Uruguay archivos - Página 2 de 27 - Runrun

Uruguay

Luis Lacalle Pou reconoce al parlamento de Juan Guaidó como único poder legítimo en mel país

 

El nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, admitió que no reconocerá a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, sino más bien como presidente de la Asamblea Nacional. Al tiempo que agregó que este último es el único poder legítimo en Venezuela.

Lacalle Pou aseguró que Maduro es un gobernante de facto. De esta manera continúa con la política que en su momento asumió el anterior mandatario Tabaré Vásquez. «Reconocerlo como presidente (a Guaidó) cuando de facto está ejerciendo Maduro es un paso que no podemos dar», reconoció el nuevo mandatario de Uruguay.

Lacalle Pou deberá asumir el mandato para el cual fue electo el próximo 1° de marzo. Pese a la postura del nuevo gobernante, Uruguay forma parte del Grupo de Contacto Internacional que busca una salida a la crisis venezolana.

Orlando Viera-Blanco Nov 27, 2019 | Actualizado hace 3 semanas

«De esta manera Latinoamérica viste de controderecha, conservando Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia, Brasil, y ahora Bolivia, una tendencia contraria al penorismo de Fernandéz en Argentina». 

Los uruguayos votaron. Se esperaba una victoria holgada de Lacalle. A última hora 180.000 Uruguayos cruzan su voto y colocaron a Martínez (FA) y Lacalle (PN) en un cabeza a cabeza histórico en Uruguay. La diferencia 1,3 %, no estaba en los cálculos de nadie. Escrutado casi el 100% de los sufragios, Lacalle Pou obtendría 1.165.345 votos (48,7%) contra 1.136.549 (47,5%) de Martínez.

 

Latinoamérica de izquierda a derecha

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas del 27-O, Luis Lacalle, de 46 años, obtuvo 28,6% de los votos y Martínez el 39%. Pero la alianza que tejió a cuatro partidos de oposición, permitió que Uruguay diera un giro a la derecha. Unos 2,7 millones de uruguayos votaron este domingo 24N, favoreciendo la alianza del Partido Nacional y su habitual rival, el Partido Colorado de Julio María Sanguinetti (83), dos veces Presidente de Uruguay.  

Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón, serían los nuevos Presidente y Vicepresidente de la Republica Oriental de Uruguay. El candidato del Frente Amplio-partido de Pepe Mujica que ha gobernado el país del Sur los últimos 15 años- Daniel Martínez y Graciela Villar, serían  los derrotados.

 

Colorados y Blancos se unieron tras la primera vuelta a otros tres partidos para intentar regresar a la Torre Ejecutiva, la sede del gobierno uruguayo. “Ganamos no importa lo que diga Martínez” expresó Sanguinetti el domingo”. Luce muy difícil de dar vuelta», admitió Yamandú Orsi, jefe de campaña de Martínez.

 

Martínez [FA] fue un candidato muy criticado  por su propios militantes por la escasa energía durante la campaña, que se cerró según analistas con un inoportuno distanciamiento entre él y el ex presidente José Mujica [2010-2015].

De esta manera Latinoamérica viste de centroderecha, conservando Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia, Brasil y ahora Bolivia, una tendencia contraria al peronismo de Fernández en Argentina o la anarquía dictatorial Castro-Chavista en Venezuela.

Hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), Luis Lacalle Pou representa un bloque político de corte liberal, que viene hacer leverage a la pretendida avanzada del Foro de Sao Paulo. Sin duda  si a la victoria en ciernes de Lacalle le sumamos las tendencias de EL-Salvador, Honduras, Guatemala y  Costa Rica en Centroamérica, más el centrismo de Perú y Ecuador, la correlación de fuerzas es favorable al retorno de la democracia en Venezuela y de una estabilidad de centro derecha en LATAM, desplazando una lianza a lo menos impropia, al régimen de Caracas.

 

Lacalle y el efecto Manini 

Lacalle nos contaba su padre-el ex Presidente Lacalle Herrera-cuando coincidimos en la Asamblea General DE NNUU-que soñó con ser presidente a los 24 años. Y como hijo de gato casa ratón, hoy con la paciencia de un estadista y la perseverancia de un surfeador que espera su ola, pone al delfín con acento a una presencia conservadora que balancea el continente. Debemos acotar que su triunfo tiene explicación o al menos incidencia-según varios analistas locales-en el factor militar o «efecto Manini».

Guido Manini Ríos, jefe del Ejército, destituido por Tabaré Vázquez-por declaraciones en la que cuestionó violaciones a los DDHH-complicó la campaña en el tramo final. Manini Ríos obtuvo un 11% de los votos en la primera vuelta del 27º como candidato de «Cabildo Abierto». Pero recién la semana pasada, Manini Ríos difundió un vídeo en el que llamó a los soldados en filas del ejército uruguayo a «no votar» al Frente Amplio, en tanto que el Centro Militar pidió en un comunicado «extirpar el marxismo«.

 

La intervención de las FFAA en la escena política en un país que sufrió una dictadura militar entre 1973 y 1985 [tras la transición del Pacto del Club Naval], removilizó a las bases del Frente Amplio, pero no fue suficiente.

 

Que en Montevideo se instale un gobierno de centroderecha convierte al Río de la Plata en una línea divisoria ideológica entre el peronismo de Alberto Fernández, que gobernará en Argentina a partir del 10 de diciembre y un gobierno de Lacalle Pou que gobernaría Uruguay a partir de 2020.

Venezuela sigue su proceso aún asediada por un caos militarista del siglo XXI. La victoria de Lacalle en Uruguay se convertiría en otra “brisa” de contención restauradora de la democracia liberal y conservadora, que dará pulmón a los consensos necesarios en la OEA, inhabilitar alianzas como UNASUR y revertir la denuncia de Uruguay contra el Acuerdo TIAR, formulada el pasado mes de septiembre 2019.

En definitiva un triunfo de Lacalle es muy importante en Latinoamérica. Existe una percepción incendiaria y de dominio de una izquierda anárquica, violenta y trasnochada que ha venido generando agitación en Chile, Colombia, Ecuador y Brasil. 

Comienza una transición sensible en Uruguay tras 15 años del Frente Amplio. Otra prueba de cómo las elecciones acompañadas de alianzas sólidas y movilización ciudadana, logran las transiciones. Ya Uruguay lo había logrado con la firma del pacto del club naval el 3 de Agosto de 1984, con Julio María Sanguinetti al frente, quien gobernaría  Uruguay un par de veces despues de 11 anos de dictadura. 

 

En todo caso, felicidades Uruguay. Un triunfo histórico de su ejemplar democracia.

 

@ovierablanco

Los 7.122 centros de votación preparados para que unos 2,7 millones de ciudadanos elijan en segunda vuelta al presidente de la República para el período 2020-2025 abrieron este domingo 24 de noviembre sus puertas en Uruguay.

Según la información facilitada por la Corte Electoral, las mesas estarán abiertas desde las 8.00 horas hasta las 19.30 del domingo, y se espera que, «en torno a las 22.00 horas», esté escrutado más del 90 %.

El voto es obligatorio en Uruguay y solo se puede ejercer en su territorio, es decir, no están habilitados ni el sufragio por correo ni el consular.

Uruguay, que ya afrontó el 27 de octubre una primera vuelta en la que ninguna fuerza política obtuvo mayoría absoluta en la Cámara de Diputados ni el Senado, elige este domingo entre la continuidad de la izquierda o el cambio que supondría un giro a la derecha.

El candidato del Frente Amplio (FA, izquierda), Daniel Martínez, intenta sumar el cuarto mandato consecutivo de la coalición que gobierna Uruguay desde 2005, si bien el máximo favorito, según todas las encuestas, es su oponente, el senador Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN, centroderecha).

El aspirante nacionalista logró reunir a casi todas las fuerzas de la oposición con representación parlamentaria, excepto el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), para formar una coalición «multicolor», como él la denomina, con la que buscar el «cambio» en Uruguay tras 15 años de Gobiernos frenteamplistas.

Para esa alianza sus mayores apoyos fueron el Partido Colorado (PC, centroderecha) -la otra fuerza tradicional de Uruguay, con 183 años de historia, igual que el PN- y Cabildo Abierto (CA, derecha), fundado en 2019 y liderado por el excomandante en jefe Guido Manini Ríos.

También los minoritarios Partido Independiente (PI, centroizquierda) y Partido de la Gente (PG, derecha) apoyan a Lacalle Pou.

El vencedor en esta jornada electoral, que solo precisa mayoría simple, es decir más sufragios que su adversario, relevará el 1 de marzo de 2020 al actual presidente, Tabaré Vázquez, que afronta su segundo mandato.

Vázquez, que se convirtió en el primer jefe de Estado de izquierda de Uruguay (2005-2010), afronta un delicado estado de salud, pues durante la campaña electoral por la primera vuelta se le diagnosticó un cáncer de pulmón.

Alejandro Armas Nov 01, 2019 | Actualizado hace 3 semanas

Muy lamentablemente, la causa democrática venezolana perdió un aliado en el Gobierno argentino luego de los comicios presidenciales del domingo pasado. Aunque, por razones geopolíticas, Buenos Aires no es tan importante para dicha causa como Bogotá o Brasilia (ni hablar de Washington), todo abandono del Grupo de Lima por parte de un Estado miembro supone un nuevo obstáculo para la presión internacional sobre el régimen chavista. Por otro lado, ese mismo domingo hubo también comicios presidenciales al otro lado del Río de la Plata que llamaron mucho menos la atención. Hay razones para suponer que su secuela sea un cambio favorable para Venezuela.

Los uruguayos la tienen la tranquilidad de vivir en el país más democrático de América Latina y uno de solo dos que califican como democracias plenas en el Democracy Index (excusen la cacofonía helénica) de la revista The Economist. Con una economía que no ha dejado de crecer desde 2003, excepto por el período 2014-2016, los uruguayos pueden darse el lujo de elegir a sus líderes sin caer en muchas de las discusiones incómodas de la política en otras sociedades latinoamericanas.

 

Una de las razones por las que la democracia uruguaya ha tenido tanto éxito, es que en ese país los extremos no han tenido éxito.

 

Desde 2005 la república oriental ha estado gobernada por el Frente Amplio, una coalición de partidos de izquierda que, pese a su membrecía en el Foro de Sao Paulo, es más cercana a la socialdemocracia tradicional y no ha incurrido en las prácticas populistas o autoritarias que caracterizan a los integrantes de aquel grupo. El Partido Nacional  (tradicionalmente llamado “Partido Blanco”), mayor fuerza opositora, es de derecha asimismo moderada. No hay muchos asuntos que dividan irreconciliablemente a las principales organizaciones políticas. Empero, el director de la consultora de opinión pública Facum, Eduardo Bottinelli, advirtió en una nota de Reuters que uno de esos temas que sí han creado una brecha enorme es la relación de Uruguay con los regímenes latinoamericanos de extrema izquierda, sobre todo con el de Nicolás Maduro. 

Mientras que la oposición ha rechazado dicho régimen inequívocamente, el oficialismo ha mantenido una actitud de neutralidad deleznable. Por un tiempo, en 2017, parecía que Uruguay se sumaría a los gobiernos americanos que finalmente se dieron cuenta sobre la naturaleza del chavismo y su indisposición a aceptar que el orden constitucional sea restaurado en Venezuela si no se le presiona. Por desgracia, no fue así.

 

Se ha negado a reconocer a Juan Guaidó y rechazado todos los mecanismos de presión potencialmente efectivos.

 

Insiste en diálogos, sin condiciones, para salir de la crisis, como si no hubiera sido harto demostrado que con esa modalidad el chavismo nunca hará concesiones que comprometan su estadía en el poder.

No podemos esperar nada de las dictaduras cubana y nicaragüense, ni del régimen híbrido de Evo Morales en Bolivia, camino a engrosar la lista de autoritarismos plenos en Latinoamérica luego de los dudosos resultados del proceso electoral de hace un par de semanas. Pero, como vimos, Uruguay está a kilómetros de ser una dictadura. Por lo tanto, es una verdadera lástima que la democracia más sólida de América del Sur le rehúya a los compromisos que pueden ayudar a aquel vecino que perdió toda su democracia. Al parecer en Montevideo no hay nada parecido a la Doctrina Betancourt, la filosofía de política internacional atribuida al destacado político venezolano consistente en aislar a los regímenes autoritarios y esforzarse con firmeza por producir transiciones democráticas en ellos. 

Los uruguayos saben muy bien lo que significa el yugo de una dictadura militar. Uno de esos tristes especímenes se apoderó de la nación entre 1976 y 1985. La izquierda uruguaya debería entenderlo mejor que nadie, pues fue su principal víctima.  Durante esta período aciago en la historia del Cono Sur, Venezuela fue un refugio para argentinos, chilenos y uruguayos perseguidos por sus posiciones políticas. La apertura y recepción de los gobiernos democráticos venezolanos tuvo en Uruguay el que tal vez haya sido su ejemplo más notable. Se trata de un relato que bien pudiera inspirar el guion de un thriller político. Una instancia de nobleza en nuestra política exterior de la cual debemos sentirnos muy orgullosos, razón por la cual creo que merece mayor difusión y un lugar fijo en la memoria de todo aquel que se considere demócrata.

Esta es la historia de Elena Quinteros, una maestra y activista política uruguaya de militancia anarquista. En 1976, mientras la dictadura militar se consolidaba, sus agentes emprendieron una persecución contra Quinteros. Ella logró introducirse en la Embajada de Venezuela en Montevideo para pedir asilo.

 

Ya estaba técnicamente en jurisdicción extraterritorial, pero aun así sus perseguidores irrumpieron en la embajada para aprehenderla.

 

Hubo un forcejeo con el personal diplomático venezolano, que intentó proteger a Quinteros y hacer valer su jurisdicción. Pero, al final, los esbirros se la llevaron a la fuerza. La mujer más nunca fue vista. Apenas tenía 30 años. Fue una de tantos desaparecidos por las tiranías castrenses del Cono Sur en las décadas de 1970 y 1980. Caracas protestó el abuso de las autoridades uruguayas y rompió relaciones temporalmente.

Cabe hacer una digresión y preguntarse por qué Quinteros escogió específicamente nuestra embajada para intentar refugiarse. Tal vez lo hizo porque sabía que Venezuela era uno de los pocos oasis de democracia en América del Sur. En aquel entonces gobernaba Carlos Andrés Pérez, uno de los mandatarios “de ultraderecha neoliberal y lacayos del imperialismo, que fueron mucho peores que las dictaduras del Cono Sur persiguiendo y suprimiendo a militantes de izquierda”, según la versión chavista de la historia patria. El hecho de que una joven militante de izquierda haya optado por ese “gobierno de extrema derecha” como su protector choca un poco con la narración chavista, así que no extraña que no figure nunca en sus evocaciones del pasado.

No tengo la menor duda de que los integrantes del Frente Amplio uruguayo no han olvidado el nombre de Elena Quinteros. Después de todo, ella fue una compañera de los izquierdistas que tuvieron más suerte, sobrevivieron la dictadura y hoy, con canas y arrugas, gobiernan su país por elección popular. Uno esperaría algo más de solidaridad con la nación que le hizo frente al despotismo para proteger a una compañera, así como a otros que lograron huir de Uruguay y establecerse en Caracas. Por desgracia, la política a menudo no es noble.

Sin duda, lo que más conviene a la causa democrática venezolana es que el oficialismo uruguayo sea derrotado. En los comicios del domingo, ninguno de los candidatos obtuvo el respaldo necesario para imponerse en primera vuelta, así que dentro de tres semanas habrá un balotaje entre Daniel Martínez, candidato del Frente Amplio, y Luis Lacalle Pou, abanderado del Partido Blanco.

 

En la primera ronda, Martínez consiguió 39,17% de los votos; Lacalle Pou, 28,59%. De ninguna manera es un margen insalvable.

 

Si la oposición se coaliga en torno a Lacalle Pou, este tiene una gran oportunidad de ganar. Una muy buena primera señal es que Ernesto Talvi, el tercer candidato más votado con 12,32%, anunció su apoyo a su rival blanco apenas se conocieron los resultados del domingo. Un triunfo opositor pondría fin a tres lustros de gobiernos de centroizquierda en Uruguay, que quizá se sume entonces al esfuerzo efectivo por lograr una transición democrática en Venezuela.

Si Elena Quinteros hubiera conseguido el asilo que buscó en Venezuela y mantenido un sentimiento de gratitud hacia nuestro país, quizá hoy se sentiría muy apesadumbrada por lo que el chavismo ha hecho con él. Y quizás le resultaría paradójico que la ayuda de Uruguay a Venezuela pase por una derrota de sus compañeros izquierdistas. Nunca hablo por quienes no pueden alzar su voz y decirme “Cállate la boca, que yo no pienso eso”. Estas son solo suposiciones.

Uruguay iría a segunda vuelta para elegir presidente
Martínez y Lacalle Pou lideran los sondeos de boca de urna

 

El candidato oficialista Daniel Martínez y el opositor Luis Lacalle Pou pasarían a un balotaje para definir quién de los dos será el próximo presidente de Uruguay, según resultados parciales de sondeos a boca de urna.

Martínez, candidato de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio, habría obtenido entre 38% y 40%, según tres sondeos de boca de urna difundidos por los canales de televisión 4, 10 y 12, en base a trabajos de las encuestadoras Cifra, Opción y Equipos.

Lacalle Pou, mientras tanto, habría obtenido entre 29% y 30%.

En tercer lugar estaría el candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi con un porcentaje de votos de entre 12% y 13%. Y en cuarto lugar el candidato del derechista partido Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, con entre 10% y 11%.

Estos resultados parciales marcarían que Cabildo Abierto, un nuevo partido encabezado por un excomandante del Ejército que algunos analistas han calificado de ultraderechista o ultraconservador, lograría conseguir una fuerte bancada parlamentaria, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.

Este resultado, de confirmarse, situaría como favorito para la segunda vuelta a Lacalle Pou, ya que tanto Talvi como Manini Ríos ya habían anticipado su voluntad de apoyar a quien compitiera contra el candidato oficialista del Frente Amplio.

Talvi, tras conocerse los primeros resultados, se dirigió a sus adherentes y felicitó a Martínez y Lacalle Pou. “Uno de los dos será el próximo presidente de la República y yo espero que sea Lacalle Pou”.

Martínez, en un discurso a su militancia, celebró que el Frente Amplio sea el partido más votado e intentó inyectar optimismo a su gente, dando a entender que los apoyos que recoge Lacalle Pou no necesariamente serán seguidos por los electores. “Ahora se abre una nueva etapa en la que los ciudadanos van a elegir personas y propuestas concretas”, afirmó.

Pese al entusiasmo que intentó transmitir el candidato, podían verse caras apesadumbradas entre sus seguidores.

Las tres encuestadoras dejaron constancia que aún no han escrutado todos los circuitos de su muestra, por lo que los resultados podrían variar con el correr de las horas.

Para ser electo presidente se necesitan al menos 50% más uno de los votos, de lo contrario se celebrará una segunda vuelta entre los dos postulantes más votados el 24 de noviembre.

Un plebiscito para que 2.000 efectivos militares se sumaran a las tareas policiales y para instaurar la cadena perpetua habría obtenido una votación de entre 46% y 47%, por lo cual no sería aprobado.

Mujica sobre Venezuela: “Es una dictadura sí” y “son ellos los que la tienen que resolver”

EL EXPRESIDENTE URUGUAYO José Mujica coincidió con las declaraciones del ministro de Economía de ese país, Danilo Astori, quien en el programa Fácil Desviarse, en radio Del Sol dijo que «lo de Venezuela es una dictadura tremenda».

Mujica afirmó a 970 Noticias, programa de Radio Universal en Uruguay, que Venezuela «es una dictadura sí, en la situación que está no hay otra cosa que dictadura, pero dictadura hay en Arabia Saudita con un rey absoluto, hay en Malasia donde matan 25 tipos por día y en la República Popular China, ¿qué me dicen?».

«Si hay dictadura es muy suya y son ellos los que la tienen que resolver», agregó el expresidente citando «al doctor Herrera».

 

Histórico apagón dejó sin electricidad a Uruguay y Argentina durante horas

UN APAGÓN MASIVO DEJÓ EL DOMINGO a millones de personas sin electricidad en Argentina y Uruguay por varias horas, tras una falla en la red interconectada de ambos países, en lo que las autoridades han calificado como un evento «histórico» y sin precedente.

Paraguay también se vio afectado, aunque sólo cerca de media hora, en un evento que nadie recuerda haber vivido en la historia reciente y que para algunos habría desatado un caos mayor si no fuera porque era una jornada de descanso.

Por la tarde el servicio la luz había vuelto a funcionar en buena parte de Argentina, donde habitan más de 44 millones de personas, y Uruguay, con cerca de cuatro millones de habitantes.

En Argentina, un 90% de la energía eléctrica había sido restablecida hacia la noche del domingo, reportó la agencia de noticias Télam.

En Argentina hubo elecciones a gobernador en varias provincias, las cuales transcurrieron en la oscuridad, con los votantes iluminándose con el celular. En muchas ciudades no funcionaban los semáforos ni el alumbrado público, y en las redes sociales se multiplicaban las imágenes urbanas sin electricidad.

“Esa falla no es algo anormal, o extraordinario. Lo que sí es anormal, o extraordinario, y que no debe suceder, es la cadena de acontecimientos posteriores, que causaron la desconexión total”, señaló el secretario de Energía argentino, Gustavo Lopetegui, en rueda de prensa. Explicó que la desconexión total se produce de manera automática a través de computadores cuando detectan desequilibrios que podrían causar un daño mayor.

Previamente, el presidente Mauricio Macri había informado del corte y dijo que se debió a una falla en el sistema de transporte del litoral, “cuyas causas aún no podemos precisar”.

El apagón ocurrió a las 7:07 de la mañana, informó la Secretaria de Energía.

Las autoridades señalaron que la causa exacta podría conocerse tras una investigación que estiman durará entre 15 y 20 días. Aunque no se descarta un ciberataque, Lopetegui aseguró que no es muy probable.

“Este es un evento extraordinario que no tendría que haber ocurrido de ninguna manera. Más allá de que haya habido eventos similares en otros países, el sistema argentino hoy es un sistema muy robusto, con capacidad en exceso, tanto de generación, como de transporte”, señaló.

Juan Alberto Luchilo, subsecretario del Mercado Eléctrico de la Secretaría de Energía, consideró el corte de luz como “histórico” en declaraciones a la televisión argentina Todo Noticias, y atribuyó el problema a una falla de un tramo del sistema de transporte que trae electricidad desde Brasil a Argentina.

Paradójicamente la falla ocurrió en un momento de baja demanda, que es cuando se produce una mayor fragilidad e inestabilidad del sistema, explicó. “Es un problema bastante complejo”.

“Nunca ocurrió esto en esta parte del mundo. Es parecido al que ocurrió en el este de Estados Unidos y parte de Canadá hace algunos años”, señaló por su parte Raúl Bertero, presidente del Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética de la Universidad de Buenos Aires.

Para el experto se trata de “un error de diseño y operación del sistema. Una falla local como la que ocurrió debería ser aislada por el mismo sistema. El problema es conocido y existe tecnología y estudios que la evitan”, afirmó, señalando que en el estudio de las causas deberían participar universidades independientes además de los responsables del problema.

«La falla en la red que originó el apagón a nivel nacional se originó en una conexión de transporte de electricidad entre las centrales de Yacyretá y Salto Grande, en el litoral argentino”, informó la compañía eléctrica Edesur. “Esto activó las protecciones de centrales generadoras, que salieron de funcionamiento y produjeron el apagón».

La región sureña de Tierra del Fuego no resultó afectada debido a que no está conectada al sistema eléctrico nacional.

“Empecé a trabajar a las 8 y ya no había luz; es un corte en casi todo el país”, declaró el taxista Silvio Ubermann, de 51 años, a la AP. “Dado que es domingo y hay poco tránsito, eso mermó el problema. Si esto hubiera sido un día entre semana hubiera sido un caos, porque no habría habido colegio, transporte”.

“Hay a veces cortes en el verano producto de un mayor consumo de electricidad, pero no un corte tan generalizado; todo el país. Jamás he visto algo así”, agregó.

Las autoridades pidieron a los enfermos que requieran de aparatos eléctricos que acudan al hospital más próximo para aprovechar la existencia de generadores de luz independientes.

“Yo iba a ir a comer a casa de un amigo y ahora lo tuvimos que suspender todo, no hay subte (metro); no hay nada”, explicó el ciudadano Lucas Acosta, de 24 años. “Hoy es el Día del Padre, recién venía de hablar con un vecino, y me dice que los hijos no lo van a ir a ver” por no poder movilizarse.

Por su parte, Roberto Villela arrancó en su puesto de diarios a las 6 de la mañana, y lo que parecía un día normal se transformó cuando a las 7 se produjo el apagón.

“De repente ¡pum!, se cortó la luz”, explicó, y dijo que el suceso, combinado con la lluvia, afectó mucho sus ventas. “Encima a esa hora estaba todo nublado, y no había sol, así que esto era una boca de lobo”.

En Uruguay también se emitieron avisos al respecto, luego de que Montevideo amaneció sumido en la oscuridad. Posteriormente el servicio comenzó a restablecerse en algunas zonas.

“La reconexión de los servicios arrancó desde las represas. A las 13:40 el 88% de los servicios ha sido repuesto”, señaló de su lado el presidente de la compañía eléctrica uruguaya Gonzalo Casaravilla, en rueda de prensa. “Hace 40 años que estamos interconectados con Argentina y nadie recuerda que esto haya pasado antes”, añadió.

“El sistema uruguayo es más de 10 veces más chico que el argentino. Somos un pequeño sector de ese sistema interconectado”, explicó.

Por su parte el ministro uruguayo de Energía, Guillermo Moncecchi afirmó que “la interconexión permite en el 99,98% de los casos respaldarse mutuamente. Hay que levantar todo el sistema al mismo tiempo para evitar nuevos problemas”.

El apagón fue muy mencionado en las redes sociales, donde el hashtag “#SinLuz” se hacía tendencia en Twitter en el Cono Sur. No faltaron los memes, como celulares conectados a una papa como forma de carga, y fotos de las ciudades en completa oscuridad.

“Es el mayor apagón de la historia; no se recuerda nada así en Uruguay”, declaró a la AP Valentina Giménez, habitante de Montevideo.

“Una de las mayores preocupaciones es que la electricidad llegue a tiempo para las 7 de la tarde”, agregó, ya que Uruguay disputa un partido de fútbol en la Copa América. “Todo el mundo está tratando de informarse pero no hay muchos datos. Lo llamativo del caso es que nadie entiende muy bien qué ha pasado, de dónde viene, y cómo se puede restablecer”.

Indicó también que hay lluvias torrenciales en el país.

Falla masiva deja sin luz a Argentina, Chile, Uruguay y Brasil

UN FALLO EN EL SISTEMA DE INTERCONEXIÓN ELÉCTRICA dejó sin suministro a toda Argentina, Uruguay y partes de Chile y sur de Brasil, según reportaron las empresas eléctricas afectadas.

El diario La Nación de Argentina señaló que el corte se produjo poco después de las 7:00 de la mañana de este domingo, cuando aún no había amanecido en ese país, y paralizó de inmediato los servicios de tren de la región de Buenos Aires.

«Las causas se están investigando y aún no están determinadas. Ya se comenzó con la recuperación en las regiones de Cuyo, NOA y Comahue y se está abriendo el resto del sistema para continuar con la recuperación total, que se estima puede llevar algunas horas», indica la secretaría de Energía del país sureño.

El apagón afecta incluso a las provincias argentinas de Santa Fe y San Luis, que se preparaban para iniciar sus comicios locales.

El diario chileno El Mercurio, indicó que la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas de Uruguay (UTE) achacó la falla al sistema argentino. «Un desperfecto en la red argentina afectó el sistema interconectado dejando sin servicio todo el territorio nacional, al igual que varias provincias del vecino país», apuntó el medio.