La última batalla entre Bill Gates y Steve Jobs ¿Quién salió ganando? - Runrun

El dicho “el que ríe de último ríe mejor” parece haber estado hecho para lo que pude presenciar el día de ayer en el programa de Christiane Amanpour para ABC “This Week”, en el que la ex ancla de CNN logró sentarse con Gates para conversar un poco sobre los últimos titulares que acompañaban su nombre.

Todo el mundo parece haberlo reseñado, todos los que lo leímos lo comentamos y el mundo se dio cuenta de que Jobs sentía una inmensa frustración hacia quien en algún momento había sido un amigo: Bill Gates. En su biografía, escondida de los ojos del mundo hasta su partida, Jobs acusa a Gates de ser un ladrón de ideas, un usurpador de talentos y patentes, una persona “mediocre” que lo único que sabe hacer es copiar, con un talento mayor en la filantropía que en el mundo tecnológico, y aunque la pelea no era secreta, nunca antes escuchábamos a Jobs referirse así sobre quien por años fue amigo y rival.

En la entrevista Gates es confrontado con algunos de los titulares, inclusive le leen el párrafo en el que Jobs lo critica e inesperadamente, el trillonario, ni se inmuta y dice: “Nada de eso me molesta. Si vez como avanzamos en tecnología, en internet, en cómo la gente tiene acceso a las cosas, es fenomenal”, echándole la culpa de esa rivalidad entre genios a los grandes avances tecnológicos de la humanidad de las últimas tres décadas.

Gates continúa diciendo: “Durante más de 30 años trabajamos juntos. Durante ese tiempo Steve dijo cosas muy bonitas sobre mi, y otras muy fuertes. Tuvimos la oportunidad de trabajar juntos, de competir, de retarnos. Nada de lo que pueda haber dicho me molesta”

Gates explicó que “muchas de las frustraciones de Jobs pueden haber sido causadas por la frustración que este pudo haber sentido por el éxito temprano de Microsoft, mientras Apple luchaba por años antes de convertirse en la fuerza dominante de la última década”, ahondando en el tema Gates contó que “muchas veces Steve se las vio negras. Con productos tan caros que solo apuntaban a un sector Premium del mercado, mientras que mi filosofía y éxito estaba en productos y economía de escala”.

Esto, según Gates, hizo que Jobs “sintiese que muchas veces el era el tipo bueno, mientras nosotros éramos los malos.” Algo que para Bill Gates “es bastante razonable.”

Por eso es que, en mi parecer, en la última frontera de la sempiterna batalla entre Jobs y Gates, es el fundador de Microsoft quien gana la batalla. Habiendo salido airoso de una entrevista en la que se demostró cómodo, preparado y lleno de excelentes recuerdos sobre un rival que parecía insultarlo desde la ultratumba, en un libro que para muchos marcaría el final triunfal de Jobs, pero que para otros tiñó el nombre de quien por algún tiempo ejerció como el mesías tecnológico.

Por mi lado decidí parar de leer la biografía de Jobs, siento que no es el momento de acabar con el ideal que tenía de uno de los más grandes líderes del mundo tecnológico. Posiblemente termine de leerla cuando saquen el iPhone 5 o el Apple TV para poder odiarlo un poco mientras ahorro para comprarme el próximo iCualquierVaina que saquen.