derrota electoral se le convierte en una tragedia de persecuciones, juicios y condenas. Si ese es el desenlace, el oficialismo preferirá aferrarse al poder y en Venezuela no habrá elecciones competitivas ni alternabilidad en el mando político.

Bajo un régimen autoritario no hay que esperar elecciones libres ni competitivas. A una dictadura no se le piden elecciones libres y limpias, se compite en desventaja y en las peores circunstancias. El oficialismo tiene claro que no cuenta con la mayoría popular. Su caudal de votos ha mermado elección tras elección. Solo si enfrenta a una oposición dividida en un ambiente de apatía electoral es que hará concesiones para celebrar unas elecciones con el mínimo de condiciones que sean reconocidas nacional e internacionalmente. Pero si el oficialismo calcula que está comprometida su continuidad en el poder, empañará la transparencia del proceso electoral para exacerbar la división y abstención que lo ponga a ganar.

Sin garantías políticas de no persecución, el oficialismo no va a dejar que lo metan en la autopista sin retorno de unas elecciones competitivas que puede perder. Si al entregar el poder se desata una cacería de brujas en su contra, buscará excusas y pretextos para salirse de los acuerdos político-electorales firmados en Barbados. Y eso es precisamente lo que está haciendo.

¿Cuál es entonces la estrategia más inteligente y eficaz para lograr la alternabilidad en el gobierno por la vía electoral y pacífica? Los acuerdos electorales de Barbados son necesarios para la oposición, pero no son suficientes para el gobierno y deben complementarse con un acuerdo de convivencia pacífica que garantice los derechos políticos de los actores en pugna, no solo de la oposición, sino también de los que están en el gobierno y –en caso de perder las elecciones– tengan que entregar el poder.

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La Plataforma, María Corina, Corina y el CNE
Los partidos de la Plataforma Unitaria Democrática resultaron no ser la falsa oposición, ni María Corina la radical que algunos señalaban. Corina Yoris no es una desconocida

 

La historia de la humanidad es rica en ejemplos en los que ciertos acontecimientos se analizan o perciben inicialmente de una manera, pero que el tiempo obliga a revisar. Es inevitable que quienes los viven y sobre todo quienes han sido protagonistas se dejen llevar por el apasionamiento, ignorancia, falta de información o por interese creados. Julio César no fue un audaz que cruzó el Rubicón, sino un militar que desconoció al poder civil. La caballería no eran los buenos y los indios los malos, sino lo contrario. Los partidos de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) resultaron no ser la falsa oposición, ni María Corina la radical que algunos señalaban. Corina Yoris no es una desconocida, sino una distinguida profesional y venezolana íntegra y, desde que el PSUV está en el poder, la mayoría oficialista del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha sido tracalera, ¿rectificará?

En varios artículos hemos insistido en que es injusto tildar de colaboracionistas a los dirigentes de los partidos de la PUD. Particularmente, los líderes de llamado G4, Capriles, Leopoldo López, Manuel Rosales y Henry Ramos Allup, han sido blanco favorito de quienes disparan desde la cintura. Pocos recuerdan las campañas electorales de Rosales y de Capriles, el enfrentamiento de Ramos con el régimen en la Asamblea Nacional y la lucha de Leopoldo y su encarcelamiento. Basta que no guste una declaración de alguno de ellos o determinada posición para que los señalen de traidores.

Desde luego que han pifiado, unos más, otros menos. ¿A veces anteponen los intereses de sus toldas a los del colectivo? Claro que sí, pero hay que reconocer que en todas las elecciones han ido unidos y cuando se tomó la determinación de abstenernos en la del 2005 también la decisión fue unánime. Ahora, a pesar de sus diferencias con María Corina, la están apoyando. Eso no es poca cosa. Quizá el error o pecado más grande fue haber defenestrado al gobierno interino de Guaidó al cual, junto con otros, criticaron a sabiendas de que hizo lo que pudo, aunque él pecó por omisión. Hay que fortalecer a los partidos, para lo cual es necesario, pero no suficiente, que realicen elecciones internas, se depuren y no vuelvan a caer en el clientelismo.

Nuestra candidata María Corina es hoy la líder de la oposición. Ha demostrado tener coraje, persistencia en la lucha y madurez, además de enamorar a los ciudadanos.

Todos los demócratas la admiramos y agradecemos su lucha por Venezuela. Tuvo la virtud de rectificar cuando las circunstancias lo determinaron. En algún momento será presidenta y encarna la esperanza de todos los venezolanos. A corto y mediano kjplazo, su presencia permitirá la recuperación del país.

Todos quedamos complacidos con la intervención de Omar Barboza, dirigente ponderado de Un Nuevo Tiempo, en representación de la PUD. La postulación por unanimidad de la doctora Corina Yoris fue acogida con entusiasmo. Es una distinguida profesional, activa en política no partidista, respetada y excelente ciudadana. Si el CNE no la veta, le corresponderá encabezar una campaña electoral corta y dirigir una transición muy difícil, caso de que María Corina siga vetada por el miedo de Maduro. Si el régimen lo permite, las dos Corinas son una dupla ganadora.

Los venezolanos no deben confundirse con los candidatos postulados en las tarjetas de AD, Copei, Voluntad Popular, Bandera Roja y Futuro, ya que fueron confiscadas por el régimen, quien impuso directivas y candidatos afines a Maduro. Además, el resto de los aspirantes que no se postularon en la Primaria obedecen también instrucciones de Miraflores para simular ante el mundo que la elección es libre con muchos candidatos. Si las acepta el CNE, las tarjetas de los demócratas son las de la MUD y Un Nuevo Tiempo.

El descaro del régimen llegó al colmo de mantener presos, algunos no se sabe dónde, a Dignora Hernández, Emil Brand, Henry Alviárez, Juan Freites, Guillermo López, Joe Villamizar y a Luis Camacaro, y de dictar órdenes de captura contra de Magalli Meda, Claudia Macero, Fernando Martínez Mottola, Humberto Villalobos, Omar González, Oswaldo Bracho y Pedro Urruchurtu, por el solo hecho de organizar la campaña electoral de María Corina. También están detenidos los militantes de Causa R, Whillfer Piña y Renzo Estibenz Flores y sigue sin la asistencia de sus abogados la defensora de derechos humanos Rocío San Miguel.

El viernes pasado, los demócratas vivimos una jornada de euforia con la designación de Corina Yoris. Ojalá dentro del PSUV haya algunos sensatos que entiendan que no les conviene seguir apelando al veto para aferrarse al poder. Deberían reconocer que tienen rechazo popular, aceptar que la Constitución prohíbe vetar sin que haya una sentencia, admitir que hicieron una gestión nefasta que destruyó al país y percatarse de que María Corina representa un nuevo liderazgo. Los rectores del CNE y los magistrados del TSJ tienen la oportunidad de facilitar una transición pacífica vía electoral. ¿Se atreverán a desconocer las órdenes de Maduro? Si siguen sumisos, la historia será implacable y cargarán con la vergüenza de su mal proceder.

Como (había en botica)

  • A la fecha del envío de este artículo, 25 de marzo 7 y30 a. m., el CNE sigue impidiendo la inscripción de las tarjetas de la MUD y de Un Nuevo Tiempo, así como el registro de electores en Venezuela y en los Consulados.
  • Nuevo incendio en la refinería de Cardón. También en el bosque de Uverito. En este último caso se descuidó el mantenimiento de los cortafuegos y se abandonaron las torres de vigilancia, que cuidaba con esmero el ingeniero agrónomo JJ Cabrera Malo, quien fundó la plantación.
  • En artículo de la semana pasada mencioné que Tomás Guanipa estaba inhabilitado, pero quien lo está es su hermano Juan Pablo Guanipa.
  • Lamentamos los fallecimientos de Gregorio Izarra y de Manuel Zalasar, compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol.
  • ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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¿Por qué son malos los malos?
En Venezuela vivimos una involución acelerada y, por desgracia, sin frenos. Y pareciera que no somos la excepción en el mundo

 

@cjaimesb

La cuarta suspensión de la audiencia de Rocío San Miguel; que el joven Wilder Vásquez siga preso casi seis meses después de haber cumplido una pena de cinco años de cárcel;  que Armando Sarmiento, miembro de Brolleros TV, haya sido detenido por funcionarios de la Policía Nacional (PNB) en Coro, porque su crítica a la gestión de Nicolas Maduro fue considerada como “instigación al odio” y, por último, la detención de Dignora Hernández, secretaria política de Vente Venezuela, acompañada de sus gritos de angustia e impotencia y la presencia de unos funcionarios dispuestos a llevársela “como fuera”, todo esto solamente durante la semana pasada, me puso a reflexionar –por enésima vez– sobre por qué existen seres humanos tan malos.

¿Qué factores influyen en la aparición de comportamientos maliciosos y destructivos? No es una pregunta nueva. Es un tema que ha sido objeto de debate y reflexión a lo largo de la historia.

Muchos filósofos, psicólogos y sociólogos han intentado dar explicaciones a este fenómeno que parece tan intrínseco a la condición humana. Los seres humanos somos capaces de los actos más sublimes, y a la vez, de los más viles. ¿A qué se debe esa dualidad? ¿Somos todos así, o hay algunos que por distintas razones son (o deciden) ser malos?

¿Cuáles son algunas de las posibles razones por las cuales hay individuos que actúan de manera malvada y perjudican a otros sin razón y, lo peor, sin remordimiento alguno? Una de las explicaciones más recurrentes es la que alega que, para la existencia de seres humanos malos, la influencia del entorno social en el que se desarrollan es vital.

Aquí es imprescindible echar mano del trabajo del sociólogo Philip Zimbardo, autor del libro El efecto Lucifer: el porqué de la maldad, basado en su famoso experimento de la prisión de Stanford, cuyo objetivo era investigar cómo la dinámica de poder y la situación de estar en roles de guardia y prisionero podía afectar el comportamiento de las personas.

En el experimento, un grupo de voluntarios sanos y mentalmente estables fue asignado al azar para actuar como guardias o prisioneros en una simulación de una prisión ficticia. Los participantes se sumergieron completamente en sus roles asignados, con los guardias ejerciendo autoridad y control sobre los prisioneros, y los prisioneros siendo sometidos a diversas formas de humillación y abuso por parte de los guardias. Repito: todos los participantes eran personas “mentalmente sanas”.

El experimento se detuvo prematuramente después de solo seis días, ya que los participantes comenzaron a mostrar signos de angustia emocional y comportamientos extremos. Los guardias se volvieron cada vez más sádicos y abusivos, mientras que los prisioneros desarrollaron síntomas de estrés, ansiedad y desorientación. La situación se volvió incontrolable. Tanto, que Zimbardo decidió poner fin al experimento para evitar daños psicológicos duraderos en los participantes.

En el libro, escrito posteriormente, sostiene que “las situaciones poderosas y las instituciones fuertes pueden corromper la moralidad de la persona”. En otro sentido, Zimbardo contempla que también es posible que las circunstancias particulares en las que se encuentran algunas, que viven en entornos de extrema pobreza, en los que imperan la violencia y la falta de oportunidades, influyan en su comportamiento y los lleven a actuar de manera perjudicial hacia los demás. Pero sobre esta afirmación me quedan dudas, porque la mayoría de las personas en ese estado, no son malas. Más bien son víctimas resignadas a su situación.

Está también el estudio del psicólogo Stanley Milgram sobre “la obediencia a la autoridad”, que se basó en la realización de una serie de experimentos de psicología social diseñados para investigar hasta qué punto las personas estarían dispuestas a obedecer las órdenes de una figura de autoridad, incluso si esas órdenes implicaban infligir dolor a otros individuos.

El experimento consistía en tres roles: el experimentador (quien indicaba las órdenes a seguir), el maestro (quien creía que estaba aplicando descargas eléctricas a un aprendiz) y el aprendiz (un actor que simulaba recibir las descargas). El maestro debía administrar descargas eléctricas crecientes al aprendiz cada vez que este respondía incorrectamente a una pregunta, aunque en realidad las descargas eran simuladas y el aprendiz no sufría ninguna consecuencia real.

El objetivo de Milgram era investigar la disposición de los participantes (maestros) a seguir las órdenes del experimentador, incluso cuando se daban cuenta del sufrimiento aparente del aprendiz. Los resultados del experimento fueron impactantes, ya que la mayoría de los participantes continuaron administrando descargas eléctricas hasta el nivel máximo, a pesar de las súplicas y gritos de dolor del aprendiz.

El estudio de Milgram reveló la fuerte influencia de la autoridad en el comportamiento humano y plantea importantes cuestiones morales sobre la obediencia ciega y la responsabilidad individual en situaciones en las que se presentan conflictos entre la ética personal y las órdenes de una figura de autoridad. Esto sugiere, lamentablemente, que las personas son capaces de cometer actos malvados cuando se encuentran bajo la influencia de una figura autoritaria. 

Por supuesto, existen enfermedades mentales -psicopatías y sociopatías- donde dichos trastornos psicológicos o condiciones mentales afectan la capacidad de empatía y moralidad de los seres humanos. Sobre este tema escribió el psicólogo Carl Jung “la maldad no es solo una cualidad moral, sino también un trastorno psicológico que puede manifestarse de diversas formas en la conducta humana”.

Hannah Arendt, la famosa filósofa judía-alemana, exploró la naturaleza del mal en su obra Un estudio sobre la banalidad del mal. Arendt analiza el caso de Adolf Eichmann, un oficial nazi responsable de la organización logística del Holocausto, y argumenta que el mal puede manifestarse de manera banal en individuos que actúan de forma rutinaria y sin cuestionar las consecuencias de sus acciones.

También están los estudios de Richard Dawkins, biólogo evolutivo y autor de El gen egoísta, donde explora la idea de que la evolución puede favorecer comportamientos egoístas y malignos en los seres humanos, ya que la selección natural “premia la supervivencia y la reproducción de los individuos, sin importar el impacto de sus acciones en otros”. ¡Qué angustia!

La “triada de la maldad” fue definida por el psicólogo clínico canadiense Paul Babiak y el experto en psicopatía Robert D. Hare, quienes acuñaron el término en su libro Serpientes en trajes: cuando los psicópatas van al trabajo. En este libro, Babiak y Hare describen la triada como la combinación de tres rasgos de personalidad oscuros: el maquiavelismo, la psicopatía y el narcisismo. Estos rasgos se consideran socialmente negativos y pueden manifestarse en comportamientos manipuladores, insensibles y egocéntricos en individuos que exhiben esta combinación de características.

Estos son solo algunos de los autores que han abordado el tema de la maldad en los seres humanos desde diferentes perspectivas y disciplinas. Cada uno de ellos ofrece una visión única y valiosa sobre la naturaleza de la maldad y los factores que pueden influir en su manifestación en la conducta humana. Y ciertamente, no hay conclusiones absolutas sobre la psicología del mal. Maquiavelismo, narcisismo o psicopatía, todos terminan manifestándose como falta de empatía, manipulación, búsqueda de poder y control, superficialidad emocional y la tendencia a la impulsividad y la violencia. ¿Evolución o involución?

A mi modo de ver, en Venezuela vivimos una involución acelerada y, por desgracia, sin frenos. Y pareciera que no somos la excepción en el mundo. ¡A amarrarse los cinturones!

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Asdrúbal Aguiar Mar 24, 2024 | Actualizado hace 1 mes
El jaque de las Corinas
Lo importante es el jaque que le ha dado esta doble Reina de las Corinas al déspota de Miraflores y a los mal llamados garantes de los acuerdos de Barbados: Joe Biden, Emmanuel Macron, y Gustavo Petro

 

@asdrubalaguiar

Algunos observadores extranjeros se muestran confundidos con la dinámica de los acontecimientos políticos de Venezuela, en lo particular con la reciente decisión de la candidata presidencial opositora María Corina Machado, quien, al impedírsele su registro electoral y volvérsele fatal el plazo fijado para ello por la dictadura, ha designado para que la represente y sustituya a otra Corina, a la académica y catedrática universitaria Corina Yoris Villasana.

Admirada por sus generaciones de discípulos y colegas historiadores y filósofos, es desconocida por el despotismo iletrado imperante y sus cortesanos. Junto con su tocaya Machado ha descolocado a la élite política funcional y dejado sin sillas a los «segundos» aspirantes, promovidos por las franquicias partidarias sobrevivientes y malas causahabientes de la república civil puntofijista (1958-1998), que la cercaron aviesamente hasta el día anterior.

Lo importante es el jaque que le ha dado esta doble Reina de las Corinas al déspota de Miraflores y a los mal llamados garantes de los acuerdos de Barbados: Joe Biden, Emmanuel Macron, y Gustavo Petro; que no han sido tales aquéllos, sino un fogonazo predispuesto para encandilar y encubrir los espurios negociados Rodríguez-González realizados en Qatar previamente.

Una de las contraprestaciones es pública y notoria: la Casa Blanca indultó al gran testaferro del régimen de Nicolás Maduro, Alex Saab. Y la renuncia posterior del consejero de Seguridad Nacional mencionado, Juan González, pudo tratarse, como lo creemos, de otra movida de peón sobre el tablero de ajedrez para disimular un intencionado acto de colusión diplomática y apaciguar el enojo del país que lidera Machado. Hacer creer que ella, USA, sigue comprometida con el propósito de que Venezuela logre tener elecciones libres y democráticas.

Lo único veraz es que la inconstitucional inhabilitación de María Corina –sin expediente ni juicio penal, ni condena que acaso se le hubiese impuesto para impedirle el ejercicio de sus derechos políticos– prueba que la dictadura no está dispuesta a abandonar su poder. Y el desconocimiento por esta de las primarias que la escogieron como candidata de la oposición democrática, confirma que tampoco respetará la voluntad popular. Ambas premisas configuran, por ende, una conclusión que es absoluta si nos guiamos por la lógica aristotélica: “Sin la participación de María Corina Machado no serán democráticas las elecciones presidenciales venezolanas”. “De premisas absolutas no se puede deducir más que una conclusión absoluta”, precisa el estagirita.  

La pregunta que sobreviene y es obligante, que ha de hacerse todo analista político serio si parte de otro dato objetivo adicional, así se lo matice por la academia como “autoritarismo electivo” o lo escamoteen algunos gobiernos extranjeros predicando que solo es reconocible quien ejerce el poder efectivo tras el fracaso de la legitimidad democrática de Juan Guaidó: ¿cómo se desaloja a un grupo de facinerosos que ha secuestrado a Venezuela y transformado al Estado en empresa del crimen transnacional organizado?

De modo que, es otro engaño contumaz el trazar paralelos como aún lo hacen los partidos franquicia venezolanos con las dictaduras militares del Cono Sur latinoamericano, o la última dictadura venezolana y sus respectivos modelos de transición hacia la democracia, que mal calzan con la experiencia inédita de las narcodictaduras del siglo XXI.

En un contexto de desmaterialización constitucional y pulverización de la república como de la misma nación que le ha servido de soporte –han migrado casi 8 millones de venezolanos– y ante la ausencia de una comunidad internacional negada a ejercer su responsabilidad de proteger: no lo hizo en Ruanda y ocurrió un genocidio; siendo otra vez “un error retroceder hacia un planteamiento pragmático, limitado a determinar un terreno común, minimalista en los contenidos y débil en su efectividad” como lo previene papa Ratzinger, cabe entender que la vía electoral es un instrumento para resistir y superar obstáculos ante quien la desprecia, y nada más. Se trata de derrotarle ante cada movimiento conducente a hacer imperar el régimen de la mentira, que legaliza la ilegalidad para lavarse el rostro ante terceros y ocultarlo tras unas votaciones falsificadas y de utilería.

En ese orden, tras el primer movimiento que enfrentara Machado sobre el tablero, participando en unas elecciones primarias que la misma oposición partidaria aceptaba que las controlase la dictadura, logra frenarles en seco la mala jugada. Sucesivamente, al inhabilitársele para desestimular el creciente apoyo popular en su favor, les tumba ambos alfiles y se hace con el 90 % de los votos. Del mismo modo, al cerrársele el camino para que se inscribiese, hace su jugada histórica e inteligente inscribiendo a Corina, su tocaya, otra mujer y madre como ella y por lo demás abuela. Le tuerce la mano a la misma dictadura y al paso le muestra el símbolo de excelencia y ponderación en el que se miran hoy los venezolanos.

Con generosidad inesperada por sus adversarios de ambos bandos, los pone en jaque ante un país ávido de cuidados, de rescate y de encontrar la protección afectuosa de una Venezuela que sea madre y que sea maestra. Enterrar al cesarismo trasformado en despotismo pretoriano e iletrado que ha violentado y acosado a todos es el desiderátum. Pero faltan otras jugadas hasta que haya el jaque mate, como el rechazo de la otra Corina por los cagatintas del dictador dentro del Poder Electoral o la eventual y milagrosa habilitación de Machado, que podría inscribirse hasta 10 días antes de la elección presidencial planteada.

Sea lo que fuese vayamos al fondo. Todo pueblo cuando se disuelve tras un severo daño antropológico imaginariamente regresa al seno materno –al de las Corinas– para que le acune y, si es posible, vuelva a parirlo. El régimen comunista polaco, en igual orden, solo pudo enfrentarlo y doblegarlo un movimiento social –Solidarnosc – sin propósitos clientelares inmediatos y bajo el espíritu de la No violencia. Sufrieron la ley marcial y la represión, y al final se impuso la negociación de unas elecciones libres. Contaban, casualmente, con una pareja de leales protectores, Lech Walesa y Karoll Wojtyla, San Juan Pablo II.

correoaustral@gmail.com

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Humano Derecho #15 | Temporada 2 con Mario D’andrea, codirector de Civilis DDHH
Conversamos con Mario D’andrea, codirector de Civilis, sobre la detención arbitraria de Rocío San Miguel: “Es una afrenta a la democracia y al Estado de derecho en Venezuela”

 

@_humanoderecho

¿Quién es Rocío San Miguel y cuál es el trabajo que ha venido realizando? ¿Se ha documentado anteriormente el uso de la detención de familiares como método de presión en casos de desaparición forzada? ¿Existen casos similares, en los que se priva a los detenidos de su derecho a elegir un abogado, sin garantizar la calidad de su defensa? Conversamos de estos y otros temas con Mario D’andrea, codirector de Civilis DDHH, quien nos hablará sobre la detención arbitraria de Rocío San Miguel.

Rocío San Miguel, defensora de derechos humanos en Venezuela, fue arrestada arbitrariamente el 9 de febrero de 2024 por agentes del Estado. Su caso y la detención de su hija, pareja y expareja, junto a otros familiares, no es un hecho aislado. Se trata de un patrón reiterado por parte del gobierno venezolano para presionar a personas consideradas como «de interés» para la coalición en el poder.

Sippenhaft criollo

Sippenhaft criollo

Organizaciones como Foro Penal han documentado este tipo de detenciones arbitrarias, que se asemejan a la práctica nazi conocida como sippenhaft. La Misión Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU también ha denunciado este patrón en Venezuela, como parte de un conjunto de graves violaciones de derechos humanos.

“Tienes un sistema de justicia con jueces y fiscales completamente destruidos o por ausencia de formación y capacidad, o porque son corruptos y han participado de cierta medida en la comisión de estos crímenes”, afirma D’andrea.

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

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