A su juicio, cualquier acción debe ser pacífica y venir acompañada por un acuerdo social con los sectores más pobres del país y con aquellos que militan en el oficialismo.
«Tenemos que trabajar junto a los que se ponen la camisa roja, porque a todos nos pega la crisis», afirmó Capriles. «Este es el momento de ser fanático de Venezuela, unirnos todos como hermanos, el adversario no es el pueblo».
Para el gobernador el único problema del país «es Nicolás (Maduro) y su gente» a quienes acusa de venderles ilusiones al pueblo, cuando en realidad lo que «hay es un proceso de destrucción del país».
«Allá no hay liderazgo ni afecto, lo único que hacen es esconderse detrás de la imagen del Presidente Chávez (…) Ellos son los que se tienen que cambiar, el destino del pueblo es unirse y sacar a este país adelante», dijo.
Entre los problemas destacados por Capriles se encuentran la inseguridad, la escasez y la crisis del sistema sanitario. «Aunque ustedes crean que pisamos fondo, no es así, esto puede ponerse peor si no nos activamos ya», afirmó.
Como respuesta, propuso la puesta en funcionamiento de nuevos comandos familiares con el objetivo de encontrar soluciones a los problemas.
El mandatario se mostró optimista con respecto a su plan y al futuro del país. «Cada día vemos más gente interesada en el cambio, por eso el pueblo debe hacer ese trabajo en su comunidad…Pensando en las cosas buenas que tiene este país, usted se llena de optimismo, esto es una semillita de progreso», dijo. (El Univesal)
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